Rodrigo Rato fue el hombre fuerte de la econom?a espa?ola durante la era Aznar, eterno aspirante a sustituirle y un personaje con fuerte impronta internacional tras presidir el Fondo Monetario Internacional y después Bankia, la caja de ahorros m?s importante del pa?s. Desde 2012, las dudas sobre su gesti?n en la entidad bancaria y la de su propio patrimonio personal cambiaron este perfil de hombre poderoso por otro muy diferente, tras ir recolectando im?genes de sus m?ltiples salidas y entradas en la Audiencia Nacional para ser juzgado por el caso de las tarjetas black -fue condenado a 4 a?os y medio y pas? por la c?rcel- y el denominadocaso Bankia, del que result? absuelto.

Casi una década después de su ca?da en desgracia vuelve a sentarse en el banquillo por la ?ltima de las causas abiertas contra él, enfrent?ndose adem?s a una petici?n de condena por parte de la Fiscal?a Anticorrupci?n que necesariamente el exvicepresidente considerar? exorbitada por su gravedad: 70 a?os de c?rcel por delitos contra la Hacienda P?blica, blanqueo de capitales y corrupci?n en los negocios. A Séneca se le atribuye la m?xima de que "nada se parece tanto a la injusticia, como la justicia tard?a", una triste realidad en los procedimientos judiciales espa?oles que quiz? pueda aplicarse a un personaje como Rato, que adem?s hace mucho que pas? a considerarse 'amortizado' en la agenda pol?tica espa?ola.

Quiz? por ello, su estrategia se ha enfocado en evitar cualquier pregunta de la Fiscal?a Anticorrupci?n y de la Abogac?a del Estado, las partes acusadoras a las que se ha negado a responder durante las tres jornadas en las que se ha extendido su declaraci?n en la Audiencia Provincial de Madrid. El tribunal, cuya presidenta no ha puesto l?mites a la duraci?n de su testimonio, program? su aparici?n cuando las sesiones del juicio sumaban ya un total de 40 y los magistrados ya se encontraban debidamente "instruidos" en los hechos por el testimonio de los peritos que revisaron sus cuentas.

Un tono educado pero con altaner?a

Usando un tono educado, pero con una cierta altaner?a que recuerda a sus tiempos en la cumbre, las respuestas de Ratoa su abogada, una h?bil Mar?a Mass? del despacho Baker Mckenzie, han supuesto una suerte de 'mitin' en defensa de su inocencia. No se ha cumplido, por lo tanto, con el principio de contradicci?n que es la raz?n de ser de los juicios orales, en las que el acusado debe encarar las acusaciones del Ministerio P?blico y éste, mediante sus preguntas, vulnerar la presunci?n de inocencia.

Su seguridad ha sido tal que, durante la segunda sesi?n, y ante la atenta mirada de la fiscal del caso, Elena Lorente, Rato elev? el tono de sus reproches; y dirigiéndose a ella, a la que se?al? con el dedo, le acus? de haberle hecho perder el tiempo. Sin embargo, la representante del Ministerio Fiscal puso pie en pared para frenar al exvicepresidente. Pidi? permiso a la presidenta del tribunal, la magistrada ?ngela Acevedo, para interrumpir la sesi?n.Y de forma textual reclam? amparo ante el tribunal: "El apuntar directamente, al menos a esta acusaci?n, creo que se nos debe el debido respeto, y lo reclamamos".

Pero a Rato le dio igual, y visblemente enfadado, contest? a la representante de Anticorrupci?n: "Se?ora fiscal, lo del respecto se gana, y después de 9 a?os, yo tengo el respeto con ustedes que tengo que tener, pero vamos a poner a cada cual en su sitio...".

En ese momento, Rato ya hab?a reconocido el origen irregular de una parte de su fortuna oculta. En concreto, confes?: “Es conocido que mi padre pag? una multa considerable en el 1968 por tener dinero fuera de Espa?a”. Y continu?, adem?s, que esa multa nunca le hab?a obligado a repatriar el dinero que ten?a en Suiza, pa?s en el que permaneci? oculto hasta el fallecimiento de Ram?n Rato.

Sin embargo, la hemeroteca aporta algunos datos m?s, que contextualizan e incluso ponen en duda el testimonio de Rodrigo Rato. Su padre fue detenido y encarcelado en 1966 por decisi?n del Tribunal de Delitos Monetarios, acusado de evasi?n de capitales y de movimiento irregular de divisas por sus operaciones en Suiza a través de uno de sus bancos con sede en Ginebra. A resultas de su detenci?n, se detect? una fuga de dep?sitos en el Banco de Siero (Asturias), también de su propiedad, lo que propici? el cierre e intervenci?n de la entidad asturiana, seg?n inform? el diario La Nueva Espa?a, del mismo grupo editorial que este diario,. Ram?n Rato permaneci? en prisi?n hasta 1969, cuando se vio beneficiado por el indulto que le concedi? la dictadura de Francisco Franco, que dio carpetazo al esc?ndalo Matesa, que afectaba al régimen.

"?De d?nde sale esta gente?"

Pese a sus continuos desprecios tanto a la Fiscal?a como a los peritos de Hacienda que revisaron sus cuentas, y a los que se ha referido con continuas frases de menosprecio -"no sé de d?nde sale esa gente", Rato ha realizado alguna concesi?n sobre sus actuaciones. As?, ha reconocido que no declar? en Espa?a sus tres principales empresas, y que no cre?a que con las sociedades Westcastle, Vivaway y Red Rose Financial Enterprises estuviera enmascarando su fortuna al fisco. "Yo no ten?a una conciencia de que esas sociedades estuvieran ocultando un patrimonio", contest? Rato a su abogada sobre este punto, si bien lleg? a reconocer que pod?a estar equivocado al respecto.

No obstante, la t?nica general ha sido la defenderse de las acusaciones de evasi?n fiscal atribuyendo "técnicas inquisitoriales" e "irregularidades" a la Fiscal?a Anticorrupci?n y a los inspectores de la Agencia Tributaria que analizaron sus cuentas durante los a?os investigados, en los que su compa?ero de partido en el PP Crist?bal Montoro era el titular de Hacienda.

En su tercer y ?ltimo d?a de declaraci?n, que tuvo lugar este lunes, el objetivo de sus cr?ticas pas? a ser una de las testigos clave, Pilar Trucios, que fue su directora de comunicaci?n en el delicado momento de la salida a bolsa de Bankia. Esta mujer fue quien identific? a Rato ante la Guardia Civil y el juez instructor de la causa a Rato como la persona que le orden? contratar con Publicis, una de las empresas que se llev? parte del sustancioso contrato de 13 millones de euros para publicidad y marketing de la entidad financiera. Rato lo ha negado y ha sugerido que la acusaci?n es en realidad una 'venganza' por haberla despedido.

"Tuvo una salida financieramente muy generosa de Bankia, pero he comprobado que mantiene una herida abierta", zanj? Rato, que antes hab?a justificado su decisi?n "porque desde muy al principio la se?ora Trucios me result? todo lo contrario de lo que yo esperaba: no me resolv?a problemas, me los pretend?a trasladar a m?, adem?s, era muy vehemente, muy emocional, hab?a l?grimas algunas veces; y era muy dif?cil de manejar por el presidente de una entidad. Al principio, durante los primeros nueve meses s?, pero le tuve que decir: mira, necesito que trates, que despaches con otra persona, que pueda aunar y coordinar esfuerzos, y no tener tensiones y peleas constantes".



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