No hay otra. El Barça se deber? aferrar a La Masia para intentar volver a ser un equipo hegem?nico en el futuro. Sin casi margen de maniobra, el director deportivo se ha puesto manos a la obra para intentar blindar a los j?venes con m?s talento de la casa y evitar as? fugas que a?n podr?an complicar m?s el proyecto blaugrana. Deco ya tuvo como objetivo prioritario el verano pasado mantener a los jugadores m?s importantes del equipo ante la imposibilidad de fichar cracks.

Luch? lo indecible para esquivar ofertas, pero finalmente el plan se quebr? con Ousmane Dembélé y la irrupci?n del PSG, algo que ha afectado much?simo al segundo a?o completo de Xavi Hern?ndez en el banquillo. Y es que cuando no hay dinero, lo b?sico es apostar por lo bueno que se tiene e intentar incorporar oportunidades de mercado que acaben ayudando a componer un equipo que pueda aspirar a todo. La situaci?n ahora es peor que hace unos meses, por lo que Deco se est? dedicando a blindar a los chicos que ya han sacado la cabeza en el primer equipo y que, por necesidad, van a convertirse en importantes, muy importantes para el futuro del Barça.

El club blaugrana ha tenido mucha suerte con la camada de jugadore que llegan desde el juvenil. Lamine Yamal apunta a estrella y referente y Pau Cubars? ha sido la gran sorpresa, mientras que Héctor Fort y Marc Guiu pueden y deben evitar malgastar dinero en un fondo de armario que solo deber?a estar formado por gente de la casa. Bienvenida sea esta planificaci?n aunque sea m?s por necesidad que por convicci?n.

Al Barça le vienen, tal vez, unos a?os complicados. Jug?rsela por los chicos de La Masia requiere mucha paciencia y algunos disgustos, por lo que el entorno deber? ser comprensible si el proyecto va por este camino. Pero Deco y el club también est?n obligados a cortar alguna cabeza de futbolistas que costaron un dineral y que no han sido diferenciales. Toca vender muy bien para poder fichar uno o dos cracks que suban el nivel y ayuden a los chicos a crecer desde la calidad y el triunfo. Y no pueden fallar porque los ?ltimos mercados no han sido buenos. Se han equivocado y eso no puede volver a pasar.*



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