?pica, fantasmas, talento, nervios y sobretodo muchas emociones tuvo una nueva final para el recuerdo en el Open de Australia. No solo por ser el primero de un Jannik Sinner que se ha marcado un torneo para el recuerdo, sino por la manera y por la dureza con la que el tenis le ha vuelto a negar el t?tulo a un Medvedev que como en 2022, volvi? a tener el triunfo a tocar.

Sinner ya est? entre los grandes pese a saltar desdibujado y con un nivel inédito en todo el torneo, en el que sabore? lo que es una final de Grand Slam en su primera hora y media sobre la pista. Pero entonces demostr? el porque es el gran elegido a marcar la nueva era del tenis y el gran duelo del futuro. Se rebel?, sac? su inalcanzable nivel con el que destroz? a Djokovic y alz? la bandera italiana por cuarta vez en lo alto de un Grand Slam y la primera en Australia.

No dio opci?n alguna Medvedev en el incio de partido a un Jannik Sinner que estuvo totalmente superado por el escenario de su primera final de un Grand Slam. El italiano cedi? en el primer set los mismos turnos de servicio que hab?a dejado escapar en todo el torneo. Una doble rotura que no daba ni opci?n a batalla en una primera manga que se resolv?a de manera clara en favor del ruso en poco m?s de media hora de juego.

No ofreci? resistencia alguna desde el resto Sinner, que ve?a como sus opciones segu?an volando ante un Medvedev que sorprend?a con una actitud mucho m?s ofensiva de la que ven?a mostrando en todo el torneo. Su derecha era un fil?n y apoyado con un gran sevicio volv?a a romper el segundo set a su favor con dos roturas para poner un 5-1 a su favor. Lo ten?a todo de cara el ruso para doblar su ventaja en el tanteador de sets, pero Sinner que miraba atonito a su equipo por no encontrar el nivel que hab?a mostrado en su camino hac?a la final, mostr? su primer arrebato de orgullo.

No le vali? para remontar el set pese a poder recuperar una de las roturas de desventaja que acumulaba y aunque el ruso se sentaba en el banquillo a un solo set de levantar, las sensaciones tanto en la pista como en las gradas de la Rod Laver Arena hab?an empezado a cambiar.

Medvedev segu?a en su l?nea, dispuesto a no dejar avivar la rebeli?n de Sinner, pero el italiano hab?a cambiado por completo su puesta en escena. Sus golpes ganadores empezaban a surgir efecto y el nivel se igual? en un set que fue claramanete dominado por los servicios. Transcurr?a sin sobresaltos el tercer parcial hasta que en el décimo juego, Medvdev sufri? la mejor versi?n de un Sinner que se apuntaba por 6-4 una tercera manga que abr?a un escenario totalmente nuevo en la final.

Quiso tirar de sus cl?sicas artima?as Medvdev, que se march? m?s de seis minutos al ba?o en el descanso entre sets, mientras a Sinner le val?an solo un par de minutos para volver a levantarse de su silla, conocedor que era su momento. Se quejaba el italiano a la juez de silla por la demora de Medvdev, en un posado totalmente distinto al que hab?a mostrado hasta entonces.

Y no se equivocaba el italiano, que a?pado por un p?blico ansioso de un decisivo quinto set, cambiaba el rumbo y el ritmo del partido para pasar a ser el claro domindaor. No pudo convertir las dos pelotas de rotura que tuvo a su favor en los dos primeros turnos de servicio de un Medvedev que intent? dar un golpe definitivo en el séptimo juego. Tuvo la opci?n de romper el ruso y dejar el partido visto para sentencia, pero Sinner salv? la papeleta y como hab?a ocurrido en el set anterior, se apunto el set desquebrajando el servicio de Medvedev en el décimo juego.

6-4 nuevamente y como si nada hubiera pasado hasta entonces, el t?tulo quedaba pendiente de un ?ltimo y quinto set final. A Medvedev le entraban todos los males y los fantasmas de la final perdida ante Nadal en 2022 parec?an ser cada vez m?s presentes ante un Sinner que ya era el que hab?a dejado sin respuesta posible a Djokovic en semifinales.

El cansancio empezaba a hacer mella en ambos jugadores y el calor asfixiaba tras m?s de tres horas de juego ante un Rod Laver Arena que clamaba, mayoritariamente, en favor de Sinner. Avanzaba sin sobresaltos el duelo, hasta que en el sexto juego Medvedev no pudo m?s. Se enred? él solo con algunos errores y entreg? una rotura que ser?a definitiva. Lo gestion? como si se hubiera visto en m?s de una Sinner, que no dio opci?n alguna a un nuevo sobresalto en el partido.

Cerr? con un ganador marca de la casa antes de caer al suelo ante el jubilo de explosi?n de su equipo y de todo el p?blico que vio un nuevo desenlace cruel para Medvedev.



أكثر...