El s?bado, en Sevilla, una gran pancarta definia al club vasco como ?nico en el mundo en inglés, para explicar su valor diferencial. Primero el mundo se globaliz?, después lo hizo el f?tbol. En la ribera del Nervi?n eso no sucedi?. En un inicio, con la ley Bosman los equipos dejaron de estar mayoritariamente representandos por los jugadores nacionales para tener vestuarios representativos de las Naciones Unidas.

Posteriormente fue el capital que accedi? a controlar buena parte de los equipos de la liga. En ambos casos no hubo ninguna reacci?n a esos cambios en Bilbao. En el Palacio de Ibaigane, la sede institucional del Athletic Club, directiva tras directiva, defendieron los or?genes y las raices de la entidad: competir s?, pero con los nuestros. Los otros equipos vascos cayeron en la tentaci?n, creyeron que para competir deb?an romper con esa tradici?n hist?rica.

En Bilbao se mantienen*es a sus principios, la raz?n se la ha dado el f?tbol cuarenta a?os m?s tarde con una Copa del Rey. Competir con jugadores vascos y navarros no es complejo, es lo siguiente, es partir desde el inicio con un gran handicap deportivo, por mucha inversi?n y buena gesti?n de la cantera que realices. Dicen que el tiempo da o quita razones, los bilba?nos no la desean tener, pero quieren mantener su ideosincracia cultural. Obviamente con aspectos tan curiosos como que unos hermanos, de piel negra, inmigrantes de primera generaci?n con unos padres ghaneses que saltaron la valla en Melilla, nacidos en Bilbao y Pamplona tan s?lo unos meses después de que sus progenitores llegaran a la pen?nsula, esten entre sus mejores jugadores. Qué gran partido de Nico Williams.

Esa casualidad es tan s?lo eso, nada m?s. El resto es respeto a la tradici?n, a los or?genes del club, a una instituci?n de esas que representan la m?xima confrontaci?n al modelo de esa Superliga estancada hace meses. Los vascos son los galos del f?tbol, el deporte rey cuando llega a San Mamés no puede cambiarles. No retornaremos al origen, pero no cabe ninguna duda que su ejemplo es bonito en el deporte. Seguramente la Copa es la ?nica competici?n en la que podr?n seguir alzando t?tulos en el futuro, porqué el torneo del K.O. permite ese tipo de asincron?a en el balompié actual que le hace depender menos de la regularidad y la estad?stica.

Suerte en los cruces, partidos claves en casa y una plantilla que considera que es su competici?n y muere por ella, como ayer sucedi?, remontando un partido complejo a vida o muerte. Esa victoria ha sido celebrada en muchos lugares m?s all? del pais vasco porque emociona que el futbol siga creyendo en que puede ser distinto. El Athletic lo ha hecho compitiendo adem?s con una plantilla joven, que no solo mantiene el car?cter t?picamente luchador y aguerrido del conjunto rojiblanco de siempre, si no que lo hace con talento que juega un f?tbol moderno y de buen toque, seg?n la pizarra de un entrenador, también, vasco.



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