"Nunca, en todos mis a?os de carrera, he sufrido los ataques que sufro ahora. Solo quieren propaganda. Es un cuerpo a cuerpo cotidiano". As?, con estas dur?simas palabras, se han expresado este lunes los periodistas de la televisi?n p?blica RAI que participan en la huelga convocada por el Usigrai, el principal sindicato de la cadena y uno de los pocos poderes p?blicos que todav?a osa resistirse al Gobierno de Giorgia Meloni.

Con los brazos cruzados para denunciar la "preocupante" injerencia de la actual coalici?n de derecha en la elaboraci?n de las noticias que diariamente recibe la ciudadan?a italiana, los periodistas han acudido temprano en la ma?ana a la Asociaci?n de la Prensa Extranjera en Roma. Y desde all? han descrito una situaci?n tan alarmante que llamarla inquietante ser?a quedarse cortos. "Esto no concierne ?nicamente a los periodistas o a los de la RAI, ni es un problema exclusivamente italiano. Aqu? estamos hablando de ataques diarios a derechos que est?n establecidos en la Constituci?n", ha llegado a decir Vittorio di Trapani, presidente de la Federaci?n Nacional de Prensa Italiana (FSNI).

Sigfrido Ranucci, presentador del hist?rico programa de periodismo de investigaci?n Report, fue a?n m?s directo al dar ejemplos concretos. "A nosotros nos presionan interponiendo denuncias; es decir, denuncian a su propio servicio p?blico", declar? Ranucci, enumerando una serie de miembros de la actual coalici?n gubernamental que han presentado querellas contra él y sus periodistas por reportajes que no fueron de su agrado.

Cuerpo a cuerpo

"Maurizio Gasparri, miembro del comité de vigilancia de la RAI, tras ver desestimada su denuncia, incluso solicit? una interrogaci?n parlamentaria", relat? Ranucci, quien adem?s mencion? intentos de suprimir las reposiciones veraniegas de su programa, a pesar de sus altos ?ndices de audiencia. "En los servicios informativos la situaci?n es, si cabe, incluso peor. All? se libra una batalla diaria, con periodistas enfrent?ndose continuamente a intentos de censura de arriba, lo que lleva a muchos a decidir finalmente retirar su firma", a?adi? Daniele Macheda, secretario de Usigrai.

Serena Bortone, presentadora de Che sar? y periodista de la RAI desde hace 35 a?os, ha recordado también el caso del afamado escritor Antonio Scurati, quien d?as atr?s fue vetado de aparecer en televisi?n para leer un mon?logo conmemorativo del aniversario de la liberaci?n de Italia del nazismo y el fascismo (todos los 25 de abril desde 1945). "Nos lo comunicaron a ?ltima hora, con un contrato ya firmado y el mon?logo escrito, sin proporcionarnos ninguna explicaci?n", cont? la periodista, que finalmente ley? ella misma el texto de Scurati.

Macheda, en esta l?nea, también puso el acento en las t?cticas, a menudo sutiles, empleadas para silenciar a los periodistas ante la opini?n p?blica. "Como justificaci?n, dijeron que el contrato de Scurati hab?a sido cancelado porque costar?a a la empresa 1.500 euros, lo cual es absurdo sabiendo que han pagado hasta 30.000 euros por entrevistar a una persona con antecedentes judiciales", explic? el sindicalista. "Es muy triste lo que est? ocurriendo, pues he crecido tanto humanamente como profesionalmente en esta empresa, que amo y siempre ha sido mi hogar", coment? Bortone.

Prohibido hablar de mafia

La cuesti?n es que el caso de Scurati no es, ni mucho menos, una anédocta. Desde el a?o pasado, varios periodistas cr?ticos con el Gobierno han dejado la televisi?n p?blica y un programa de denuncia sobre las mafias italianas, elaborado por el autor bestseller Roberto Saviano, también ha desaparecido de la programaci?n de la RAI, a la vez de que el autor bestseller se ha enfrentado a denuncias por difamaci?n por parte de Meloni y del l?der de la Lega, Matteo Salvini. "En Rai News 24 (el canal 24 horas de la emisora) incluso desapareci? la noticia de la queja del (reconocido fiscal antimafia, Nicola) Gratteri, que critic? la propuesta de hacer pruebas psicol?gicas a estos trabajadores del sector judicial", dijo Macheda.

Esto, seg?n los periodistas, refleja una estrategia para eliminar del debate p?blico a otra de las categor?as actualmente en la mira de quienes ahora gobiernan en Italia: el poder judicial. "Por eso consideramos que esto representa un ataque generalizado a todos los poderes que garantizan el necesario equilibrio democr?tico", observ? Di Trapani, el representante de la FNSI. "No es casualidad que, incluso para Reporteros Sin Fronteras (RSF), Italia haya entrado ahora en la lista de pa?ses problem?ticos, junto al primer ministro h?ngaro, Viktor Orb?n", concluy?.

Hasta ahora, la respuesta de la empresa, cuyos miembros mayoritariamente representan al Gobierno en el poder, ha sido bastante contundente. "El sindicato disemina noticias falsas", declararon en un comunicado.



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