Los catalanes acudir?n este domingo a las urnas sin haber logrado aclarar quién quiere gobernar con quién. La pol?tica de pactos ha sido la principal inc?gnita de la campa?a electoral menos 'procesista' del 'procés', que se cierra este viernes con un pulso entre Salvador Illa y Carles Puigdemont por la investidura, con ERC pendiente del papel decisivo que le reserve el escrutinio, con el PP ante el reto de adelantar a la extrema derecha de Vox y con la duda de si la xen?foba Aliança Catalana obtendr? representaci?n en el Parlament.

El temor a una repetici?n electoral no se ha dilucidado porque el abanico de opciones para la configuraci?n del futuro Govern anda por v?as que hasta la fecha eran intransitables. Y es que Illa no descarta gobernar en solitario y en minor?a, pero necesitar? del concurso de ERC o de Junts para lograrlo dando por el hecho el 's?' de los Comuns; y Puigdemont queda pendiente de que la suma independentista sea posible sin la participaci?n de Aliança Catalana para lograr su "restituci?n". Ante esta dualidad, Esquerra puede tener la llave para desbloquear una u otra presidencia si Junts le adelanta en el podio, pero elegir entre Illa o repetici?n electoral puede romper costuras del partido, como le puede suceder al PP si solo de sus votos depende impedir que el expresident vuelva a serlo.

La partida de S?nchez

Las miradas, en todo caso, no solo se han centrado en Catalunya. Este domingo también se la juega el presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, que inaugur? la contienda reflexionando sobre su continuidad y poniendo en 'stand by' la carrera electoral catalana. El orden en el podio y las sumas posibles en la Generalitat pueden condicionar el devenir de su mandato, al verse abocado a sobrevivir con el apoyo de los 14 diputados de ERC y Junts en el Congreso. Si Illa gana y gobierna sin el independentismo, tendr? el aval que necesita a su estrategia de desjudicializaci?n, pero el voto soberanista puede subir de precio; si el candidato socialista pacta con Esquerra o con JxCat sin la participaci?n del otro, el que quede fuera de la ecuaci?n exigir? su compensaci?n en el Congreso; y si el independentismo repite su alianza, sin el PSC, puede prever una negociaci?n bilateral, pero con menores riesgos que por separado al encontrarse a los dos actores en la misma mesa.

El l?der del PP, Alberto N??ez Feij?o, se ha implicado incluso m?s que S?nchez en esta campa?a, se?alando Catalunya como una "prioridad", siguiendo el mantra de que para llegar a Moncloa se necesitan buenos resultados en la autonom?a, y con el objetivo de superar a la extrema derecha para hacerse con el cuarto puesto, hasta el punto de emular su lema "en defensa propia", apostando por votar "en leg?tima defensa" ante la delincuencia que vincula a la inmigraci?n ilegal y las okupaciones. Feij?o también ha visto en esta campa?a la oportunidad de inaugurar el duelo con S?nchez en las europeas del pr?ximo 9 de junio, anunciando su lista electoral, con Dolors Montserrat a la cabeza, en Barcelona, comprometiéndose a luchar contra la amnist?a desde las instituciones europeas.

El autogobierno

Pero el transcurso de esta quincena no ha respondido al pulso 'procesista' como esperaban algunos cuarteles pol?ticos en Madrid, porque los partidos catalanes han centrado su pugna en los retos que afronta Catalu?a en materia de autogobierno, especialmente la financiaci?n. La apuesta independentista por un referéndum acordado con el Gobierno, lejos de la unilateralidad de 2017, ha exhibido c?mo ERC y Junts han centrado su rivalidad en quién obtiene m?s réditos de la negociaci?n con S?nchez y, por ende, en quién es el referente del PSOE en Madrid. Incluso se ha escenificado la competici?n por hacerse con el electorado 'convergente' y al que espera acoger tanto JxCat, como el PSC y ERC, aunque el expresident Jordi Pujol haya anunciado su voto al candidato de Junts.

Illa ha estado en la diana del resto de rivales pol?ticos al despuntar en las encuestas, y solo ha tenido que sortear el exabrupto del sindicalista que cierra su lista, Mat?as Carnero, contra Puigdemont. Pero cierra la campa?a logrando equilibrios sobre sus prioridades a la hora de elegir un socio gubernamental, tras haber abierto la puerta a Junts que Puigdemont se apresur? a cerrar, y la demoscopia indica que puede superar los 40 esca?os y ver rentabilizada la estrategia de la 'desinflamaci?n', con la duda de si ser? suficiente.

La pugna ERC-Junts y Vox-PP

Puigdemont tampoco se ha salido del guion de campa?a, fi?ndolo todo a la emocionalidad con la que promete su regreso a Catalunya gracias a la amnist?a e insistiendo en el pulso con los socialistas que le ha permitido ir creciendo a medida que pasaban los d?as. El candidato de Junts no ha aclarado la hoja de propuestas que reserva a los catalanes, pero ha esquivado los dardos de Aragonès, quien s? detect? que su campa?a no pod?a ser ?nicamente program?tica ante la épica que destilaban S?nchez y Puigdemont.

El president sali? a morder, en defensa de su Govern pese a la minor?a a la que le conden? Junts al salir del Consell Executiu en octubre de 2022, para rentabilizar sus pol?ticas, centr?ndose en el escudo social para concentrar un votante progresista que mira al PSC y que detesta a Junts. Est? por ver si eso les permite recortar la distancia entre el segundo y el tercer puesto.

Hay otro 'sorpasso' posible, el del PP a Vox. Los populares han redoblado su ofensiva para convencer a los votantes de Cs de que el partido puede desaparecer y que sus votos sean en balde.

Pero, al final, cada voto cuenta y este domingo se ver? por qué partido se decantan los indecisos, que suponen alrededor de un 20% de los votantes, y que pueden dar un vuelco a los pron?sticos. Este s?bado les toca reflexionar.



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