Reem
01-17-2023, 07:16 AM
Como todos los sectores, el del mar ha avanzado viento en popa hacia la igualdad entre trabajadores y trabajadoras: un camino costoso para ciertos gremios, que no por ello han dejado de reivindicar el papel de la mujer. Con los a?os y las nuevas generaciones, los avances en perspectiva de género, paridad e inclusi?n han ido ganando terreno en un conjunto de profesiones que a su vez han ido perdiendo un volumen importante de personal. La falta de relevo generacional se siente, pero se nota menos gracias al talento de ellas. Nuestro presente y futuro.
Pese a ello, a los peque?os y grandes triunfos que el feminismo ha cosechado, a?n queda mucho por hacer. Y bien lo saben mujeres como Susana Gonz?lez, percebeira y presidenta de la Agrupaci?n del Percebe de Baiona, en Pontevedra.
Tras tres décadas en su sector, una peque?a charla con ella sirve para darse cuenta de c?mo han cambiado los tiempos. Y para mejor. “Se ha evolucionado a través de una lucha constante y persistente para hacernos un hueco en igualdad de derechos”, dice, recordando que “ha costado much?simo, pero la lucha sigue”.
De aquella a la actualidad, los beneficios son sustanciales. Y las diferencias que hab?a entonces se tornan hoga?o injustificables. En el pasado, cuenta, las mujeres no solo ten?an una cuota de percebe inferior a la de los hombres “porque se entend?a que los hombres ten?an que mantener a las familias”. Por si fuera poco, a las mujeres se les cobraba un porcentaje m?s alto que a los hombres en la cofrad?a; la mercanc?a de las mujeres se subastaba después que la de los hombres, cuando esta, colocada en primera plana, se vend?a en su totalidad; y las mujeres tampoco ten?an presencia en los ?rganos de gobierno de las entidades vinculadas al mar. “Eran ellos los que manejaban todo, se hac?an las cosas como dec?an”, a?ade.
En el pasado las mujeres no solo ten?an una cuota de percebe inferior a la de los hombres “porque se entend?a que ellos ten?an que mantener a las familias”; a las mujeres, adem?s se les cobraba un porcentaje m?s alto en la cofrad?a
Laura Valdez, mec?nica mayor naval, también lo tiene claro. “Es un sector muy machista, por decirlo de alguna manera, pero yo creo que las generaciones han ido cambiando”, dice. Ejemplo de ello es la empresa para la que trabaja, Naviera Nabia, una de las que cuenta con un mayor n?mero de mujeres de todo el transporte de la R?a de Vigo. En general, “es verdad que hay pocas compa?eras en la mar, por ejemplo en los barcos de pesca, pero también es cierto que cada vez hay m?s”, apunta, remarcando que los motores y los barcos siempre le encantaron y a la hora de formarse en este ?mbito no dud? ni un segundo, pese a ser mayoritariamente masculino.
En su caso, las salas de m?quinas que suele atender son de barcos vinculados al transporte de pasajeros a diferentes puntos de la ciudad y sus alrededores. En verano, cuando suele empezar la temporada tur?stica, hace de marinera y es ahora, en invierno, cuando se concentra la parte que m?s le gusta: supervisar su interior y arreglar lo que falle. “Los sue?os hay que intentar cumplirlos y como madre que soy siempre digo lo mismo. Hay que estudiar. Si puedes estudiar y trabajar de algo que te guste, eso es la gloria”, asevera.
Los sue?os hay que intentar cumplirlos y como madre que soy siempre digo lo mismo. Hay que estudiar. Si puedes estudiar y trabajar de algo que te guste, eso es la gloria
Ella lo hizo con 38 a?os y ahora, solo unos pocos después, lo ha conseguido. Aun as? no est? en sus planes embarcarse largas temporadas, ya que son muchas las dificultades que, reconoce, tendr?a para poder conciliar su vida laboral con su vida familiar. En este sentido, también destaca las condiciones de ciertos pesqueros, como alguno en el que le ha tocado estar, en los que la vida para la mujer se hace “m?s complicada”. “Algunos quiz? no tienen la infraestructura necesaria para tener mujeres a bordo”, comenta, se?alando hechos como el tener que “compartir camarote con otros hombres” o que no haya “ba?os diferenciados”.
Quien s? se ha enrolado m?s de una vez hasta lugares tan remotos como las Malvinas es Lidia Gonz?lez, capitana que recuerda como al principio a la gente que la ve?a en puerto le “chocaba much?simo” verla a dirigiendo un barco que tiene su pareja, a la que muchas veces le echa una mano. En alta mar, m?s de lo mismo, pues cuando se fue por segunda vez al archipiélago situado en el Atl?ntico Sur Occidental, parte de la tripulaci?n peruana con la que viajaba se qued? sorprendida por su cargo: “Me comentaron que ellos no sab?an que una mujer pod?a llevar un barco porque nunca hab?an visto a ninguna”.
A sus ojos, actualmente “hay m?s mujeres que se quieren dedicar a esto”. “Poco a poco los armadores se est?n dando cuenta de que falta gente para dedicarse al mar, entonces a muchos no les queda otra que tirar de las mujeres. Hay mujeres que nos queremos dedicar a esto y ahora se nos est? dando la oportunidad”, remarca, dejando claro que “si quieren que la pesca siga para adelante y que haya relevo, las mujeres estamos ah?”. Al final, conforme matiza, sean hombres o mujeres los que dirijan la nave no dejan de ser “una persona m?s yendo a trabajar”.
Poco a poco los armadores se est?n dando cuenta de que falta gente para dedicarse al mar, entonces a muchos no les queda otra que tirar de las mujeres
Para Mar?a Caldeiro, gerente de Fundamar, “ahora ya hay determinado cambio generacional donde s? que aparecen mujeres”, pero si se hace un an?lisis a nivel global de las diez principales empresas a nivel mundial del sector pesquero solo una tiene como CEO a una mujer. “Eso se traspone a todo lo que ocurre en nuestro sector”, manifiesta, aun destacando que “hacer un an?lisis generalizado de la mujer en el sector pesquero no ser?a demasiado acertado porque la mujer siempre ha estado presente en el sector, pero su trabajo no siempre ha estado reconocido”.
En los tiempos que corren, y tras el avance de los a?os, considera que “s? se ha puesto en la agenda la cuesti?n de género”, aunque quede bastante por hacer. “Ahora nos suena m?s lo que tiene que ver con la visibilizaci?n, el reconocimiento y hay de alguna manera programas o planes estratégicos que hablan de esto, lo que pasa es que se carece de fondos”, indica, reiterando que adem?s de un plan tiene que haber una serie de recursos que puedan ponerse en marcha para poder ejecutarlo y eso es, en cierto modo, lo que todav?a falla: “No hay un fondo espec?fico y concreto para llevar a cabo estas acciones”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mar-pone-rumbo-igualdad-81278287)
Pese a ello, a los peque?os y grandes triunfos que el feminismo ha cosechado, a?n queda mucho por hacer. Y bien lo saben mujeres como Susana Gonz?lez, percebeira y presidenta de la Agrupaci?n del Percebe de Baiona, en Pontevedra.
Tras tres décadas en su sector, una peque?a charla con ella sirve para darse cuenta de c?mo han cambiado los tiempos. Y para mejor. “Se ha evolucionado a través de una lucha constante y persistente para hacernos un hueco en igualdad de derechos”, dice, recordando que “ha costado much?simo, pero la lucha sigue”.
De aquella a la actualidad, los beneficios son sustanciales. Y las diferencias que hab?a entonces se tornan hoga?o injustificables. En el pasado, cuenta, las mujeres no solo ten?an una cuota de percebe inferior a la de los hombres “porque se entend?a que los hombres ten?an que mantener a las familias”. Por si fuera poco, a las mujeres se les cobraba un porcentaje m?s alto que a los hombres en la cofrad?a; la mercanc?a de las mujeres se subastaba después que la de los hombres, cuando esta, colocada en primera plana, se vend?a en su totalidad; y las mujeres tampoco ten?an presencia en los ?rganos de gobierno de las entidades vinculadas al mar. “Eran ellos los que manejaban todo, se hac?an las cosas como dec?an”, a?ade.
En el pasado las mujeres no solo ten?an una cuota de percebe inferior a la de los hombres “porque se entend?a que ellos ten?an que mantener a las familias”; a las mujeres, adem?s se les cobraba un porcentaje m?s alto en la cofrad?a
Laura Valdez, mec?nica mayor naval, también lo tiene claro. “Es un sector muy machista, por decirlo de alguna manera, pero yo creo que las generaciones han ido cambiando”, dice. Ejemplo de ello es la empresa para la que trabaja, Naviera Nabia, una de las que cuenta con un mayor n?mero de mujeres de todo el transporte de la R?a de Vigo. En general, “es verdad que hay pocas compa?eras en la mar, por ejemplo en los barcos de pesca, pero también es cierto que cada vez hay m?s”, apunta, remarcando que los motores y los barcos siempre le encantaron y a la hora de formarse en este ?mbito no dud? ni un segundo, pese a ser mayoritariamente masculino.
En su caso, las salas de m?quinas que suele atender son de barcos vinculados al transporte de pasajeros a diferentes puntos de la ciudad y sus alrededores. En verano, cuando suele empezar la temporada tur?stica, hace de marinera y es ahora, en invierno, cuando se concentra la parte que m?s le gusta: supervisar su interior y arreglar lo que falle. “Los sue?os hay que intentar cumplirlos y como madre que soy siempre digo lo mismo. Hay que estudiar. Si puedes estudiar y trabajar de algo que te guste, eso es la gloria”, asevera.
Los sue?os hay que intentar cumplirlos y como madre que soy siempre digo lo mismo. Hay que estudiar. Si puedes estudiar y trabajar de algo que te guste, eso es la gloria
Ella lo hizo con 38 a?os y ahora, solo unos pocos después, lo ha conseguido. Aun as? no est? en sus planes embarcarse largas temporadas, ya que son muchas las dificultades que, reconoce, tendr?a para poder conciliar su vida laboral con su vida familiar. En este sentido, también destaca las condiciones de ciertos pesqueros, como alguno en el que le ha tocado estar, en los que la vida para la mujer se hace “m?s complicada”. “Algunos quiz? no tienen la infraestructura necesaria para tener mujeres a bordo”, comenta, se?alando hechos como el tener que “compartir camarote con otros hombres” o que no haya “ba?os diferenciados”.
Quien s? se ha enrolado m?s de una vez hasta lugares tan remotos como las Malvinas es Lidia Gonz?lez, capitana que recuerda como al principio a la gente que la ve?a en puerto le “chocaba much?simo” verla a dirigiendo un barco que tiene su pareja, a la que muchas veces le echa una mano. En alta mar, m?s de lo mismo, pues cuando se fue por segunda vez al archipiélago situado en el Atl?ntico Sur Occidental, parte de la tripulaci?n peruana con la que viajaba se qued? sorprendida por su cargo: “Me comentaron que ellos no sab?an que una mujer pod?a llevar un barco porque nunca hab?an visto a ninguna”.
A sus ojos, actualmente “hay m?s mujeres que se quieren dedicar a esto”. “Poco a poco los armadores se est?n dando cuenta de que falta gente para dedicarse al mar, entonces a muchos no les queda otra que tirar de las mujeres. Hay mujeres que nos queremos dedicar a esto y ahora se nos est? dando la oportunidad”, remarca, dejando claro que “si quieren que la pesca siga para adelante y que haya relevo, las mujeres estamos ah?”. Al final, conforme matiza, sean hombres o mujeres los que dirijan la nave no dejan de ser “una persona m?s yendo a trabajar”.
Poco a poco los armadores se est?n dando cuenta de que falta gente para dedicarse al mar, entonces a muchos no les queda otra que tirar de las mujeres
Para Mar?a Caldeiro, gerente de Fundamar, “ahora ya hay determinado cambio generacional donde s? que aparecen mujeres”, pero si se hace un an?lisis a nivel global de las diez principales empresas a nivel mundial del sector pesquero solo una tiene como CEO a una mujer. “Eso se traspone a todo lo que ocurre en nuestro sector”, manifiesta, aun destacando que “hacer un an?lisis generalizado de la mujer en el sector pesquero no ser?a demasiado acertado porque la mujer siempre ha estado presente en el sector, pero su trabajo no siempre ha estado reconocido”.
En los tiempos que corren, y tras el avance de los a?os, considera que “s? se ha puesto en la agenda la cuesti?n de género”, aunque quede bastante por hacer. “Ahora nos suena m?s lo que tiene que ver con la visibilizaci?n, el reconocimiento y hay de alguna manera programas o planes estratégicos que hablan de esto, lo que pasa es que se carece de fondos”, indica, reiterando que adem?s de un plan tiene que haber una serie de recursos que puedan ponerse en marcha para poder ejecutarlo y eso es, en cierto modo, lo que todav?a falla: “No hay un fondo espec?fico y concreto para llevar a cabo estas acciones”.
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