Corre el caso deDaniel Sancho hacia su colof?n con inesperado rumbo. Desde que una inmigrante birmana encontr? los pedazos del cad?ver de Edwin Arrieta en un vertedero de Koh Pang?n (Tailandia) en agosto pasado se daba por descontado el asesinato agravado, la pena de muerte o cadena perpetua en los inquietantes presidios de Bangkok, un horizonte tétrico para el presunto chef y esforzado youtuber. La premeditaci?n, sin embargo, se desvanece en estas ?ltimas horas, descartada por la defensa y complicada de probar para la fiscal?a. Dificultad que esta ha admitido este miércoles, tras superar Sancho la etapa m?s picuda, en un interrogatorio que pretend?a aflorar sus flagrantes contradicciones.

La defensa del Sancho respira confianza y ve m?s lejos una condena a muerte o cadena perpetua







El acusado compareci? este miércoles de bochorno tropical en la Corte Provincial de Koh Samui para responder a las preguntas de la Fiscal?a y la coacusaci?n. A derribar su estrategia leg?tima se emplearon durante m?s de tres horas. Fue, seg?n fuentes de la sala, un interrogatorio meticuloso e incisivo, del que no hay informaciones s?lidas sobre c?mo se zaf? Sancho porque sobre el proceso pesa una estricta ley del silencio.

Juristas locales consultados por este diario no son tan optimistas como la defensa del chef







El acusado repiti? su ?ltima versi?n sobre lo que ocurri? en aquel hotel del litoral septentrional de Koh Pangh?n: le atiz? un pu?etazo a Arrieta para defenderse de una violaci?n y el cirujano colombiano se desnuc? contra el lavamanos. En declaraciones anteriores, desde?adas por la defensa por desajustes en la traducci?n, hab?a estampado la cabeza de Arrieta con sus manos contra el suelo repetidamente.

Sancho ha insistido en que se defendi? de un intento de violaci?n y que Arrieta se desnuc? por accidente







Durante la tarde comparecieron los testigos de la defensa. Tan relevantes son los que subieron al estrado como los descartados por el tribunal. Entre los primeros, el forense Manuel Carrillo abund? en la herida en el occipital revelada por la autopsia. Es compatible con una ca?da accidental en un forcejeo, expuso. El peso y la altura de la v?ctima explicar?an su gravedad y el “efecto antifaz” que provoca el hundimiento en las cuencas de los ojos por el vaivén de la masa encef?lica, continu?.

La defensa ha recurrido a la figura del 'estado disociado' para que se tenga en cuenta como eximente







Al psic?logo Pedro Mateo le correspondi? razonar por qué un tipo, ante un cad?ver, prefiere trocearlo a llamar a la polic?a. Es el estado disociativo, una nebulosa del entendimiento que deslinda la mente del cuerpo, y que la casu?stica judicial espa?ola ha contemplado como atenuante o eximente completa.

No comparecieron, en cambio, un testigo protegido que habr?a sufrido agresiones sexuales de Arrieta, ni Iv?n Velasco, el as de bastos que esgrim?a la defensa para acreditar la personalidad conflictiva de la v?ctima. Velasco, peruano, hab?a volado desde Chicago y masticaba esta tarde su frustraci?n en los aleda?os del tribunal. A Arrieta, se?alaba, le ha tenido su organizaci?n "bajo el radar" durante a?os por sus numerosos antecedentes violentos.

Dios, el bien y el mal

El tribunal esgrimi? que ambos testigos alud?an a casos pretéritos y su interés empieza y acaba en Arrieta. Es, al fin y al cabo, la brecha entre ambos ordenamientos jur?dicos y culturas. En Tailandia apenas importa c?mo muri? la v?ctima y muy poco su catadura moral y precedentes.

La jornada dej? un episodio excéntrico para los est?ndares occidentales: aquel en el que la fiscal?a le pregunt? a Sancho si cre?a en Dios y, tras su negativa, le pidi? que explicara c?mo distingu?a el bien del mal.

Transpira la defensa de Sancho una confianza que, a diferencia de los primeros d?as, no parece ya fruto del delirio. Apenas ha necesitado una docena de los 28 testigos previstos para apuntalar su optimismo. Del listado han ca?do Ram?n Chipirr?s y Carmen Balfag?n, representantes en Espa?a de la familia del acusado, y el padre del acusado, el célebre actor Rodolfo Sancho, al entender sus declaracioness como redundantes.

Este jueves concluir? el proceso, un d?a antes de lo previsto. Declarar? un chef tailandés que defender? que Sancho pretend?a seccionar cocos para fabricar cuencos con aquella sierra que compr? en la v?spera de la llegada de Arrieta. Le seguir? el alegato final de Sancho, sin l?mite de tiempo, en el que el chef espa?ol sazonar? con gotas emotivas el resumen de sus argumentos, seg?n avanza la defensa. Ser? su ?ltimo cartucho antes de una sentencia que los juristas locales consultados por este diario prevén muy alejada de los felices pron?sticos de la defensa.



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