Tom Ripley vuelve. El perturbador personaje nacido de la pluma de Patricia Highsmith se merec?a tener su propia serie de televisi?n, pese a las numerosas adaptaciones que ya ha tenido para la gran pantalla. Tras haber estado interpretado por Alain Delon, Matt Damon, John Malkovich o Dennis Hopper, el personaje regresa a la pantalla de la mano de Netflix. ?sta vez es al actor Andrew Scott quien se encarga de dar vida al amoral, chantajista, estafador y asesino psic?pata en una versi?n que est? llamada a ser una de las series del a?o y con una interpretaci?n por parte de Scott que est? a la altura de sus predecesores. Este actor ya se encarg? de reinterpreta al malvado profesor Moriarty en la versi?n de Sherlock de la BBC protagonizada por Benedict Cumberbatch. El haber rodado en blanco y negro toda la temporada es una arriesgada y elegante decisi?n art?stica que subraya el clasicismo de la historia. Esta nueva versi?n de Netflix tiene momentos que son puro Hitchcock, el mago del suspense que hizo en su d?a una gran adaptaci?n de otra novela de Highsmith con 'Extra?os en un tren'.

Al inicio de la trama, Tom Ripley es contratado por un millonario norteamericano para que vaya a Italia en busca de su hijo, donde ha tenido la revelaci?n de dedicase a las artes. La pintura, la escultura, la literatura... pero la cosa no apunta que se le dé bien ninguna de ellas, por lo que el potentado pretende que, enviando a su amigo, éste le convenza para sentar la cabeza y volver a casa para ayudarle en la gesti?n del negocio familiar. Al llegar all?, Ripley, que no es precisamente un modelo de conducta, se ve fascinado por la vida bohemia y luchar? con u?as y dientes con tal de conservar ese para?so que le ha ca?do encima sin comerlo, ni beberlo. Si en 'The White Lotus', los paisajes, el arte y los edificios de Italia brillaban con luz propia en Ripley brillan con una maravillosa fotograf?a en blanco y negro. Al fin y al cabo, as? es como Federico Fellini supo retratarnos La Dolce Vita en Roma.

Tras haber estado trapicheando con chanchullos de poca monta, a Ripley se le abre el cielo con este nuevo trabajo. As? como en Francia, el cliché marcaba eso de que los aspirantes a pintores se marcharan al Caribe o a alguna isla ex?tica; aqu? nuestros protagonistas han ca?do rendidos al arte cl?sico italiano. En particular, Ripley se atra?do hacia la figura de Caravaggio. El pintor barroco fue moralmente tan ambiguo como Ripley, e incluso lleg? a estar acusado de haber cometido un asesinato durante una reyerta.

Quiz? los dos primeros episodios puedan parecer un tanto lentos. La serie se toma su tiempo para llevarnos a donde nos quiere llevar y es a partir del tercer episodio cuando esas tramas que se han estado fraguando a fuego lento acaban cuajando en todo su esplendor. Hay escenas de gran suspense que dejar?n al espectador pegado al sof? a pesar de que no hay ni una sola l?nea de di?logo durante una secuencia que, si no recuerdo mal, rondaba la media hora de duraci?n. A partir de que el momento criminal entra en escena, llegan los momentos m?s hitchcockianos. En 'Psicosis', el maestro del suspense lograba que por unos instantes el espectador empatizara con Norman Bates, tras la m?tica escena de la ducha, al mostrarnos c?mo las pruebas del crimen se resisten a hundirse en el fondo del pantano. La serie de Netflix est? llena de momentos as?, jugando con el suspense en aquellos momentos en los que parece que el asesino va a ser sorprendido. Logra hacernos empatizar con el malo, sin que en ning?n momento se pretenda ni blanquear ni justificar todo lo que éste hace.

El blanco y negro sirve para recordarnos que estamos en otra época. Quiz? algo alejada de la sofistificaci?n tecnol?gica de 'CSI'. Ni Ripley es el criminal perfecto, ni la polic?a est? libre de cometer alguna que otra chapuza con la escena del crimen. Aunque tenemos a un inspector a cargo de la investigaci?n inteligente y tenaz, no podemos evitar sonre?r cuando vemos que por momentos tiene el arma del crimen delante de sus narices sin saberlo. Unos primeros planos sobre el objeto es cuesti?n se encargan de record?rnoslo. A lo largo de todo el caso, tendr? la sensaci?n de que hay una pieza que no le acaba de encajar, pero esa ficha que completa el puzzle y le permite que el dibujo se le forme en la cabeza en todo su esplendor no llega hasta el ?ltimo momento, en la escena que cierra la serie y cuando ya es tarde para que pueda hacer nada. Caravaggio también huy? de Roma tras el asesinato.

Puede que eso sea considerado un 'spoiler' pero hay que recordar que 'El talento de Mr Ripley'es el primero de los cinco que escribi? Highsmith sobre el personaje. ?sta es una miniserie tan ambiciosa y que huele a premios, por lo que no se puede descartar que la intenci?n de la plataforma sea la de adaptar todos los libros del personaje. Es todo un gui?o que en el cap?tulo final tengamos un cameo de John Malkovich, que ya interpret? al personaje en el pasado, y que aqu? le facilita la documentaci?n con la éste inicia una nueva vida con una identidad falsa como tratante de arte en Italia, precisamente el trabajo que tiene en la pel?cula que el propio Malkovich protagoniz?.

El blanco y negro no es un formato desconocido para el responsable de esta adaptaci?n. Steven Zaillian es un veterano guionista y director estadounidense que entre su trabajo est? el gui?n de 'La lista de Schlinder', pel?cula de Steven Spielberg que usaba magistralmente la ausencia de colores en su fotograf?a. Como en aquella pel?cula, también tenemos en la serie una escena donde se usa el color para destacar un objeto en concreto del plano. ?C?mo no? Ten?a que ser el rojo.

Llama la atenci?n que pese a que los datos de audiencia suelen ser uno de los secretos mejor guardados de las plataformas, aqu? se haya deslizado incluso con cierto orgullo, que los resultados de Ripley han sido malos. Quiz? como para llamar la atenci?n de un p?blico al que se le pueda hacer bola ver una serie en blanco y negro, pero para el que se capta su atenci?n con cebos que consisten en comentarios del tipo “no est? hecha la miel para la boca del oso”. En definitiva, dejar que el boca a boca haga su magia y sobre todo que caiga alg?n que otro premio, que permita seguir llevando a la pantalla el resto de los libros. No hay m?s que verla para comprobar que esos recelos ante el formato elegido est?n injustificados. Es una decisi?n art?stica que hace que la serie aprueba con nota. Una carta amor a este formato monocromo, as? como a los grandes cl?sicos, con la que la plataforma hace una apuesta por la calidad y se olvida de que no todo son n?meros. Dudo que los resultados finales vayan a ser tan malos y ése denostado blanco y negro puede ser una manera id?nea para poner al d?a a la nuevas generaciones sobre las claves literarias de la novelista, una de las autoras del género negro m?s importantes del siglo XX. Tanto Zaillian como Andrew Scott ya han deslizado que ellos est?n dispuestos a repetir, aunque por el momento podemos despedirnos de nuevos episodios hasta 2026. La espera ser? larga.



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