Con mucho cari?o hago este peque?o llamamiento. Tenemos acogidos a m?s 70 chicos mayores de 18 a?os y se nos hace dif?cil poder cubrir todas sus necesidades. Son gente buena con ganas de salir adelante, que se han jugado la vida para ayudar a los suyos. Son personas sin hogar que estar?an en la calle si no les acogiéramos. Si tienes ropa y zapatos de chicos j?venes en buen estado, te agradecemos tu ayuda.

Lo puedes dejar en cualquiera de nuestras dos*parroquias de*A?aza*y Los Gladiolos.*Pero por favor hagamos Caridad con dignidad.

Cosas que estén en buen estado y que puedan tener una segunda vida. Muchas Gracias siempre a quienes nos apoyan. No podemos cambiar el mundo pero si hacerlo un poco mejor.

Este es el mensaje de auxilio que lanza*el cura de A?aza, en Tenerife, desde hace diecisiete a?os, José Hern?ndez (Icod de los Vinos, 1969),*quien se bate el cobre por*setenta y cinco migrantes mayores de edad que residen en nueve casas de acogida que se reparten entre Santa Cruz, Gü?mar y Granadilla, con capacidad cada una de entre cinco y dieciséis personas. La paradoja de estos j?venes,*de edades comprendidas entre 18 y 30 a?os, es que lograron sobrevivir a la traves?a en patera en b?squeda de un porvenir mejor pero, por su condici?n de sin papeles, no pueden si jugar en un equipo de*f?tbol*federados porque no tienen ning?n documento oficial que los reconozca hasta que regularicen su situaci?n en Espa?a, un tr?mite que tarda hasta tres a?os.

"No hay ayuda para estos chicos migrantes irregulares", se lamenta Pepe el cura mientras él pelea por proporcionarles una formaci?n, lo cual se vuelve a convertir en una quimera. La falta de documentaci?n les vuelve a pasar factura y no pueden acceder a cursos de formaci?n, es ah? donde entra en juego precisamente la Fundaci?n Buen Samaritano, constituida en A?aza, fundamental para preparar y proporcionar un oficio aprovechando la labor que desarrollaban en sus pa?ses de origen y a sabiendas que es una apuesta segura. "Cuando regularizan su situaci?n, que coincide con que finalizan su per?odo de formaci?n, los empresarios nos los quitan de las manos porque los empresarios reconocen que son*trabajadores responsables, porque quieren obtener un sustento tanto para ellos como para ayudar a sus familias, y son una*mano de obra para donde m?s se demanda, el sector primario, caso de la agricultura, as? como en lavander?a, limpieza, restauraci?n y alba?iler?a". El problema estriba en c?mo costear su mantenimiento hasta que regularizan su situaci?n.*

Pepe el cura explica que los migrantes, una vez queda acreditado que son mayores de edad por la prueba de las manos, son remitidos a un campamento, donde pueden residir un m?ximo de tres meses, si bien luego quedan en un limbo, pues tienen que acudir a solicitar su asilo para poder acreditar su arraigo social, "y la cita para este tr?mite nos la est?n dando ahora para dentro de ocho meses". Ese reconocimiento es solo el primer paso hasta conseguir el reconocimiento que les permita ser contrato. ?Y mientras?, la multiplicaci?n de los panes y los peces, se responde el sacerdote.

El amparo que encuentran en la*Fundaci?n Buen Samaritano*es fundamental para quienes est?n abocados a la econom?a sumergida y las situaciones de la calle. "Est?n en un limbo legal, es un drama". De ah? el seguimiento que les realiza la organizaci?n.

El d?a a d?a

Aprovechando la experiencia desarrollada con los vecinos en los locales sociales de A?aza, desde hace cuatro a?os se ha abierto las puertas a los migrantes para garantizarle formaci?n. El d?a a d?a de cada uno de ellos comienza a las ocho de la ma?ana, estudiando oficios como carpinter?a, peluquer?a o confecci?n, una labor que desarrollan hasta las dos de la tarde. Y desde las 16:00 horas participan en clases de inform?tica,*teatro*y espa?ol.

El inquieto Pepe acompa?a al visitante al taller de costura para pedir a los chicos que le den su*'cajita m?gica', que coloca sobre la mesa para empezar a mostrar, con orgullo y como si del mejor vendedor se tratara, desde blusones de corte africano a bolsos que elaboran los chicos. "Tienen una habilidad evidente porque*ya vienen aprendidos de sus pa?ses de origen; son capaces de dise?ar y cortar hasta sin patrones, cosen a ojo", explica el cura mientras despliega las prendas.

Si por algo se ha caracterizado este sacerdote es precisamente por desarrollar su labor pastoral fuera de los templos. Junto a la iglesia de A?aza donde desarroll? proyectos como el*Centro de Educaci?n Ambiental, que cre? junto a C?ritas y los vecinos para formar a j?venes del barrio, con la capacidad de hacer una auténtica cadena de producci?n: cre? un huerto, utiliza los productos para impartir cocina y a su vez los distribuye en forma de catering en centros... Y eso con el aval de la formaci?n.

Desde enero de 2019 Pepe el cura suma a su encomienda la gesti?n de la iglesia de Los Gladiolos, en sustituci?n del recordado can?nigo Crist?bal Pérez. Su compromiso con los migrantes comenz? uno de los d?as que se dirig?a al nuevo templo, el 6 de enero de 2020.*"Iba camino de Los Gladiolos y por fuera del albergue encuentro a un grupo de chicos porque se les hab?a acabado el tiempo de estar en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE).*Fue ah? donde me paré, fui a hablar con ellos y los invité que vinieran a la parroquia y me contaran qué era lo que estaba pasando. A partir de ah? nos decidimos a montar unas camas y unos colchones y empezar a acoger estos chicos que pasaban por ser menores de edad aunque les hab?an hecho la prueba y todos les dec?an que eran mayores de dieciocho a?os. As? empez? la aventura". De aquellos primeros veinte migrantes ha pasado a setenta y cinco.

Abibo, un periodista en potencia

Entre los migrantes que reciben formaci?n, Abibo, que tiene dos cumplea?os. El primero, cuando vino al mundo en Guinea Bissau y el segundo, cuando lleg? en patera a Los Cristianos. Con una sonrisa imperturbable recuerda a su madre y sus cuatro hermanos, a los que dej? atr?s en busca de una oportunidad porque su familia no ten?a recursos econ?mico. Aspira a establecerse aqu?, «no en busca de riqueza, sino también para ayudar a los m?os all?». De 18 a?os de edad, de mayor quiere ser periodista, si bien se forma como carpintero.

Mustaf?, el primogénito de siete hermanos

Mustaf? dej? también a sus padres en Gambia para lograr un futuro pr?spero. Lleg? el 9 de septiembre de 2023, precisa, para a?adir que en su pa?s de origen estudiaba peluquer?a pero no pudo continuar su formaci?n porque no ten?an recursos econ?micos, hasta el punto que trabaj? tanto en esta ocupaci?n como en la agricultura, de alba?il, cocinero o electricista... todo con tal de poder costearse su formaci?n. Su ilusi?n, llegar a trabajar de traductor. "Como soy el mayor, toda mi familia depende de mi", explica.

Boubakar, condenado de forma injusta

Natural de Senegal, Boubakar, de 28 a?os, lleg? a*Tenerife*el 10 de abril de 2021 en busca de un futuro pr?spero; dejaba atr?s su trabajo en la costura o como cultivador de arroz. Al llegar a Los Cristianos permaneci? tres d?as retenidos en los calabozos de la Polic?a, hasta que compareci? ante el juez y del juzgado... a Tenerife II, condenado de tr?fico de personas y por tanto a una pena de dos a?os y cuatro meses que se increment? otros cuatro meses porque se le impuso una multa de 720 euros que no pudo pagar. A Boubakar se le acus? de ser el patr?n de la patera en la que viajaban 51 personas porque los compa?eros de traves?a dijeron a la Polic?a que ayud? a pilotar la embarcaci?n por sus conocimientos al pertenece a una familia de pescadores. La pena a la que se podr?a enfrentar podr?a incluso ser superior de haberse confirmado alguna muerte entre los ocupantes de la patera, advierte Pepe el cura.

Cuando ya hab?a cumplido la mayor?a de su condena qued? acreditado que fue condenado de forma injusta gracias a la colaboraci?n de unos abogados voluntarios. "?Quién le paga o le restituye el tiempo que Boubakar pas? en prisi?n de forma injusta?". ?l est? m?s preocupado por poder ganar dinero para ayudar a los suyos.



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