Reem
03-18-2023, 03:22 PM
Veinte a?os después de la invasi?n estadounidense que derroc? el régimen de*Saddam Hussein,*en el Bagdad de hoy es casi imposible encontrar im?genes del dictador.*Saddam impuso un culto a la personalidad feroz en sus a?os al frente del pa?s, y pobl? la capital de estatuas y grandes retratos suyos:*de militar, de paisano, como la gran figura paterna de todos los iraqu?es.*El culto a la personalidad era asfixiante y alcanzaba todos los rincones, desde las paredes de las tiendas hasta los relojes de pulsera, ornamentados con su rostro. Antes de la invasi?n, un museo en Bagdad dedicado por completo a su figura expon?a su colecci?n de armas, peque?os objetos de su biograf?a, como su primer carnet del partido Baaz, y fotograf?as, muchas fotograf?as: retratos de sus etapas vitales desde la edad escolar, saludando a l?deres mundiales, y posando en alguno del centenar de lujosos palacios que hizo construir por todo el pa?s. Hoy, la ?nica fotograf?a que pude ver de Saddam tras recorrer Bagdad durante varios d?as*fue en un puesto de libros de segunda mano en los alrededores de la calle Al-Mutanabi,*en la portada de una traducci?n al ?rabe del 'Debriefing the President: The Interrogation of Saddam Hussein', el libro que hace unos a?os public? John Nixon, el primer agente de la CIA que interrog? a Saddam tras su captura por los soldados estadounidenses en un zulo de Tikrit,*la ciudad natal del dictador.*
https://aglitk.com/clip/a5a1b19a-b571-4393-8d67-3345aa563b5d_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Unas j?venes pasean por el mercado antiguo de Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
No hay, por ejemplo,*ning?n retrato de Saddam en el café Shahbandar,*bandera de los pocos cafés cl?sicos de intelectuales que resisten en la calle Al Rasheed y las adyacentes,*el alma del Bagdad inmortal.*Tiene mérito, porque las paredes del Shahbandar est?n repletas de fotograf?as antiguas, en blanco y negro, de poetas, escritores y fil?sofos, y también de pol?ticos de la época otomana y del rey Faisal II, el ?ltimo monarca iraqu?. No hay espacio para Saddam en amplios c?rculos sociales iraqu?es, y mucho menos en lo que queda de una capa intelectual anta?o de las m?s potentes del mundo ?rabe. Solo en la calle de ciertas localidades sun?es y determinados barrios de Bagdad, algunos nost?lgicos pronuncian la frase t?pica de todos los pa?ses que han sufrido largas dictaduras:*"con Saddam se viv?a mejor".*Pero son una minor?a.
Pipas de agua y té
No es el Shabandar un café donde encontrar a estos nost?lgicos. Su decoraci?n,*de muebles de cuero y madera desgastados y teteras oscurecidas por el paso del tiempo, enga?a: parece y huele a antiguo, su mezcolanza de aromas del tabaco de las pipas de agua y el té con lim?n cl?sico es puro*Bagdad. En realidad, fue reconstruido a imagen y semejanza del café original, abierto en 1917, después de que un atentado con coche bomba en la calle Al Mutanabi lo destruyera en marzo de 2007. Veinte personas murieron en el atentado, entre ellas cuatro hijos y el nieto del propietario. Hoy,*el local se llama Café de los M?rtires Shabandar.**
https://aglitk.com/clip/ac330ba2-b160-4d84-95d3-e017068b2c0a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una tienda del mercado de Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
En cada rinc?n de Bagdad pueden encontrarse cicatrices de estos 20 a?os de infortunio: invasi?n y ocupaci?n estadounidenses, insurgencia, guerras civiles, eclosi?n del Estado Isl?mico y combate contra el califato. En algunos barrios, como Adamiya, persisten algunos de los muros de cemento que se levantaron para separar a comunidades y evitar un mayor derramamiento de sangre del que ya de por s? caus? el odio sectario. La Zona Verde, el complejo de palacios presidenciales de Saddam que se convirti? tras la invasi?n en el coraz?n primero de la ocupaci?n y después de las instituciones del nuevo Irak, reabri? a la ciudad hace poco tiempo, y aun as?*el acceso est? controlado por soldados fuertemente armados de los cuerpos de élite antiterroristas*entrenados por las potenciales occidentales y que se curtieron en la cruenta guerra contra el Estado Isl?mico.
Para acceder a algunos barrios mixtos a?n hay que pasar controles de seguridad de la polic?a y el Ejército, y ministerios e instituciones como el Banco Central, la universidad, hospitales, embajadas, sedes de partidos pol?ticos, entidades extranjeras como el Instituto Francés y hoteles (como los emblem?ticos para la prensa internacional Palestina y Sheraton) est?n fuertemente protegidos por barricadas, muros, vigilancia armada y detectores de metales. Aterrizar en el aeropuerto internacional es sencillo;*para salir del pa?s hay que salvar cinco controles de seguridad.*De la misma forma, para acceder a los modernos centros comerciales abiertos en los ?ltimos a?os por inversores extranjeros o nuevas fortunas iraqu?es, también hay que pasar por detectores de metales.*
https://aglitk.com/clip/8fb3959a-5277-478d-a346-190c7ade80ce_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bagdad?es en la calle Al Rasheed. | Joan Ca?ete Bayle
Lo mismo sucede en uno de los antiguos palacios de Saddam a orillas del Tigris, convertido en un centro comercial*–con bolera, restaurantes y tiendas—*de innegable aroma kitsch ?rabe. Mujeres con hiyab y chador pasean por el centro comercial, mientras los ni?os se agrupan ante una tienda de juguetes y chucher?as cuya puerta escoltan unas figuras a tama?o natural de héroes de Marvel: Hulk y el Capit?n América. S?,*es m?s f?cil encontrar hoy en Bagdad im?genes del Capit?n América que de Saddam Hussein.*
Retratos de Messi
O de*Leo Messi. Plafones publicitarios del futbolista argentino alzando la Copa del Mundo menudean por los edificios de Bagdad. Son campa?as de publicidad de servicios de streaming y de una tarjeta de crédito, lo cual no deja de ser una paradoja en un pa?s donde apenas hay transacciones bancarias, en el que la vida se paga en efectivo y se cuenta seg?n los vaivenes del tipo de cambio del dinar con el d?lar. Todo el mundo se queja de que el d?lar est? por las nubes, desde la prensa hasta los pocos vendedores de souvenirs que sobreviven en los rincones m?s tur?sticos de la ciudad.*Bagdad ha experimentado un proceso de gentrificaci?n inverso:*donde a?os atr?s hab?a negocios de bisuter?a, alfombras, teteras y dulces t?picos, ahora se venden m?quinas de coser, ropa y zapatos.*No hay turismo en la ciudad, asustado por 20 a?os de violencia ininterrumpida.*
https://aglitk.com/clip/73e0da3f-1ca1-4730-a51a-d71c41e00c7a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Red de cables conectados a generadores eléctricos en Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
Por este motivo, tampoco hay barcazas para turistas en los dos r?os, el Tigris y el ?ufrates. Si se busca, se puede comer*masgouf*(una carpa a la brasa) en sus orillas, uno de los placeres a los que la ciudad se resiste a renunciar. Ni siquiera en la orilla, puede uno escapar del zumbido de los generadores de electricidad, que juega un papel predominante en el tapiz sonoro de la ciudad, junto al rumor del tr?fico, el claxon de los coches y las admoniciones de los vendedores ambulantes. Veinte a?os después, Bagdad, como el resto del pa?s, sigue sin tener una infraestructura eléctrica que garantice el suministro, de ah? que los bagdad?es posean generadores que funcionen con gasolina, uno de los motivos por los que los niveles de contaminaci?n de la ciudad son muy altos.*El otro es el tr?fico infernal.
Pese al tr?fico que todo lo engulle, los puentes sobre el Tigris y el ?ufrates son uno de los observatorios privilegiados de la ciudad. Hace 20 a?os,*las im?genes de Bagdad bajo las bombas y de los marines tomando la ciudad*coparon las televisiones de todo el mundo. Hoy, observar los r?os desde el puente permite ver c?mo ha bajado el caudal a causa de la sequ?a y los efectos del cambio clim?tico. Esa es otra guerra que se cierne sobre Bagdad.*
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/veinte-anos-guerra-irak-rastro-84840170)
https://aglitk.com/clip/a5a1b19a-b571-4393-8d67-3345aa563b5d_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Unas j?venes pasean por el mercado antiguo de Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
No hay, por ejemplo,*ning?n retrato de Saddam en el café Shahbandar,*bandera de los pocos cafés cl?sicos de intelectuales que resisten en la calle Al Rasheed y las adyacentes,*el alma del Bagdad inmortal.*Tiene mérito, porque las paredes del Shahbandar est?n repletas de fotograf?as antiguas, en blanco y negro, de poetas, escritores y fil?sofos, y también de pol?ticos de la época otomana y del rey Faisal II, el ?ltimo monarca iraqu?. No hay espacio para Saddam en amplios c?rculos sociales iraqu?es, y mucho menos en lo que queda de una capa intelectual anta?o de las m?s potentes del mundo ?rabe. Solo en la calle de ciertas localidades sun?es y determinados barrios de Bagdad, algunos nost?lgicos pronuncian la frase t?pica de todos los pa?ses que han sufrido largas dictaduras:*"con Saddam se viv?a mejor".*Pero son una minor?a.
Pipas de agua y té
No es el Shabandar un café donde encontrar a estos nost?lgicos. Su decoraci?n,*de muebles de cuero y madera desgastados y teteras oscurecidas por el paso del tiempo, enga?a: parece y huele a antiguo, su mezcolanza de aromas del tabaco de las pipas de agua y el té con lim?n cl?sico es puro*Bagdad. En realidad, fue reconstruido a imagen y semejanza del café original, abierto en 1917, después de que un atentado con coche bomba en la calle Al Mutanabi lo destruyera en marzo de 2007. Veinte personas murieron en el atentado, entre ellas cuatro hijos y el nieto del propietario. Hoy,*el local se llama Café de los M?rtires Shabandar.**
https://aglitk.com/clip/ac330ba2-b160-4d84-95d3-e017068b2c0a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una tienda del mercado de Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
En cada rinc?n de Bagdad pueden encontrarse cicatrices de estos 20 a?os de infortunio: invasi?n y ocupaci?n estadounidenses, insurgencia, guerras civiles, eclosi?n del Estado Isl?mico y combate contra el califato. En algunos barrios, como Adamiya, persisten algunos de los muros de cemento que se levantaron para separar a comunidades y evitar un mayor derramamiento de sangre del que ya de por s? caus? el odio sectario. La Zona Verde, el complejo de palacios presidenciales de Saddam que se convirti? tras la invasi?n en el coraz?n primero de la ocupaci?n y después de las instituciones del nuevo Irak, reabri? a la ciudad hace poco tiempo, y aun as?*el acceso est? controlado por soldados fuertemente armados de los cuerpos de élite antiterroristas*entrenados por las potenciales occidentales y que se curtieron en la cruenta guerra contra el Estado Isl?mico.
Para acceder a algunos barrios mixtos a?n hay que pasar controles de seguridad de la polic?a y el Ejército, y ministerios e instituciones como el Banco Central, la universidad, hospitales, embajadas, sedes de partidos pol?ticos, entidades extranjeras como el Instituto Francés y hoteles (como los emblem?ticos para la prensa internacional Palestina y Sheraton) est?n fuertemente protegidos por barricadas, muros, vigilancia armada y detectores de metales. Aterrizar en el aeropuerto internacional es sencillo;*para salir del pa?s hay que salvar cinco controles de seguridad.*De la misma forma, para acceder a los modernos centros comerciales abiertos en los ?ltimos a?os por inversores extranjeros o nuevas fortunas iraqu?es, también hay que pasar por detectores de metales.*
https://aglitk.com/clip/8fb3959a-5277-478d-a346-190c7ade80ce_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bagdad?es en la calle Al Rasheed. | Joan Ca?ete Bayle
Lo mismo sucede en uno de los antiguos palacios de Saddam a orillas del Tigris, convertido en un centro comercial*–con bolera, restaurantes y tiendas—*de innegable aroma kitsch ?rabe. Mujeres con hiyab y chador pasean por el centro comercial, mientras los ni?os se agrupan ante una tienda de juguetes y chucher?as cuya puerta escoltan unas figuras a tama?o natural de héroes de Marvel: Hulk y el Capit?n América. S?,*es m?s f?cil encontrar hoy en Bagdad im?genes del Capit?n América que de Saddam Hussein.*
Retratos de Messi
O de*Leo Messi. Plafones publicitarios del futbolista argentino alzando la Copa del Mundo menudean por los edificios de Bagdad. Son campa?as de publicidad de servicios de streaming y de una tarjeta de crédito, lo cual no deja de ser una paradoja en un pa?s donde apenas hay transacciones bancarias, en el que la vida se paga en efectivo y se cuenta seg?n los vaivenes del tipo de cambio del dinar con el d?lar. Todo el mundo se queja de que el d?lar est? por las nubes, desde la prensa hasta los pocos vendedores de souvenirs que sobreviven en los rincones m?s tur?sticos de la ciudad.*Bagdad ha experimentado un proceso de gentrificaci?n inverso:*donde a?os atr?s hab?a negocios de bisuter?a, alfombras, teteras y dulces t?picos, ahora se venden m?quinas de coser, ropa y zapatos.*No hay turismo en la ciudad, asustado por 20 a?os de violencia ininterrumpida.*
https://aglitk.com/clip/73e0da3f-1ca1-4730-a51a-d71c41e00c7a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Red de cables conectados a generadores eléctricos en Bagdad. | Joan Ca?ete Bayle
Por este motivo, tampoco hay barcazas para turistas en los dos r?os, el Tigris y el ?ufrates. Si se busca, se puede comer*masgouf*(una carpa a la brasa) en sus orillas, uno de los placeres a los que la ciudad se resiste a renunciar. Ni siquiera en la orilla, puede uno escapar del zumbido de los generadores de electricidad, que juega un papel predominante en el tapiz sonoro de la ciudad, junto al rumor del tr?fico, el claxon de los coches y las admoniciones de los vendedores ambulantes. Veinte a?os después, Bagdad, como el resto del pa?s, sigue sin tener una infraestructura eléctrica que garantice el suministro, de ah? que los bagdad?es posean generadores que funcionen con gasolina, uno de los motivos por los que los niveles de contaminaci?n de la ciudad son muy altos.*El otro es el tr?fico infernal.
Pese al tr?fico que todo lo engulle, los puentes sobre el Tigris y el ?ufrates son uno de los observatorios privilegiados de la ciudad. Hace 20 a?os,*las im?genes de Bagdad bajo las bombas y de los marines tomando la ciudad*coparon las televisiones de todo el mundo. Hoy, observar los r?os desde el puente permite ver c?mo ha bajado el caudal a causa de la sequ?a y los efectos del cambio clim?tico. Esa es otra guerra que se cierne sobre Bagdad.*
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