Reem
03-06-2023, 07:30 PM
Las quejas de los aficionados a la m?sica cuando apuntan al encarecimiento de las entradas de los conciertos de las grandes figuras del pop-rock no responde a una sensaci?n subjetiva, sino a una base real. Se trata de un proceso paulatino que viene de muy atr?s y que se ha acelerado con el ‘efecto pandemia’ y la reactivaci?n de las giras. Una suma de factores acumulados (con la inflaci?n y el encarecimiento de los materiales al frente) a los que se a?ade el auge de la ‘cultura vip’ y el efecto distorsionador de la reventa y de los rampantes precios din?micos, que trepan cual valor burs?til y llegan a multiplicar las tarifas iniciales.
Las recientes campa?as de Madonna y Beyoncé han lanzado el grito de alarma. La voz de ‘Like a virgin’ ofrec?a a priori un abanico de precios amplio, de 40 a 300 euros (es decir, 45,50 y 333,50 incluyendo gastos de gesti?n), para sus conciertos de 1 y 2 de noviembre en el Palau Sant Jordi, los ?nicos que realizar? en Espa?a, si bien entradas como las de pista se situaron en una franja sin precedentes de 200 (226,50) y 250 euros (283,50).
Aparte, los paquetes ‘vip’, con variopintas golosinas y atenciones exclusivas, llegaban a superar el millar de euros. Y lo m?s llamativo ha resultado ser el mecanismo din?mico aplicado a las (muy pocas) entradas que han quedado por vender: este viernes se ofrec?an algunas para el ‘show’ del d?a 1 a 793 euros m?s gastos.
https://aglitk.com/clip/ea1f9da9-a025-4921-901a-319f61279a93_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Shakira. | ?lvaro Monge
Las categor?as ‘premium’
Otro tanto para Beyoncé, donde la gama inicial de precios para el concierto del 8 de junio en el Estadi Ol?mpic, de 62,50 a 209,50 euros (m?s gastos), ha dado paso a las tarifas din?micas para los ‘tickets’ que quedan disponibles, de modo que los m?s econ?micos ascienden ahora a 601,50 euros. En las categor?as ‘premium’, la oferta bautizada como ‘vip2 pure honey on stage risers’ brinda ‘tickets’ a pie de escenario a 2.377 euros.
Se observa que las franjas bajas de precios han sufrido, por lo general, variaciones relativas (The Cure: 50,50 euros en 2016; 51 euros en 2022), y que cuanto m?s apetecible es una localidad, m?s se hace valer. Es ah? donde suele haber las escaladas. Fijémonos en Coldplay: entradas a partir de los 56,50 euros para sus cuatro conciertos de mayo en el Estadi (en 2014 costaban 60), mientras que en categor?as superiores se desmadran los n?meros: hasta 170 euros (en 2014 eran 90), y nuevas categor?as como el paquete ‘My universe lounge’, a 485 euros m?s 64,50 de gastos. Con Elton John en el Palau Sant Jordi, se ha pasado de la gama de 50,50 a 90 euros (2014) a la de 68-324 euros.
https://aglitk.com/clip/9625a0e9-770f-42a6-8d9a-19680536f480_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Beyoncé. |
Las plazas m?s selectas
En paralelo, entran en escena los precios din?micos, que se ajustan a la demanda y que han protagonizado episodios estridentes en Estados Unidos: los m?s de 6.000 euros que llegaron a ofrecerse, el verano pasado, por una entrada de Bruce Springsteen. En Espa?a, este sistema, comparable al de los vuelos o los veh?culos VTC, se ha aplicado en los espect?culos del Cirque du Soleil y en el festival ‘boutique’ Starlite, de Marbella, y solo en los ?ltimos meses ha llegado a los conciertos de gran aforo. Seg?n Ticketmaster, se trata de entradas de “muy buena calidad” que no representan m?s que entre el 5 y el 7% del aforo.
Para Neo Sala, fundador y CEO de Doctor Music, esos precios “ayudan a que el artista tenga unos ingresos extra que de otro modo pasar?an a engrosar los bolsillos de los revendedores ileg?timos”. El promotor se pregunta “por qué este sistema causa tanta extra?eza”, dado que “las compa??as aéreas y los hoteles llevan décadas utiliz?ndolo”. Desliza un detalle visible en la web del Liceu, que reza: “el precio de las localidades se incrementar? en el momento en que una zona supere el 70% de ocupaci?n”.
https://aglitk.com/clip/f0a64314-cafd-4809-a393-7e996bb9e82c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Entradas de décadas pasadas como la del concierto que dieron The Rolling Stones en Barcelona en mayo de 1990, que cost? 4.000 pesetas. |
Coste de materiales
El encarecimiento de los materiales de producci?n y de la energ?a es citado como un factor relevante en la subida de precios pospandémica. “Ah?, el incremento es f?cilmente de un 15%”, estima Tito Ramoneda, vicepresidente de la APM (Asociaci?n de Promotores Musicales) y presidente de The Project. Los gastos de gesti?n, un cap?tulo controvertido, se explican porque “detr?s de cada compra hay un sistema inform?tico que garantiza que el comprador tenga en ese momento la entrada en el m?vil, y eso vale dinero”. Otra cosa son los precios de la reventa, siempre disparados, y que a su juicio generan confusi?n. “La gente puede tener la percepci?n que ese es el precio oficial”, observa. “Hay quien no sabe que est? comprando en la reventa”.
Neo Sala ve otra clave en el auge de la ‘cultura vip’. En otros tiempos “no exist?an los reservados vip en las discotecas, ni los carriles preferentes en los parques de atracciones, ni los ‘packs’ exclusivos en el deporte, que est?n a la orden del d?a”, ilustra el promotor, que apunta a los paquetes que ofrece el Barça en la Liga, con una oferta ‘vip premium’ que se eleva hasta los 3.915 euros.
https://aglitk.com/clip/d533417f-ca93-45ab-853f-c6efc9feb8b5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Precios y entradas de otra época: Sting por 2.000 pesetas y Pixies en Zeleste por 2.500. |
Aquellos precios ?nicos
Hoy suena muy loco recordar que, en los a?os 80 y 90, Bruce Springsteen, Madonna o los Rolling Stones llenaban estadios con precios ?nicos para todo el recinto. ?Se puede sostener que hacer horas de cola y ponerte a correr al abrir las puertas para colocarte en primera fila es m?s justo con el fan que vender esas localidades al mejor postor? “No creo que lo sea”, estima Tito Ramoneda. “Y no es civilizado”.
Ampliando el encuadre, la evoluci?n de los precios a largo plazo ha sido muy aguda. Hace 40 a?os, en el verano de 1983, los conciertos estrella se mov?an entre las 1.200 pesetas (7,2 euros) de Dire Straits y las 2.000 (12 euros) de Supertramp, que representaban un 1 y un 1,7%, respectivamente, del salario medio de la época. Hoy, los 226,50 de un ‘t?quet’ medio de Madonna suponen el 12,8% de un sueldo. Desde luego, las producciones actuales son mucho m?s caras (escenograf?as complejas, pantallas de ‘leds’ sofisticadas, sistemas de sonido ‘top’), pero el alza de los precios es también el reflejo del desplazamiento del negocio musical al directo tras la reducci?n de los beneficios derivados de las grabaciones.
https://aglitk.com/clip/e4bc5635-1bbe-4533-a56e-a565cfe4d8c9_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una entrada antigua para un concierto de Dire Straits en Barcelona a 1.200 pesetas. |
Demanda multiplicada
Y después de todo, un factor que no es balad?: el aumento exponencial de la demanda del p?blico. Sin eso, el tinglado se ver?a abocado a la correcci?n exprés. Pero las entradas de los ?dolos, y particularmente las m?s caras, suelen venderse. “Ahora hay mucha m?s gente interesada en ver en directo a un artista que en otras épocas, y el n?mero de conciertos al a?o que puede dar ese artista es el mismo, pues los a?os siguen teniendo 365 d?as”, hace notar Neo Sala. Tras la pandemia, se suma cierta urgencia por recuperar el tiempo perdido elevando tarifas (hablamos de uno de los sectores m?s castigados), si bien, “al final, hay un riesgo: si las entradas son demasiado caras, no se vender?n”, razona Tito Ramoneda.
Contexto estresante, el de la m?sica en vivo, donde se observa “una extrema competencia” entre las promotoras y donde “los festivales llegan a pagar barbaridades por los cachés”, apunta el vicepresidente de la APM. Los artistas juegan con cartas emocionales: la ?ltima gira (Elton John), el regreso épico ‘in extremis’ (Springsteen con la E Street Band), el ‘grandes éxitos’ definitivo (Madonna)… Casi como si se acabara el mundo con cada concierto. Y, por ahora, funciona.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/inflacion-cultura-vip-precios-dinamicos-84201597)
Las recientes campa?as de Madonna y Beyoncé han lanzado el grito de alarma. La voz de ‘Like a virgin’ ofrec?a a priori un abanico de precios amplio, de 40 a 300 euros (es decir, 45,50 y 333,50 incluyendo gastos de gesti?n), para sus conciertos de 1 y 2 de noviembre en el Palau Sant Jordi, los ?nicos que realizar? en Espa?a, si bien entradas como las de pista se situaron en una franja sin precedentes de 200 (226,50) y 250 euros (283,50).
Aparte, los paquetes ‘vip’, con variopintas golosinas y atenciones exclusivas, llegaban a superar el millar de euros. Y lo m?s llamativo ha resultado ser el mecanismo din?mico aplicado a las (muy pocas) entradas que han quedado por vender: este viernes se ofrec?an algunas para el ‘show’ del d?a 1 a 793 euros m?s gastos.
https://aglitk.com/clip/ea1f9da9-a025-4921-901a-319f61279a93_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Shakira. | ?lvaro Monge
Las categor?as ‘premium’
Otro tanto para Beyoncé, donde la gama inicial de precios para el concierto del 8 de junio en el Estadi Ol?mpic, de 62,50 a 209,50 euros (m?s gastos), ha dado paso a las tarifas din?micas para los ‘tickets’ que quedan disponibles, de modo que los m?s econ?micos ascienden ahora a 601,50 euros. En las categor?as ‘premium’, la oferta bautizada como ‘vip2 pure honey on stage risers’ brinda ‘tickets’ a pie de escenario a 2.377 euros.
Se observa que las franjas bajas de precios han sufrido, por lo general, variaciones relativas (The Cure: 50,50 euros en 2016; 51 euros en 2022), y que cuanto m?s apetecible es una localidad, m?s se hace valer. Es ah? donde suele haber las escaladas. Fijémonos en Coldplay: entradas a partir de los 56,50 euros para sus cuatro conciertos de mayo en el Estadi (en 2014 costaban 60), mientras que en categor?as superiores se desmadran los n?meros: hasta 170 euros (en 2014 eran 90), y nuevas categor?as como el paquete ‘My universe lounge’, a 485 euros m?s 64,50 de gastos. Con Elton John en el Palau Sant Jordi, se ha pasado de la gama de 50,50 a 90 euros (2014) a la de 68-324 euros.
https://aglitk.com/clip/9625a0e9-770f-42a6-8d9a-19680536f480_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Beyoncé. |
Las plazas m?s selectas
En paralelo, entran en escena los precios din?micos, que se ajustan a la demanda y que han protagonizado episodios estridentes en Estados Unidos: los m?s de 6.000 euros que llegaron a ofrecerse, el verano pasado, por una entrada de Bruce Springsteen. En Espa?a, este sistema, comparable al de los vuelos o los veh?culos VTC, se ha aplicado en los espect?culos del Cirque du Soleil y en el festival ‘boutique’ Starlite, de Marbella, y solo en los ?ltimos meses ha llegado a los conciertos de gran aforo. Seg?n Ticketmaster, se trata de entradas de “muy buena calidad” que no representan m?s que entre el 5 y el 7% del aforo.
Para Neo Sala, fundador y CEO de Doctor Music, esos precios “ayudan a que el artista tenga unos ingresos extra que de otro modo pasar?an a engrosar los bolsillos de los revendedores ileg?timos”. El promotor se pregunta “por qué este sistema causa tanta extra?eza”, dado que “las compa??as aéreas y los hoteles llevan décadas utiliz?ndolo”. Desliza un detalle visible en la web del Liceu, que reza: “el precio de las localidades se incrementar? en el momento en que una zona supere el 70% de ocupaci?n”.
https://aglitk.com/clip/f0a64314-cafd-4809-a393-7e996bb9e82c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Entradas de décadas pasadas como la del concierto que dieron The Rolling Stones en Barcelona en mayo de 1990, que cost? 4.000 pesetas. |
Coste de materiales
El encarecimiento de los materiales de producci?n y de la energ?a es citado como un factor relevante en la subida de precios pospandémica. “Ah?, el incremento es f?cilmente de un 15%”, estima Tito Ramoneda, vicepresidente de la APM (Asociaci?n de Promotores Musicales) y presidente de The Project. Los gastos de gesti?n, un cap?tulo controvertido, se explican porque “detr?s de cada compra hay un sistema inform?tico que garantiza que el comprador tenga en ese momento la entrada en el m?vil, y eso vale dinero”. Otra cosa son los precios de la reventa, siempre disparados, y que a su juicio generan confusi?n. “La gente puede tener la percepci?n que ese es el precio oficial”, observa. “Hay quien no sabe que est? comprando en la reventa”.
Neo Sala ve otra clave en el auge de la ‘cultura vip’. En otros tiempos “no exist?an los reservados vip en las discotecas, ni los carriles preferentes en los parques de atracciones, ni los ‘packs’ exclusivos en el deporte, que est?n a la orden del d?a”, ilustra el promotor, que apunta a los paquetes que ofrece el Barça en la Liga, con una oferta ‘vip premium’ que se eleva hasta los 3.915 euros.
https://aglitk.com/clip/d533417f-ca93-45ab-853f-c6efc9feb8b5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Precios y entradas de otra época: Sting por 2.000 pesetas y Pixies en Zeleste por 2.500. |
Aquellos precios ?nicos
Hoy suena muy loco recordar que, en los a?os 80 y 90, Bruce Springsteen, Madonna o los Rolling Stones llenaban estadios con precios ?nicos para todo el recinto. ?Se puede sostener que hacer horas de cola y ponerte a correr al abrir las puertas para colocarte en primera fila es m?s justo con el fan que vender esas localidades al mejor postor? “No creo que lo sea”, estima Tito Ramoneda. “Y no es civilizado”.
Ampliando el encuadre, la evoluci?n de los precios a largo plazo ha sido muy aguda. Hace 40 a?os, en el verano de 1983, los conciertos estrella se mov?an entre las 1.200 pesetas (7,2 euros) de Dire Straits y las 2.000 (12 euros) de Supertramp, que representaban un 1 y un 1,7%, respectivamente, del salario medio de la época. Hoy, los 226,50 de un ‘t?quet’ medio de Madonna suponen el 12,8% de un sueldo. Desde luego, las producciones actuales son mucho m?s caras (escenograf?as complejas, pantallas de ‘leds’ sofisticadas, sistemas de sonido ‘top’), pero el alza de los precios es también el reflejo del desplazamiento del negocio musical al directo tras la reducci?n de los beneficios derivados de las grabaciones.
https://aglitk.com/clip/e4bc5635-1bbe-4533-a56e-a565cfe4d8c9_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una entrada antigua para un concierto de Dire Straits en Barcelona a 1.200 pesetas. |
Demanda multiplicada
Y después de todo, un factor que no es balad?: el aumento exponencial de la demanda del p?blico. Sin eso, el tinglado se ver?a abocado a la correcci?n exprés. Pero las entradas de los ?dolos, y particularmente las m?s caras, suelen venderse. “Ahora hay mucha m?s gente interesada en ver en directo a un artista que en otras épocas, y el n?mero de conciertos al a?o que puede dar ese artista es el mismo, pues los a?os siguen teniendo 365 d?as”, hace notar Neo Sala. Tras la pandemia, se suma cierta urgencia por recuperar el tiempo perdido elevando tarifas (hablamos de uno de los sectores m?s castigados), si bien, “al final, hay un riesgo: si las entradas son demasiado caras, no se vender?n”, razona Tito Ramoneda.
Contexto estresante, el de la m?sica en vivo, donde se observa “una extrema competencia” entre las promotoras y donde “los festivales llegan a pagar barbaridades por los cachés”, apunta el vicepresidente de la APM. Los artistas juegan con cartas emocionales: la ?ltima gira (Elton John), el regreso épico ‘in extremis’ (Springsteen con la E Street Band), el ‘grandes éxitos’ definitivo (Madonna)… Casi como si se acabara el mundo con cada concierto. Y, por ahora, funciona.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/inflacion-cultura-vip-precios-dinamicos-84201597)