Cuenta la leyenda que la direcci?n del Tour estableci? en 1952 un premio especial para el segundo clasificado por el abrumador dominio del gran Fausto Coppi. El ‘campeon?ssimo’ gan? cinco etapas y el segundo clasificado, el belga Stan Ockers, lleg? a Par?s a 28 minutos del astro italiano. En este plan, con el nombre de Tadej Pogacar en el reparto como ?nica estrella, se inicia este s?bado el Giro, en Tur?n, con un guion que no contempla, salvo accidente no deseado, a otro candidato a la victoria que no sea el fen?meno esloveno.

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Tal es la diferencia del mejor corredor del mundo, siempre con el permiso del lesionado Jonas Vingegaard, que hasta se contempla la posibilidad de que Pogacar sea el l?der de la carrera desde la primera etapa a la ?ltima, en Roma, el domingo 26 de mayo. S?lo cuatro corredores a lo largo de una carrera creada en 1909 han sido capaces de realizar la haza?a: Constante Girardengo (1919), Alfredo Binda (1927), Eddy Merckx (1973) y Gianni Bugno (1990).
Porque el Giro comienza ya con dos etapas que abrasan como una hoguera. La prueba cambi? el recorrido de la primera etapa, que acaba en Tur?n (Eurosport), para incluir a 5 kil?metros de la meta una subida denominada Bivio di San Vito, de apenas 1,5 kil?metros, pero con un porcentaje del 9,8% y rampas m?ximas del 16% para animar a Pogacar en la caza y captura de la ‘maglia rosa’.

Por si fuera poco, el domingo se llega a Oropa, santuario de leyenda por la crisis de Miguel Indur?in, en 1993, que casi le cuesta el Giro ante el let?n Piotr Ugrumov, y porque en 1999 se le sali? la cadena a Marco Pantani. Empez? el ?ltimo del pelot?n y lleg? el primero. Son dos posibilidades estelares para que Pogacar se vista con el jersey de l?der.
Pogacar se ha apuntado a la prueba porque quiere este a?o conseguir el doblete Giro-Tour, lo que nadie logra desde que lo hizo Pantani en 1998, en una edici?n de la ronda francesa marcada por el dopaje y que oblig? a muchos abandonos. Se decidi? por el reto porque la prueba ha endulzado el recorrido de forma acertada después de que los ?ltimos a?os la carrera fuese un aburrimiento ya que era tan duro el final que nadie se atrev?a a atacar durante las dos primeras semanas. Y también porque con 33 d?as hay m?s descanso entre las dos carreras que en temporadas precedentes.

Los rivales no deber?an darle mucho dolor de cabeza. Aparecen dos veteranos (Geraint Thomas y Romain Bardet), un local (Antonio Tiberi), una figura para el futuro (el belga Cian Uijtdebroeks, en el siempre peligroso Visma), con el australiano Ben O’Connors y el colombiano Daniel Mart?nez. S?lo participan cinco espa?oles. Juanpe L?pez, que lider? el Giro en 2022, es el ?nico con posibilidad de lucirse. También corren Pelayo S?nchez y Albert Torres, en el Movistar de un Nairo Quintana que se ha descartado para la general, Rubén Fern?ndez en el Cofidis y Fran Mu?oz en el Polti.

La carrera consta de dos contrarrelojes que le van a Pogacar como anillo al dedo, una etapa de gravel o ‘sterrato’ ideal para el ciclista esloveno que gan? la Strade Bianche, que se corre con tramos de tierra, en marzo y la fase final de monta?a que incluye las ascensiones al Mortirolo, el Stelvio y el Monte Grappa a un d?a de Roma. Empieza una fiesta en rosa para Pogacar.



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