Reem
03-12-2023, 12:07 AM
Igual que la enfermedad revela los secretos del organismo con una evidencia dif?cil de captar en la salud, las situaciones extremas sacan a la luz la naturaleza de la condici?n humana con una crudeza indetectable en los momentos de normalidad. Durante los meses m?s duros de la pandemia, la neur?loga Isabel Güell, especialista en demencias y patolog?as cerebrales del Centro Médico Teknon de Barcelona, se dedic? a recoger en un dietario sus impresiones personales de aquella experiencia y el seguimiento que hizo de algunos de sus pacientes, una poblaci?n formada por enfermos de alzhéimer, personas con deterioro cognitivo y lesionados cerebrales que no se reconocen frente al espejo. Aquellas notas las ha reunido en 'Un mundo extra?o' (https://www.penguinlibros.com/es/ciencia-y-tecnologia/314678-libro-un-mundo-extrano-9788418967900)(Debate), un libro que habla de todo lo que las circunstancias m?s dif?ciles e inusuales pueden revelar acerca de nosotros mismos.
-?Qué le ha ense?ado la pandemia?
-La capacidad tan asombrosa que tenemos para adaptarnos a las situaciones m?s imprevistas y extremas. Cada cerebro es ?nico, pero me llam? la atenci?n c?mo todos redujimos nuestra actividad durante aquellos meses sin mayores problemas. En los primeros d?as pensaba que tendr?a una avalancha de llamadas de pacientes presos de la ansiedad, pero se produjo un gran silencio. Yo misma noté c?mo me aletargaba y dorm?a m?s horas de lo habitual, como si mi mente hubiera decidido: ahora toca recogimiento, igual que hacen los osos polares en invierno.
-?No le sorprende lo r?pido que lo hemos olvidado?
-El cerebro est? dise?ado para olvidar. Solo as? podemos seguir adelante y sobrevivir. Pero me preocupa que no hayamos aprendido una de las lecciones que nos dej? esta pandemia, y es que no hay nada m?s barato y rentable que invertir en sanidad, porque nos libra de los problemas que acarreamos cuando no lo hacemos. Ahora sabemos que un simple virus nos puede encerrar en casa durante meses. Después de haberlo vivido en persona, me parece inconcebible que sigamos padeciendo estas carencias en el sector sanitario.
-A un traumat?logo o un nefr?logo no podr?a hacerle esta pregunta, pero a usted, que estudia el cerebro, s?: ?qué somos?
-Un producto de la evoluci?n. Nuestro cerebro no nace plano, sino que lleva predeterminados comportamientos heredados de las generaciones que nos precedieron. Sus vivencias configuraron la capacidad para percibir el mundo, emocionarnos, ser conscientes y planificar a largo plazo que hoy tenemos los humanos. Este dato es muy revelador, pero solemos olvidar el mensaje que lleva inscrito.
-?Cu?l?
-Que todo lo que nosotros hagamos ahora determinar? el comportamiento de las generaciones venideras. Nuestro cerebro tiene 100.000 a?os de vida y la escritura, apenas 6.000. En realidad, estamos al inicio de la historia de nuestra especie. Saber esto me transmite una enorme paz cuando veo la crueldad que somos capaces de causarnos a nosotros mismos, porque pienso en todo lo que le queda por evolucionar a nuestro cerebro. De nosotros depende que avance hacia un cerebro ético, pero nadie nos garantiza que sea as?. No toda evoluci?n es progreso.
-En ese proceso, saber c?mo funciona el cerebro puede ser crucial. ?Lograremos entender ese ?rgano en su totalidad alg?n d?a?
-No sé si ese momento llegar?, pero cada vez conocemos mejor su funcionamiento. Los mayores descubrimientos nos los han aportado los enfermos y pacientes con da?o cerebral. Sabemos d?nde est? el ?rea del lenguaje porque una autopsia realizada a un fallecido con problemas de habla revel? una lesi?n en una zona concreta. Sabemos que la conciencia est? relacionada con el l?bulo prefrontal y que un recuerdo es un grupo de neuronas que se excitan siguiendo una pauta. Pero también sabemos no existe un rinc?n donde estén guardados los recuerdos. La memoria no es una grabadora.
-Tal y como apunta en su libro, observar un cerebro mientras funciona permite extraer conclusiones trascendentales. Por ejemplo, en el campo del libre albedr?o. Al final, cuando elegimos algo, ?tomamos la decisi?n nosotros o lo hace ese ?rgano?
-Lo que hemos descubierto es que, en el momento de elegir, se activan antes las ?reas del inconsciente que las de la consciencia. Es como si el cerebro nos diera las decisiones ya tomadas, aunque nos haga creer que somos nosotros quienes elegimos. Si lo analizamos, tiene todo el sentido. El cerebro acumula m?s informaci?n de la que podemos procesar en esa décima de segundo. Por eso, lo hace él por nosotros.
-?Qué reflexi?n extrae de esa observaci?n?
-Que debemos escuchar m?s a las emociones, porque ellas manejan informaci?n, parte heredada de nuestros antepasados, que escapa a nuestra consciencia. Cuando dudamos entre hacer un viaje o no hacerlo, entre elegir a o b, esa sensaci?n que notamos en nuestro interior debemos tenerla en cuenta.
-?Es cierto que existe una conexi?n entre la espiritualidad, la epilepsia y el l?bulo temporal?
-Hoy sabemos que si excitamos con electrodos ciertas zonas del cerebro, se activan determinadas sensaciones. Decir que Dios o el sentimiento de trascendencia se ubica en una zona concreta del cerebro es exagerado, pero observar que se produce esa reacci?n al estimular esas ?reas es como ver la punta de un iceberg. La conciencia de Dios, la bondad y la maldad las llevamos en el cerebro porque nuestros antepasados las incorporaron en un momento dado de nuestra evoluci?n y las han ido desarrollando durante generaciones.-Muchos de sus pacientes son personas de edad avanzada y cada vez vivimos m?s a?os. ?Hacia d?nde nos dirigimos?
-Hoy sabemos que el 40% de los mayores de 85 a?os va a desarrollar alzhéimer. Esta enfermedad es muy variable, hay quien deja de reconocer a su familia en cuesti?n de meses y quien avanza lentamente hacia el olvido durante a?os. Pero si cada vez vivimos m?s, alg?n d?a la mitad de la poblaci?n no podr? ir a trabajar porque tendr? que cuidar a sus familiares aquejados de demencias cognitivas. El envejecimiento de la sociedad es un grave problema, pero nadie est? previendo ese escenario.
-?C?mo podr?amos hacerlo?
-Por suerte, hoy nos cuidamos m?s, fumamos menos, controlamos m?s la dieta y llegamos a edades avanzadas en mejores condiciones. Tengo pacientes de 80 a?os con una energ?a y unas capacidades admirables. Pero hay da?os cerebrales causados por problemas vasculares que podr?an prevenirse f?cilmente, y no lo hacemos. A los 65 a?os, una simple ecograf?a de las car?tidas, que es una intervenci?n sencilla y barata, podr?a evitar muchos ictus, porque permitir?a detectar co?gulos a tiempo y tratarlos con anticoagulantes o una aspirina. Si esta medida se aplicara a toda la poblaci?n, imagine la factura sanitaria, los cuidados y el sufrimiento que nos ahorrar?amos.
-Como neur?loga, ?qué le parece la Inteligencia Artificial de la que se habla tanto ?ltimamente?
-Esa tecnolog?a tiene aplicaciones muy ?tiles en muchos campos, incluida la medicina. Hoy hay test para detectar demencia elaborados por esos programas que funcionan muy bien y robots que ayudan a operar con un grado de sutileza inalcanzable por un cirujano. Pero me cuesta pensar que esas m?quinas puedan sustituirnos. No me imagino haciendo esta entrevista con un ente digital o que usted vaya al médico y le atienda un robot. Las relaciones humanas son insustituibles. De momento, a m? me interesan las emociones y la capacidad creativa de los las personas, no las de las m?quinas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/isabel-guell-neurologa-ecografia-carotidas-84500425)
-?Qué le ha ense?ado la pandemia?
-La capacidad tan asombrosa que tenemos para adaptarnos a las situaciones m?s imprevistas y extremas. Cada cerebro es ?nico, pero me llam? la atenci?n c?mo todos redujimos nuestra actividad durante aquellos meses sin mayores problemas. En los primeros d?as pensaba que tendr?a una avalancha de llamadas de pacientes presos de la ansiedad, pero se produjo un gran silencio. Yo misma noté c?mo me aletargaba y dorm?a m?s horas de lo habitual, como si mi mente hubiera decidido: ahora toca recogimiento, igual que hacen los osos polares en invierno.
-?No le sorprende lo r?pido que lo hemos olvidado?
-El cerebro est? dise?ado para olvidar. Solo as? podemos seguir adelante y sobrevivir. Pero me preocupa que no hayamos aprendido una de las lecciones que nos dej? esta pandemia, y es que no hay nada m?s barato y rentable que invertir en sanidad, porque nos libra de los problemas que acarreamos cuando no lo hacemos. Ahora sabemos que un simple virus nos puede encerrar en casa durante meses. Después de haberlo vivido en persona, me parece inconcebible que sigamos padeciendo estas carencias en el sector sanitario.
-A un traumat?logo o un nefr?logo no podr?a hacerle esta pregunta, pero a usted, que estudia el cerebro, s?: ?qué somos?
-Un producto de la evoluci?n. Nuestro cerebro no nace plano, sino que lleva predeterminados comportamientos heredados de las generaciones que nos precedieron. Sus vivencias configuraron la capacidad para percibir el mundo, emocionarnos, ser conscientes y planificar a largo plazo que hoy tenemos los humanos. Este dato es muy revelador, pero solemos olvidar el mensaje que lleva inscrito.
-?Cu?l?
-Que todo lo que nosotros hagamos ahora determinar? el comportamiento de las generaciones venideras. Nuestro cerebro tiene 100.000 a?os de vida y la escritura, apenas 6.000. En realidad, estamos al inicio de la historia de nuestra especie. Saber esto me transmite una enorme paz cuando veo la crueldad que somos capaces de causarnos a nosotros mismos, porque pienso en todo lo que le queda por evolucionar a nuestro cerebro. De nosotros depende que avance hacia un cerebro ético, pero nadie nos garantiza que sea as?. No toda evoluci?n es progreso.
-En ese proceso, saber c?mo funciona el cerebro puede ser crucial. ?Lograremos entender ese ?rgano en su totalidad alg?n d?a?
-No sé si ese momento llegar?, pero cada vez conocemos mejor su funcionamiento. Los mayores descubrimientos nos los han aportado los enfermos y pacientes con da?o cerebral. Sabemos d?nde est? el ?rea del lenguaje porque una autopsia realizada a un fallecido con problemas de habla revel? una lesi?n en una zona concreta. Sabemos que la conciencia est? relacionada con el l?bulo prefrontal y que un recuerdo es un grupo de neuronas que se excitan siguiendo una pauta. Pero también sabemos no existe un rinc?n donde estén guardados los recuerdos. La memoria no es una grabadora.
-Tal y como apunta en su libro, observar un cerebro mientras funciona permite extraer conclusiones trascendentales. Por ejemplo, en el campo del libre albedr?o. Al final, cuando elegimos algo, ?tomamos la decisi?n nosotros o lo hace ese ?rgano?
-Lo que hemos descubierto es que, en el momento de elegir, se activan antes las ?reas del inconsciente que las de la consciencia. Es como si el cerebro nos diera las decisiones ya tomadas, aunque nos haga creer que somos nosotros quienes elegimos. Si lo analizamos, tiene todo el sentido. El cerebro acumula m?s informaci?n de la que podemos procesar en esa décima de segundo. Por eso, lo hace él por nosotros.
-?Qué reflexi?n extrae de esa observaci?n?
-Que debemos escuchar m?s a las emociones, porque ellas manejan informaci?n, parte heredada de nuestros antepasados, que escapa a nuestra consciencia. Cuando dudamos entre hacer un viaje o no hacerlo, entre elegir a o b, esa sensaci?n que notamos en nuestro interior debemos tenerla en cuenta.
-?Es cierto que existe una conexi?n entre la espiritualidad, la epilepsia y el l?bulo temporal?
-Hoy sabemos que si excitamos con electrodos ciertas zonas del cerebro, se activan determinadas sensaciones. Decir que Dios o el sentimiento de trascendencia se ubica en una zona concreta del cerebro es exagerado, pero observar que se produce esa reacci?n al estimular esas ?reas es como ver la punta de un iceberg. La conciencia de Dios, la bondad y la maldad las llevamos en el cerebro porque nuestros antepasados las incorporaron en un momento dado de nuestra evoluci?n y las han ido desarrollando durante generaciones.-Muchos de sus pacientes son personas de edad avanzada y cada vez vivimos m?s a?os. ?Hacia d?nde nos dirigimos?
-Hoy sabemos que el 40% de los mayores de 85 a?os va a desarrollar alzhéimer. Esta enfermedad es muy variable, hay quien deja de reconocer a su familia en cuesti?n de meses y quien avanza lentamente hacia el olvido durante a?os. Pero si cada vez vivimos m?s, alg?n d?a la mitad de la poblaci?n no podr? ir a trabajar porque tendr? que cuidar a sus familiares aquejados de demencias cognitivas. El envejecimiento de la sociedad es un grave problema, pero nadie est? previendo ese escenario.
-?C?mo podr?amos hacerlo?
-Por suerte, hoy nos cuidamos m?s, fumamos menos, controlamos m?s la dieta y llegamos a edades avanzadas en mejores condiciones. Tengo pacientes de 80 a?os con una energ?a y unas capacidades admirables. Pero hay da?os cerebrales causados por problemas vasculares que podr?an prevenirse f?cilmente, y no lo hacemos. A los 65 a?os, una simple ecograf?a de las car?tidas, que es una intervenci?n sencilla y barata, podr?a evitar muchos ictus, porque permitir?a detectar co?gulos a tiempo y tratarlos con anticoagulantes o una aspirina. Si esta medida se aplicara a toda la poblaci?n, imagine la factura sanitaria, los cuidados y el sufrimiento que nos ahorrar?amos.
-Como neur?loga, ?qué le parece la Inteligencia Artificial de la que se habla tanto ?ltimamente?
-Esa tecnolog?a tiene aplicaciones muy ?tiles en muchos campos, incluida la medicina. Hoy hay test para detectar demencia elaborados por esos programas que funcionan muy bien y robots que ayudan a operar con un grado de sutileza inalcanzable por un cirujano. Pero me cuesta pensar que esas m?quinas puedan sustituirnos. No me imagino haciendo esta entrevista con un ente digital o que usted vaya al médico y le atienda un robot. Las relaciones humanas son insustituibles. De momento, a m? me interesan las emociones y la capacidad creativa de los las personas, no las de las m?quinas.
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