La magnetita, una part?cula relacionada con la contaminaci?n del aire, podr?a provocar signos y s?ntomas de la enfermedad de Alzheimer, seg?n un nuevo estudio. Los investigadores creen que los factores ambientales pueden incidir con fuerza en esta patolog?a, considerando que es m?nimo el porcentaje de casos ligados a causas hereditarias.

Un grupo de investigadores liderado por Cindy Gunawan, de la Universidad de Tecnolog?a de Sydney (UTS), en Australia, ha publicado recientemente un nuevo estudio en la revista Environment International, en el que relacionan el efecto de part?culas contaminantes en el aire con la aparici?n y el progreso de la enfermedad de Alzheimer (EA), la causa m?s com?n de demencia a nivel global.

Demencia y contaminaci?n del aire

Se sabe que la enfermedad de Alzheimer puede verse influenciada por la contaminaci?n del aire, como por ejemplo las emisiones de diésel y, m?s recientemente, una part?cula de ?xido de hierro, la magnetita, detectada en el cerebro de pacientes con esta patolog?a. Sin embargo, sigue siendo dif?cil encontrar un v?nculo mec?nico entre los contaminantes del aire y el desarrollo de la demencia, seg?n explicaron los cient?ficos en el nuevo estudio.

Ahora, los investigadores analizaron el impacto de la contaminaci?n del aire en la salud del cerebro en ratones, as? como en las células neuronales humanas en el laboratorio. El objetivo era comprender mejor c?mo la exposici?n a part?culas t?xicas en el aire podr?a conducir a la enfermedad de Alzheimer.

Un 1% de los casos de Alzheimer, o incluso menos, tiene que ver con causas hereditarias. Teniendo en cuenta esto, es probable que el medio ambiente y el estilo de vida sean aspectos fundamentales al momento de propiciar el desarrollo de la enfermedad. “Estudios anteriores han indicado que las personas que viven en ?reas con altos niveles de contaminaci?n del aire tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer”, indic? Gunawan en una nota de prensa.

“La magnetita, un compuesto magnético de ?xido de hierro, también se ha encontrado en mayores cantidades en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, este es el primer estudio que analiza si la presencia de part?culas de magnetita en el cerebro puede conducir a signos de Alzheimer”, agreg?.

Resultados concretos: inflamaci?n, estrés oxidativo y da?o celular

Al inhalar contaminantes del aire, las part?culas de magnetita pueden ingresar al cerebro a través del revestimiento del conducto nasal y del bulbo olfativo, una peque?a estructura localizada en el sector inferior del cerebro que es responsable de procesar los olores. Esto evita la barrera hematoencef?lica, haciendo posible el ingreso del contaminante.

Seg?n los investigadores, los resultados del estudio muestran que la magnetita indujo una respuesta inmune en los ratones y en las células neuronales humanas cultivadas en el laboratorio. En concreto, las part?culas contaminantes desencadenaron procesos de inflamaci?n y estrés oxidativo, provocando al mismo tiempo da?o celular. Los especialistas saben que la inflamaci?n y el estrés oxidativo son factores cruciales para el desarrollo de los distintos tipos de demencia, entre ellos el Alzheimer.

En definitiva, aunque la investigaci?n es solo un primer paso para establecer una relaci?n directa entre Alzheimer y part?culas contaminantes y se requerir?n nuevos estudios para confirmar la hip?tesis, los cient?ficos aconsejan que las part?culas de magnetita deben incluirse en el umbral de seguridad recomendado para el ?ndice de calidad del aire.

En tiempos donde algunos gobiernos y administraciones optan por negar la problem?tica ambiental que aqueja al planeta por influencia directa del ser humano, los investigadores también remarcaron que se necesitan mayores medidas y controles para reducir las emisiones contaminantes de los veh?culos y las centrales eléctricas de carb?n.

Referencia

Neurodegenerative effects of air pollutant Particles: Biological mechanisms implicated for Early-Onset Alzheimer’s disease. Cindy Gunawan et al. Environment International (2024). DOI:https://doi.org/10.1016/j.envint.2024.108512



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