Reem
03-08-2023, 06:40 AM
Los primeros minutos de la pel?cula Lost In Translation de Sofia Coppola sirven para presentar a los dos protagonistas. La primera imagen es la de una mujer tumbada de lado en la cama, de espaldas a la c?mara, vestida con unas bragas rosas transparentes y lo que parece un jersey azul. La segunda prenda apenas se intuye, porque solo se ve la parte de su cuerpo que va desde las caderas hasta las rodillas, en un ambiente de luz tenue. La segunda es la de Bill Murray adormilado en un taxi que circula por las calles del centro de Tokio. Su cara expresa emociones y est? en un espacio reconocible. De hecho, se sabe quién es el actor mientras que, para alguien que se enfrente al filme sin informaci?n previa del reparto, la actriz podr?a ser cualquiera (luego sabremos que se trata de Scarlett Johansson). ?l es un sujeto activo que observa, mientras que ella es el objeto que es observado. Esos dos planos concentran la tesis sobre el sesgo de género en el lenguaje cinematogr?fico que la directora Nina Menkes expone en su impactante documental Brainwashed: Sex-Camera-Power (Manipulaci?n: sexo-c?mara-poder).
El canal TCM lo emite este 8 de marzo con motivo del D?a Internacional de la Mujer, dentro de su ciclo Ellas crean programado a lo largo de todo el mes. Se estren? originalmente en el Festival de Sundance en 2022 y cre? un buen revuelo que le aport? a la directora muchas alegr?as pero también algunos encontronazos. "Muchas de las mujeres que lo vieron en el festival son miembros del DGA (Sindicato de Directores de América), que es muy poderoso", dice Menkes a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/), del grupo Prensa Ibérica, por videollamada. "Algunas de ellas eran parte del Comité Directivo de Mujeres en la organizaci?n y decidieron hacer un evento para proyectarlo en su sede, pero el DGA dijo que no con argumentos poco cre?bles. Al final, nos enteramos de que la raz?n era que no quer?an ofender a sus miembros en su propia casa", afirma divertida la cineasta desde su casa en Los Angeles.
https://aglitk.com/clip/475e5d57-d377-4883-b813-bbaefedf979e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Nina Menkes, directora del documental 'Brainwashed: Sex-Camera-Power'. | TCM
El documental es el tercer formato en el que Menkes difunde ese mensaje que tanto incomoda a los creadores de la industria, en su mayor?a hombres blancos cis heterosexuales (de las 250 pel?culas m?s importantes estrenadas en Estados Unidos en 1998, solo el 9% estaban dirigidas por mujeres y en 2018, la cifra hab?a bajado hasta el 8%, se apunta en Brainwashed para atajar cualquier atisbo de duda). El origen de este trabajo es un ensayo titulado The Visual Language of Oppression: Harvey Wasn’t Working in a Vacuum (El lenguaje visual de la opresi?n: Harvey no estaba trabajando en el vac?o), que Menkes public? en la revista Filmmaker en 2017. Tuvo tanto éxito que la autora empez? a recibir invitaciones para dar conferencias, y finalmente utiliz? los v?deos de dichas charlas para crear este filme. En él muestra numerosos clips de cl?sicos absolutos del cine para apoyar sus explicaciones, as? como fragmentos de entrevistas a otras cineastas.
El ‘male gaze’ [la mirada masculina] nos dicta unas maneras de mirar tan espec?ficas que casi parecen leyes”.
El machismo en la industria cinematogr?fica en aspectos como los papeles que se suelen asignar a las mujeres, la exigencia de la juventud o las diferencias salariales son temas que se han tratado en muchas ocasiones. Pero en su documental Menkes los aborda desde una perspectiva m?s técnica que parte del concepto que Laura Mulvey, te?rica del cine feminista, expuso en su ensayo de 1973 Visual Pleasure and Narrative Cinema: lo que se conoce como ‘male gaze’, es decir, la mirada masculina. Esa perspectiva se traduce en un lenguaje visual que “nos dicta unas maneras de mirar tan espec?ficas que casi parecen leyes”, afirma Menkes en su cinta.
Las claves son las siguientes. El dise?o de los planos determina quién es el sujeto activo, el que mira (el hombre) y el pasivo, que es observado (la mujer). El encuadre muestra los cuerpos de los hombres enteros, mientras que los de las mujeres se ense?an fragmentados y, en cualquier momento, los desnudos pueden aparecer aunque no sean necesarios en la trama. El movimiento de c?mara e imagen también es determinante: en el caso de las mujeres, la c?mara lenta se utiliza para los momentos en los que se muestra su cuerpo para enfatizar su sexualidad mientras que, en el caso de los hombres, se utiliza en las escenas de acci?n o violencia. La luz que ilumina a los protagonistas masculinos en los primeros planos siempre es dura y directa, les da profundidad, pero la de las mujeres es m?s tenue y las ‘aplana’: ellos son tridimensionales, ellas bidimensionales.
El encuadre muestra los cuerpos de los hombres enteros, mientras que los de las mujeres se ense?an fragmentados y, en cualquier momento, los desnudos pueden aparecer aunque no sean necesarios"
Entre los clips seleccionados para el documental, se pueden ver ejemplos flagrantes de este lenguaje. Uno de los m?s llamativos es el de Carrie (Brian De Palma, 1976): después de una primera escena en la que la protagonista aparece jugando mal al voleibol, la c?mara pasa al interior del vestuario donde ella y el resto de jugadoras se est?n duchando sin que esa colecci?n de desnudos venga a cuento para nada. Cada vez que una ‘chica Bond’ –Ursula Andress, Halle Berry– sale del mar lo hace de forma ralentizada, y en La dama de Shanghai (Orson Welles, 1947) Rita Hayworth se pasa la mayor parte del tiempo en bikini rodeada de hombres vestidos y bien iluminados. Por supuesto, Alfred Hitchcock no pod?a faltar en la lista con La ventana indiscreta (1954), una especie de oda involuntaria a la mirada masculina en el cine.
"Empecé a pensar en estas cosas hace 25 a?os, cuando comencé a hacer mis propias pel?culas. Fui consciente desde el principio de que mi perspectiva como mujer no est? representada en las pel?culas", explica Menkes. "En la escuela de cine, nadie cre?a que hubiese mujeres directoras. Godard era Dios, y si se te ocurr?a decir algo sobre la forma en la que mostraba a las mujeres, te miraban como si estuvieras loca". "Ahora parece que tras el movimiento MeToo la gente est? m?s preparada para escuchar estas cosas", sostiene.
Si eso es lo que vemos siempre, es invisible, es el aire. No te percatas del aire, por tanto es igual de posible que una mujer reproduzca ese tropo que que lo haga un hombre”.
Su filmograf?a est? bien nutrida. Su primera pel?cula fue A Soft Warrior (1981), protagonizada por su hermana Tinka Menkes que también aparece en otros de sus t?tulos como Magdalena Viraga (1986), The Bloody Child (1996) o The Crazy Bloody Female Center (2000). Adem?s de Brainwashed, en 2022 Menkes firm? el corto The Lioness. "También soy la directora de fotograf?a de mis propios trabajos. Mi manera de pensar en el marco que voy a aplicar o d?nde ir? la c?mara es muy autom?tica", dice para explicar c?mo se libra de ‘la mirada masculina’ que s? afecta a otras realizadoras como la mencionada Sofia Coppola. ?C?mo es posible que una mujer tenga esa perspectiva de hombre cis heterosexual? Amy Ziering, productora y directora de t?tulos como Allen v. Farrow, lo explica de manera muy clara en Brainwashed: “Si eso es lo que vemos siempre, es invisible, es el aire. No te percatas del aire, por tanto es igual de posible que una mujer reproduzca ese tropo que que lo haga un hombre”.
Menkes desarrolla que este lenguaje visual que se utiliza en el cine tiene una influencia directa en la discriminaci?n laboral as? como en el abuso y la violencia sexual contra las mujeres. La cultura de la violaci?n se alimenta constantemente desde la pantalla–escenas de sexo en las que la mujer dice no para finalmente ceder a los deseos del hombre y mostrarse complacida, la glamourizaci?n de la agresi?n– y se perpet?a en la realidad. De hecho, el MeToo sac? a la luz que el 94% de las mujeres de Hollywood son v?ctimas de acoso o agresi?n sexual. "Un conocido director de fotograf?a con el que trabajé en mi pel?cula Phantom Love (2007) me dijo que todas las mujeres j?venes corren peligro en los plat?s de cine", recuerda Menkes.
"Es cierto que est? cambiando y la aparici?n de figuras como los coordinadores de intimidad han supuesto un gran avance", sostiene. Estos se encargan de que los actores y actrices estén c?modos cuando graban escenas de sexo y no haya situaciones inesperadas como desnudos o acciones no especificadas en el guion. "Pese a todo, cada d?a sale una noticia en los medios relacionada con este tema. Pero bueno, por lo menos ahora tenemos conciencia de lo que pasa, antes nadie hablaba de ello", afirma.
Cuerpos de pel?cula
El jueves 9 de marzo, Movistar Plus+ emite el documental Cuerpos de pel?cula, dirigido por Kristy Guevara-Flanagan. Estrenado en el Festival de Tribeca en 2022, también est? centrado en el tema de la cosificaci?n e hipersexualizaci?n de la mujer en el cine por la ‘mirada masculina’ de la que habla Nina Menkes (de hecho, algunas entrevistadas como la actriz Rosanna Arquette aparecen en ambos trabajos), aunque no lo trata desde un punto de vista técnico. En la cinta se muestran los retoques digitales para rejuvenecer a las actrices, la realidad de los dobles de cuerpo, la formaci?n que siguen las coordinadoras de intimidad o c?mo se muestra la sexualidad de las personas transgénero o con discapacidad en el cine, entre otras cuestiones.
Hay algunos puntos en los que inciden ambos documentales, como el gran n?mero de escenas de violaci?n en la pantalla. La actriz Rose McGowan, que en 2017 denunci? a Harvey Weinstein por haberla violado y ha sido una de las voces m?s destacadas del MeToo, sostiene en el documental que “muchas veces, los guionistas creen que la ?nica forma de que un personaje femenino se haga fuerte es que la violen sin ninguna raz?n aparente. Eso no son mujeres fuertes. Son mujeres maltratadas que tienen que sobrevivir y estar guapas mientras lo hacen”.
La realizadora también utiliza escenas de pel?culas como ejemplos y entrevistas a otros personajes como Jane Fonda, cuyo testimonio como protagonista de Barbarella es crucial para entender el temor hist?rico de las actrices a los desnudos. Pero todas las declaraciones, los clips de los filmes y las teor?as que tanto Menkes como Guevara-Flanagan muestran en sus trabajos llevan a la misma conclusi?n: mientras la mirada del cine sea la del patriarcado, las mujeres seguir?n siendo el objeto pasivo de la historia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/violaciones-glamurosas-cuerpos-detalle-desnudos-84263011)
El canal TCM lo emite este 8 de marzo con motivo del D?a Internacional de la Mujer, dentro de su ciclo Ellas crean programado a lo largo de todo el mes. Se estren? originalmente en el Festival de Sundance en 2022 y cre? un buen revuelo que le aport? a la directora muchas alegr?as pero también algunos encontronazos. "Muchas de las mujeres que lo vieron en el festival son miembros del DGA (Sindicato de Directores de América), que es muy poderoso", dice Menkes a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/), del grupo Prensa Ibérica, por videollamada. "Algunas de ellas eran parte del Comité Directivo de Mujeres en la organizaci?n y decidieron hacer un evento para proyectarlo en su sede, pero el DGA dijo que no con argumentos poco cre?bles. Al final, nos enteramos de que la raz?n era que no quer?an ofender a sus miembros en su propia casa", afirma divertida la cineasta desde su casa en Los Angeles.
https://aglitk.com/clip/475e5d57-d377-4883-b813-bbaefedf979e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Nina Menkes, directora del documental 'Brainwashed: Sex-Camera-Power'. | TCM
El documental es el tercer formato en el que Menkes difunde ese mensaje que tanto incomoda a los creadores de la industria, en su mayor?a hombres blancos cis heterosexuales (de las 250 pel?culas m?s importantes estrenadas en Estados Unidos en 1998, solo el 9% estaban dirigidas por mujeres y en 2018, la cifra hab?a bajado hasta el 8%, se apunta en Brainwashed para atajar cualquier atisbo de duda). El origen de este trabajo es un ensayo titulado The Visual Language of Oppression: Harvey Wasn’t Working in a Vacuum (El lenguaje visual de la opresi?n: Harvey no estaba trabajando en el vac?o), que Menkes public? en la revista Filmmaker en 2017. Tuvo tanto éxito que la autora empez? a recibir invitaciones para dar conferencias, y finalmente utiliz? los v?deos de dichas charlas para crear este filme. En él muestra numerosos clips de cl?sicos absolutos del cine para apoyar sus explicaciones, as? como fragmentos de entrevistas a otras cineastas.
El ‘male gaze’ [la mirada masculina] nos dicta unas maneras de mirar tan espec?ficas que casi parecen leyes”.
El machismo en la industria cinematogr?fica en aspectos como los papeles que se suelen asignar a las mujeres, la exigencia de la juventud o las diferencias salariales son temas que se han tratado en muchas ocasiones. Pero en su documental Menkes los aborda desde una perspectiva m?s técnica que parte del concepto que Laura Mulvey, te?rica del cine feminista, expuso en su ensayo de 1973 Visual Pleasure and Narrative Cinema: lo que se conoce como ‘male gaze’, es decir, la mirada masculina. Esa perspectiva se traduce en un lenguaje visual que “nos dicta unas maneras de mirar tan espec?ficas que casi parecen leyes”, afirma Menkes en su cinta.
Las claves son las siguientes. El dise?o de los planos determina quién es el sujeto activo, el que mira (el hombre) y el pasivo, que es observado (la mujer). El encuadre muestra los cuerpos de los hombres enteros, mientras que los de las mujeres se ense?an fragmentados y, en cualquier momento, los desnudos pueden aparecer aunque no sean necesarios en la trama. El movimiento de c?mara e imagen también es determinante: en el caso de las mujeres, la c?mara lenta se utiliza para los momentos en los que se muestra su cuerpo para enfatizar su sexualidad mientras que, en el caso de los hombres, se utiliza en las escenas de acci?n o violencia. La luz que ilumina a los protagonistas masculinos en los primeros planos siempre es dura y directa, les da profundidad, pero la de las mujeres es m?s tenue y las ‘aplana’: ellos son tridimensionales, ellas bidimensionales.
El encuadre muestra los cuerpos de los hombres enteros, mientras que los de las mujeres se ense?an fragmentados y, en cualquier momento, los desnudos pueden aparecer aunque no sean necesarios"
Entre los clips seleccionados para el documental, se pueden ver ejemplos flagrantes de este lenguaje. Uno de los m?s llamativos es el de Carrie (Brian De Palma, 1976): después de una primera escena en la que la protagonista aparece jugando mal al voleibol, la c?mara pasa al interior del vestuario donde ella y el resto de jugadoras se est?n duchando sin que esa colecci?n de desnudos venga a cuento para nada. Cada vez que una ‘chica Bond’ –Ursula Andress, Halle Berry– sale del mar lo hace de forma ralentizada, y en La dama de Shanghai (Orson Welles, 1947) Rita Hayworth se pasa la mayor parte del tiempo en bikini rodeada de hombres vestidos y bien iluminados. Por supuesto, Alfred Hitchcock no pod?a faltar en la lista con La ventana indiscreta (1954), una especie de oda involuntaria a la mirada masculina en el cine.
"Empecé a pensar en estas cosas hace 25 a?os, cuando comencé a hacer mis propias pel?culas. Fui consciente desde el principio de que mi perspectiva como mujer no est? representada en las pel?culas", explica Menkes. "En la escuela de cine, nadie cre?a que hubiese mujeres directoras. Godard era Dios, y si se te ocurr?a decir algo sobre la forma en la que mostraba a las mujeres, te miraban como si estuvieras loca". "Ahora parece que tras el movimiento MeToo la gente est? m?s preparada para escuchar estas cosas", sostiene.
Si eso es lo que vemos siempre, es invisible, es el aire. No te percatas del aire, por tanto es igual de posible que una mujer reproduzca ese tropo que que lo haga un hombre”.
Su filmograf?a est? bien nutrida. Su primera pel?cula fue A Soft Warrior (1981), protagonizada por su hermana Tinka Menkes que también aparece en otros de sus t?tulos como Magdalena Viraga (1986), The Bloody Child (1996) o The Crazy Bloody Female Center (2000). Adem?s de Brainwashed, en 2022 Menkes firm? el corto The Lioness. "También soy la directora de fotograf?a de mis propios trabajos. Mi manera de pensar en el marco que voy a aplicar o d?nde ir? la c?mara es muy autom?tica", dice para explicar c?mo se libra de ‘la mirada masculina’ que s? afecta a otras realizadoras como la mencionada Sofia Coppola. ?C?mo es posible que una mujer tenga esa perspectiva de hombre cis heterosexual? Amy Ziering, productora y directora de t?tulos como Allen v. Farrow, lo explica de manera muy clara en Brainwashed: “Si eso es lo que vemos siempre, es invisible, es el aire. No te percatas del aire, por tanto es igual de posible que una mujer reproduzca ese tropo que que lo haga un hombre”.
Menkes desarrolla que este lenguaje visual que se utiliza en el cine tiene una influencia directa en la discriminaci?n laboral as? como en el abuso y la violencia sexual contra las mujeres. La cultura de la violaci?n se alimenta constantemente desde la pantalla–escenas de sexo en las que la mujer dice no para finalmente ceder a los deseos del hombre y mostrarse complacida, la glamourizaci?n de la agresi?n– y se perpet?a en la realidad. De hecho, el MeToo sac? a la luz que el 94% de las mujeres de Hollywood son v?ctimas de acoso o agresi?n sexual. "Un conocido director de fotograf?a con el que trabajé en mi pel?cula Phantom Love (2007) me dijo que todas las mujeres j?venes corren peligro en los plat?s de cine", recuerda Menkes.
"Es cierto que est? cambiando y la aparici?n de figuras como los coordinadores de intimidad han supuesto un gran avance", sostiene. Estos se encargan de que los actores y actrices estén c?modos cuando graban escenas de sexo y no haya situaciones inesperadas como desnudos o acciones no especificadas en el guion. "Pese a todo, cada d?a sale una noticia en los medios relacionada con este tema. Pero bueno, por lo menos ahora tenemos conciencia de lo que pasa, antes nadie hablaba de ello", afirma.
Cuerpos de pel?cula
El jueves 9 de marzo, Movistar Plus+ emite el documental Cuerpos de pel?cula, dirigido por Kristy Guevara-Flanagan. Estrenado en el Festival de Tribeca en 2022, también est? centrado en el tema de la cosificaci?n e hipersexualizaci?n de la mujer en el cine por la ‘mirada masculina’ de la que habla Nina Menkes (de hecho, algunas entrevistadas como la actriz Rosanna Arquette aparecen en ambos trabajos), aunque no lo trata desde un punto de vista técnico. En la cinta se muestran los retoques digitales para rejuvenecer a las actrices, la realidad de los dobles de cuerpo, la formaci?n que siguen las coordinadoras de intimidad o c?mo se muestra la sexualidad de las personas transgénero o con discapacidad en el cine, entre otras cuestiones.
Hay algunos puntos en los que inciden ambos documentales, como el gran n?mero de escenas de violaci?n en la pantalla. La actriz Rose McGowan, que en 2017 denunci? a Harvey Weinstein por haberla violado y ha sido una de las voces m?s destacadas del MeToo, sostiene en el documental que “muchas veces, los guionistas creen que la ?nica forma de que un personaje femenino se haga fuerte es que la violen sin ninguna raz?n aparente. Eso no son mujeres fuertes. Son mujeres maltratadas que tienen que sobrevivir y estar guapas mientras lo hacen”.
La realizadora también utiliza escenas de pel?culas como ejemplos y entrevistas a otros personajes como Jane Fonda, cuyo testimonio como protagonista de Barbarella es crucial para entender el temor hist?rico de las actrices a los desnudos. Pero todas las declaraciones, los clips de los filmes y las teor?as que tanto Menkes como Guevara-Flanagan muestran en sus trabajos llevan a la misma conclusi?n: mientras la mirada del cine sea la del patriarcado, las mujeres seguir?n siendo el objeto pasivo de la historia.
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