El contenido de los siete 'pendrives' recuperados por la Polic?a Nacional en el piso del Arzobispado donde fue asesinado el can?nigo emérito de la catedral de València a manos, presuntamente, de un hombre con el que pretend?a relaciones sexuales no se conocer? nunca. O no de momento, al menos. Es la consecuencia de la decisi?n del juez de Instrucci?n 19 de València, que supervisa la investigaci?n desde el principio, ya que estaba de guardia el d?a que fue encontrado muerto el cura hace ahora tres meses, que ha rechazado la petici?n del grupo de Homicidios de la Polic?a Nacional de volcar y analizar el contenido de esas memorias para tratar de averiguar si contienen alg?n dato relevante para la causa.

El juez, seg?n ha podido confirmar Levante-EMV, del mismo grupo editorial, respondi? hace m?s de dos meses denegando la solicitud de volcado y an?lisis de esos 'pen', cuidadosamente guardados, en principio por el can?nigo asesinado, en uno de los cajones del escritorio de su despacho, en el que ten?a documentos y efectos personales.

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En el caj?n del escritorio del cura

Esas memorias extra?bles fueron encontradas por agentes de la Polic?a Cient?fica y de Homicidios en la primera de las dos inspecciones oculares realizada en el piso de la calle Avellanas propiedad de la di?cesis valenciana, en el que también se llevaron otros objetos para su an?lisis, entre ellos un teléfono m?vil de la marca Oppo que la v?ctima, Alfonso L?pez Benito, de 80 a?os, ten?a bajo llave dentro de una estancia acondicionada como capilla y dotada incluso con reclinatorio y relicario.

Ese teléfono, al igual que los otros confiscados por la Polic?a -el del sacerdote, recuperado en manos de su presunto homicida, y el comprado por este, supuestamente, con dinero de su v?ctima que extrajo en dos cajeros con una tarjeta robada a L?pez Benito- s? que han sido analizados, seg?n ha podido saber este diario.

Tras la intervenci?n de todos los dispositivos electr?nicos, entre ellos las siete memorias guardadas en el caj?n superior derecho del escritorio, el jefe del grupo de Homicidios, como es habitual en todas las investigaciones, solicit? al juzgado permiso para realizar el an?lisis el contenido de los mismos. El magistrado someti? al criterio del fiscal esa petici?n y el acusador p?blico dio el visto bueno al examen de los teléfonos confiscados, as? como de los router intervenidos tanto en el piso de la calle Avellanas de València como en el apartamento que Alfonso L?pez hab?a comprado en el municipio de Perell? y que utilizaba, entre otras cosas para llevar all? a algunos de los hombres sin recursos que captaba en la calle con fines sexuales y a cambio de la promesa de darles dinero y comida.

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Sin embargo, la Fiscal?a se mostr? contraria al an?lisis de los 'pen' bajo el argumento de que es improbable que contuviesen informaci?n relativa al homicidio. As?, el juez, esgrimiendo la misma fundamentaci?n, deneg? ese permiso, por lo que las memorias, empaquetadas e intactas para no alterar la cadena de custodia, han acabado en el dep?sito de piezas de convicci?n de los juzgados sin que nadie haya explorado que hay en su interior.

Tras la negativa, el Arzobispado sali? del caso

La cautela mostrada por el juzgado con esa negativa, después de la cual el Arzobispado desisti? s?bitamente de continuar como acusaci?n en el proceso pese a su insistencia inicial, impide conocer si alguno de los archivos guarda relaci?n con los hechos e, incluso, proyecta un manto de incertidumbre que alimentar? las especulaciones no solo sobre el contenido real de esas siete memorias, sino sobre a quién o quiénes podr?an haber afectado.

Habitualmente, para evitar investigaciones prospectivas y preservar el derecho a la intimidad de los investigados, los juzgados optan por pedir a los especialistas de la Polic?a que vuelquen el contenido y realicen un primer an?lisis de fechas, sin acceder al contenido. Con ello, preseleccionan los posibles archivos coincidentes temporal y/o espacialmente con los hechos investigados y solo cuando hay constancia de que puede haber documentos, v?deos o im?genes de ese momento, ordenan el visionado y an?lisis.

An?lisis parcial de los archivos

Ese prean?lisis de fechas habr?a servido para descartar o confirmar que los 'pendrive' hallados en el piso del Arzobispado conten?an archivos temporalmente coincidentes con los momentos en que se tiene constancia que Alfonso L?pez y Miguel Tom?s V. N., su presunto asesino, que permanece encarcelado por estos hechos, entraron en contacto, esto es, a partir de agosto de 2023.

No habr?a sido descabellado autorizar el an?lisis, por ejemplo, de solo aquellos archivos posteriores a enero de 2023, utilizando una horquilla m?s amplia, por si pudiesen existir im?genes o conversaciones de ambos que hubiesen dado lugar, entre otras posibilidades, a una posible extorsi?n, por citar solo un ejemplo

Al no someter esos dispositivos ni siquiera al m?s m?nimo an?lisis, se queda en el aire si realmente contienen alg?n archivo de interés para la causa investigada o no.

Tres d?as en el apartamento del Perell?

Tal como adelant? en exclusiva Levante-EMV, el cura se habr?a llevado a Miguel Tom?s a su apartamento del Perell? durante tres d?as en agosto pasado, algo que se conoce por las declaraciones a la Polic?a del asistente y 'guardaespaldas' del sacerdote y por el propio detenido, que ha admitido que estuvieron juntos en ese piso de la playa.

Adem?s del arrestado, hubo muchos m?s hombres sin recursos a quienes el sacerdote llevaba a su casa para mantener relaciones sexuales y que buscaba en la calle. Entre ellos, tal como adelant? en su momento este diario, se encuentra un hombre con una discapacidad del 43 % a quien hizo venir de una ciudad ubicada en otra comunidad aut?noma, a casi 700 kil?metros de distancia, para mantener lo que el joven calific? ante la Polic?a como "un peque?o encuentro sexual" por el que le pag? 55 euros que le hab?a enviado previamente en dos giros postales.



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