Reem
04-17-2023, 10:41 AM
Laura estuvo tres a?os, cinco meses, y un d?a en el m?dulo de mujeres de la c?rcel (https://aglitk.com/tags/carcel/)de Picassent (Valencia). Entr? como preventiva y all? se qued? hasta cumplir condena. Sali? de prisi?n el pasado mes de octubre, sin saber que lo m?s complicado estaba a?n por llegar.
"La etapa m?s complicada de la c?rcel no es el primer mes dentro, sino el primer mes fuera", explica. Cuando entr? en el m?dulo de respeto (donde est?n las mujeres no conflictivas) lo hizo asustada y se sent?a profundamente sola. Ahora que est? en un piso de acogida mientras busca trabajo cuenta que sigue teniendo pesadillas cada noche con la c?rcel.
Laura (nombre ficticio para preservar su identidad) vive en un piso de acogida del Casal de la Pau en València, una asociaci?n que trabaja con exreclusas para reinsertarlas. Tiene vivienda, pero se siente anulada y fuera de sitio después de pasar por prisi?n. Confiesa que m?s de una vez se le ha pasado por la cabeza hacer algo para volver a la c?rcel. "Qué voy a hacer aqu?. Estoy en un piso pero tengo que dejarlo pronto, no encuentro trabajo y no tengo apoyos. Pensé que no era capaz y pensé, pues vuelvo a delinquir para entrar, porque en la c?rcel tengo trabajo, comida y un techo. Suena fuerte pero es as?. Yo lo pensé, pero hay mucha gente que lo hace", asegura.
Eso era antes, ahora Laura se ha puesto a remar para sacar su vida a flote. Porque la prisi?n resetea la vida de las personas, las convierte en gente inadaptada porque les arrebata casi todo. "Empezar de cero yo, con 40 y pico a?os... he vuelto a estudiar aunque no me gusta", explica.
Ella est? intentando salir de la rueda en la que entran muchos exconvictos. "Cuando est?s dentro te ilusionas con todo lo que har?s cuando salgas... Desde la celda lo ves todo f?cil, pero cuando sales la realidad es otra y te hacen falta much?simas cosas que no tienes. Acabas en la calle y lo ves todo dificil?simo. Si no sale nada es vender droga o prostituirme. Y es cuando piensas en hacer algo para volver. Porque la c?rcel es mala. Es un castigo. Pero te acostumbras", cuenta Laura. Y as?, muchas personas entran en la rueda de salir y entrar del m?dulo.
https://aglitk.com/clip/53824b57-0a7c-42ed-9a69-39171d56f8be_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Fotograf?a de archivo de dos mujeres exconvictas. | FERNANDO BUSTAMANTE
Un mundo en el que no encajas
Arturo Palacios es educador social del Casal de la Pau, una entidad con medio siglo de historia que atendi? a 450 personas en 2021 y que cuenta con 24 plazas en su centro y algunos pisos de reinserci?n para mujeres exconvictas como en el que vive Laura. Su lema es "apoyo incondicional" para las personas a las que le dan una segunda oportunidad y no tienen a nadie. "Quien sale de prisi?n sin familia y sin apoyos, como Laura, lo tiene pr?cticamente imposible si no busca ayuda", explica. Cada semana un grupo de los voluntarios atiende en prisi?n a quien quiere recibir ayuda.
Es lo que sucede con los presos por temas de drogas. "Lo primero que pierden es la familia porque generalmente les han robado. Entras en la c?rcel y pierdes el trabajo, la casa... Sales y ?qué te queda? Muchas personas reinciden porque se ven desmotivados y muy solos. Y prefieren entrar otra vez al sitio al que ya se han acostumbrado", a?ade Palacios.
Otro problema, el mundo ha avanzado, pero la prisi?n no. Es como quedarse atascado en el tiempo. "Imagina al que pasa 15 a?os, todo lo que han avanzado los m?viles, ya casi nadie coge curr?culums en papel, todo el mundo usamos correo electr?nico... ?l o ella no sabe nada. Nada de nada", cuenta.
https://aglitk.com/clip/368adaed-7a07-4a9d-ba15-547c15f16232_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Varias exreclusas de la c?rcel de Picassent en una fotograf?a de archivo. | FERNANDO BUSTAMANTE
Pese a todo también hay casos de éxito en el Casal. La edad juega un factor muy importante, y muchas reclusas de mediana edad acaban saliendo adelante. El problema para muchos es mantener ese estatus. "Es imposible que encuentren trabajo y casa en un mes. Pero con el tiempo lo consiguen. Aunque después de tener trabajo hay que mantenerlo, con su horario, su jefe, sus normas... Y no todo el mundo lo logra", cuenta.
Una segunda familia
Laura conoci? el Casal de la Pau -que se llama as? porque quiere ser una segunda casa- durante uno de sus permisos en el a?o 2022 porque necesitaba un lugar para dormir. Ellos son su hombro para apoyarse. "Hay much?simas asociaci?n que ofrecen ayuda a los presos. Much?simas. Y no hace falta salir, en la propia c?rcel ves los folletos. Pero much?simas personas que no quieren recibir esa ayuda. Porque no es dif?cil, solo es acercarse y pedirla", remarca.
Después de tres a?os no estaba preparada para volver, de golpe, a ser libre. "Los primeros d?as me los pasé encerrados en mi habitaci?n asustada. No me atrev? a hacer nada, estaba paralizada porque no sab?a qué hacer y cre?a que era una cobarde", recuerda.
"Al final -continua- me hab?a acostumbrado a obedecer en Picassent. Te dicen haz esto, y esto. Y lo haces. Te dan comida, techo, y un trabajo fabricando abrazaderas en el que te pagan 20 euros por palet. Te acostumbras y cuando de repente sales, y tienes que salir de tu habitaci?n para hacer cosas se te cae el mundo encima. No me atrev?a", cuenta.
En la calle se deprimi?. "Me hund? al ver a la gente trabajadora, con su coche. Me deprim? un mont?n", explica. La principal diferencia afuera es que "ten?a por primera vez el lujo de decir no", recuerda. Ahora la vida le parece dif?cil pero ya no tiene tanto miedo, sabe que con la ayuda de los trabajadores del Casal de la Pau lo puede conseguir. Contin?a echando curr?culums para acceder pronto a un trabajo.
Reconoce también que se hab?a acostumbrado a lo f?cil. "Ten?a el sitio donde trabajaba a veinte pasos de la cama, me dieron la comida y todo hecho", explica. Al salir de la c?rcel y buscarse la vida hay que tener suerte, "pero la suerte también ha que buscarla", remarca Laura.
Empezar de cero
La actitud al entrar y salir de la c?rcel es completamente distinta. "Al entrar est?s resignada porque sabes lo que has hecho y que ahora te toca pagarlo y no hay otra. Pero al salir es mucho peor, porque tienes que tomar las riendas de todo de nuevo sin casi red de apoyo. Empezar de cero con 40 y pico a?os", explica.
"Parece que fuera ayer cuando empez? todo. Y de repente en cuesti?n de tres a?os sientes como que ya no sabes hacer nada. Me han matado estos tres a?os", explica. Pese a todo s? que entiende la c?rcel "como una reinserci?n. La c?rcel no es un castigo porque tampoco se portan mal contigo, solo hay que hacer lo que te dicen y respetar los horarios".
Arturo Palacios asegura que "sinceramente, no creo que la c?rcel facilite el proceso de reintegraci?n de las personas, para nada".
Pese a todo, ahora Laura intenta rehacer su vida tras haber pagado, y su paso por prisi?n se lo ha dejado claro. "La c?rcel me ha hecho mejor persona. En mi caso ha funcionado".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/vida-salir-carcel-dificil-primer-86107163)
"La etapa m?s complicada de la c?rcel no es el primer mes dentro, sino el primer mes fuera", explica. Cuando entr? en el m?dulo de respeto (donde est?n las mujeres no conflictivas) lo hizo asustada y se sent?a profundamente sola. Ahora que est? en un piso de acogida mientras busca trabajo cuenta que sigue teniendo pesadillas cada noche con la c?rcel.
Laura (nombre ficticio para preservar su identidad) vive en un piso de acogida del Casal de la Pau en València, una asociaci?n que trabaja con exreclusas para reinsertarlas. Tiene vivienda, pero se siente anulada y fuera de sitio después de pasar por prisi?n. Confiesa que m?s de una vez se le ha pasado por la cabeza hacer algo para volver a la c?rcel. "Qué voy a hacer aqu?. Estoy en un piso pero tengo que dejarlo pronto, no encuentro trabajo y no tengo apoyos. Pensé que no era capaz y pensé, pues vuelvo a delinquir para entrar, porque en la c?rcel tengo trabajo, comida y un techo. Suena fuerte pero es as?. Yo lo pensé, pero hay mucha gente que lo hace", asegura.
Eso era antes, ahora Laura se ha puesto a remar para sacar su vida a flote. Porque la prisi?n resetea la vida de las personas, las convierte en gente inadaptada porque les arrebata casi todo. "Empezar de cero yo, con 40 y pico a?os... he vuelto a estudiar aunque no me gusta", explica.
Ella est? intentando salir de la rueda en la que entran muchos exconvictos. "Cuando est?s dentro te ilusionas con todo lo que har?s cuando salgas... Desde la celda lo ves todo f?cil, pero cuando sales la realidad es otra y te hacen falta much?simas cosas que no tienes. Acabas en la calle y lo ves todo dificil?simo. Si no sale nada es vender droga o prostituirme. Y es cuando piensas en hacer algo para volver. Porque la c?rcel es mala. Es un castigo. Pero te acostumbras", cuenta Laura. Y as?, muchas personas entran en la rueda de salir y entrar del m?dulo.
https://aglitk.com/clip/53824b57-0a7c-42ed-9a69-39171d56f8be_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Fotograf?a de archivo de dos mujeres exconvictas. | FERNANDO BUSTAMANTE
Un mundo en el que no encajas
Arturo Palacios es educador social del Casal de la Pau, una entidad con medio siglo de historia que atendi? a 450 personas en 2021 y que cuenta con 24 plazas en su centro y algunos pisos de reinserci?n para mujeres exconvictas como en el que vive Laura. Su lema es "apoyo incondicional" para las personas a las que le dan una segunda oportunidad y no tienen a nadie. "Quien sale de prisi?n sin familia y sin apoyos, como Laura, lo tiene pr?cticamente imposible si no busca ayuda", explica. Cada semana un grupo de los voluntarios atiende en prisi?n a quien quiere recibir ayuda.
Es lo que sucede con los presos por temas de drogas. "Lo primero que pierden es la familia porque generalmente les han robado. Entras en la c?rcel y pierdes el trabajo, la casa... Sales y ?qué te queda? Muchas personas reinciden porque se ven desmotivados y muy solos. Y prefieren entrar otra vez al sitio al que ya se han acostumbrado", a?ade Palacios.
Otro problema, el mundo ha avanzado, pero la prisi?n no. Es como quedarse atascado en el tiempo. "Imagina al que pasa 15 a?os, todo lo que han avanzado los m?viles, ya casi nadie coge curr?culums en papel, todo el mundo usamos correo electr?nico... ?l o ella no sabe nada. Nada de nada", cuenta.
https://aglitk.com/clip/368adaed-7a07-4a9d-ba15-547c15f16232_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Varias exreclusas de la c?rcel de Picassent en una fotograf?a de archivo. | FERNANDO BUSTAMANTE
Pese a todo también hay casos de éxito en el Casal. La edad juega un factor muy importante, y muchas reclusas de mediana edad acaban saliendo adelante. El problema para muchos es mantener ese estatus. "Es imposible que encuentren trabajo y casa en un mes. Pero con el tiempo lo consiguen. Aunque después de tener trabajo hay que mantenerlo, con su horario, su jefe, sus normas... Y no todo el mundo lo logra", cuenta.
Una segunda familia
Laura conoci? el Casal de la Pau -que se llama as? porque quiere ser una segunda casa- durante uno de sus permisos en el a?o 2022 porque necesitaba un lugar para dormir. Ellos son su hombro para apoyarse. "Hay much?simas asociaci?n que ofrecen ayuda a los presos. Much?simas. Y no hace falta salir, en la propia c?rcel ves los folletos. Pero much?simas personas que no quieren recibir esa ayuda. Porque no es dif?cil, solo es acercarse y pedirla", remarca.
Después de tres a?os no estaba preparada para volver, de golpe, a ser libre. "Los primeros d?as me los pasé encerrados en mi habitaci?n asustada. No me atrev? a hacer nada, estaba paralizada porque no sab?a qué hacer y cre?a que era una cobarde", recuerda.
"Al final -continua- me hab?a acostumbrado a obedecer en Picassent. Te dicen haz esto, y esto. Y lo haces. Te dan comida, techo, y un trabajo fabricando abrazaderas en el que te pagan 20 euros por palet. Te acostumbras y cuando de repente sales, y tienes que salir de tu habitaci?n para hacer cosas se te cae el mundo encima. No me atrev?a", cuenta.
En la calle se deprimi?. "Me hund? al ver a la gente trabajadora, con su coche. Me deprim? un mont?n", explica. La principal diferencia afuera es que "ten?a por primera vez el lujo de decir no", recuerda. Ahora la vida le parece dif?cil pero ya no tiene tanto miedo, sabe que con la ayuda de los trabajadores del Casal de la Pau lo puede conseguir. Contin?a echando curr?culums para acceder pronto a un trabajo.
Reconoce también que se hab?a acostumbrado a lo f?cil. "Ten?a el sitio donde trabajaba a veinte pasos de la cama, me dieron la comida y todo hecho", explica. Al salir de la c?rcel y buscarse la vida hay que tener suerte, "pero la suerte también ha que buscarla", remarca Laura.
Empezar de cero
La actitud al entrar y salir de la c?rcel es completamente distinta. "Al entrar est?s resignada porque sabes lo que has hecho y que ahora te toca pagarlo y no hay otra. Pero al salir es mucho peor, porque tienes que tomar las riendas de todo de nuevo sin casi red de apoyo. Empezar de cero con 40 y pico a?os", explica.
"Parece que fuera ayer cuando empez? todo. Y de repente en cuesti?n de tres a?os sientes como que ya no sabes hacer nada. Me han matado estos tres a?os", explica. Pese a todo s? que entiende la c?rcel "como una reinserci?n. La c?rcel no es un castigo porque tampoco se portan mal contigo, solo hay que hacer lo que te dicen y respetar los horarios".
Arturo Palacios asegura que "sinceramente, no creo que la c?rcel facilite el proceso de reintegraci?n de las personas, para nada".
Pese a todo, ahora Laura intenta rehacer su vida tras haber pagado, y su paso por prisi?n se lo ha dejado claro. "La c?rcel me ha hecho mejor persona. En mi caso ha funcionado".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/vida-salir-carcel-dificil-primer-86107163)