En todos los debates que en estos meses han protagonizado el Gobierno y el PP en las Cortes, sea cual sea el origen de su convocatoria, hay unos momentos en que se tiran a la cabeza y con sa?a acusaciones sobre corrupci?n –han llegado a darse situaciones en que no se distingue bien quién manda y quién se encarga de hacer oposici?n-; hay salidas de tono; alg?n regate con tintes electorales y menciones a la situaci?n econ?mica. Sobre esto ?ltimo el Ejecutivo suele pronunciarse con cierto tono triunfalista, porque los datos hasta ahora m?s o menos le acompa?an. Y los populares, por su lado, a menudo se afanan en convertir en presente lo que pudiera (o no) llegar en el medio plazo, recibiendo por ello el calificativo de “agoreros” y “catastrofistas” desde la bancada azul, la del poder.

Todo eso forma parte del juego y de la rutina pol?tica, esa que, seg?n la demoscopia, agota a los ciudadanos que han renunciado a instalarse en trincheras y esperan de sus representantes saber hacer, responsabilidad y algunos pactos de Estado en materias de calado o especial sensibilidad social. La econom?a, por su lado, siempre ha sido –con la excepci?n de las pensiones- un campo de batalla aceptado y compartido por la izquierda y la derecha, una lonja para la captaci?n de avales y rechazos a an?lisis y modelos confrontados. Pero de vez en cuando a ese campo de batalla se atreven a asomarse instituciones como el Banco de Espa?a con sus previsiones o advertencias o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que abre las ventanas con reflexiones sopesadas para que entre aire en el caldeado ambiente pol?tico y alguna que otra advertencia a tener en cuenta en los pr?ximos meses, en lo que no todo son ni ser?n elecciones.

Una de esos “de vez en cuando” se ha producido este jueves, cuando Cristina Herrero, la presidenta de la Airef, ha instado a Hacienda a remangarse y ponerse manos a la obra con todas las administraciones p?blicas para comenzar ya el di?logo que ha de servir de base al Plan Estructural para 2025-2028 que todos los Gobiernos deben presentar a Bruselas antes del pr?ximo 20 de septiembre, en el contexto de las nuevas reglas fiscales de la Uni?n Europea. Di?logo, di?logo, di?logo… di?logo como f?rmula para abordar el ajuste presupuestario de unos 40.000 millones que afectar? a Espa?a, como parte de una Europa que trata de adaptarse.

En este contexto la Airef ha tratado de sugerir que no todo puede ser confrontaci?n pol?tica en estos tiempos (por m?s citas con las urnas que haya a?n en lista de espera). Que también hay que atender con prudencia a la coyuntura econ?mica, especialmente al que est? por venir. Que no estar?a de m?s reunir a la Conferencia de Presidentes auton?micos, o impulsar di?logos bilaterales y citas del Consejo de Pol?tica Fiscal y Financiera (CPFF) y la Comisi?n Nacional de la Administraci?n Local (CNAL), dado el elevado peso del gasto auton?mico sobre el total del Estado y la dimensi?n del ajuste que Espa?a tendr? que acometer –ya saben, ajusten v?a recortes o v?a aumento de ingresos- en los pr?ximos cuatro a?os.

Eso no significa que nuestro pa?s vaya a pasar del blanco al negro. Ni que no haya grises. Suele aposentarse la realidad precisamente en esos tonos gris?ceos. Es lo que se aprende de la lectura de informes elaborados por instituciones alejadas del menudeo pol?tico, como ha desgranado para nuestros lectores nuestra especialista en econom?a Rosa Mar?a S?nchez: la Airef recomienda encarecidamente preparar el ajuste que va a llamar a nuestra puerta s? o s?, y hacerlo adem?s con cooperaci?n estatal, sin perder el tiempo. Avisa de que las nuevas reglas fiscales pueden suponer un ajuste de 0,63% del PIB en el conjunto de las administraciones p?blicas en los pr?ximos cuatro a?os. Y alerta contra el incumplimiento generalizado de las reglas de gasto. Pero, al tiempo, eleva al 2% su previsi?n de crecimiento del PIB para el 2024 y prevé que el déficit p?blico bajar? el 3%, pese a atisbar deterioros en ejercicios futuros. Y en medio de esta lluvia de datos, la Airef pone por encima la recomendaci?n de di?logo, di?logo y di?logo para afrontar lo que viene. Tomen nota.



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