Si el PP ech? en su d?a mano de la "pol?tica pop" para renovar su imagen y ampliar su base social tocando la puerta de los m?s j?venes para las elecciones vascasque se celebran hoy, EH Bildulo ha intentado ahora con su "pol?tica de kil?metro cero". El objetivo es el mismo, ensanchar su electorado, y en este caso hacer un llamamiento a aquellos que han visto que las decisiones de sus respectivos partidos, Elkarrekin Podemos y Sumar, se toman a 500 kil?metros de distancia, en Madrid.

La sacudida que le ha metido Bildu a su imagen en los ?ltimos tiempos, m?s moderada y centr?ndose en cuestiones de gesti?n m?s que de identidad nacional, le sirvi? tanto en las municipales como en las generales de 2023 para situarse a la altura del PNV. Pero el resbal?n final con c?mo afrontan el pasado de ETAha puesto sobre la mesa sus contradicciones, y el resto de los grupos pol?ticos ha intentado apretar donde dol?a.

Hasta que se cierren las urnas no se sabr? si el subid?n final que le daban las encuestas a mitad de campa?a se ha mantenido al alza estos ?ltimos d?as, aunque la percepci?n generalizada en el resto de partidos es que ha marcado un alto en el camino y provocado que algunos indecisos que podr?an haberse quedado en casa se acerquen a las urnas. Esto beneficiar?a al resto de las formaciones. Para lo que probablemente s? ha servido esa estrategia de kil?metro cero es para reducir al m?nimo las opciones de Elkarrekin Podemos y Sumar. Y eso, unido a un crecimiento del PP que puede hacer desaparecer a Vox, puede provocar que el arco parlamentario vasco se simplifique a partir de este lunes, cuando solo queden PNV, EH Bildu, PSE y PP.

El cierre de las urnas, por tanto, traer? consigo una renovaci?n de caras en el parlamento vasco y todo apunta que una composici?n m?s nacionalista, pero puede que también un men? con menos siglas. La paradoja de estas elecciones es que el soberanismo, representado por PNV y Bildu, puede ser mayoritario en el pr?ximo parlamento, rozando 60 esca?os de 75, lo que supone que cerca del 75% de la c?mara auton?mica puede ser nacionalista cuando el independentismo se encuentra en sus horas m?s bajas en el Pa?s Vasco. Apenas el 22% est?n a favor de ella, seg?n las ?ltimas encuestas realizadas.

Desconfianza p?blica

Si hay o no sorpaso por parte de EH Bildu est? por ver y es muy probable que no se sepa hasta que se llegue al recuento de los ?ltimos esca?os en juego en ?lava, pero si la suma entre PNV y PSE llega a los 38 de la mayor?a absoluta ser? porque los jeltzales no se dan un batacazo y la pugna entre nacionalistas se mantiene muy a la par. Lo curioso en esta campa?a ha sido que una de las estrategias que han utilizado todos los partidos para ampliar su base ha sido mostrar desconfianza en el otro ante los posibles pactos de gobierno. Especialmente los dos que estaban llamados a repetir la coalici?n de gobierno.

El candidato socialista, Eneko Andueza, ha deslizado durante toda la campa?a la idea de que los dos grupos nacionalistas pod?an tener la tentaci?n de pactar entre ellos, cuando en la formaci?n jeltzale esta opci?n aparece como remota. Una cosa es acordar cuestiones sobre el fomento del euskera y el autogobierno, algo que Bildu ya ha dicho que ser? el principal desaf?o de la legislatura y otra, encontrar puntos de encuentro en pol?ticas econ?micas o de gesti?n en determinados ?mbitos, explican en este partido.

A su vez, el candidato del PNV, Imanol Pradales, ha advertido a los ciudadanos de que no se pueden fiar de Andueza, que ha rechazado un pacto con Bildu d?a s? y d?a también desde que los abertzales alcanzaron la alcald?a en Pamplona las pasadas navidades gracias al apoyo de los socialistas navarros. Esa decisi?n, ven?a a decir Pradales, tampoco ser? de kil?metro cero porque ser? Pedro S?nchez quien dicte la soluci?n en funci?n de sus intereses en Madrid. En el PP comparten esta idea y Pablo Iglesias lleg? a Euskadi a decir m?s o menos lo mismo, que si S?nchez lo necesita dejar? que haya un gobierno de izquierdas con Bildu. Solo a Arnaldo Otegise le ha escuchado decir que todo son elucubraciones interesadas y que el pacto entre PNV y PSE seguir?a en pie si la suma de ambos es suficiente.

Acuerdo previsible

Entre los nacionalistas y el PP extienden la idea de que el PSE har? lo posible por mantenerse en el poder "como sea" porque S?nchez lo necesita "por imagen" y porque después de unos a?os en el Gobierno tienen a demasiada gente "colocada" en las instituciones que tendr?a que irse a casa. No es muy distinto a lo que le ocurre al PNV. Salir de Ajuria Enea supone perder poder frente a otro rival soberanista, el peor que pueden tener, pero también un golpe para todas las personas que trabajan all?.

A su favor tienen que el sistema pol?tico vasco no permite el bloqueo de la investidura, puede salir con una mayor?a simple un lehendakari del PNV que m?s adelante tenga que echar mano de la geometr?a variable y pactar a izquierda o derecha, con el PP o con Bildu, cada proyecto. Lo que s? llegar? con las urnas es una renovaci?n de los parlamentarios, todos los partidos llevan consigo caras nuevas y dejan fuera a personas que forman ya parte de la historia pol?tica del Pa?s Vasco, como los jeltzales I?igo Urkullu, Josu Erkoreka o Joseba Egibar; los socialistas Idoia Mendia, José Antonio Pastor o I?aki Arriola, y el popular Carlos Iturgaiz.



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