Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, ha iniciado su viaje de tres d?as a China en Shangh?i, su pulm?n financiero, exponiendo el pliego de cargos econ?micos previsible: el trato injusto que sufren sus empresas en el gigante asi?tico y las subvenciones estatales que distorsionan el mercado. A esos tradicionales lamentos se une la presunta ayuda de empresas chinas a Mosc?.
M?s informaci?n (Auto)
T?tulo noticia (Auto)
100820702
Sobre el suministro de armas o de tecnolog?a dual que puede ser usado por Rusia en el campo de batalla ya hab?a alertado el miércoles. El jueves ha a?adido que Washington est? preparada para "tomar medidas", que no ha aclarado, contra los que da?an la seguridad estadounidense o europea. La bater?a de sanciones ya aprobadas ha generado el resentimiento de Pek?n, que reclama para s? un rol equidistante.
Blinken le ha trasladado a Chen Jining, jerifalte comunista de Shangh?i, que su Gobierno busca "una competici?n econ?mica sana con China y un terreno de juego justo para los trabajadores y empresas" que operan en el pa?s asi?tico. Es un disco rayado. Las c?maras de comercio estadounidenses y europeas han clamado durante décadas contra las barreras que levanta China frente a su mercado de 1.400 millones de consumidores, el m?s apetecible del mundo, a pesar de las promesas de derribarlas. La falta de resultados tangibles tras tantas presiones ha deslizado a los empresarios extranjeros a una comprensible desesperanza.
También ha aludido Blinken a las pr?cticas comerciales chinas que atentan contra las leyes del mercado. A ese asunto ya le dedic? sus esfuerzos el mes pasado en Pek?n su colega Janet Yellen, secretaria de Comercio, que march? de la capital asumiendo que la soluci?n, en el mejor de los casos, necesitar? de muchos a?os. Washington acusa a China de aceitar el desembarco global de sus productos, especialmente en el sector de las energ?as verdes, con subvenciones estatales que los hacen mucho m?s competitivos y baratos.
China denuncia el acoso a sus tecnol?gicas
A esas cr?ticas responde China exponiendo el acoso que sufren sus compa??as en Estados Unidos, sobre todo las tecnol?gicas. Primero fue Huawei, l?der en redes 5G, y ahora Tiktok, la aplicaci?n de videos cortos. Blinken ha aterrizado en China justo después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobara el acta que prohibir? Tiktok en su pa?s si su compa??a matriz china, Bytedance, no se desembaraza de ella. Ese movimiento ha sido calificado por la prensa nacional como un acto de simple pirater?a comercial. Si a?adimos las prohibiciones de Washington a exportar chips y otros productos de alta tecnolog?a a compa??as chinas, obtenemos un cuadro de zancadillas rec?procas.
La primera etapa de Blinken es llana. Le han permitido sus obligaciones asistir a un partido de baloncesto y degustar las empanadillas al vapor en un restaurante popular. En Shangh?i también se ha reunido con estudiantes y empresarios estadounidenses y locales. Ha enfatizado los intercambios personales como v?a para solucionar los conflictos a pesar de que el flujo de estudiantes chinos hacia las universidades estadounidenses ha disminuido en estos a?os fragorosos, con frecuentes quejas de maltrato inmigratorio incluso con visados en regla. El viernesa, en Pek?n, le esperan monta?as escarpadas. Primero con su hom?logo chino, Wang Yi, y después probablemente con el presidente, Xi Jinping, hablar? sobre los ?ridos asuntos geopol?ticos que dividen sin remedio a las dos grandes potencias como Ucrania, Gaza o Taiw?n.
أكثر...