De cuello abajo ?lvaro Lario (Madrid, 1977) tiene todo el aspecto de director de una instituci?n financiera, o de un organismo internacional, como ha sido su caso: es un joven funcionario esbelto y amable con la sonrisa f?cil y un buen traje. La voz tranquila y sosegada acompa?a esa primera sensaci?n. En realidad, este espa?ol, el ?nico hoy a cargo de una agencia de las Naciones Unidas, perfila frases delicadas que esconden la lucha libre que se da en la diplomacia internacional, sobre todo cuando se habla del acceso a los recursos naturales y la alimentaci?n.

Su misi?n lo explica. Lario, un extrabajador del Banco Mundial con un m?ster en la London Business School y otro en la Universidad de Princeton, es desde hace dos a?os el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agr?cola (FIDA). Esta es una peque?a agencia que promueve el desarrollo rural y usa microcréditos como parte de una estrategia que busca ir m?s all? del asistencialismo (o la beneficencia humanitaria), para que 3.000 millones de personas (el 40% de la poblaci?n mundial) que viven en zonas rurales en pa?ses en desarrollo tengan una vida digna.

Eso es, una tarea que dif?cilmente acapara titulares, a menudo choca con los intereses de la poderosa industria de la alimentaci?n y se enfrenta a conflictos armados y (ahora también) clim?ticos, que est?n ocasionando un retroceso hist?rico de los pa?ses m?s vulnerables frente a los m?s ricos, como explica en esta entrevista concedida a El Peri?dico, del grupo Prensa Ibércia, en la sede del organismo en Roma.

?La industria sigue siendo parte del problema en la actual crisis alimentaria mundial?

Dir?a que la principal dificultad es la falta de inversi?n en producci?n local y la falta de inversi?n en diversificaci?n de cultivos. Lo que no vemos razonable es que un pa?s a 3.000 kil?metros con suficiente tierra, agua y acceso a poder tener una diversificaci?n de cultivos, dependa de lo que se produce en un pa?s o regi?n completamente diferente, y esto se debe a la falta de inversi?n en estructuras de producci?n agroalimentaria.

Solemos hablar de ?frica relacion?ndola con todos sus aspectos m?s problem?ticos. ?Pero este continente no puede ser hoy parte de la soluci?n? ?No podr?a ser ?frica un gran exportador mundial de comida?

Las condiciones las tienen todas: el tama?o de la poblaci?n, las calidad de la tierra, pero hay a?n dificultades en la gesti?n y abastecimiento de agua, esa es una realidad. El potencial es tremendo, lo que ocurre es que llevamos décadas diciéndolo, y a pesar de ello no hemos logrado avances.

?Por qué?

Una parte es la [falta de] inversi?n de los Gobiernos locales, como también que apoye el sector privado. Y por otra parte est? que el sistema multilateral deber?a invertir en las infraestructuras, no proporcionar comida, sino proporcionar inversiones que en el medio plazo puedan convertir la agricultura un negocio [para los pa?ses en desarrollo].

El agua se ha convertido en fuente de conflicto en los pa?ses desarrollados y en v?as de desarrollo. ?Cu?l es el escenario que nos espera?

Pues el escenario es complicado. En lo que respecta ?frica, hablamos de 86 millones de personas que se ver?n afectadas o desplazadas de aqu? al 2050 por el cambio clim?tico. Hablamos (también) de posibles conflictos entre pa?ses...

?Guerras por el agua...?

Bueno, s?, esa es una frase muy fuerte que podr?amos decir. Podemos hablar de conflictos de baja y alta intensidad por el acceso a los recursos naturales, y entre ellos, el agua. Eso va a ocurrir cada vez m?s. Y necesitamos también en la ONU empezar a hablar sobre estos temas. [Ya hoy] dos tercios de los refugiados y de los solicitantes de asilo vienen de pa?ses que tienen crisis alimentarias. En el Sahel, por ejemplo, la gente ya se est? moviendo por el cambio clim?tico y, claro, eso est? provocando nuevos conflictos. Eso est? ocurriendo. Lo vemos todo el rato.

?Y Europa?

Lo problem?tico es que no ha habido ni una ronda de conversaciones en la Organizaci?n Mundial de Comercio sobre agricultura en las ?ltimas dos décadas y buena parte de las pol?ticas agr?colas europeas [relacionadas] con la sostenibilidad y la resiliencia al cambio clim?tico también est?n afectando a otros pa?ses, eso es una realidad. A la vez en las mismas poblaciones y en la opini?n p?blica europea hay dificultad en entender c?mo hacer esta transici?n de los sistemas alimentarios. Es evidente que no podemos seguir produciendo de la misma manera, el c?mo lo gestionamos es donde estamos ahora.

Volvemos a la industria.

Hay datos que miden eso. De las principales 350 empresas agroalimentarias en el mundo, las que declaran sus emisiones de alcance tres [de gases de efecto invernadero originadas en operaciones comerciales] son menos de un quinto, lo que significa que no sabemos cu?l es el impacto de buena parte de su producci?n en términos del cambio clim?tico.

La guerra en Ucrania ha hecho subir los precios de los fertilizantes, que a?n se mantienen altos.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha afectado claramente [el aumento de precios de fertilizantes], junto con [la situaci?n en] Bielorrusia, que produce uno de los principales componentes. Y una de las cosas que ocurren es que no existe una producci?n local de dichos fertilizantes. Estas cadenas grandes globales afectan a los m?s vulnerables pero todo el mundo entero est? siendo afectado, incluso el mundo desarrollado. Si miramos las protestas del campo [en Europa] vemos que se debe a ello. El tema es que, en los pa?ses de renta m?s elevada, hay apoyo a estos agricultores, mientras que en los de renta baja esa posibilidad no existe, con lo cual est?n todav?a m?s afectados.

?Es eso que est? haciendo crecer la brecha entre pa?ses ricos y pa?ses pobres?

En las ?ltimas reuniones del Banco Mundial, [se ha puesto en evidencia que] m?s de la mitad de los 75 pa?ses m?s vulnerables han agrandado su brecha respeto a los pa?ses ricos. Es muy claro que est? ocurriendo en términos de agricultura pero también en términos de crecimiento econ?mico. Cada vez vemos m?s que los pa?ses m?s vulnerables, de renta baja en muchos casos, tienen deudas muy elevadas, con lo cual tienen que pagar también unos intereses que se han elevado y en muchos casos el coste de ese pago se ha duplicado, lo que muchas veces supone m?s recortes en sanidad, educaci?n y, por ejemplo, de apoyo al campo.

Ha denunciado que solo el 0,8% de la financiaci?n clim?tica apoya a los peque?os agricultores, que son los que producen mundialmente el 80% de los alimentos en Asia o ?frica.

En lo positivo, en la ?ltima cumbre clim?tica de la COP28, por primera vez hubo una conexi?n entre los sistemas alimentarios y el cambio clim?tico. Pero la realidad es que hay decenas o cientos de millones de personas que est?n siendo afectadas, de los cuales hablamos muy poco, y tenemos que darles soluciones ya.

Porque la crisis clim?tica ya no se previene, hay que adaptarse.

Bueno es que es la realidad. Hace poco en Zambia declar? una situaci?n de emergencia porque llevaban muchos a?os sin lluvia. En Somalia est?n desde hace cinco a?os sin lluvia; all? acabamos de retomar operaciones. Pero hay personas que est?n en situaciones de extrema vulnerabilidad. Estas personas no tienen capacidad, posibilidades. Eso es lo que hay que aportar, también para permitirles quedarse donde est?n y no migrar.

En Gaza todos pasan hambre, seg?n la ONU.

S?, es una situaci?n dram?tica. Las agencias de la ONU que trabajan all? directamente, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), no han podido dar alimentaci?n a buena parte de la poblaci?n que depende de sus ayudas, especialmente en un momento de conflicto. Estamos en un momento de hambruna y claramente hay que emprender acciones.

Los conflictos y crisis alimentarias de Yemen, Hait?, Sud?n... ?Qué le preocupa m?s?

Mi mayor preocupaci?n es que nos olvidamos de buena parte de los conflictos. Pero las poblaciones que est?n ah? contin?an y contin?an sufriendo.



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