Pedro S?nchez ha viajado a Israel m?s tarde que sus hom?logos europeos, y con un mensaje mucho m?s duro para el Gobierno deBenjam?n Netanyahu. El presidente espa?ol ha afeado cara a cara al primer ministro hebreo el n?mero "realmente insoportable" de civiles y menores muertos en la ofensiva israel? contra Ham?s en Gaza. Con rostro muy serio ha dicho al presidente israel?, Isaac Herzog, que el "derecho a defenderse" de Israel de las "atrocidades" de Ham?s "no puede implicar la muerte de civiles inocentes, incluidos miles de ni?os en Gaza".

El lenguaje ha sido el m?s contundente usado hasta la fecha por ninguno de los l?deres occidentales que han visitado Israel desde que el pasado 7 de octubre la milicia islamista atac? por sorpresa y mat? a m?s de 1.200 israel?es. El Ejército hebreo ha respondido con una ofensiva a?n en marcha en la que han muerto m?s de 14.500 palestinos.

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Cuando la presidenta de la Comisi?n Europea, la alemana Ursula von der Leyen, viaj? a Israelel 18 de octubre, dio a Netanyahu un apoyo sin ambages. El brit?nico Rishi Sunak le dijo que quer?a "que ganara" en su guerra contra Ham?s. El estadounidense, Joe Biden, compar? al grupo con Estado Isl?mico y se limit? a lamentar las bajas palestinas. El canciller alem?n Olaf Scholz, subray? el "derecho y el deber" de Israel de defenderse, y m?s tarde ha rechazado que esté incumpliendo la legalidad internacional en sus ataques. El presidente francés, Emmanuel Macron, en su visita sugiri? incluso hacer una alianza internacional contra Ham?s, pero luego ha ido cambiado el tono a medida que aumentaban las muertes de civiles en Gaza, y ahora critica abiertamente las matanzas.

Alineamiento de S?nchez

Desde Moncloa justifican el tono empleado por S?nchez precisamente por la amistad que une a Espa?a con Israel. Un buen amigo dice las verdades a la cara, alegan, y la espiral de violencia no ayudar? a garantizar la seguridad, ni la de Israel ni la de Palestina.

Recuerdan que el presidente del Gobierno conden? los ataques de Ham?sen cuanto se produjeron, y pide constantemente la liberaci?n de los rehenes. El presidente ha rendido homenaje a las v?ctimas del grupo islamista y ha visitado el kibutz Be'eri, uno de los epicentros de la matanza.

Niegan que S?nchez haya retrasado su visita hasta ahora como mensaje pol?tico contra Netanyahu. No era oportuno el viaje porque estaba en funciones, dicen. Sin embargo, el presidente s? acudi? en funciones a la conferencia de paz que se celebr? en Egipto sobre Gazaa finales de octubre. Entonces, mantuvo una reuni?n precisamente con tres de los pol?ticos m?s activos a la hora de pedir contenci?n a Israel: el secretario general de la ONU, Ant?nio Guterres; el representante de la pol?tica exterior europea, Josep Borrell; y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

"El tono de S?nchez ha sido distinto al de otros l?deres mundiales", opina para este diario Haizam Amirah Fern?ndez, investigador principal del Real Instituto Elcano. "Est? en l?nea de lo que dijo Guterres, que el conflicto no ha surgido de la nada. Que es necesario mostrar solidaridad con la sociedad israel? tras los ataques que han sufrido sus civiles y, al mismo tiempo, hacerles ver que la respuesta desmedida alimenta a los grupos extremistas y genera m?s rechazo y m?s odio hacia Israel".

Posici?n de S?nchez sobre Palestina

Para S?nchez no se trata solo de una cuesti?n ideol?gica (siempre ha sido sensible a la causa palestina) o pol?tica (Espa?a tiene uno de los ?ndices de apoyo a Palestina m?s altos de los pa?ses occidentales). Es, también, una apuesta de pol?tica exterior que le sirve para acercarse a los pa?ses de la vecindad sur (Marruecos, Argelia, Libia o T?nez), recuerdan fuentes diplom?ticas. La ocupaci?n israel? de palestina es uno de los temas m?s sensibles para la calle ?rabe.

Tras ser elegido secretario general del PSOE en 2014, las primeras palabras de Pedro S?nchez en su discurso fueron, precisamente, una denuncia de la matanza que por entonces se estaba produciendo en Gaza. Pidi? que se detuviera "de una vez por todas la barbarie en Palestina". "?Basta ya! Hay ni?os inocentes que est?n muriendo, personas inocentes que est?n sufriendo y muriendo en un territorio que est? siendo atacado de una manera irresponsable", dijo entonces, nada m?s tomar la palabra. El primer ministro era precisamente Benjam?n Netanyahu, y hab?a lanzado una ofensiva contra Ham?s en la Gaza en la que terminaron muriendo m?s de 2.200 palestinos, adem?s de 70 israel?es.

Posici?n espa?ola, endurecida

Cuando Ham?s atac? Israel por sorpresa, hace ahora mes y medio, Espa?a tuvo que posicionarse r?pidamente ante la que se iba a convertir en la peor crisis en la zona en medio siglo.

Primero, tanto S?nchez como su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, condenaron los "atentados" del "grupo terrorista" Ham?s. Una declaraci?n de principios en la que se rechazaba el marco mental de los que consideran el ataque del grupo islamista es leg?tima defensa contra la ocupaci?n.

Después, resistieron los envites de los l?deres m?s abiertamente pro-israel?es dentro de la Uni?n. Espa?a rechaz? la iniciativa unilateral del Comisario de Vecindad, Olivér Varhely, de suspender la ayuda econ?mica a los palestinos. "Estoy en completo desacuerdo con cortar la ayuda, hay que distinguir Ham?s de la Autoridad Palestina", dijo a este diario el ministro Albares. M?s tarde, se pusieron del lado de Josep Borrell en el terremoto pol?tico que provoc? en Bruselas el posicionamiento unilateral de Von der Leyen con Israel. S?nchez defendi? a Ant?nio Guterres cuando Israel le declar? persona 'non grata' por sus comentarios sobre la ocupaci?n como origen de los problemas entre Israel y Palestina.

La tensi?n acumulada explot? en forma de crisis diplom?tica tras las declaraciones de la exministra Ione Belarra, pidiendo llevar a Netanyahu a la Corte Penal Internacional por genocidio. Israel conden? esas "declaraciones inmorales" y acus? a la ministra, sin nombrarla directamente, de alinearse "con el grupo terrorista Ham?s". El Ministerio de Exteriores rechaz? "tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel".

Ahora, y desde hace varias semanas, S?nchez ha pasado a una tercera fase m?s dura. En su discurso de investidura critic? abiertamente las "matanzas indiscriminadas de civiles" en Gaza, al tiempo que pidi? la liberaci?n inmediata de los rehenes retenidos por Ham?s.

Conferencia de Paz y reconocimiento de Palestina

M?s all? del tono empleado, en lo sustancial el Gobierno de Pedro S?nchez trata de impulsar la celebraci?n de una conferencia de paz cuando el conflicto se enfr?e. En unos seis meses, apuntan desde Moncloa como marco temporal. Recuerdan que ya hay 88 pa?ses que han aceptado esa "idea espa?ola" de una cumbre: los 27 de la UE y los 51 de la Liga ?rabe y la Organizaci?n para Conferencia Isl?mica.

Otra de las ideas sustanciales que est? defendiendo S?nchez es que la Autoridad Nacional Palestina se haga cargo de la Franja de Gaza cuando termine la contienda. La propuesta es delicada, porque en 2006 estall? un enfrentamiento en violento entre los partidos de Ham?s y Al Fatah, que termin? con centenares de muertos y el control de Gaza por parte del partido islamista. "Yo le puedo asegurar una cosa, y es que la Autoridad Nacional Palestina no volver? a la Franja de Gaza sobre tanques israel?es", ha dicho a este diario el embajador palestino en Espa?a, Husni Abdel Wahed.

S?nchez también sugiere dar a Palestina el reconocimiento como Estado, como han hecho ya 136 de los 193 pa?ses de Naciones Unidas; de ellos, 10 de la UE. Pero, tras cinco a?os en el poder, no lo ha hecho. El Gobierno dice que quiere coordinarse con otros socios europeos para que el reconocimiento sea m?s efectivo.

El resto de la postura espa?ola es m?s est?ndar: la llamada soluci?n de dos Estados, uno palestino pleno junto a Israel. Una opci?n que para algunos analistas y pol?ticos es ahora inviable, porque Israel tiene alrededor de 700.000 colonos en Cisjordania y Jerusalén Este, la zona sobre la que deber?a consumarse ese Estado palestino, junto con la Franja de Gaza, en estos momentos destrozada en su parte norte y en plena contienda.



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