Unos ponen la cara, el gesto, los datos y las propuestas. Pero la adhesi?n, el v?nculo o la llamada a ese sentimiento de pertenencia indispensable ante las urnas les queda a?n a distancia. Los candidatos del PNV, Imanol Pradales, y de EH Bildu, Pello Otxandiano, empiezan a resultar familiares solo entre algunos sectores de la sociedad vasca con ayuda de los debates electorales. Ya no son unos absolutos desconocidos como cuando los nombraron para embarcarse como cabezas de lista de esta campa?a electoral, pero todav?a les falta enganchar al p?blico.

Los l?deres de estos dos partidos, Andoni Ortuzar y Arnaldo Otegi, que a diferencia de lo que ocurre en otras formaciones no concurren a las elecciones, son quienes llevan de la mano a sus candidatos. Su sombra, la de ambos, es alargada sobre las figuras llamadas a la Lehendakaritza. Y es as? por necesidades del guion y porque en ambos casos han preferido elegir a candidatos cuyo carisma pol?tico puede desarrollarse seg?n tomen vuelo sentados sobre el esca?o o Ajuria Enea a partir del 22 de abril, quién sabe si ignorando entonces a sus mayores, pero de momento, ni suman ni restan, cumpliendo as? con el objetivo, coinciden los expertos consultados.

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La marca es fundamental en estas elecciones, explica la directora del Deustobar?metro, Mar?a Silvestre. "Las siglas pesan, la mayor?a de los ciudadanos vota a un partido m?s que a su candidato", dice. La ?ltima encuesta que valora esta cuesti?n, el CIS de la semana pasada, publicado con la campa?a ya en marcha, confirmaba que el 71,8% de los electores dar? m?s importancia al partido que a su candidato, apenas valorado por el 14,4%. La presencia de Ortuzar y Otegi en los medios y en los m?tines es la manera de asociar a los candidatos a?n desconocidos a una ideolog?a y un partido.

Escenograf?a

La escenograf?a est? preparada en muchos actos para que la imagen de candidato y mentor aparezcan una al lado de la otra, una detr?s de la otra aunque aparezca de manera m?s difusa por el enfoque de la c?mara. “Otegi proyecta fidelizaci?n, si solo estuviera Otxandiano generar?a incomprensi?n en el electorado cl?sico”, analiza Imanol Zuberoa, doctor en Sociolog?a por la Universidad del Pa?s Vasco.

En su opini?n, tanto el candidato de EH Bildu como el del PNV son figuras “transparentes”, en el sentido de que se puede ver a través de ellos porque “no reflejan nada muy propio, no generan debates por s? mismos", por su personalidad, por sus formas, su manera de presentar las propuestas o incluso alguna idea que se salga de lo establecido en el marco de cada uno de sus partidos. “Son transparentes porque no reflejan m?s que el partido que hay detr?s”, explica, pero para eso es también importante que tanto Otegi como Ortuzar les acompa?en en los actos y que se les identifique con ellos, que son quienes transmiten las esencias de sus respectivas formaciones.

Esencias del partido

En el caso de EH Bildu, aunque ahora el partido se encuentra en una nueva fase, el mensaje m?s identitario o m?s identificado con las aspiraciones independentistas queda en manos de Otegi, Otxandiano se centra en la gesti?n, un discurso m?s gris pero que en estos momentos despierta m?s interés. El candidato abertzale ha tenido siempre un trabajo interno en el partido, sin una trayectoria que aporte algo distinto por s? mismo, explica Zuberoa. Con él Bildu ha buscado un perfil "que no recuerde al pasado y tampoco proyecte nada hacia el futuro", opina. Por eso Otegi se mantiene como un activo, en segunda l?nea, pero siempre a su lado.

Ortuzar es ya historia reciente del PNV. El lehendakari saliente, I?igo Urkullu, deja el cargo con una buena valoraci?n de los vascos a pesar de que las encuestas reflejan el desgaste de tantos a?os de gesti?n y su presencia en la campa?a est? siendo equilibrada. Pradales es un gui?o a las nuevas generaciones pero tampoco tiene una imagen muy distinta a la de su precedesor. Ortuzar es quien aparece en la firma del pacto de investidura con Pedro S?nchez, quien sale en las im?genes con los catalanes de Junts y quien en los mitines tiene autoridad para pedir a los suyos, por su trayectoria ya al frente del EBB, que se echen a las calles para no dejarse un solo voto por el camino.

Frente a un candidato que promete mejorar las cosas, Ortuzar sale inmediatamente detr?s diciendo que su formaci?n puede presentar “una hoja de presentaci?n limpia y en positivo", ofrece continuidad y certidumbre a quienes dudan de si esta nueva candidatura tiene realmente algo nuevo que proponer y a los no se ven c?modos con el auge de Bildu.

Fidelidad de voto

En el caso de la formaci?n jeltzale, el cambio resultaba m?s complicado, es el partido institucional del Pa?s Vasco por excelencia, después de 40 casi ininterrumpidos al frente del gobierno auton?mico. Un partido “atrapalotodo”, lo llama Zuberoa, que "no pod?a arriesgarse" porque lo que gana por un lado puede provocar que otros desconecten del partido.

Sin embargo, augura el doctor en Sociolog?a que esta dualidad en las candidaturas “le va a funcionar mejor a EH Bildu” y recuerda que la izquierda abertzale juega con una fidelidad del voto del 90%, que solo tiene que esperar a que los dem?s sigan desgast?ndose, mientras que en el PNV esa fidelidad solo alcanza al 60%.



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