Reem
03-06-2023, 06:36 AM
La confianza es una de las cuestiones m?s complejas del ser humano. Creer en uno mismo nos hace libres. Sin embargo, depositarla en otra persona nos provoca (en muchas ocasiones) todo lo contrario: miedo, inseguridad y dudas. Aun as?, no podemos desprendernos de ella. De hecho, el escritor y conferenciante estadounidense Stephen Covey la defin?a como “el pegamento de la vida, el principio que sostiene las relaciones sociales”. Pero, ?en quiénes confiamos los espa?oles? ?Por qué anteponemos a nuestra familia y amigos a los sanitarios, cient?ficos, pol?ticos o influencers?
Estas cuestiones son las se plantean en el “Estudio de opini?n p?blica: Confianza en la Sociedad Espa?ol” elaborado por la Fundaci?n BBVA, en el que han participado 4.000 personas. Uno de los datos m?s rese?ables es que la mayor?a de los encuestados otorgaban a los c?rculos m?s cercanos como los familiares y amigos los niveles m?s altos (media de 8,9 y 8,2, respectivamente en una escala de 0 a 10). El motivo principal se debe a una cuesti?n de h?bito y costumbre, tal y como explica en EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica, Carmen Quesada, psic?loga sanitaria y experta en coaching por el Colegio Oficial de la Psicolog?a de Madrid. “Con nuestros seres m?s cercanos compartimos lo cotidiano y esto nos hace sentir que pertenecemos a un grupo, y que nos quieren y nos cuidan”, se?ala.
Los datos demuestran que, a pesar de vivir en una sociedad cada vez m?s individualizada, la mayor?a de los humanos seguimos necesitando tener cerca a nuestros seres queridos. De hecho, seg?n este mismo estudio, m?s del 60% de la poblaci?n se comunica diariamente con familiares y amigos y m?s del 90% semanalmente. El canal m?s extendido para esta comunicaci?n es el env?o de mensajes o chats mediante WhatsApp o redes sociales. Adem?s, el 63% de la poblaci?n ve personalmente a sus familiares semanalmente y el 62% a sus amigos.
Pero, ?qué ocurre con aquellas personas cuya familia o amigos no son un apoyo? “Cuando se quiebra esta confianza se pierde uno de los elementos que nos ancla a lo que es verdaderamente importante”, apunta Quesada. En estos casos, la soluci?n pasa por buscar nuevos v?nculos. Es ah?, cuando aparecen otros agentes sociales como los compa?eros de trabajo o estudio (7,1 de nivel de confianza), o la figura de un jefe o profesor (6,8).
Confiamos en los sanitarios pero no en los pol?ticos
M?s all? de la confianza personal, una de las cuestiones fundamentales para construir una sociedad es la seguridad que tienen en las instituciones p?blicas y agentes sociales. La sanidad p?blica se coloca como la instituci?n que recibe la mayor confianza de los espa?oles: el 50% les otorga las puntuaciones de m?xima confianza, entre 8 y 10, y el 88% la punt?a con 5 o m?s puntos.
Destacan también los altos niveles de confianza obtenidos por las instituciones y grupos profesionales garantes del Estado de derecho (polic?a, ejército, los tribunales de Justicia y el Tribunal Constitucional). En la cara b est?n los partidos pol?ticos, en los que solo conf?an el 28% de las personas encuestadas. De hecho, en la estad?stica que diferencia entre grupos sociales, los pol?ticos también son de los que peores resultado presentan con un nivel de 2,9 sobre 10. Solo por debajo est?n los influencers y youtubers con un 2,4.
Tal y como se?ala en EL PERI?DICO DE ESPA?A Mar?a Goenaga, profesora de Sociolog?a, Opini?n P?blica y Comunicaci?n Pol?tica en la Universidad Complutense de Madrid, esto se debe al contexto de crisis econ?mica y a la polarizaci?n de la sociedad. “Es un riesgo democr?tico porque el hecho de que la ciudadan?a no crea en sus representantes puede llevar a una desafecci?n pol?tica y al alejamiento de la sociedad”, explica.
Esto, a su vez, supone un riesgo principal pues, a mayor desconfianza, menor participaci?n en las urnas. “No sé si puede provocar absentismo en las elecciones o m?s bien polarizaci?n en el voto, y eso es peligroso”, apunta la especialista. Porque esto supone, a su vez, un riesgo para la estabilidad parlamentaria. De hecho, explica que esto tiene consecuencias directas como por ejemplo que el nivel de indecisi?n es cada vez m?s alto, y a su vez esto provoca que los votos se decidan a ?ltima hora.
Es una situaci?n que viene repitiéndose durante los ?ltimos a?os. "La crisis de 2008 supuso un punto de inflexi?n porque hay informes internacionales que demuestran como hay una relaci?n entre la satisfacci?n democr?tica y la situaci?n econ?mica”, explica Goenga. Seg?n el Bar?metro del CIS, el dato m?s bajo de confianza en la clase pol?tica se registr? en el a?o 2013 cuando la cuota baj? al 25%. Una fecha que no es para nada casual ya que ese a?o salieron a la luz diferentes casos de corrupci?n involucrando a alcaldes, consejeros, partidos pol?ticos, hasta a la Casa Real en procesos judiciales por abuso de poder. Seg?n el informe de la Fundaci?n BBVA, nueve de cada diez ciudadanos consideran que la corrupci?n est? muy o bastante extendida entre los pol?ticos. Por el contrario, la mayor?a cree la corrupci?n est? poco o nada extendida entre jueces, polic?as y, menos a?n, entre cient?ficos y médicos.
Estas situaciones provocan en la ciudadan?a una mezcla de sentimientos, en los que tiene mayor relevancia el hecho de sentir que la clase pol?tica les ha fallado. "Uno siente que les falta compromiso con lo que de verdad importa en la calle, no nos sentimos todo lo cuidados que nos merecemos y creemos que somos un n?mero”, argumenta Carmen Quesada. Pero esto va m?s all?, porque incluso se les cuestiona temas de competencia, y esto provoca un problema social: “Hay una quiebra entre lo que esper?bamos y lo que realmente es. Tenemos depositados en ellos una confianza que no llega”.
Las bases de la confianza
Pero, ?existe una receta m?gica para la confianza? ?se puede confiar en quién ya nos ha fallado? A veces resulta complicado hablar de las segundas oportunidades. Es m?s, hay quiénes no creen en ellas, pero también quiénes s?. Seg?n Quesada, la ?ltima opci?n es la m?s adecuada, “si alguien ha faltado a esa confianza hay que intentar entender por qué lo ha hecho, y para ello es fundamental que exista la comunicaci?n, que se hablen las cosas”, sentencia.
De hecho, el atributo m?s importante se?alado por los encuestados para confiar en alguien es la verdad, (que diga la verdad, que cumpla con las promesas, que act?e de manera ética). La edad aparece como un factor de la confiabilidad de una persona, con una mayor?a de los espa?oles que cree que se puede confiar m?s en la gente mayor que en la gente joven.
Por el contrario, es mayoritaria la visi?n de que la raza o el grupo étnico son indistintos a la hora de confiar en alguien. Para la mitad de la poblaci?n, ni el sexo ni las creencias religiosas resultan tampoco importantes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/amigos-familiares-politicos-influencers-confian-84168468)
Estas cuestiones son las se plantean en el “Estudio de opini?n p?blica: Confianza en la Sociedad Espa?ol” elaborado por la Fundaci?n BBVA, en el que han participado 4.000 personas. Uno de los datos m?s rese?ables es que la mayor?a de los encuestados otorgaban a los c?rculos m?s cercanos como los familiares y amigos los niveles m?s altos (media de 8,9 y 8,2, respectivamente en una escala de 0 a 10). El motivo principal se debe a una cuesti?n de h?bito y costumbre, tal y como explica en EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica, Carmen Quesada, psic?loga sanitaria y experta en coaching por el Colegio Oficial de la Psicolog?a de Madrid. “Con nuestros seres m?s cercanos compartimos lo cotidiano y esto nos hace sentir que pertenecemos a un grupo, y que nos quieren y nos cuidan”, se?ala.
Los datos demuestran que, a pesar de vivir en una sociedad cada vez m?s individualizada, la mayor?a de los humanos seguimos necesitando tener cerca a nuestros seres queridos. De hecho, seg?n este mismo estudio, m?s del 60% de la poblaci?n se comunica diariamente con familiares y amigos y m?s del 90% semanalmente. El canal m?s extendido para esta comunicaci?n es el env?o de mensajes o chats mediante WhatsApp o redes sociales. Adem?s, el 63% de la poblaci?n ve personalmente a sus familiares semanalmente y el 62% a sus amigos.
Pero, ?qué ocurre con aquellas personas cuya familia o amigos no son un apoyo? “Cuando se quiebra esta confianza se pierde uno de los elementos que nos ancla a lo que es verdaderamente importante”, apunta Quesada. En estos casos, la soluci?n pasa por buscar nuevos v?nculos. Es ah?, cuando aparecen otros agentes sociales como los compa?eros de trabajo o estudio (7,1 de nivel de confianza), o la figura de un jefe o profesor (6,8).
Confiamos en los sanitarios pero no en los pol?ticos
M?s all? de la confianza personal, una de las cuestiones fundamentales para construir una sociedad es la seguridad que tienen en las instituciones p?blicas y agentes sociales. La sanidad p?blica se coloca como la instituci?n que recibe la mayor confianza de los espa?oles: el 50% les otorga las puntuaciones de m?xima confianza, entre 8 y 10, y el 88% la punt?a con 5 o m?s puntos.
Destacan también los altos niveles de confianza obtenidos por las instituciones y grupos profesionales garantes del Estado de derecho (polic?a, ejército, los tribunales de Justicia y el Tribunal Constitucional). En la cara b est?n los partidos pol?ticos, en los que solo conf?an el 28% de las personas encuestadas. De hecho, en la estad?stica que diferencia entre grupos sociales, los pol?ticos también son de los que peores resultado presentan con un nivel de 2,9 sobre 10. Solo por debajo est?n los influencers y youtubers con un 2,4.
Tal y como se?ala en EL PERI?DICO DE ESPA?A Mar?a Goenaga, profesora de Sociolog?a, Opini?n P?blica y Comunicaci?n Pol?tica en la Universidad Complutense de Madrid, esto se debe al contexto de crisis econ?mica y a la polarizaci?n de la sociedad. “Es un riesgo democr?tico porque el hecho de que la ciudadan?a no crea en sus representantes puede llevar a una desafecci?n pol?tica y al alejamiento de la sociedad”, explica.
Esto, a su vez, supone un riesgo principal pues, a mayor desconfianza, menor participaci?n en las urnas. “No sé si puede provocar absentismo en las elecciones o m?s bien polarizaci?n en el voto, y eso es peligroso”, apunta la especialista. Porque esto supone, a su vez, un riesgo para la estabilidad parlamentaria. De hecho, explica que esto tiene consecuencias directas como por ejemplo que el nivel de indecisi?n es cada vez m?s alto, y a su vez esto provoca que los votos se decidan a ?ltima hora.
Es una situaci?n que viene repitiéndose durante los ?ltimos a?os. "La crisis de 2008 supuso un punto de inflexi?n porque hay informes internacionales que demuestran como hay una relaci?n entre la satisfacci?n democr?tica y la situaci?n econ?mica”, explica Goenga. Seg?n el Bar?metro del CIS, el dato m?s bajo de confianza en la clase pol?tica se registr? en el a?o 2013 cuando la cuota baj? al 25%. Una fecha que no es para nada casual ya que ese a?o salieron a la luz diferentes casos de corrupci?n involucrando a alcaldes, consejeros, partidos pol?ticos, hasta a la Casa Real en procesos judiciales por abuso de poder. Seg?n el informe de la Fundaci?n BBVA, nueve de cada diez ciudadanos consideran que la corrupci?n est? muy o bastante extendida entre los pol?ticos. Por el contrario, la mayor?a cree la corrupci?n est? poco o nada extendida entre jueces, polic?as y, menos a?n, entre cient?ficos y médicos.
Estas situaciones provocan en la ciudadan?a una mezcla de sentimientos, en los que tiene mayor relevancia el hecho de sentir que la clase pol?tica les ha fallado. "Uno siente que les falta compromiso con lo que de verdad importa en la calle, no nos sentimos todo lo cuidados que nos merecemos y creemos que somos un n?mero”, argumenta Carmen Quesada. Pero esto va m?s all?, porque incluso se les cuestiona temas de competencia, y esto provoca un problema social: “Hay una quiebra entre lo que esper?bamos y lo que realmente es. Tenemos depositados en ellos una confianza que no llega”.
Las bases de la confianza
Pero, ?existe una receta m?gica para la confianza? ?se puede confiar en quién ya nos ha fallado? A veces resulta complicado hablar de las segundas oportunidades. Es m?s, hay quiénes no creen en ellas, pero también quiénes s?. Seg?n Quesada, la ?ltima opci?n es la m?s adecuada, “si alguien ha faltado a esa confianza hay que intentar entender por qué lo ha hecho, y para ello es fundamental que exista la comunicaci?n, que se hablen las cosas”, sentencia.
De hecho, el atributo m?s importante se?alado por los encuestados para confiar en alguien es la verdad, (que diga la verdad, que cumpla con las promesas, que act?e de manera ética). La edad aparece como un factor de la confiabilidad de una persona, con una mayor?a de los espa?oles que cree que se puede confiar m?s en la gente mayor que en la gente joven.
Por el contrario, es mayoritaria la visi?n de que la raza o el grupo étnico son indistintos a la hora de confiar en alguien. Para la mitad de la poblaci?n, ni el sexo ni las creencias religiosas resultan tampoco importantes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/amigos-familiares-politicos-influencers-confian-84168468)