Reem
03-05-2023, 08:55 AM
Se destapa una nueva trama de corrupci?n, el caso Mediador, y trasciende que los presuntos corruptos empleaban el dinero de las mordidas en fiestas con mujeres prostituidas. Grupos de hombres poderosos de farra, pagando por acceder al cuerpo de las mujeres e incluso dej?ndose fotografiar en esas circunstancias: esta historia que se repite por enésima vez habla de desigualdad, exhibici?n de poder y masculinidad, pero no de sexo.
Ni sexo, ni diversi?n, lo que subyace a este comportamiento es una ostentaci?n de poder, la demostraci?n de la dominaci?n masculina sobre las mujeres y el refuerzo de los v?nculos patriarcales entre los varones, la llamada "fratr?a".
La investigadora y profesora de Sociolog?a de la Universidad de Vigo Silvia Pérez explica a EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica, que "los valores de una masculinidad a?n hegem?nica en sociedades patriarcales como la nuestra est?n vinculados al menosprecio de lo femenino y a la exhibici?n de esta masculinidad ante el grupo de pares, esto es, otros hombres".
"Dentro de esto, la prostituci?n representa un lugar donde poder ejercer este tipo de masculinidad sin cortapisas, un lugar donde las mujeres somo servidoras sexuales, eminentemente, que es la posici?n relacional en la que se entiende que debemos estar", subraya.
Poder, desigualdad y violencia
En el mismo sentido, la doctora internacional en estudios de género e investigadora feminista M?nica Alario se?ala que la prostituci?n es "una pr?ctica completamente vinculada al poder" y que las conductas que se han conocido del caso Mediador no son "nada sorprendente" porque est?n ubicadas en una realidad en la que muchos hombres consumen prostituci?n, hasta cuatro de cada diez.
Alario destaca que la idea que llega es que "les gusta el sexo y se van de putas", pero aclara que es una idea equivocada: "Les gusta la violencia sexual y tienen dinero para ejercerla previo pago, que es diferente. Se sigue pensando que cuando hablamos de prostituci?n hablamos de algo vinculado con el sexo y no con la violencia".
"Se trata de una ostentaci?n de poder, lo hagan hombres como estos que tienen poder de una manera tan clara u hombres que tienen el poder del patriarcado, sin ser pol?ticos, ni cargos de grand?sima responsabilidad. Tenemos que tener en cuenta que este acceso a los cuerpos de las mujeres es una de las demostraciones fundacionales del poder del patriarcado", a?ade.
También la profesora de la Universidad de Vigo pone el foco en que no s?lo los grupos de poder recurren a estas pr?cticas. "Hist?ricamente el cuerpo de las mujeres ha sido patrimonializado por los hombres y la prostituci?n es un resquicio de esa apropiaci?n. No debemos descontextualizar el hecho de que la compra de sexo tiene género y responde a valores culturales determinados, también desde la econom?a de mercado", enfatiza Pérez.
Sin reproche social
Mientras a las mujeres se las educa en otorgar bienestar y en la empat?a, a los hombres en "sentir el poder, erotizarse con el poder" e incluso en la desactivaci?n de la empat?a hacia las mujeres, incide Alario. Ese consumo del cuerpo de las mujeres es, seg?n la investigadora, un tipo de violencia que se sustenta en la desigualdad.
A pesar de ello, la repulsa social ante casos como Mediador responde m?s a la indignaci?n ciudadana frente a la corrupci?n que a un rechazo a los puteros.
"La corrupci?n habla de un mal uso del dinero p?blico, que es una cosa terrible que hay que denunciar, pero esto va m?s all?: es una corrupci?n que se est? empleando para atentar contra los derechos humanos de las mujeres. No es una malversaci?n de fondos, estoy utilizando esto para violar a mujeres prostituidas", remarca Alario.
Incluso el lenguaje que se est? utilizando en los medios de comunicaci?n para narrar los hechos, resalta la investigadora, deshumaniza a las mujeres por cuanto se comparan las drogas y las mujeres prostituidas como si fueran ambas objetos de consumo.
Existe bastante divisi?n en la sociedad espa?ola en torno a la prostituci?n. Seg?n el CIS, s?lo un 32 % de la ciudadan?a est? a favor de castigar a los puteros, mientras que otro 32% cree que pagar por sexo es inaceptable pero no deber?a ser reprochable legalmente, y casi el mismo n?mero, un 28 %, opina que es aceptable intercambiar dinero por el acceso al cuerpo de una mujer.
"Todos y todas somos part?cipes en alguna medida de una sociedad consentidora del machismo que legitima el sistema prostitucional", apunta la profesora de la Universidad de Vigo, quien pone el acento en c?mo las pr?cticas grupales con mujeres prostituidas, como las que han trascendido en el caso Mediador, empiezan a ser habituales también entre los m?s j?venes.
Pérez relata c?mo las investigaciones sociales evidencian una "tendencia preocupante": los j?venes est?n desarrollando insensibilidad hacia la violencia sexual y a eso se le suma la falta generalizada de conocimiento en materia de sexualidad e igualdad.
La homosociabilidad
El acceder en grupo al cuerpo de mujeres prostituidas tiene que ver, sostiene Pérez, con la "homosociabilidad", que es el "escenario en el que se exhibe y despliega la pr?ctica de la masculinidad hegem?nica". ?sta se construye en relaci?n a sus congéneres y no con la relaci?n que se mantiene con las mujeres.
Alario afirma que de esta manera se refuerzan los v?nculos de la fratr?a: hombres con privilegios y poder para decir y hacer lo que quieran a una mujer prostituida.
"Todos juntos, nos vamos a ir demostrando unos a otros que somos unos machotes que decimos o hacemos cosas a esa t?a para dejar claro que estamos por encima de ella", denuncia.
ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/corruptos-puteros-sexo-exhibicion-masculino-84131582)
Ni sexo, ni diversi?n, lo que subyace a este comportamiento es una ostentaci?n de poder, la demostraci?n de la dominaci?n masculina sobre las mujeres y el refuerzo de los v?nculos patriarcales entre los varones, la llamada "fratr?a".
La investigadora y profesora de Sociolog?a de la Universidad de Vigo Silvia Pérez explica a EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica, que "los valores de una masculinidad a?n hegem?nica en sociedades patriarcales como la nuestra est?n vinculados al menosprecio de lo femenino y a la exhibici?n de esta masculinidad ante el grupo de pares, esto es, otros hombres".
"Dentro de esto, la prostituci?n representa un lugar donde poder ejercer este tipo de masculinidad sin cortapisas, un lugar donde las mujeres somo servidoras sexuales, eminentemente, que es la posici?n relacional en la que se entiende que debemos estar", subraya.
Poder, desigualdad y violencia
En el mismo sentido, la doctora internacional en estudios de género e investigadora feminista M?nica Alario se?ala que la prostituci?n es "una pr?ctica completamente vinculada al poder" y que las conductas que se han conocido del caso Mediador no son "nada sorprendente" porque est?n ubicadas en una realidad en la que muchos hombres consumen prostituci?n, hasta cuatro de cada diez.
Alario destaca que la idea que llega es que "les gusta el sexo y se van de putas", pero aclara que es una idea equivocada: "Les gusta la violencia sexual y tienen dinero para ejercerla previo pago, que es diferente. Se sigue pensando que cuando hablamos de prostituci?n hablamos de algo vinculado con el sexo y no con la violencia".
"Se trata de una ostentaci?n de poder, lo hagan hombres como estos que tienen poder de una manera tan clara u hombres que tienen el poder del patriarcado, sin ser pol?ticos, ni cargos de grand?sima responsabilidad. Tenemos que tener en cuenta que este acceso a los cuerpos de las mujeres es una de las demostraciones fundacionales del poder del patriarcado", a?ade.
También la profesora de la Universidad de Vigo pone el foco en que no s?lo los grupos de poder recurren a estas pr?cticas. "Hist?ricamente el cuerpo de las mujeres ha sido patrimonializado por los hombres y la prostituci?n es un resquicio de esa apropiaci?n. No debemos descontextualizar el hecho de que la compra de sexo tiene género y responde a valores culturales determinados, también desde la econom?a de mercado", enfatiza Pérez.
Sin reproche social
Mientras a las mujeres se las educa en otorgar bienestar y en la empat?a, a los hombres en "sentir el poder, erotizarse con el poder" e incluso en la desactivaci?n de la empat?a hacia las mujeres, incide Alario. Ese consumo del cuerpo de las mujeres es, seg?n la investigadora, un tipo de violencia que se sustenta en la desigualdad.
A pesar de ello, la repulsa social ante casos como Mediador responde m?s a la indignaci?n ciudadana frente a la corrupci?n que a un rechazo a los puteros.
"La corrupci?n habla de un mal uso del dinero p?blico, que es una cosa terrible que hay que denunciar, pero esto va m?s all?: es una corrupci?n que se est? empleando para atentar contra los derechos humanos de las mujeres. No es una malversaci?n de fondos, estoy utilizando esto para violar a mujeres prostituidas", remarca Alario.
Incluso el lenguaje que se est? utilizando en los medios de comunicaci?n para narrar los hechos, resalta la investigadora, deshumaniza a las mujeres por cuanto se comparan las drogas y las mujeres prostituidas como si fueran ambas objetos de consumo.
Existe bastante divisi?n en la sociedad espa?ola en torno a la prostituci?n. Seg?n el CIS, s?lo un 32 % de la ciudadan?a est? a favor de castigar a los puteros, mientras que otro 32% cree que pagar por sexo es inaceptable pero no deber?a ser reprochable legalmente, y casi el mismo n?mero, un 28 %, opina que es aceptable intercambiar dinero por el acceso al cuerpo de una mujer.
"Todos y todas somos part?cipes en alguna medida de una sociedad consentidora del machismo que legitima el sistema prostitucional", apunta la profesora de la Universidad de Vigo, quien pone el acento en c?mo las pr?cticas grupales con mujeres prostituidas, como las que han trascendido en el caso Mediador, empiezan a ser habituales también entre los m?s j?venes.
Pérez relata c?mo las investigaciones sociales evidencian una "tendencia preocupante": los j?venes est?n desarrollando insensibilidad hacia la violencia sexual y a eso se le suma la falta generalizada de conocimiento en materia de sexualidad e igualdad.
La homosociabilidad
El acceder en grupo al cuerpo de mujeres prostituidas tiene que ver, sostiene Pérez, con la "homosociabilidad", que es el "escenario en el que se exhibe y despliega la pr?ctica de la masculinidad hegem?nica". ?sta se construye en relaci?n a sus congéneres y no con la relaci?n que se mantiene con las mujeres.
Alario afirma que de esta manera se refuerzan los v?nculos de la fratr?a: hombres con privilegios y poder para decir y hacer lo que quieran a una mujer prostituida.
"Todos juntos, nos vamos a ir demostrando unos a otros que somos unos machotes que decimos o hacemos cosas a esa t?a para dejar claro que estamos por encima de ella", denuncia.
ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/corruptos-puteros-sexo-exhibicion-masculino-84131582)