Reem
03-03-2023, 08:54 AM
"Todos dicen que fue un milagro, que un avi?n con cinco metros menos de ala no pod?a volar. Y nosotros recorrimos as? 150 kil?metros. Yo estoy segura de que fue un milagro. ?Quién puede vivir para contar que ha chocado con otro avi?n a once mil metros de altura y no ha sufrido ni un rasgu?o? Eso solo sale en las pel?culas", relata Isabel Gil, jefa de tripulantes de cabina en el Coronado de Spantax que el 5 de marzo de 1973 colision? con otro avi?n en el cielo de Nantes.
Aquel d?a esta mallorquina que entonces contaba con solo 20 a?os volvi? a nacer, como el centenar largo de pasajeros que hab?an despegado de Madrid con destino a Londres. Suerte muy distinta corrieron los 68 ocupantes del otro avi?n, que también se dirig?a a la capital brit?nica después de despegar de Palma. Fallecieron todos como consecuencia de la colisi?n, incluidos doce mallorquines.
"Era la hora del café, todo el mundo ten?a sus bandejas en las mesas. Entonces notamos un golpe tremendo. Yo estaba en la cocina, y el café y las bandejas saltaron por los aires", recuerda Gil sobre una cat?strofe de la que este domingo se cumplen cincuenta a?os.
El avi?n en el que iba acababa de perder cinco metros de una de las dos alas como consecuencia de la colisi?n; el otro aparato, un DC-9 de Iberia, acabar?a explosionando en el aire. Gil se?ala que no supo que hab?an colisionado con otro avi?n hasta que hubieron aterrizado. "No éramos conscientes de que nos faltaba un ala, al menos yo. El avi?n no era estable, sub?a y bajaba mucho, pero lo ?nico que supe en ese momento es que un avi?n militar nos estaba escoltando", indica.
https://www.aglitk.com/clip/83c10983-eb34-4dbc-88ab-2e9fa2529226_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Isabel Gil, tripulante de cabina del Coronado de Spantax que colision? con otro avi?n. | B. RAMON
"Recuerdo que después del impacto el comandante me dijo que prepara a los pasajeros para un aterrizaje de emergencia. Cog? el micr?fono para darles las instrucciones que marcaba el protocolo, pero no funcionaba, as? que las di a través de un meg?fono. Mis compa?eras y yo fuimos pasajero a pasajero, la gran mayor?a ingleses, para indicarles que se abrocharan los cinturones, se inclinaran hacia adelante y se quitaran las dentaduras postizas y las gafas, si llevaban", evoca esta tripulante de cabina que vol? con Spantax hasta la quiebra de la compa??a en 1988.
Fueron unos minutos muy largos, casi media hora, hasta que el avi?n logr? aterrizar de emergencia en la base aérea de Cognac, a unos 40 kil?metros de Nantes. "Todos ten?amos mucho miedo, los pasajeros y nosotros. Los pilotos dijeron después que pensaban que ?bamos a morir. Y yo también lo pensé. Después de dar las instrucciones me senté en mi lugar y recé. Le dije a Dios que si alargaba mi vida, le servir?a. F?jese si me la ha alargado. Y espero llegar al menos hasta los 97 que tiene mi madre", celebra Gil.
La pericia del comandante del avi?n, Antonio Arenas, salv? la vida de tripulantes y pasajeros. "Arenas era inspector de Spantax, sab?a mucho. Tuvo mucho mérito porque adem?s tuvimos que aterrizar en una pista muy peque?a que no estaba preparada para un Coronado. As? que al aterrizar tuvo que pegar una frenada espectacular, con el consecuente riesgo de incendio. Hab?an llenado la pista de espuma. Nos esperaban bomberos y ambulancias, y los pasajeros salieron por un tobog?n", subraya Gil.
Solo después de haber aterrizado Gil fue consciente de la magnitud del accidente y del peligro que hab?an corrido. "Lo supe cuando hac?a de intérprete entre los pilotos y los responsables de la base aérea. Yo hablaba francés y mientras traduc?a me enteré de que hab?amos volado casi media hora sin un ala. Mientras traduc?a flipaba, pensaba que me estaban contando una pel?cula", subraya Gil, que habla nueve idiomas y est? aprendiendo coreano, el décimo.
Homenaje en La Planche
Han sido 50 a?os celebrando su buena suerte y, adem?s, Gil no perdi? el miedo a volar: "Al d?a siguiente cog? un avi?n, nuestras vidas est?n en manos de Dios".
Este domingo descendientes de las v?ctimas mallorquinas del otro avi?n asistir?n a un homenaje en Francia organizado por el consulado espa?ol en Par?s y el Ayuntamiento de La Planche, una peque?a localidad a 20 kil?metros de Nantes donde cayeron los restos del aparato siniestrado. La colisi?n se debi? a un error de los controladores aéreos franceses, que aquel d?a eran militares por una huelga.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/50-anos-accidente-aereo-nantes-84044544)
Aquel d?a esta mallorquina que entonces contaba con solo 20 a?os volvi? a nacer, como el centenar largo de pasajeros que hab?an despegado de Madrid con destino a Londres. Suerte muy distinta corrieron los 68 ocupantes del otro avi?n, que también se dirig?a a la capital brit?nica después de despegar de Palma. Fallecieron todos como consecuencia de la colisi?n, incluidos doce mallorquines.
"Era la hora del café, todo el mundo ten?a sus bandejas en las mesas. Entonces notamos un golpe tremendo. Yo estaba en la cocina, y el café y las bandejas saltaron por los aires", recuerda Gil sobre una cat?strofe de la que este domingo se cumplen cincuenta a?os.
El avi?n en el que iba acababa de perder cinco metros de una de las dos alas como consecuencia de la colisi?n; el otro aparato, un DC-9 de Iberia, acabar?a explosionando en el aire. Gil se?ala que no supo que hab?an colisionado con otro avi?n hasta que hubieron aterrizado. "No éramos conscientes de que nos faltaba un ala, al menos yo. El avi?n no era estable, sub?a y bajaba mucho, pero lo ?nico que supe en ese momento es que un avi?n militar nos estaba escoltando", indica.
https://www.aglitk.com/clip/83c10983-eb34-4dbc-88ab-2e9fa2529226_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Isabel Gil, tripulante de cabina del Coronado de Spantax que colision? con otro avi?n. | B. RAMON
"Recuerdo que después del impacto el comandante me dijo que prepara a los pasajeros para un aterrizaje de emergencia. Cog? el micr?fono para darles las instrucciones que marcaba el protocolo, pero no funcionaba, as? que las di a través de un meg?fono. Mis compa?eras y yo fuimos pasajero a pasajero, la gran mayor?a ingleses, para indicarles que se abrocharan los cinturones, se inclinaran hacia adelante y se quitaran las dentaduras postizas y las gafas, si llevaban", evoca esta tripulante de cabina que vol? con Spantax hasta la quiebra de la compa??a en 1988.
Fueron unos minutos muy largos, casi media hora, hasta que el avi?n logr? aterrizar de emergencia en la base aérea de Cognac, a unos 40 kil?metros de Nantes. "Todos ten?amos mucho miedo, los pasajeros y nosotros. Los pilotos dijeron después que pensaban que ?bamos a morir. Y yo también lo pensé. Después de dar las instrucciones me senté en mi lugar y recé. Le dije a Dios que si alargaba mi vida, le servir?a. F?jese si me la ha alargado. Y espero llegar al menos hasta los 97 que tiene mi madre", celebra Gil.
La pericia del comandante del avi?n, Antonio Arenas, salv? la vida de tripulantes y pasajeros. "Arenas era inspector de Spantax, sab?a mucho. Tuvo mucho mérito porque adem?s tuvimos que aterrizar en una pista muy peque?a que no estaba preparada para un Coronado. As? que al aterrizar tuvo que pegar una frenada espectacular, con el consecuente riesgo de incendio. Hab?an llenado la pista de espuma. Nos esperaban bomberos y ambulancias, y los pasajeros salieron por un tobog?n", subraya Gil.
Solo después de haber aterrizado Gil fue consciente de la magnitud del accidente y del peligro que hab?an corrido. "Lo supe cuando hac?a de intérprete entre los pilotos y los responsables de la base aérea. Yo hablaba francés y mientras traduc?a me enteré de que hab?amos volado casi media hora sin un ala. Mientras traduc?a flipaba, pensaba que me estaban contando una pel?cula", subraya Gil, que habla nueve idiomas y est? aprendiendo coreano, el décimo.
Homenaje en La Planche
Han sido 50 a?os celebrando su buena suerte y, adem?s, Gil no perdi? el miedo a volar: "Al d?a siguiente cog? un avi?n, nuestras vidas est?n en manos de Dios".
Este domingo descendientes de las v?ctimas mallorquinas del otro avi?n asistir?n a un homenaje en Francia organizado por el consulado espa?ol en Par?s y el Ayuntamiento de La Planche, una peque?a localidad a 20 kil?metros de Nantes donde cayeron los restos del aparato siniestrado. La colisi?n se debi? a un error de los controladores aéreos franceses, que aquel d?a eran militares por una huelga.
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