La madrugada del pasado domingo 31 de marzo tuvo lugar el tradicional cambio de hora de verano y los relojes se adelantaron una hora con el objetivo de optimizar al m?ximo el uso de la luz natural durante los meses m?s c?lidos. Sin embargo, aunque puede parecer un simple gesto, perder esa hora de sue?o puede tener efectos en la salud y alterar el ciclo del sue?o de algunas personas.

Seg?n los expertos, la causa por la que algunas personas pueden ver afectado su biorritmo, o reloj biol?gico, durante estas semanas tiene que ver con la luz solar. “Las horas de luz influyen en una cosa que es muy importante en el cuerpo humano como son los ritmos circadianos, que son los que ponen el cuerpo a funcionar cada d?a”, apunta el doctor José Antonio Trujillo, médico de familia y vicepresidente segundo del Colegio de Médicos de M?laga, que explica que esos ritmos circadianos est?n programados para responder a las se?ales ambientales como la luz, por lo que la alteraci?n repentina de esas se?ales puede afectar a funciones de nuestro cuerpo.

“La luz influye en el hipot?lamo que est? en el cerebro y es como ‘la centralita’ que manda las ?rdenes para que empiecen a funcionar las hormonas, como la tiroidea o la catecolamina, que influyen sobre el metabolismo, por ejemplo, sobre el az?car, la tensi?n arterial o la frecuencia card?aca. Entonces, con el cambio de hora, nosotros nos levantamos cuando todav?a no hay pr?cticamente luz y nos acostamos cuando ha habido muchas horas de luz y eso cambia nuestro ritmo circadiano”, aclara el especialista, que compara los efectos del cambio de hora con los del jet-lag.

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El sue?o, el principal afectado

“Cuando viajamos y cambia la hora, en funci?n de la luz, ocurre lo mismo que ahora. El cerebro interpreta diferente la informaci?n y manda ?rdenes diferentes a través de las hormonas”, afirma el doctor, que destaca que el sue?o es el “chivato” que nos advierte de que algo est? ocurriendo en nuestro cuerpo. “Pero simplemente se debe a que tu cuerpo se est? adaptando a las nuevas horas de exposici?n a la luz y de interpretaci?n por parte de tu cerebro”, destaca el doctor, que subraya que, este periodo de adaptaci?n suele ser r?pido en la mayor?a de los casos.

“Se est? ‘reseteando’ nuestro sistema neurohormonal”, apunta el doctor Trujillo, que aclara que nadie deber?a extra?arse si, durante las primeras semanas de abril, se tiene problemas para conciliar el sue?o o si uno se levanta por la ma?ana m?s cansado. “Son procesos que entran dentro de un orden y tampoco tenemos que patologizarlo porque uno tenga unos desarreglos unos d?as, porque no nos va a pasar nada”, asegura el doctor, que matiza que simplemente hay que estar “un poco m?s pendiente” de las personas m?s vulnerables.

?C?mo paliar los efectos?

Para facilitar este proceso de adaptaci?n, el doctor Trujillo insiste en la importancia de cuidar la higiene del sue?o y crear unos patrones del mismo, adoptando unos horarios fijos para despertarse y acostarse. Otros dos factores fundamentales para conseguir una buena rutina es evitar hacer actividad f?sica y utilizar pantallas antes de acostarse.

Usar la tele para dormirse es un error

“La actividad f?sica aumenta las hormonas y ponen a uno en alerta, por lo que cuesta m?s trabajo dormir”, indica el facultativo, que incide en que estar con el m?vil o la televisi?n hasta ?ltima hora también sobreexcita y dificulta coger el sue?o. “Usar la tele para dormirse es un error, porque la tele, para mantener a la gente despierta, juega con las luces porque sabe que es un alimento para el cerebro. Por eso dormimos con las luces apagadas”, argumenta Trujillo.

Empezar a adoptar estos cambios lo antes posible es clave, seg?n el doctor, ya que los efectos provocados por el cambio de horario de verano se unen a otros asociados a la astenia primaveral, que no es una patolog?a, sino otro trastorno adaptativo que puede causar sensaci?n de cansancio o debilidad.





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