El presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, ha anunciado que cancela su agenda p?blica unos d?as para "reflexionar" si debe continuar al frente del Ejecutivo tras las investigaciones a su esposa, Bego?a G?mez. S?nchez lo ha comunicado a la ciudadan?a a través de su cuenta de X.

La carta completa de Pedro S?nchez a la ciudadan?a

Carta a la ciudadan?a:

No suele ser habitual que me dirija a usted a través de una carta. Sin embargo, la gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi esposa y yo, y la necesidad de dar una respuesta sosegada, me hacen pensar que esta es la mejor v?a para expresar mi opini?n. Le agradezco, por tanto, que tome un poco de su tiempo para leer estas l?neas.

Como ya sabr?, y si no le informo, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Bego?a G?mez, a petici?n de una organizaci?n ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tr?fico de influencias y de corrupci?n en los negocios.

Por lo que parece, el juez llamar? a declarar a los responsables de dos cabeceras digitales que han venido publicando sobre este asunto. En mi opini?n, son medios de marcada orientaci?n derechista y ultraderechista. Como es l?gico, Bego?a defender? su honorabilidad y colaborar? con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes.

En efecto, la denuncia de Manos Limpias se basa en supuestas informaciones de esa constelaci?n de cabeceras ultraconservadoras arriba referida. Subrayo lo de supuestas informaciones porque, tras su publicaci?n, hemos ido desmintiendo las falsedades vertidas al tiempo que Bego?a ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen lo que, sostenemos, son informaciones espurias.

Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetr?ndose. Por tanto, no me sorprende la sobreactuaci?n del Sr. Feij?o y el Sr. Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organizaci?n Manos Limpias. De hecho, fue el Sr. Feij?o quien denunci? el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mi de 5 a 10 a?os de inhabilitaci?n para el ejercicio de cargo p?blico. La denuncia fue archivada doblemente por dicho organismo, cuyos funcionarios fueron descalificados posteriormente por la dirigencia del PP y de Vox.

Seguidamente, instrumentalizaron su mayor?a conservadora en el Senado, impulsaron una comisi?n de investigaci?n para, seg?n dicen, esclarecer los hechos relacionados con este asunto. Como es l?gico, faltaba la judicializaci?n del caso. Es el paso que acaban de dar. En resumen, se trata de una operaci?n de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo pol?tico y en lo personal atacando a mi esposa.

No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Bego?a no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como soy también plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona sino a lo que represento: una opci?n pol?tica progresista, respaldada elecci?n tras elecci?n por millones de espa?oles, basada en el avance econ?mico, la justicia social y la regeneraci?n democr?tica.

Esta lucha comenz? hace a?os. Primero, con la defensa que hicimos de la autonom?a pol?tica de la organizaci?n que mejor representa a la Espa?a progresista, el Partido Socialista. Pugna que ganamos. Segundo, tras la moci?n de censura y las sucesivas victorias electorales de 2019, el sostenido intento de deslegitimaci?n del gobierno de coalici?n progresista al calor del ignominioso grito de 'que te vote Txapote'. Tampoco pudieron quebrarnos.

El ?ltimo episodio fueron las elecciones generales del 23 de julio de 2023. El pueblo espa?ol vot? mayoritariamente por el avance, permitiendo la reedici?n de un gobierno de coalici?n progresista, en contra del gobierno de coalici?n del Sr. Feij?o y el Sr. Abascal que auguraban las bater?as medi?ticas y demosc?picas conservadoras.

La democracia habl?, pero la derecha y la ultraderecha, nuevamente, no aceptaron el resultado electoral. Fueron conscientes de que con el ataque pol?tico no ser?a suficiente y ahora han traspasado la l?nea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal.

Sin ning?n rubor, el Sr. Feij?o y el Sr. Abascal, y los intereses que a ellos les mueven, han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano, Umberto Eco, llam? "la m?quina del fango". Esto es, tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario pol?tico a través de denuncias tan escandalosas como falsas.

Esta es mi lectura de la situaci?n que vive nuestro querido pa?s: una coalici?n de intereses derechistas y ultraderechistas que no toleran la realidad de Espa?a, que no aceptan el veredicto de las urnas, y que est?n dispuestos a esparcir fango con tal de: primero, tapar sus palmarios esc?ndalos de corrupci?n y su inacci?n ante los mismos; segundo, esconder su total ausencia de proyecto pol?tico m?s alla del insulto y la desinformaci?n; y tercero, valerse de todos los medios a su alcance para destruir personal y politicamente al adversario pol?tico. Se trata de una coalici?n de intereses derechistas y ultraderechistas que se extiende a lo largo y ancho de las principales democracias occidentales, y a las que, le garantizo, responderé siempre desde la raz?n, la verdad y la educaci?n.

Llegados a este punto, la pregunta que legitimamente me hago es ?merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los pol?ticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen d?a s? y d?a también.

Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la pol?tica. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha politica y medi?tica han tratado de hacer de m?, nunca he tenido apego al cargo. S? lo tengo al deber, al compromiso pol?tico y al servicio p?blico. Yo no paso por los cargos, hago valer la legitimidad de esas altas responsabilidades para transformar y hacer avanzar al pa?s que quiero.



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