Reem
01-17-2023, 11:32 AM
M?s de 20 millones de europeos trabajaron para el III Reich en la Alemania nazi. El 80 por ciento del total lo hizo de forma forzosa. Fueron las v?ctimas olvidadas del nazismo; pero un porcentaje peque?o aunque considerable empaquet? su maleta y puso rumbo a Alemania para trabajar como voluntario. Tras a?os de investigaci?n, el historiador Antonio Mu?oz S?nchez apunta que 40.000 ser?an los espa?oles forzados que tuvieron que contribuir a la maquinaria del régimen de Hitler, a los que se sumar?an 10.000 voluntarios entre los que incluso hubo gallegos y que escapando del paro y el hambre atravesaron media Europa en guerra so?ando con un presente mejor.
Los datos y algunos historias de estos gallegos se recogen en el libro del Consejo de la Cultura Gallega 'Entre o terceiro Reich e os aliados. Galicia e a Segunda Guerra Mundial' que cuenta como editor con Luis Dom?nguez Castro.
Este en el pr?logo se?ala que “los forzados, cuando se liberaron de esa situaci?n, no ten?an patria a la que volver, a diferencia de los voluntarios venidos desde Espa?a, que incluso les pudieron devolver dinero a sus familias. Esta emigraci?n asistida envi? remesas que no fueron pagadas por los alemanes, sino por el Banco de Espa?a para saldar la deuda contra?da por el bando franquista. A diferencia de la salida de los soldados de la Divisi?n Azul, esta salida apenas reson? en el espacio p?blico. Las expediciones gallegas partieron de Vigo en diciembre de 1941 y septiembre de 1942, en su mayor?a para trabajar en IG Farben”, un complejo qu?mico alem?n.
En el a?o 2002, José Luis Rodr?guez ya hab?a empezado a investigar sobre este asunto en su libro 'Los esclavos espa?oles de Hitler', del que se hizo eco Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica. Ahora, con la aportaci?n del Consejo de la Cultura Gallega se ampl?an los datos e incluso podemos conocer algunos detalles de las historias personales de gallegos que trabajaron en la Alemania nazi, la Francia ocupada o incluso en Argelia construyendo el Transahariano, en pleno desierto.
M?s de 2.000 espa?oles, con algunas decenas de gallegos, participaron en los trabajos del ferrocarril entre Dakar y Argel. El socialista Victoriano Barroso Fern?ndez, de Ferrol, “trat? de escapar dos veces de las obras del tren y acab? siendo condenado a muerte, luego conmutado por cadena perpetua”, recoge Antonio Mu?oz.
Otros gallegos como los vigueses Fernando Salgado y Manuel Miguélez trabajaron en las obras del Muro Atl?ntico (fortificaciones y b?nkeres de Francia a Noruega en la costa atl?ntica bajo orden nazi) en territorio noruego; y el cangués José Mart?nez Rodal en Bielosurrusia donde en 1944 fue capturado por los partisanos y ejecutado.
Pero también hubo gallegos que se dirigieron a Alemania para trabajar en el marco de acuerdos bilaterales. Marchaban con la promesa de disfrutar de los mismos derechos y ventajas sociales que los obreros alemanes, aunque en muchas ocasiones la realidad no fue as?.
Delegaciones alemanas visitaron Espa?a para el ‘reclutamiento’ principalmente para el sector de la construcci?n, seguido de la miner?a y la metal?rgica. Faro de Vigopublic? varios anuncios de que se buscaba mano de obra para Alemania as? como la noticia de la marcha de los empleados en tren desde Vigo a Germania en dos convoyes, uno con 288 productores, otro con 468. Fue entre 1941 y 1942.
En Hendaya, algunos fueron rechazados por no tener los papeles en regla o no pasar el examen médico. Fueron no menos de 750 pioneros de la emigraci?n gallega a Europa, la inmensa mayor?a naturales de Vigo y su comarca, con especial peso de Lavadores y Teis. Adem?s, eran muy j?venes: m?s de la tercera parte no hab?a soplado las 20 velas en la tarta de cumplea?os.
Hab?a alba?iles, carpinteros, hormigoneros, canteros.... Cuenta el libro que un grupo de chavales de Lavadores falsific? la autorizaci?n paterna para viajar juntos.
Con IG Farben, el acuerdo era trabajar como peones de obra seis d?as a la semana por un salario de 0,62 marcos la hora. Tras el primer a?o, podr?an marchar o seguir trabajando otro m?s.
Otro grupo fue destinado a Heydebreck donde se constru?a una planta industrial para producir carburante sintético a partir del lignito. All?, trabajaban al aire libre junto a prisioneros de guerra y jud?os muchos grados bajo cero sin buen abrigo, diez horas al d?a.
Enga?ados
En la BASF de Ludwigshafen, los gallegos y restantes espa?oles estaban disgustados. Se sent?an enga?ados por no estar igualados en todo a los alemanes, al tener peores tareas y salario. Adem?s, les parec?a abusivo que les descontasen hasta un 25% de la n?mina por viaje, ropa, comida o habitaci?n.
Algunos como los vigueses Carlos Nogueira Blanco y Antonio Fern?ndez Souza se encabritaron tanto que los enviaron dos meses a un campo de las SS para su “reeducaci?n”.
Los gallegos contratados en Alemania, enviaban giros mensuales de 250 a 500 pesetas de media a sus familiares en Galicia. Incluso se tomaban dos semanas de vacaciones para visitar a su familia aqu? y, de paso, volver a suelo germano con las maletas cargadas de café, tabaco y licor donde estaban racionados para venderlos all? en el mercado negro.
Evaristo Manso, de Xinzo da Limia, fue enviado a prisi?n en 1943 por intentar vender a un dentista un kilo de café por 400 marcos.
En la recta final de la guerra, algunos murieron en bombardeos, otros asesinados por la Resistencia francesa al intentar regresar a Galicia y otros pasaron parte de Francia y la frontera de Ir?n a pie como supervivientes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/manos-gallegas-fabricaron-alemania-nazi-81289358)
Los datos y algunos historias de estos gallegos se recogen en el libro del Consejo de la Cultura Gallega 'Entre o terceiro Reich e os aliados. Galicia e a Segunda Guerra Mundial' que cuenta como editor con Luis Dom?nguez Castro.
Este en el pr?logo se?ala que “los forzados, cuando se liberaron de esa situaci?n, no ten?an patria a la que volver, a diferencia de los voluntarios venidos desde Espa?a, que incluso les pudieron devolver dinero a sus familias. Esta emigraci?n asistida envi? remesas que no fueron pagadas por los alemanes, sino por el Banco de Espa?a para saldar la deuda contra?da por el bando franquista. A diferencia de la salida de los soldados de la Divisi?n Azul, esta salida apenas reson? en el espacio p?blico. Las expediciones gallegas partieron de Vigo en diciembre de 1941 y septiembre de 1942, en su mayor?a para trabajar en IG Farben”, un complejo qu?mico alem?n.
En el a?o 2002, José Luis Rodr?guez ya hab?a empezado a investigar sobre este asunto en su libro 'Los esclavos espa?oles de Hitler', del que se hizo eco Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica. Ahora, con la aportaci?n del Consejo de la Cultura Gallega se ampl?an los datos e incluso podemos conocer algunos detalles de las historias personales de gallegos que trabajaron en la Alemania nazi, la Francia ocupada o incluso en Argelia construyendo el Transahariano, en pleno desierto.
M?s de 2.000 espa?oles, con algunas decenas de gallegos, participaron en los trabajos del ferrocarril entre Dakar y Argel. El socialista Victoriano Barroso Fern?ndez, de Ferrol, “trat? de escapar dos veces de las obras del tren y acab? siendo condenado a muerte, luego conmutado por cadena perpetua”, recoge Antonio Mu?oz.
Otros gallegos como los vigueses Fernando Salgado y Manuel Miguélez trabajaron en las obras del Muro Atl?ntico (fortificaciones y b?nkeres de Francia a Noruega en la costa atl?ntica bajo orden nazi) en territorio noruego; y el cangués José Mart?nez Rodal en Bielosurrusia donde en 1944 fue capturado por los partisanos y ejecutado.
Pero también hubo gallegos que se dirigieron a Alemania para trabajar en el marco de acuerdos bilaterales. Marchaban con la promesa de disfrutar de los mismos derechos y ventajas sociales que los obreros alemanes, aunque en muchas ocasiones la realidad no fue as?.
Delegaciones alemanas visitaron Espa?a para el ‘reclutamiento’ principalmente para el sector de la construcci?n, seguido de la miner?a y la metal?rgica. Faro de Vigopublic? varios anuncios de que se buscaba mano de obra para Alemania as? como la noticia de la marcha de los empleados en tren desde Vigo a Germania en dos convoyes, uno con 288 productores, otro con 468. Fue entre 1941 y 1942.
En Hendaya, algunos fueron rechazados por no tener los papeles en regla o no pasar el examen médico. Fueron no menos de 750 pioneros de la emigraci?n gallega a Europa, la inmensa mayor?a naturales de Vigo y su comarca, con especial peso de Lavadores y Teis. Adem?s, eran muy j?venes: m?s de la tercera parte no hab?a soplado las 20 velas en la tarta de cumplea?os.
Hab?a alba?iles, carpinteros, hormigoneros, canteros.... Cuenta el libro que un grupo de chavales de Lavadores falsific? la autorizaci?n paterna para viajar juntos.
Con IG Farben, el acuerdo era trabajar como peones de obra seis d?as a la semana por un salario de 0,62 marcos la hora. Tras el primer a?o, podr?an marchar o seguir trabajando otro m?s.
Otro grupo fue destinado a Heydebreck donde se constru?a una planta industrial para producir carburante sintético a partir del lignito. All?, trabajaban al aire libre junto a prisioneros de guerra y jud?os muchos grados bajo cero sin buen abrigo, diez horas al d?a.
Enga?ados
En la BASF de Ludwigshafen, los gallegos y restantes espa?oles estaban disgustados. Se sent?an enga?ados por no estar igualados en todo a los alemanes, al tener peores tareas y salario. Adem?s, les parec?a abusivo que les descontasen hasta un 25% de la n?mina por viaje, ropa, comida o habitaci?n.
Algunos como los vigueses Carlos Nogueira Blanco y Antonio Fern?ndez Souza se encabritaron tanto que los enviaron dos meses a un campo de las SS para su “reeducaci?n”.
Los gallegos contratados en Alemania, enviaban giros mensuales de 250 a 500 pesetas de media a sus familiares en Galicia. Incluso se tomaban dos semanas de vacaciones para visitar a su familia aqu? y, de paso, volver a suelo germano con las maletas cargadas de café, tabaco y licor donde estaban racionados para venderlos all? en el mercado negro.
Evaristo Manso, de Xinzo da Limia, fue enviado a prisi?n en 1943 por intentar vender a un dentista un kilo de café por 400 marcos.
En la recta final de la guerra, algunos murieron en bombardeos, otros asesinados por la Resistencia francesa al intentar regresar a Galicia y otros pasaron parte de Francia y la frontera de Ir?n a pie como supervivientes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/manos-gallegas-fabricaron-alemania-nazi-81289358)