Euforia en la sede del PSC. Salvador Illa ha logrado con creces su objetivo. No solo ha vuelto a ganar las elecciones catalanas, como lo hizo ya en 2021, sino que esta vez lo ha hecho con una victoria contundente, con 42 diputados y siete de distancia respecto a Carles Puigdemont. Se trata del segundo mejor resultado que ha obtenido el partido a lo largo de su historia en unas elecciones catalanas y el primero en que gana en votos y esca?os, un veredicto que le ha permitido cortocircuitar la mayor?a independentista. Se abren a partir de ahora unas complejas negociaciones de las que los socialistas solo conciben salir con la presidencia de la Generalitat.

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Esta noche, el candidato socialista, vitoreado por sus militantes y dirigentes entre gritos de "'president', 'president'", ha enarbolado la bandera -ahora s?, con los resultados encima de la mesa- de que se abre una "nueva etapa" en Catalu?a. Ya ha apuntado que se presentar? a la investidura una vez se constituya el Parlament, aunque ha optado por curarse en salud y no ha concretado cu?l ser? su prioridad de pactos. "Cuento con todo el mundo", se ha limitado a decir, adem?s de manifestar "respeto" por los independentistas, a los que ha recordado que ahora suman 61 diputados y con los que sabe que le tocar? negociar. El Govern que pretende, ha insistido, ser? "para todos los catalanes" sin excepci?n.

En campa?a s? que dijo que su preferencia ser?a una entente con los de Pere Aragonès y Jéssica Albiach -ya sea desde fuera o desde dentro del Govern con un nuevo 'tripartit'-con quien, sobre el papel, suman los 68 diputados necesarios para la mayor?a absoluta. De hecho, hay dos geometr?as alternativas m?s con las que superar?a esa barrera, pero que el PSC ha rechazado durante la campa?a: una ser?a con Junts -Illa y Puigdemont se han vetado mutuamente para una investidura- y la otra con PP y Vox -los socialistas han sido expl?citos con el rechazo a la extrema derecha-.

Cumplidos los dos hitos fijados

Las elecciones han ido tal y como la sala de m?quinas del PSC hab?a proyectado. Cumplidos est?n los dos hitos que se hab?an se?alado en rojo: ganar de forma incontestable e impedir que Junts y ERC sumaran. Para ello ha sido clave la movilizaci?n del ?rea metropolitana, su gran caladero de votos. Se han impuesto en la provincia de Barcelona y también en la de Tarragona, mientras que han sido los segundos m?s votados, tras Junts, en Girona y Lleida. De hecho, los 42 representantes obtenidos -nueve m?s que en 2021- igualan los que obtuvo en 2003 Pasqual Maragall, aunque solo el expresident -que en 1999 alcanz? el récord de 52 representantes- tiene en su curr?culum haber superado en dos ocasiones el mill?n de votos en unos comicios Parlament. Illa ha rozado los 870.000 votos.

La estrategia labrada durante tres a?os por el l?der del PSC desde la oposici?n, la de aprovechar la divisi?n independentista para ir ganando centralidad a costa de pactar con unos y con otros, ha dado réditos; una l?nea ascendente que ha ido de la mano también de la apuesta dePedro S?nchezpor la desjudicializaci?n del 'procés'. A la vista queda que la amnist?a no ha pasado factura al PSC, sino que le permite dar alas a su "pasar p?gina" a una década de gobiernos soberanistas. Illa no ha olvidado darle las gracias al jefe de la Moncloa, quien le ha manifestado su apoyo incondicional.

El acicate de S?nchez

El amago de dimisi?n del presidente del Gobierno, que inyect? una dosis inesperada de emocionalidad a la campa?a de Illa, le ha ido también a favor para movilizar a parte del electorado que suele apoyarle en las elecciones generales. S?nchez ha convertido en palanca electoral la batalla contra la "m?quina del fango" de PP y Vox y se ha volcado en la campa?a catalana a sabiendas de que los resultados de esta noche pueden tener un impacto directo en la legislatura espa?ola, que depende del apoyo tanto de ERC como de Junts.

Illa no concibe que S?nchez le haga renunciar a la presidencia de la Generalitat para mantener la estabilidad. Ha repetido por activa y por pasiva que sus pactos se decidir?n "desde Catalu?a" por m?s que Puigdemont no tire la toalla y amenace con retirar el apoyo a S?nchez. La estrategia del PSC es la de dejar reposar ahora los n?meros tanto en ERC, que ha manifestado su prioridad por quedarse en la oposici?n, como en Junts; con la esperanza de que haya quien dé su brazo a torcer.

El proyecto del PSC nada tiene que ver con el referéndum que exigen los independentistas y se centra en priorizar los servicios p?blicos y en la negociaci?n de una nueva financiaci?n sin moverse del Estatut vigente. Para el l?der de los socialistas catalanes Catalu?a cierra una "década perdida" y se asoma a un nuevo ciclo después de que el PSC haya logrado ganar todas las contiendas posibles desde que S?nchez design? a Illa para que asumiera las riendas del partido hace tan solo tres a?os.



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