Punto y final al caso Atrio, a?n con el enigma sin resolver del paradero de las afamadas botellas robadas. La Sala Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado las condenas de 4 a?os y medio de prisi?n a Constatin G.D., y de 4 a?os a Priscila L.G. por el robo en octubre de 2021 de un total de 45 botellas de la bodega del restaurante Atrio, de C?ceres, valoradas en 1,6 millones de euros. El TS ratifica ?ntegramente la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, (TSJEx), que confirm? a su vez la dictada por la Audiencia Provincial de C?ceres.



Robo con fuerza

Ambos acusados fueron condenados por delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al p?blico de especial gravedad, y deber?n indemnizar conjunta y solidariamente a Reale Seguros Generales con los 753.454 euros que la aseguradora abon? en su d?a a la empresa propietaria de Atrio por la p?liza que ten?a concertada.

El Alto Tribunal desestima los recursos presentados por los dos condenados, y destaca que la prueba de cargo contra ellos “es abrumadora, s?lida y plural”, consistente en la declaraci?n de siete testigos (propietario y empleados del hotel y nueve agentes de la polic?a nacional que practicaron las diligencias), la comparecencia de cinco peritos y la prueba documental incorporada a las actuaciones.

C?maras

Entre las pruebas destaca la sentencia las grabaciones de las c?maras del interior del hotel-restaurante, que reflejan a Constantin, con mascarilla, intentando en un primer momento abrir de forma infructuosa la puerta de la bodega con la llave equivocada y que hace una llamada avisando a Priscila por un teléfono m?vil de que no tiene la llave correcta y tiene que entretener de nuevo al recepcionista.

Se le ve adem?s, indica la sentencia, volver a recepci?n y coger ya la llave maestra con la que se observa, primero, c?mo abre la puerta y sale minutos después con las dos bolsas y la mochila del lugar que conoce porque lo ha visitado al terminar la cena. Asimismo, el TS subraya la prueba de ADN que acredit? que los acusados pernoctaron la noche del 26 al 27 de octubre en la habitaci?n 107 del hotel.

Los hechos probados de la sentencia confirmada indican que los dos acusados actuaron de com?n acuerdo y con la finalidad de obtener un beneficio il?cito. “Se aloj? la mujer en el hotel Atrio de C?ceres el d?a 26 de octubre de 2021, lugar que conoc?an por haber estado previamente planificando el hecho que luego se dir? los d?as 1 de junio, 13 de junio y 12 de agosto de 2021”, se?ala el relato f?ctico.

“Posteriormente, se present? el var?n para cenar y alojarse, sin registrarse, en el hotel", a?ade la sentencia. Tras cenar en el restaurante sito en el mismo, realizaron una visita guiada a la bodega. Sobre las 00:20 horas subieron a su habitaci?n, la 107. En ejecuci?n de un plan urdido entre ambos acusados, sobre las 2:10 horas del siguiente d?a 27 de octubre, la acusada Priscila llam? a recepci?n, pidiendo una ensalada e interes?ndose repetidamente por el tiempo que tardar?a en ser servida al ?nico empleado que se encontraba en ese momento en el hotel-restaurante”.

“El empleado de recepci?n, tras negarse a realizar la comanda, manifest?ndole que se encontraba solo y la cocina cerrada y extra?ado por la solicitud, dado que hab?an cenado un men? degustaci?n de 14 platos, ante la insistencia de Priscila accedi? a la petici?n, indicando que tardar?a, por lo menos, unos 20 minutos en servir lo solicitado".

Plan urdido entre ambos

El empleado se dirigi? a la cocina, momento aprovechado por el acusado Constantin, quien se present? en la recepci?n donde cogi? una llave electr?nica con la que acudi? a la bodega, no teniendo éxito en su apertura por no tratarse de la llave adecuada. El empleado, tras subir la ensalada, regres? a recepci?n. Constantin desde la puerta de la bodega hizo una llamada a Priscila para que volviera a entretener al recepcionista.

“De esta forma, momentos después, la acusada reiter? la llamada a recepci?n, en esta ocasi?n, para solicitar un postre, a lo que nuevamente el empleado puso reparos, accediendo finalmente a llevarle algo de fruta. Constantin volvi? a la recepci?n y de una caja cogi? la llave maestra n?mero 27, abriendo con ella la bodega, accediendo a la sala de catas donde se apoder? de las botellas de vino, que guard? en una mochila y dos bolsos de gran tama?o subiendo inmediatamente a la habitaci?n antes del regreso del empleado a la recepci?n.

"Todas las botellas se encontraban a disposici?n de los usuarios del restaurante en la carta de vinos por el precio total que se indica anteriormente”, a?ade el relato.

Por ?ltimo, se?ala que “los acusados abandonaron precipitadamente el hotel sobre las 5:00 horas, cargando el var?n la mochila a la espalda y los dos bolsos con las botellas, en las que hab?a introducido cuatro toallas del ba?o de la habitaci?n del hotel para evitar que tintinearan entre ellas, subiéndose a un veh?culo Mercedes A-180 de color rojo”.



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