El f?tbol espa?ol precisa de una amplia reforma para regular mejor su funcionamiento. Hoy se rige por una especie de asociacionismo que procede del siglo pasado, una anacr?nica metodolog?a acaba siendo su propia sentencia a muerte. El caso de muchos clubes espa?oles y el de la Federaci?n se parecen en algo.

Rubiales entr? en la Federaci?n con un sueldo de unos 150.000 euros anuales m?s un variable seg?n los beneficios de la Federaci?n. ?Qué pas?? Lo primero que se hizo fue intentar romper todos los contratos posibles para reformularlos e incluir en ellos variables, manera que le permit?a aumentar su salario. Se intent? incluso romper con Adidas. Luego lleg? el caso de la Supercopa con Arabia Saud? en la que Rubiales fue acusado de quedarse con una comisi?n de 400.000 euros. En la siguiente asamblea, propuso a los asambleistas un aumento de su salario hasta 600.000 para no ser acusado de comisionista. Se aprob? sin rechistar, con lo que Rubiales pasaba a consolidar su variable en fijo.

?Para qué negarse, como votantes, a validar este aumento? ?Qué rendimiento sacan los que se planteaban ir contra el poder establecido si solo puede acabar siendo una pérdida para tu club o para tu federaci?n auton?mica? Se gana m?s siempre yendo con viento a favor, por lo que luchar contra esta maquinaria es complicad?sima.

Las federaciones y los clubes de f?tbol, en particular, no tienen el control gubernamental de la misma manera que puede tener el propietario de un bar o de un peque?o negocio. Viven al margen. Es m?s, incluso tiene el respaldo de los gobernantes, como es el caso de Pedro S?nchez con Rubiales. Los clubes y las federaciones gestionan mucho dinero y no hay una ley espec?fica que les supervise, que les controle, que les registre. Tienen una regulaci?n propia o, en el caso de los clubes de f?tbol, acaba siendo la propia Liga la que mejor les intenta controlar.*O sea, ellos mismos se regulan. Solo hay que ver los problemas que tiene el Barcelona con el ‘fair play’ financiero, un instrumento creado por*la Liga o, a nivel global, por la UEFA o la FIFA.

Hasta que no se tomen cartas en el asunto y los clubes y las federaciones no sean tratadas como cualquier otro ciudadano y vayan por el mismo camino que el resto de los humanos, los clubes y las*federaciones no perder?n esa manera tan suya de funcionar. Que acaba siempre mal.



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