Reem
01-16-2023, 01:32 PM
Barcelona ser? el punto de partida del primer corredor verde de Europa, seg?n el acuerdo alcanzado por los presidentes Pedro S?nchez, Emmanuel Macron y Ant?nio Costa en diciembre de 2022 para crear una interconexi?n de hidr?geno entre la Pen?nsula Ibérica y Francia. El objetivo es que la tuber?a permita trasladar dos millones de toneladas anuales de hidr?geno al resto del continente con el objetivo de alimentar en 2030 el 10% de todo el consumo de hidr?geno de Europa, aunque todav?a quedan dudas por resolver sobre el proceso y el dise?o del conducto.
Las cifras
Denominado como BarMar ser? un tubo de 2.550 metros de profundidad, 355 kil?metros de largo y con un di?metro de 28 pulgadas que transportar? solo hidr?geno a una presi?n de 210 bar. Se estima que costar? unos 2.500 millones de euros, de los cuales la mitad vendr?an de la Uni?n Europea, para lo cual el Gobierno lo ha presentado como un Proyecto de Interés Com?n (PCI, por sus siglas en inglés). Hab?a tres posibles dise?os de trazado encima de la mesa. El A era el m?s directo con 369 kil?metros de largo y una profundidad m?xima de 985 metros, pero con cavidades y valles en su trayecto; mientras que el B y la C –que es la que finalmente ha resultado elegida— tienen una profundidad parecida –alrededor de 2.550 metros—pero la vencedora es m?s corta y con una pendiente m?s suave hacia arriba.
Adem?s, este hidroducto Barcelona-Marsella se incluye dentro de un proyecto m?s amplio denominado H2Med que incluye otra infraestructura transfronteriza entre Espa?a (Zamora) y Portugal (Celorico da Beira), as? como los inicios de una red interna para conectar los principales centros de producci?n del hidr?geno con demanda domestica y con el resto de Europa al conectar la conexi?n de Cartagena a Barcelona, de Barcelona a Gij?n; un eje por el Cant?brico y otra conexi?n que una Gij?n y Huelva.
Las fases
A finales del a?o pasado se consiguieron los principales hitos: el acuerdo pol?tico y el dise?o preliminar del proyecto, acorde a lo que pide Europa para darle financiaci?n –Von Der Leyen siempre ha dicho que Europa no financiar?a nuevos tubos de gas--. Ese es el primer paso de un largo camino para que se inicie su construcci?n a finales de 2025 o principios de 2026 con una duraci?n de unos 56 meses, seg?n lo previsto por el Gobierno para empezar a funcionar en 2030. Para comenzar, si no consigue financiaci?n europea no se pondr? en marcha, seg?n las partes. Pero, adem?s, faltan todav?a los estudios técnicos y de impacto ambiental y las distintas consultas que podr?an retrasar o frenar el proyecto. “No sabemos qué inconsistencias se pueden presentar en el camino porque no hay un conocimiento previo”, advierte la analista del sector energético de IEEFA, Ana Maria Jaller-Makarewicz.
Un ejemplo es lo ocurrido con el proyecto anterior, conocido como MidCat, del cual en 2014 se dijo que podr?a reemplazar el 10% del consumo de gas ruso en Europa. Nunca hubo consenso entre los pa?ses, como ahora, pero el estoque definitivo se lo dieron los reguladores espa?ol y francés – la Comisi?n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisi?n de Régulation de l’Energie (CRE)— al tumbar el proyecto en 2019 tras la evaluaci?n presentada por los transportistas de ambos pa?ses, Enag?s y Teréga, por la falta de demanda.
Las dudas
En este sentido, una de las grandes dudas que sobrevuela a este proyecto es si existe demanda suficiente para ese hidr?geno, dado que se trata de una tecnolog?a todav?a en desarrollo. “Se ha dicho que el hidroducto alimentar?a a Alemania, pero falta el plan de Francia que contin?e la infraestructura de Marsella al norte de Europa”, agrega Ana Maria Jaller-Makarewicz. Sin embargo, desde la patronal gasista, Sedigas, su presidente, Joan Batalla, subraya que este vez el foco podr?a ir m?s all?, en la seguridad de suministro. “El contexto y la coyuntura energética actual (marcada por la guerra de Ucrania y las necesidades de un gas que antes corr?a a chorro por los gasoductos) “han cambiado dr?sticamente la importancia de la seguridad energética”, explica.
Otra inc?gnita es el tipo de hidr?geno que correr? por esta autopista, dado que Espa?a quiere que sea producido con renovables y Francia aboga por la nuclear, y si la direcci?n del flujo ser? desde la Pen?nsula Ibérica hacia arriba o se incluir? la doble direcci?n. "Lo l?gico es que Espa?a si es productor de hidrogeno verde no compre hidr?geno rosa francés, aunque de todo se puede ver. En lo que estamos todos (Europa) de acuerdo es en el hidr?geno verde, pero algunos pa?ses apuestan por el rosa porque tienen mucha nuclear, otros por el azul porque tienen grandes yacimientos de gas natural y tradici?n de secuestro de CO2, pero quiz?s después no lo pueden comercializar", explica el presidente de la Asociaci?n Espa?ola del Hidr?geno (AeH2), Javier Brey. Otro mel?n por abrir es c?mo se fabrica ese hidr?geno verde para lo que falta la regulaci?n europea.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/economia/barcelona-sera-puerta-salida-10-81212272)
Las cifras
Denominado como BarMar ser? un tubo de 2.550 metros de profundidad, 355 kil?metros de largo y con un di?metro de 28 pulgadas que transportar? solo hidr?geno a una presi?n de 210 bar. Se estima que costar? unos 2.500 millones de euros, de los cuales la mitad vendr?an de la Uni?n Europea, para lo cual el Gobierno lo ha presentado como un Proyecto de Interés Com?n (PCI, por sus siglas en inglés). Hab?a tres posibles dise?os de trazado encima de la mesa. El A era el m?s directo con 369 kil?metros de largo y una profundidad m?xima de 985 metros, pero con cavidades y valles en su trayecto; mientras que el B y la C –que es la que finalmente ha resultado elegida— tienen una profundidad parecida –alrededor de 2.550 metros—pero la vencedora es m?s corta y con una pendiente m?s suave hacia arriba.
Adem?s, este hidroducto Barcelona-Marsella se incluye dentro de un proyecto m?s amplio denominado H2Med que incluye otra infraestructura transfronteriza entre Espa?a (Zamora) y Portugal (Celorico da Beira), as? como los inicios de una red interna para conectar los principales centros de producci?n del hidr?geno con demanda domestica y con el resto de Europa al conectar la conexi?n de Cartagena a Barcelona, de Barcelona a Gij?n; un eje por el Cant?brico y otra conexi?n que una Gij?n y Huelva.
Las fases
A finales del a?o pasado se consiguieron los principales hitos: el acuerdo pol?tico y el dise?o preliminar del proyecto, acorde a lo que pide Europa para darle financiaci?n –Von Der Leyen siempre ha dicho que Europa no financiar?a nuevos tubos de gas--. Ese es el primer paso de un largo camino para que se inicie su construcci?n a finales de 2025 o principios de 2026 con una duraci?n de unos 56 meses, seg?n lo previsto por el Gobierno para empezar a funcionar en 2030. Para comenzar, si no consigue financiaci?n europea no se pondr? en marcha, seg?n las partes. Pero, adem?s, faltan todav?a los estudios técnicos y de impacto ambiental y las distintas consultas que podr?an retrasar o frenar el proyecto. “No sabemos qué inconsistencias se pueden presentar en el camino porque no hay un conocimiento previo”, advierte la analista del sector energético de IEEFA, Ana Maria Jaller-Makarewicz.
Un ejemplo es lo ocurrido con el proyecto anterior, conocido como MidCat, del cual en 2014 se dijo que podr?a reemplazar el 10% del consumo de gas ruso en Europa. Nunca hubo consenso entre los pa?ses, como ahora, pero el estoque definitivo se lo dieron los reguladores espa?ol y francés – la Comisi?n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisi?n de Régulation de l’Energie (CRE)— al tumbar el proyecto en 2019 tras la evaluaci?n presentada por los transportistas de ambos pa?ses, Enag?s y Teréga, por la falta de demanda.
Las dudas
En este sentido, una de las grandes dudas que sobrevuela a este proyecto es si existe demanda suficiente para ese hidr?geno, dado que se trata de una tecnolog?a todav?a en desarrollo. “Se ha dicho que el hidroducto alimentar?a a Alemania, pero falta el plan de Francia que contin?e la infraestructura de Marsella al norte de Europa”, agrega Ana Maria Jaller-Makarewicz. Sin embargo, desde la patronal gasista, Sedigas, su presidente, Joan Batalla, subraya que este vez el foco podr?a ir m?s all?, en la seguridad de suministro. “El contexto y la coyuntura energética actual (marcada por la guerra de Ucrania y las necesidades de un gas que antes corr?a a chorro por los gasoductos) “han cambiado dr?sticamente la importancia de la seguridad energética”, explica.
Otra inc?gnita es el tipo de hidr?geno que correr? por esta autopista, dado que Espa?a quiere que sea producido con renovables y Francia aboga por la nuclear, y si la direcci?n del flujo ser? desde la Pen?nsula Ibérica hacia arriba o se incluir? la doble direcci?n. "Lo l?gico es que Espa?a si es productor de hidrogeno verde no compre hidr?geno rosa francés, aunque de todo se puede ver. En lo que estamos todos (Europa) de acuerdo es en el hidr?geno verde, pero algunos pa?ses apuestan por el rosa porque tienen mucha nuclear, otros por el azul porque tienen grandes yacimientos de gas natural y tradici?n de secuestro de CO2, pero quiz?s después no lo pueden comercializar", explica el presidente de la Asociaci?n Espa?ola del Hidr?geno (AeH2), Javier Brey. Otro mel?n por abrir es c?mo se fabrica ese hidr?geno verde para lo que falta la regulaci?n europea.
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