El Real Madrid se impuso al Obradoiro (79-69) casi por inercia en el que fue uno de los duelos menos vistosos de cuantos han tenido lugar este curso en el WiZink Center, con ambos contendientes espesos en su juego y faltos de punter?a.

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Sin dejar de lado la importancia de ganar en liga para seguir peleando por el primer puesto en la fase regular, el encuentro ante el cuadro gallego llegaba para el conjunto blanco en una situaci?n algo 'inc?moda', al incrustarse en mitad de los playoffs de la Euroliga que miden a este contra el Baskonia.

Pese a tener parte de su mente puesta de forma inevitable en el viaje a Vitoria para intentar cerrar all? la presencia en la Final a Cuatro de la competici?n europea, asom? el equipo dispuesto a hacer su trabajo de la mejor manera posible con la idea de que la l?gica le guiase hasta el triunfo.

Pero se encontr? con un Obradoiro motivado, al que la necesidad de ganar para mantener la categor?a le hizo pegajoso. De esta manera, durante el tramo inicial el plantel visitante fue replicando en el aro contrario los puntos que encajaba en el propio.

La din?mica la rompi? el Real Madrid a base de triples; cuatro seguidos con doblete del bosnio Dzanan Musa que le permitieron irse con ventaja de ocho a la conclusi?n del cuarto inicial. Sin embargo los de Chus Mateo solo volvieron a la pista en cuerpo, pues su esp?ritu pareci? quedarse sentado al lado del técnico.

Negados de cara al aro, los jugadores del equipo anfitri?n se pasaron m?s de cinco minutos y medio sin anotar y solo hicieron diez puntos hasta el descanso. En cualquier otra circunstancia un bloqueo as? les pod?a haber costado la derrota a la postre, pero el Obradoiro tampoco iba sobrado y entre unos y otros solo acertaron 13 de los 33 tiros intentados (38-37, min.20).

Un triple del argentino Facundo Campazzo en el amanecer del segundo tiempo gener? esperanzas de cambio en la grada, pero fue todo lo contrario pues un 0-7 inmediatamente después dio a los for?neos su mayor renta favorable hasta ese momento (41-47, min.24).

No dej? el Real Madrid que la sangre llegase al r?o y consigui? agarrar el globo antes de que saliese volando. Volvi? entonces el ritmo pesado y los desplazamientos constantes a la l?nea de tiros libres, un toma y daca de lo m?s anodino del que sali? airoso el Real Madrid al anotar cinco puntos sin respuesta al desenlace (61-56, min.30).

Esa racha, unido al 8-2 con el que unos y otros se presentaron en el cuarto decisivo, fue suficiente para certificar la victoria de los locales pese a la insistencia de Thomas Scrubb, que con dos triples se dio el lujo de redondear un duelo con el que marcharse satisfecho en el plano personal (25 puntos y 24 de valoraci?n).



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