En plenos tiempos digitales y vertiginosos, cuando tiktokers, tuiteros e instagramers exigen informaci?n muy breve y en tiempo real, el presidente del Gobierno de Espa?a Pedro S?nchez Castej?n ha escrito una larga carta de cuatro folios anunciando en ella una a?n m?s larga pausa de cinco d?as para reflexionar sobre su permanencia al frente del Gobierno. Ha recuperado algo en desuso: el género epistolar. Y con ello ha creado una crisis de Estado con la que controla los tiempos de la pol?tica y la agenda p?blica de discusi?n.

Como era de esperar, los peri?dicos espa?oles abrieron con la noticia a cinco columnas, y buena parte de los m?s importantes medios del mundo lo incluyeron en sus cabeceras. Nuevamente, Pedro S?nchez se convirti? en el epicentro del debate p?blico.
No se trata una carta de amor, tampoco se percibe la melancol?a de quien se despide. Aunque menciona el amor por su esposa, y parec?a muy genuinamente afectado en la sesi?n de control cuando recibi? la noticia de la investigaci?n abierta a su consorte, la carta es plena en ep?tetos hacia la ultraderecha y sus adversarios pol?ticos que sirven de alimento a la refriega en curso.

Espa?a vive tiempos polarizantes, y es posible que ante ese ?nico hecho noticioso, medio pa?s lea entre l?neas que “el presidente est? con el agua al cuello y para evitar ahogarse piense en dimitir”, mientras que la otra mitad hable del muy injusto 'lawfare' y los excesos de “la ultraderecha medi?tica”.

Aunque Espa?a dej? de ser formalmente un bipartidismo, existen a?n dos polos en la incapacidad de interpretar una realidad en conjunto y en las dificultades de compartir un referente institucional de confianza y apoyo a la justicia. Una de las dos Espa?as sigue helando el coraz?n de los espa?oles.

Un gran manejo del suspense

S?nchez es un pol?tico que se arriesga, y maneja como pocos el suspense y la capacidad de sorprender al adversario. Y es siempre audaz. Pero en su audacia suele medir bien el agua que tiene la piscina… no se lanza a una vac?a.

Una posible hip?tesis es que conf?a en que no hay nada m?s, y se trata de una investigaci?n abierta a partir de informaci?n falsa o inexacta, por lo que se lanza a este movimiento donde se victimiza, moviliza a los suyos, conmueve, y luego reaparece triunfante el lunes 29. La hip?tesis alternativa es que efectivamente renuncie, y nuevamente surja en el horizonte una convocatoria electoral. Cualquiera de las dos opciones ocurrir?n justo al inicio de la campa?a de las elecciones catalanas y a 40 d?as de las europeas.

Durante décadas se ha estudiado el impacto de los medios de comunicaci?n sobre la conducta electoral. En una primera etapa se pensaba que los medios de comunicaci?n defin?an las actitudes p?blicas de manera directa, como una aguja hipodérmica que inyecta informaci?n y opiniones en la piel de las personas.

En una segunda fase, se crey? que los impactos de los medios sobre el comportamiento electoral y las opiniones de los ciudadanos ten?an efectos m?nimos por tener las audiencias una exposici?n limitada, por estar sometidos a una exposici?n selectiva o por sesgos perceptuales.

Ahora se sabe que los medios de comunicaci?n masivos no definen directamente las actitudes. En cambio, definen los temas de la discusi?n p?blica, los priorizan y otorgan relevancia. Ello es lo que hace definir las actitudes ciudadanas sobre los asuntos p?blicos. Es lo que se conoce como la Teor?a del Enmarcamiento de la Agenda (en inglés, 'Agenda Setting'), que nos dice que los medios tienen la capacidad de visibilizar o silenciar los asuntos p?blicos.

El enmarcamiento de la agenda es la habilidad que tienen los medios para hacer influir la relevancia que tienen los eventos en las mentes del p?blico, de forma tal que las prioridades de la prensa se convierten en las prioridades del p?blico.

Influencia de los medios en la agenda p?blica

Esta teor?a establece que los medios de comunicaci?n social tienen el poder de influir en la agenda p?blica al iluminar ciertos temas, problemas o aspectos que luego terminar?n siendo considerados importantes por el gran p?blico. Es decir, los medios no nos dicen qué pensar, sino m?s bien sobre qué pensar. Y los pol?ticos habilidosos crean noticias para los medios.

Asimismo, explica el papel de los medios y su capacidad para formar la opini?n. Los medios transmiten gran cantidad de informaci?n y el p?blico busca orientaci?n. Al incidir en unos temas y silenciar otros, los medios fijan los asuntos sobre los que hay que debatir. As?, un medio ayuda a un candidato cuando le concede cent?metros cuadrados o segundos, y no cuando habla positivamente de él en su l?nea editorial.

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Los medios de comunicaci?n act?an como un haz de luz en un escenario. Al iluminar a ciertas personas permiten que la audiencia se concentre en ellas. Esta teor?a fue desarrollada por Maxwell McCombs y Donald Shaw. Identificaron que al elegir y mostrar las noticias, periodistas y editores tienen un papel importante en la configuraci?n de la realidad pol?tica. Los lectores aprenden no solo sobre un tema determinado, sino también sobre cu?nta importancia jer?rquica darle a ese tema a partir de la cantidad de informaci?n en una noticia y su posici?n.

En resumen, la fijaci?n de agenda o 'agenda setting' es fundamental en campa?as pol?ticas porque influye en lo que el p?blico considera importante, en la jerarquizaci?n de los problemas, en la visibilizaci?n de los actores claves y, por lo tanto, en sus percepciones sobre los candidatos y los problemas pol?ticos en juego.

Un golpe de efecto de cara a pr?ximos comicios

Un l?der pol?tico exitoso suele manejar efectivamente la agenda medi?tica para iluminar sus mensajes y prioridades. Es muy posible, por ejemplo, que este incidente que mantiene al pa?s y sus instituciones en vilo, termine haciendo m?s visible a Salvador Illa en la campa?a catalana, pese a que las elecciones en Catalu?a tengan una din?mica propia.

Igualmente, un golpe de efecto de esta magnitud elevar?a la visibilidad de S?nchez de cara a un proceso europeo, donde est?n en auge las fuerzas de la derecha, desde su figura como presidente de la Internacional Socialista.

S?nchez ha sido el l?der m?s visible y también el m?s atacado. Sin embargo, los ataques han contribuido a ponerle con frecuencia en el centro de la discusi?n, y eso le ha facilitado el control de la 'agenda setting' y de la discusi?n p?blica. Para S?nchez ha sido mucho m?s importante cu?nto han dicho de él que lo que han dicho de él.

Cualquier jefe de campa?a suele hacer grandes esfuerzos para intentar colocar a su candidato en el centro del escenario, algo que el polémico presidente logra con facilidad. Espa?a se encuentra en puertas de dos elecciones importantes: las catalanas y las europeas. La capacidad de incidir sobre ambas siempre ser? m?s exitosa en la medida en que logre que la sociedad se plantee como dilema electoral una pregunta: ?S?nchez s? o no?




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