Reem
04-02-2023, 06:56 AM
Las personas con m?s contaminantes ambientales acumulados en su sangre (como restos de DDT o materiales usados en dispositivos electr?nicos) pueden tener m?s riesgo de infectarse con el SARS-Cov2 y de desarrollar el covid-19. As? lo sugiere el primer estudio (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0013935123002116) que explora esta vinculaci?n, publicado en la revista Environmental Research. El trabajo explota un valioso conjunto de datos: muestras de sangre congeladas recogidas en Barcelona en 2016.
De estas muestras se puede sacar una foto de la contaminaci?n qu?mica presente en esos individuos antes de la pandemia. Cuando lleg? el covid-19, las personas de ese grupo que desarrollaron la enfermedad también ten?an, por lo general, una mayor abundancia de ciertos contaminantes. La asociaci?n entre contaminantes e infecci?n es superior a la que se dar?a por puro azar. Adem?s, sigue vigente cuando se descuenta el efecto de otros factores m?s determinantes (como la ventilaci?n del domicilio).
No obstante, los propios autores advierten que los n?meros del estudio son peque?os y llaman a otros investigadores a que pongan a prueba sus resultados. Si la relaci?n se confirma, ser?a otra prueba de la relaci?n entre poluci?n y covid, que hasta ahora se hab?a explorado s?lo en el caso de contaminantes presentes en el aire.
Muestras de sangre
“El trabajo se atreve con algo ins?lito, ya que pone sobre la mesa el posible rol de la carga de contaminantes en el riesgo de desarrollar una enfermedad infecciosa”, afirma Jes?s Ibarluzea Mauolagoitia, experto en salud ambiental de la Universidad del Pa?s Vasco, no implicado en el trabajo. “Usar muestras previas a la pandemia es algo ?nico. La mayor?a de los estudios empiezan en mitad de la pandemia, cuando muchas de las exposiciones ya han cambiado”, comenta Ana Navas, epidemi?loga de la Universidad de Columbia (EEUU), no implicada en el trabajo.
Los autores explotaron 240 muestras de sangre que se recogieron en 2016 en el marco de la encuesta de salud de Barcelona, que se lleva a cabo cada cinco a?os. “Lo interesante es que es una muestra de la poblaci?n general sana, y anterior a la pandemia”, observa el coautor del trabajo Miquel Porta, investigador del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM). El cient?fico asegura que es representativa de la poblaci?n general de una urbe europea.
Los investigadores analizaron la presencia de m?s de 100 conocidos contaminantes ambientales en la sangre: metales, pesticidas, pl?sticos, etcétera.
En el oto?o de 2020, los investigadores consiguieron que m?s de dos tercios de esas personas volvieran a hacerse un an?lisis, y también contaron cuantos de ellos acabaron enfermos de covid-19. En el grupo, 41 personas se infectaron y 20 desarrollaron la enfermedad. Con esos datos y mucha estad?stica, el grupo detect? que la abundancia de ciertos contaminantes en la sangre antes de la pandemia se asociaba con una mayor frecuencia de la infecci?n o una mayor incidencia de la enfermedad.
Los investigadores tuvieron en cuenta el efecto de otros factores que podr?an confundir los resultados: el tabaquismo, la edad, el nivel educativo, cu?nta gente vive en la casa y qué salida al exterior tiene, por ejemplo. También tras descontar estos otros factores, la relaci?n con los contaminantes sigue vigente, lo que sugiere que podr?a jugar un papel propio.
Culpables e inocentes inesperados
Lo que plantea muchos interrogantes es el listado de “culpables”. Algunos viejos conocidos parecen influir en el covid (por ejemplo el plomo y algunos derivados del pesticida DDT), pero otros no (por ejemplo, el arsénico y el mercurio). S? influyen las tierras raras, unos materiales abundantes en la electr?nica. “Es muy pronto para ver patrones claros. Hay algunas asociaciones razonables. De otras no tenemos ni idea de por qué ocurren”, afirma Ibarluzea. Curiosamente, hay un par de contaminantes, como el hierro y el selenio, que parecen tener incluso un papel protector. “No me sorprende. El selenio es antioxidante y el hierro lo libera el propio organismo cuando tenemos una infecci?n, porque es t?xico para el virus”, comenta Navas.
Uno de los misterios del covid es por qué algunas personas han enfermado y otras no, incluso dentro del mismo domicilio. Enfermedades previas, el tabaquismo, la exposici?n al virus en el trabajo, etcétera, son los factores m?s citados para explicarlo. Porta aventura que la contaminaci?n acumulada en el organismo también podr?a ser parte de la explicaci?n.
?Cu?l ser?a el mecanismo? “La hip?tesis es que debe haber una influencia de los contaminantes en alguna parte del sistema inmune”, afirma el cient?fico. Muchos contaminantes interfieren con la inmunidad. Sin embargo, no est? claro porque algunos de ellos parecen jugar un paper en el covid y otros no.
Al margen del mecanismo, Porta recuerda que esos contaminantes no surgen de la nada. Sus or?genes m?s probables son la ganader?a intensiva o el mal reciclaje de los aparatos electr?nicos. “Existen pol?ticas para controlarlos. Por ejemplo, la prohibici?n del plomo y del DDT han disminuido su carga en los organismos”, afirma.
“Evidentemente, lo m?s importante en una infecci?n es que el virus esté circulando. Pero también hay factores predisponentes. Empieza a haber una evidencia general de que la exposici?n a contaminantes es un factor de riesgo adicional”, concluye Navas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/estudio-apunta-relacion-contaminacion-quimica-85516397)
De estas muestras se puede sacar una foto de la contaminaci?n qu?mica presente en esos individuos antes de la pandemia. Cuando lleg? el covid-19, las personas de ese grupo que desarrollaron la enfermedad también ten?an, por lo general, una mayor abundancia de ciertos contaminantes. La asociaci?n entre contaminantes e infecci?n es superior a la que se dar?a por puro azar. Adem?s, sigue vigente cuando se descuenta el efecto de otros factores m?s determinantes (como la ventilaci?n del domicilio).
No obstante, los propios autores advierten que los n?meros del estudio son peque?os y llaman a otros investigadores a que pongan a prueba sus resultados. Si la relaci?n se confirma, ser?a otra prueba de la relaci?n entre poluci?n y covid, que hasta ahora se hab?a explorado s?lo en el caso de contaminantes presentes en el aire.
Muestras de sangre
“El trabajo se atreve con algo ins?lito, ya que pone sobre la mesa el posible rol de la carga de contaminantes en el riesgo de desarrollar una enfermedad infecciosa”, afirma Jes?s Ibarluzea Mauolagoitia, experto en salud ambiental de la Universidad del Pa?s Vasco, no implicado en el trabajo. “Usar muestras previas a la pandemia es algo ?nico. La mayor?a de los estudios empiezan en mitad de la pandemia, cuando muchas de las exposiciones ya han cambiado”, comenta Ana Navas, epidemi?loga de la Universidad de Columbia (EEUU), no implicada en el trabajo.
Los autores explotaron 240 muestras de sangre que se recogieron en 2016 en el marco de la encuesta de salud de Barcelona, que se lleva a cabo cada cinco a?os. “Lo interesante es que es una muestra de la poblaci?n general sana, y anterior a la pandemia”, observa el coautor del trabajo Miquel Porta, investigador del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM). El cient?fico asegura que es representativa de la poblaci?n general de una urbe europea.
Los investigadores analizaron la presencia de m?s de 100 conocidos contaminantes ambientales en la sangre: metales, pesticidas, pl?sticos, etcétera.
En el oto?o de 2020, los investigadores consiguieron que m?s de dos tercios de esas personas volvieran a hacerse un an?lisis, y también contaron cuantos de ellos acabaron enfermos de covid-19. En el grupo, 41 personas se infectaron y 20 desarrollaron la enfermedad. Con esos datos y mucha estad?stica, el grupo detect? que la abundancia de ciertos contaminantes en la sangre antes de la pandemia se asociaba con una mayor frecuencia de la infecci?n o una mayor incidencia de la enfermedad.
Los investigadores tuvieron en cuenta el efecto de otros factores que podr?an confundir los resultados: el tabaquismo, la edad, el nivel educativo, cu?nta gente vive en la casa y qué salida al exterior tiene, por ejemplo. También tras descontar estos otros factores, la relaci?n con los contaminantes sigue vigente, lo que sugiere que podr?a jugar un papel propio.
Culpables e inocentes inesperados
Lo que plantea muchos interrogantes es el listado de “culpables”. Algunos viejos conocidos parecen influir en el covid (por ejemplo el plomo y algunos derivados del pesticida DDT), pero otros no (por ejemplo, el arsénico y el mercurio). S? influyen las tierras raras, unos materiales abundantes en la electr?nica. “Es muy pronto para ver patrones claros. Hay algunas asociaciones razonables. De otras no tenemos ni idea de por qué ocurren”, afirma Ibarluzea. Curiosamente, hay un par de contaminantes, como el hierro y el selenio, que parecen tener incluso un papel protector. “No me sorprende. El selenio es antioxidante y el hierro lo libera el propio organismo cuando tenemos una infecci?n, porque es t?xico para el virus”, comenta Navas.
Uno de los misterios del covid es por qué algunas personas han enfermado y otras no, incluso dentro del mismo domicilio. Enfermedades previas, el tabaquismo, la exposici?n al virus en el trabajo, etcétera, son los factores m?s citados para explicarlo. Porta aventura que la contaminaci?n acumulada en el organismo también podr?a ser parte de la explicaci?n.
?Cu?l ser?a el mecanismo? “La hip?tesis es que debe haber una influencia de los contaminantes en alguna parte del sistema inmune”, afirma el cient?fico. Muchos contaminantes interfieren con la inmunidad. Sin embargo, no est? claro porque algunos de ellos parecen jugar un paper en el covid y otros no.
Al margen del mecanismo, Porta recuerda que esos contaminantes no surgen de la nada. Sus or?genes m?s probables son la ganader?a intensiva o el mal reciclaje de los aparatos electr?nicos. “Existen pol?ticas para controlarlos. Por ejemplo, la prohibici?n del plomo y del DDT han disminuido su carga en los organismos”, afirma.
“Evidentemente, lo m?s importante en una infecci?n es que el virus esté circulando. Pero también hay factores predisponentes. Empieza a haber una evidencia general de que la exposici?n a contaminantes es un factor de riesgo adicional”, concluye Navas.
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