Cuando nace un hijo es vital que la pareja haga m?s equipo que nunca, y es as? porque la vida cambia radicalmente en todos los sentidos, y esos nuevos padres van a tener que reorganizar su d?a a d?a y, en gran medida, aparcar o dejar ciertas aficiones. Pero a veces el sue?o, el cansancio y el estrés se acumulan de tal forma al tener un*peque?o*en casa que no tardan en llegar las fricciones en la pareja. Donde antes hab?a un equipo,*ahora hay una rivalidad patente sobre quién ha cambiado m?s pa?ales o quién ha dormido menos horas.

El desgaste, el alejamiento y la falta de comunicaci?n al que lleva*el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo*es precisamente el*primer motivo de divorcio de los espa?oles, seg?n datos del Observatorio del Derecho de Familia de la Asociaci?n Espa?ola de Abogados de Familia (AEAFA). En concreto, un 32% de los abogados lo cita como una raz?n “muy habitual” de las rupturas.

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?Por qué se divorcian muchas parejas al tener hijos?
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Primeros meses

Cuando una pareja tiene un hijo, los primeros meses estar?n totalmente absorbidos por ese recién nacido. Hay que pensar que la lactancia implica que la mujer dé el pecho pr?cticamente cada tres horas, y eso deja muy poco espacio para el autocuidado, y todav?a menos para la intimidad de pareja. “Cuando un hijo llega son todo cambios y tenemos que movernos en nuestra capacidad de adaptarnos a ellos”, explica el presidente de la Asociaci?n de Terapia Familiar e Mediaci?n de Galicia y psic?logo experto en parejas, Roberto Ant?n. “Es cierto que los cambios que se dan al tener ni?os son previsibles, pero*al final pienso que nada cambia m?s, sin tener en cuenta una enfermedad, que la maternidad y la paternidad”, considera el experto.

“A veces el tener hijos est? muy edulcorado en los medios de comunicaci?n y en las redes y después la gente se encuentra con una realidad bastante m?s compleja. Muy bonita, muy rica, pero también complicada, porque al final son cambios muy radicales en nuestra forma de vivir, y que suceden en momentos en los que la pareja o persona est? en pleno desarrollo. Normalmente, nos encontramos en una edad de crecimiento laboral y personal, y todo eso pasa a un segundo plano para centrarnos en los ni?os”, explica.

Autocuidado

Teniendo en cuenta los cambios a todos los niveles que produce convertirse en padres, el psic?logo aclara que es vital ser conscientes de la situaci?n y tratar de sacar tiempo para nosotros, porque el autocuidado es la base para todo lo dem?s. “Siempre hay ventanas de oportunidad que deben aprovecharse. Hay que intentar mantener siempre cierto equilibrio. Es cierto que cuando los ni?os tienen pocos meses no tenemos tiempo para nosotros, pero a medida que crecen, aparecen ciertos momentos en los que, a veces, podemos echar mano de la familia o turnarnos para hacer alguna actividad que nos guste”, indica. “A veces nos centramos al cien por cien en nuestros hijos*y pasan 6 meses, un a?o, dos... y seguimos igual, y*eso acaba provocando un desgaste en la persona y en la relaci?n de pareja”.

Roberto Ant?n detecta en sus consultas que*es la mujer a la que m?s le cuesta deshacerse, aunque sea por unas horas, de su rol de madre porque se siente “culpable”*por hacer algo por ella misma. “En cambio, en el hombre es m?s habitual que saque tiempo para quedar con alg?n amigo o para hacer deporte, y eso muchas veces provoca discusiones porque la mujer se lo recrimina”, dice. “No tengo claro si esa culpabilidad es una cuesti?n cultural o si est? relacionada con la educaci?n recibida por una mujer concreta, pero es muy frecuente.*Lo que nunca me encontré fue la situaci?n inversa: un padre*que deje de hacer cosas y que esté 24/7 con el ni?o mientra la madre mantiene sus aficiones”, comenta.

Desacuerdos

“Una vez que nace el hijo se produce un desgaste a nivel de tiempo, de relaci?n, e incluso de relaciones sexuales”, indica el experto. Hay que pensar que a la hora de criar existen modelos diferentes y en todo caso los padres deben llegar a un consenso en aquellos puntos en los que haya discrepancia. “Las fricciones pueden aparecer por cualquier motivo*porque todo est? en contra. Se duermen pocas horas, a nivel emocional ya no tenemos las v?as de escape que ten?amos, no hay tiempo para comunicar... y esto todo puede dar como resultado que cada uno vaya por su lado y la pareja lleve meses sin hablar”, comenta. “En terapia muchas veces cuando pregunto a las parejas cu?nto tiempo hace de la ?ltima vez que hicieron algo juntos, la gente habla de meses. Y no me refiero a hacer un viaje, me refiero a ver una pel?cula una vez se quedan dormidos los hijos”, comenta. Cuando esto sucede, quiere decir que la comunicaci?n brilla por su ausencia.

Evitar fricciones

Muchas veces no hay red familiar y eso implica que la pareja no podr? sacar nunca tiempo para hacer alguna actividad solos y volver a ser “novios” por unas horas, pero siempre hay posibilidad de pasar tiempo juntos.*“A un hijo hay que criarlo y atenderlo, pero también la relaci?n. No somos solamente padres”, comenta el psic?logo. “Siempre hay ventanas de oportunidad en alg?n momento de la semana para sacar tiempo a solas”, asegura. “Cuando el ni?o duerme, se puede aprovechar para estar un rato juntos. Es importante comunicar al otro las preocupaciones, dudas, las cosas malas y las buenas”.

Roberto Ant?n aclara que hay dos formas de resolver todo conflicto: en fr?o o en caliente. “Puedes empezar a gritar porque el ni?o acaba de vomitar, y lo tienes que atender a pesar de estar haciendo la cena, mientras el otro est? en el sof?. Pero también puedes decidir hablarlo cuando el ni?o ya esté dormido, y ya en fr?o llegar a acuerdos”.



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