Cuando se cay? en Roma, Liverpool o Lisboa, por poner los ejemplos m?s duros, las caras de los jugadores en el vuelo de regreso a casa eran todo un poema. De abatimiento puro. Con aroma de fin de ciclo y con ganas de quemarlo todo e iniciar nuevos proyectos. Sin ir m?s lejos, Bartomeu reconoci? tiempo después que se equivoc? manteniendo una temporada m?s a Ernesto Valverde después de la terror?fica noche de Anfield -lo acab? cesando en invierno- y Quique Setién fue fulminado después del humillante 2-8 contra el Bayern de M?nich.

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