Reem
03-13-2023, 11:17 AM
En 1979, la revista El V?bora public? su primer n?mero. A pesar de haber nacido ya en democracia, la que fuera una de las publicaciones de c?mics m?s rupturistas y contestatarias del kiosco, mostraba todav?a ciertas actitudes heredadas de esa dictadura que se quer?a dejar atr?s a toda costa, pero que, después de casi cuatro décadas, hab?a calado hondo en la sociedad espa?ola.
Entre esos gestos que no se consegu?an erradicar estaba el machismo tanto en la forma de representar a las mujeres en las historietas que se publicaban como en el trato que las autoras recib?an dentro de la redacci?n. En ese sentido, las creadoras de c?mics tuvieron que convivir con la hipersexualizaci?n de los personajes femeninos de autores como Robert Crumb y sus mujeres de enormes pechos, largas piernas y caderas anchas, y hechos como el de tener que esperar hasta 1984 para que una mujer firmase la portada de la revista.
"Se me permiti? hacer una portada porque Joseph Marie Lo Duca, un famoso intelectual y cofundador de Cahiers du Cinéma, escribi? a Josep Mar?a Berenguer, el editor de El V?bora, para decirle que el mejor autor de su revista era Maracaibo, que era el pseud?nimo con el que yo empecé a publicar en ella en 1981, después de que a Alfredo Pons le encantase una historieta que llevé a la redacci?n y me propusiera escribirme un guion. Aunque los autores s? me apoyaron, Berenguer era tan mis?gino que me pagaba menos que a los hombres autores y me hac?a esperar meses para poder publicar en El V?bora. Tanto es as? que, en toda la década de los 80, fui la ?nica mujer a la que se le permiti? hacer una portada", recuerda la ilustradora Laura Pérez Vernetti cuya cubierta, Medusa, ha sido adquirida recientemente por el Museo MNAC de Barcelona.
"Originalmente, el c?mic ha sido o un territorio colonizado por el masculino, en el cual la mirada, el discurso y el p?blico contemplado por creadores y productores han formado parte de una conversaci?n entre hombres de la que las mujeres hemos sido excluidas. No obstante, esto no quiere decir que no hubiera mujeres porque, como las meigas, haberlas haylas desde que comenzase esta disciplina en el siglo XIX", explica la ilustradora Marika Vila, que destaca el hecho de que han tenido que ser las propias mujeres las que, "como el Bar?n Munchausen, nos recatemos a nosotras mismas estir?ndonos del cabello para salir de la laguna del silencio que nos ha mantenido en la sombra hasta bien entrado este segundo milenio. As?, manteniéndonos a flote a base de resiliencia, creando grietas en el discurso can?nico, rescatando invisibles y apoyando a las nuevas generaciones, hemos conseguido salir de la sombra y re?rnos de nosotras mismas para decir que nunca m?s volveremos al silencio".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/f58b3aa6-a076-427c-bd5c-1ea751f44ce6_source-aspect-ratio_default_0.jpgAutoras adultas
Consecuencia de esa reivindicaci?n que vienen haciendo las mujeres ilustradoras de su propio trabajo es ?Mujercitas del mundo entero, un?os!, una exposici?n que recupera trabajos realizados por autoras de c?mic adulto entre 1967 y 1993 y que permanecer? abierta en el Espacio D de la Biblioteca y Centro de Documentaci?n del Museo Reina Sof?a hasta el mes de junio.
"Mientras que los autores hombres que publicaban en El V?bora, Cairo o Star son conocidos, las autoras han pasado desapercibidas. De hecho, muchas firmaban con un simple Laura, Pilar… Tirando de ese hilo, vimos la producci?n que ten?an y nos dimos cuenta de que abordaban temas s?per interesantes, muy potentes y que hac?an referencia a preocupaciones que, incluso hoy, est?n de candente actualidad. Por ejemplo, la sexualidad abierta, el aborto, la inserci?n de la mujer en el mundo laboral y todas las discriminaciones que sufr?an, no tanto desde el punto de vista legal, al menos después de los ochenta, pero s? desde el punto de vista social", comentan Alberto Medina y Guillermo Cobo, comisarios de la muestra, que explican también el nombre de la misma y la elecci?n de ese periodo temporal tan concreto: "El t?tulo procede de una vi?eta de Nuria Pompeia, que es también quien determina el inicio del periodo que abarca la exposici?n. En 1967, esta autora public? Maternasis, un ?lbum que, en pleno franquismo, abordaba sin texto, solo con dibujos, la maternidad desde una perspectiva nada idealizada. La segunda fecha, 1993, responde a que fue ese a?o cuando la editorial Virus (https://www.viruseditorial.net/es) lanz? Cambio polvo por el brillo, el tercer ?lbum de autor?a colectiva y de enfoque feminista que se public? en Espa?a".
El primer ?lbum de esas caracter?sticas databa de 1979. Ese a?o, la revista T?tem public? un n?mero especial dedicado a las mujeres autoras de c?mic en el que, adem?s de firmas internacionales, se inclu?an trabajos de artistas espa?olas como Marika Vila, Mariel Soria o Montse Clavé. "Aunque fue un hito, el editorial de la publicaci?n resultaba muy tibio porque ven?a a decir que, aunque es muy importante reconocer el trabajo de las autoras, con la publicaci?n de ese n?mero ya era suficiente y no se iba a hacer otro m?s. De hecho, no ser?a hasta 1992, con la publicaci?n de Los derechos de la mujer, cuando se volver?a a hacer un ?lbum colectivo con trabajos de autoras mujeres", recuerdan Alberto Medina y Guillermo Cobo, que constatan c?mo los inicios en el mundo del c?mic de las mujeres que trabajaron en los setenta y ochenta no fue f?cil. "Muchas utilizaron la autopublicaci?n y la autodistribuci?n para dar a conocer sus trabajos. Montse Clavé, por ejemplo, edit? dos fanzines a través de una organizaci?n comunista llamada 091 y, aunque en los ochenta también hubo autores como Marta Guerrero que hicieron revistas autoeditadas, lo habitual era que, en esa época, ya publicasen en editoriales profesionales que no dejaban de ser underground, no tanto en la distribuci?n o en los acabados como en lo conceptual".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/1b4548eb-cf71-43f3-9afb-80bad549b42f_source-aspect-ratio_default_0.jpgNo obstante, la relaci?n con los editores profesionales no result? sencilla para estas creadoras. "A Marta Guerrero se le permiti? hacer historietas como Los sonidos del morbo o Dolores sus labores pero duraron muy pocas entregas y a Isa Feu, que hac?a Coraz?n Loco, la consideraron muy light en la época porque no era tan morbosa como los hombres a la hora de abordar la sexualidad. Sin embargo, cuando en plena pandemia se hicieron dos n?meros recopilatorios de El V?bora en digital, las historias de Feu no se incluyeron porque los editores actuales las consideraron muy subidas de tono", recuerdan Medina y Cobo.
Hartas de la precarizaci?n del sector y cansadas de trabajar en condiciones desiguales respecto de los autores hombres, muchas de esas autoras acabaron abandonando la profesi?n. "En realidad fueron expulsadas, primero como lectoras, al no ser tenidas en cuenta, y, después, como autoras por la falta de sensibilidad y cuidado que el medio ofrec?a a sus artistas mujeres. Abandonaron el ?mbito masculinizado para desarrollar su trabajo en sectores m?s acogedores y sensibles que se encontraban en el campo de la ilustraci?n o el dise?o, aunque algunas, con voluntad y resiliencia, han soportando su carrera con incursiones en las otras disciplinas, pero sin abandonar nunca del todo la historieta", explica Marika Vila, una de las pocas autoras de esa época que contin?an en activo junto a Laura Pérez Vernetti. "Muchas autoras abandonaron en los a?os setenta y ochenta porque los editores no las publicaban. Al reducirse las ventas de revistas de c?mic en los noventa, los editores despidieron antes a mujeres autoras que a los hombres y la dureza del mundo del c?mic para una mujer era tal, que no quedaba m?s remedio para una historietista que abandonar este arte", confirma Pérez Vernetti.
Trabajo por hacer
Después de décadas ignoradas, muestras como ?Mujercitas del mundo entero, un?os! Autoras de c?mic adulto (1967-1993) (https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/mujercitas-autoras-comic) permiten al p?blico generalista redescrubrir —o directamente descubrir— una generaci?n de autoras borrada por una sociedad masculinizada y patriarcal, que abord? los mismos problemas que compart?an con sus colegas hombres, pero con una sensibilidad diferente a la de ellos, al tiempo que denunciaban injusticias que les afectaban en exclusiva por el mero hecho de ser mujeres.
"Creo que estamos en un momento de recoger frutos, pero lo peor que podr?amos hacer es creer que esto es definitivo. El trabajo sigue por hacer y hay que seguir d?ndole contenido y ra?ces para asegurar su permanencia y recordar que a?n es muy fr?gil m?s all? de la excepcionalidad. La realidad no se expresa desde el silencio, son las voces las que muestran nuestra diversidad y nos empoderan para cambiar el discurso del arte", comenta Marika Vila.
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/d0c390f6-e1cc-436a-a4d4-8681a1c29cda_source-aspect-ratio_default_0.jpgCon ese objetivo, Alberto Medina y Guillermo Cobo confirman que una de las l?neas de acci?n de la Biblioteca del Reina Sof?a es la adquisici?n de obra de c?mic de nuevas autoras "para que, sin necesidad de tener que recurrir al discurso curatorial, sean los lectores los que directamente reflexionen si las creadoras de los setenta y ochenta han tenido influencia en las autoras actuales o si esta nueva generaci?n de artistas ha llegado a esas narrativas por aproximaci?n o por otros derroteros".
"Las autoras de c?mic hoy en d?a son muchas, buenas y abordan nuevos temas, como historias intimistas, biograf?as de mujeres artistas, temas del feminismo, de problemas psicol?gicos o de handicaps, la homosexualidad, un underground desde el punto de vista de las mujeres, el humor…", comenta Laura Pérez Vernetti, que destaca otro de los logros que estas nuevas artistas han conseguido en los ?ltimos tiempos: "han sido capaces de aumentar el n?mero de lectoras mujeres, dado que, anteriormente, el c?mic estaba dirigido y le?do tan solo por hombres".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/pioneras-comic-espana-trabajar-machistas-84577610)
Entre esos gestos que no se consegu?an erradicar estaba el machismo tanto en la forma de representar a las mujeres en las historietas que se publicaban como en el trato que las autoras recib?an dentro de la redacci?n. En ese sentido, las creadoras de c?mics tuvieron que convivir con la hipersexualizaci?n de los personajes femeninos de autores como Robert Crumb y sus mujeres de enormes pechos, largas piernas y caderas anchas, y hechos como el de tener que esperar hasta 1984 para que una mujer firmase la portada de la revista.
"Se me permiti? hacer una portada porque Joseph Marie Lo Duca, un famoso intelectual y cofundador de Cahiers du Cinéma, escribi? a Josep Mar?a Berenguer, el editor de El V?bora, para decirle que el mejor autor de su revista era Maracaibo, que era el pseud?nimo con el que yo empecé a publicar en ella en 1981, después de que a Alfredo Pons le encantase una historieta que llevé a la redacci?n y me propusiera escribirme un guion. Aunque los autores s? me apoyaron, Berenguer era tan mis?gino que me pagaba menos que a los hombres autores y me hac?a esperar meses para poder publicar en El V?bora. Tanto es as? que, en toda la década de los 80, fui la ?nica mujer a la que se le permiti? hacer una portada", recuerda la ilustradora Laura Pérez Vernetti cuya cubierta, Medusa, ha sido adquirida recientemente por el Museo MNAC de Barcelona.
"Originalmente, el c?mic ha sido o un territorio colonizado por el masculino, en el cual la mirada, el discurso y el p?blico contemplado por creadores y productores han formado parte de una conversaci?n entre hombres de la que las mujeres hemos sido excluidas. No obstante, esto no quiere decir que no hubiera mujeres porque, como las meigas, haberlas haylas desde que comenzase esta disciplina en el siglo XIX", explica la ilustradora Marika Vila, que destaca el hecho de que han tenido que ser las propias mujeres las que, "como el Bar?n Munchausen, nos recatemos a nosotras mismas estir?ndonos del cabello para salir de la laguna del silencio que nos ha mantenido en la sombra hasta bien entrado este segundo milenio. As?, manteniéndonos a flote a base de resiliencia, creando grietas en el discurso can?nico, rescatando invisibles y apoyando a las nuevas generaciones, hemos conseguido salir de la sombra y re?rnos de nosotras mismas para decir que nunca m?s volveremos al silencio".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/f58b3aa6-a076-427c-bd5c-1ea751f44ce6_source-aspect-ratio_default_0.jpgAutoras adultas
Consecuencia de esa reivindicaci?n que vienen haciendo las mujeres ilustradoras de su propio trabajo es ?Mujercitas del mundo entero, un?os!, una exposici?n que recupera trabajos realizados por autoras de c?mic adulto entre 1967 y 1993 y que permanecer? abierta en el Espacio D de la Biblioteca y Centro de Documentaci?n del Museo Reina Sof?a hasta el mes de junio.
"Mientras que los autores hombres que publicaban en El V?bora, Cairo o Star son conocidos, las autoras han pasado desapercibidas. De hecho, muchas firmaban con un simple Laura, Pilar… Tirando de ese hilo, vimos la producci?n que ten?an y nos dimos cuenta de que abordaban temas s?per interesantes, muy potentes y que hac?an referencia a preocupaciones que, incluso hoy, est?n de candente actualidad. Por ejemplo, la sexualidad abierta, el aborto, la inserci?n de la mujer en el mundo laboral y todas las discriminaciones que sufr?an, no tanto desde el punto de vista legal, al menos después de los ochenta, pero s? desde el punto de vista social", comentan Alberto Medina y Guillermo Cobo, comisarios de la muestra, que explican también el nombre de la misma y la elecci?n de ese periodo temporal tan concreto: "El t?tulo procede de una vi?eta de Nuria Pompeia, que es también quien determina el inicio del periodo que abarca la exposici?n. En 1967, esta autora public? Maternasis, un ?lbum que, en pleno franquismo, abordaba sin texto, solo con dibujos, la maternidad desde una perspectiva nada idealizada. La segunda fecha, 1993, responde a que fue ese a?o cuando la editorial Virus (https://www.viruseditorial.net/es) lanz? Cambio polvo por el brillo, el tercer ?lbum de autor?a colectiva y de enfoque feminista que se public? en Espa?a".
El primer ?lbum de esas caracter?sticas databa de 1979. Ese a?o, la revista T?tem public? un n?mero especial dedicado a las mujeres autoras de c?mic en el que, adem?s de firmas internacionales, se inclu?an trabajos de artistas espa?olas como Marika Vila, Mariel Soria o Montse Clavé. "Aunque fue un hito, el editorial de la publicaci?n resultaba muy tibio porque ven?a a decir que, aunque es muy importante reconocer el trabajo de las autoras, con la publicaci?n de ese n?mero ya era suficiente y no se iba a hacer otro m?s. De hecho, no ser?a hasta 1992, con la publicaci?n de Los derechos de la mujer, cuando se volver?a a hacer un ?lbum colectivo con trabajos de autoras mujeres", recuerdan Alberto Medina y Guillermo Cobo, que constatan c?mo los inicios en el mundo del c?mic de las mujeres que trabajaron en los setenta y ochenta no fue f?cil. "Muchas utilizaron la autopublicaci?n y la autodistribuci?n para dar a conocer sus trabajos. Montse Clavé, por ejemplo, edit? dos fanzines a través de una organizaci?n comunista llamada 091 y, aunque en los ochenta también hubo autores como Marta Guerrero que hicieron revistas autoeditadas, lo habitual era que, en esa época, ya publicasen en editoriales profesionales que no dejaban de ser underground, no tanto en la distribuci?n o en los acabados como en lo conceptual".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/1b4548eb-cf71-43f3-9afb-80bad549b42f_source-aspect-ratio_default_0.jpgNo obstante, la relaci?n con los editores profesionales no result? sencilla para estas creadoras. "A Marta Guerrero se le permiti? hacer historietas como Los sonidos del morbo o Dolores sus labores pero duraron muy pocas entregas y a Isa Feu, que hac?a Coraz?n Loco, la consideraron muy light en la época porque no era tan morbosa como los hombres a la hora de abordar la sexualidad. Sin embargo, cuando en plena pandemia se hicieron dos n?meros recopilatorios de El V?bora en digital, las historias de Feu no se incluyeron porque los editores actuales las consideraron muy subidas de tono", recuerdan Medina y Cobo.
Hartas de la precarizaci?n del sector y cansadas de trabajar en condiciones desiguales respecto de los autores hombres, muchas de esas autoras acabaron abandonando la profesi?n. "En realidad fueron expulsadas, primero como lectoras, al no ser tenidas en cuenta, y, después, como autoras por la falta de sensibilidad y cuidado que el medio ofrec?a a sus artistas mujeres. Abandonaron el ?mbito masculinizado para desarrollar su trabajo en sectores m?s acogedores y sensibles que se encontraban en el campo de la ilustraci?n o el dise?o, aunque algunas, con voluntad y resiliencia, han soportando su carrera con incursiones en las otras disciplinas, pero sin abandonar nunca del todo la historieta", explica Marika Vila, una de las pocas autoras de esa época que contin?an en activo junto a Laura Pérez Vernetti. "Muchas autoras abandonaron en los a?os setenta y ochenta porque los editores no las publicaban. Al reducirse las ventas de revistas de c?mic en los noventa, los editores despidieron antes a mujeres autoras que a los hombres y la dureza del mundo del c?mic para una mujer era tal, que no quedaba m?s remedio para una historietista que abandonar este arte", confirma Pérez Vernetti.
Trabajo por hacer
Después de décadas ignoradas, muestras como ?Mujercitas del mundo entero, un?os! Autoras de c?mic adulto (1967-1993) (https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/mujercitas-autoras-comic) permiten al p?blico generalista redescrubrir —o directamente descubrir— una generaci?n de autoras borrada por una sociedad masculinizada y patriarcal, que abord? los mismos problemas que compart?an con sus colegas hombres, pero con una sensibilidad diferente a la de ellos, al tiempo que denunciaban injusticias que les afectaban en exclusiva por el mero hecho de ser mujeres.
"Creo que estamos en un momento de recoger frutos, pero lo peor que podr?amos hacer es creer que esto es definitivo. El trabajo sigue por hacer y hay que seguir d?ndole contenido y ra?ces para asegurar su permanencia y recordar que a?n es muy fr?gil m?s all? de la excepcionalidad. La realidad no se expresa desde el silencio, son las voces las que muestran nuestra diversidad y nos empoderan para cambiar el discurso del arte", comenta Marika Vila.
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/d0c390f6-e1cc-436a-a4d4-8681a1c29cda_source-aspect-ratio_default_0.jpgCon ese objetivo, Alberto Medina y Guillermo Cobo confirman que una de las l?neas de acci?n de la Biblioteca del Reina Sof?a es la adquisici?n de obra de c?mic de nuevas autoras "para que, sin necesidad de tener que recurrir al discurso curatorial, sean los lectores los que directamente reflexionen si las creadoras de los setenta y ochenta han tenido influencia en las autoras actuales o si esta nueva generaci?n de artistas ha llegado a esas narrativas por aproximaci?n o por otros derroteros".
"Las autoras de c?mic hoy en d?a son muchas, buenas y abordan nuevos temas, como historias intimistas, biograf?as de mujeres artistas, temas del feminismo, de problemas psicol?gicos o de handicaps, la homosexualidad, un underground desde el punto de vista de las mujeres, el humor…", comenta Laura Pérez Vernetti, que destaca otro de los logros que estas nuevas artistas han conseguido en los ?ltimos tiempos: "han sido capaces de aumentar el n?mero de lectoras mujeres, dado que, anteriormente, el c?mic estaba dirigido y le?do tan solo por hombres".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/pioneras-comic-espana-trabajar-machistas-84577610)