Reem
02-25-2023, 08:54 AM
Mil euros en monedas de un euro pesan cinco kilos y cuarto. Lo saben en la tienda de efectos militares Ranger de la Ribera de Curtidores de Madrid desde que, una tarde de marzo de 2022, se present? un cura con un bols?n y 1.600 euros de una colecta recogida moneda a moneda. Ven?a a comprar material defensivo para enviar a los familiares que su feligres?a de ucranianos –la mayor?a ucranianas- tiene en el frente.
El sacerdote compr? uniformes mimetizados, botas y ropa militar de abrigo. Los dependientes no sab?an c?mo contar tanta moneda, as? que preguntaron en un Mercadona. All? les recomendaron: “Pesadlas”. Y fue entonces cuando ?lex, uno de los responsables del establecimiento, termin? de constatar el fen?meno que ven?a d?as produciéndose: camisetas de combate, pantalones con muchos bolsillos, botas resistentes y de secado r?pido, guantes t?cticos, gafas bal?sticas, portacargadores, rodilleras, chalecos antibalas… material que antes de la guerra solo compraban militares, polic?as y aficionados a los juegos de AirSoft se vend?a cada vez m?s y m?s r?pido.
Hoy es sostenido el goteo, tanto que escasean en las tiendas del sector las botas Lowa, y se han acabado, sin repuesto por el momento, ciertas prendas polares de fibra reciclada y los sacos de dormir aptos para intemperies a bajo cero.
Una ola de env?os a Ucrania que no para agota los mismos anaqueles en comercios especializados en toda Europa, confirman en los que ha preguntado EL PERI?DICO en Madrid y Barcelona.
Furgonetas
El fen?meno comenz? hace un a?o, a la semana de que los tanques rusos irrumpieran en territorio ucraniano. “Al principio aparec?an unos pocos, en goteo, personas muy discretas, hablando bajito, con acento ruso. Algunos eran unos alba?iles que llevan tiempo en Espa?a y de los que siempre cre? que eran rumanos…”, recuerda ?lex.
No eran rusos ni rumanos, sino ucranianos. La primera movilizaci?n de la Defensa Territorial de Ucrania para hacer frente a una invasi?n que avanzaba por once puntos de entrada cogi? a los reclutas y voluntarios sin equipo suficiente. Era marzo. Les faltaba de todo. El invierno no ten?a visos de irse a?n del noreste de Europa, y a Espa?a empezaban a llegar refugiados sin m?s recursos que los reunidos a toda prisa antes de huir de los misiles. Por eso lo primero que empez? a venderse eran prendas de abrigo baratas, unas mantas térmicas de 1,90 euros… hasta que comenzaron a pedir los sacos de dormir a bajo cero, cuyo coste ronda los 90.
https://www.aglitk.com/clip/9267864a-eb44-4787-90d5-16c30fff8234_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Material militar de protecci?n de los que compran los refugiados ucranianos en Madrid para enviar a Ucrania. Foto realizada en Ranger Rivera. | José Luis Roca
Durante este a?o de guerra la dotaci?n de uniformes, botas y material de protecci?n ha crecido considerablemente en Ucrania con las donaciones de los gobiernos de los pa?ses occidentales. De hecho, uno de los primeros env?os de ayuda militar del Ministerio de Defensa inclu?a en la panza de un Airbus A400M del Ejército del Aire dos palés con 5.000 cascos de kevlar. Pero las familias siguen haciendo sus env?os un a?o después, porque la guerra devora material.
De diversos puntos de Madrid, cada jueves y cada viernes parten hacia Ucrania furgonetas con paquetes que remiten los parientes de forma particular. Ha de ser de esta manera, porque desde Kiev o Le?polis es in?til hacer pedidos por Amazon: ning?n furg?n de mensajer?a entrar? en el pa?s.
Cuando el material defensivo ha empezado a escasear en Espa?a –y en Francia, y en Reino Unido, y en Italia…- los familiares refugiados s? han tirado de Amazon u otros sistemas de televenta para comprar en Turqu?a y Grecia, traer a Occidente y desde aqu? enviar en las furgonetas de ayuda camino de la zona de guerra.
Reunir 600 euros
Comprar cascos de kevlar no es posible si no es en una armer?a y con limitaciones. Pero s? se puede en las tiendas de militaria, incluso ahora, adquirir algo de lo que result? ser m?s urgente: chalecos de protecci?n antibala. Aunque las placas cer?micas grado 4 con las que rellenarlos son m?s dif?ciles de conseguir.
Una familia refugiada en Madrid o Barcelona con un padre, un hijo, una sobrina movilizados por el ejército ucraniano tiene que hacer un esfuerzo considerable para surtirle del material que echar? en falta cuando llegue a las trincheras del Donb?s.
Son 145 euros el chaleco sin placas, 190 euros un par de botas t?cticas, 109 el uniforme Multicam, con el verde y el ocre que reproduce el color de las llanuras ucranianas, 15 euros unas rodilleras, 11,9 unas coderas, 35,95 unos guantes M-PACT, 15,50 los portacargadores, 79,90 unas gafas bal?sticas…
Todo eso sin contar m?s mantas térmicas, calcetines, camisetas, sacos de dormir “que son de lo primero que se desgasta y hay que reenviar”, indica David, otro de los dependientes de Ranger.
https://www.aglitk.com/clip/fa3a8a7b-7466-4047-a011-dc928848c818_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cuesta 145 euros un chaleco antibalas, sin las placas, como este que compran los refugiados para sus parientes movilizados en Ucrania. | José Luis Roca
Las botas de la firma alemana Lowa son las que m?s escasean en todas las tiendas, entre otras razones porque la propia empresa ha desviado una notable porci?n de su producci?n a la guerra de Ucrania. Durante este a?o de guerra, las tallas m?s comunes del modelo Zephyr GTX de esa bota han llegado a tener lista de espera de seis meses.
En Morgan Surplus de Madrid, otra de las tiendas consultadas, indican otro producto que no se ha podido volver a reponer como antes de la guerra: las mochilas Miltec, también alemanas, con camuflaje diverso, cuyo precio ronda los 50 euros.
También botiquines
Los soldados de uno de los pelotones que la Defensa Territorial Ucraniana desperdig? por sus bosques enviaron a la tienda Ranger una foto vistiendo el material enviado por sus familiares refugiados en Madrid. Ahora, al cumplirse un a?o, han mandado ellos all? como regalo una bandera ucraniana firmada, que cuelga del techo.
Cuenta uno de los responsables del comercio que, al poco de comenzar los bombardeos sobre ciudades de Ucrania, “ten?amos cientos de personas aqu?, también muchos espa?oles que quer?an ayudar”. Colaborar, por ejemplo, enviano ifacks. As? es como llaman en el argot a los botiquines ligeros, que se pueden llevar adheridos a la mochila.
En su mayor parte, todo esto es material importado por empresas madrile?as, alavesas y catalanas. Viene de China. A mediados del a?o pasado, con la guerra a toda m?quina en Ucrania, se rompieron cadenas de suministro y la carencia se hizo a?n mayor, y las familias de refugiados se cruzaban en llamadas a comercios de todo el pa?s. “Aqu? también, por supuesto”, relata un responsable de Gi-JOE Barcelona. La tienda de la Ronda de Sant Antoni es una de las m?s destacadas en la venta del “material surplus”, excedente de los ejércitos.
“De repente hab?a una log?stica brutal de estas cosas”, explican, pero prefieren en la tienda barcelonesa no decir qué escasea en estos momentos, porque “lo mejor que podemos hacer para ayudar es no hablar de m?s, ya me entiendes”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/correo-botas-mochilas-soldados-ucrania-83707723)
El sacerdote compr? uniformes mimetizados, botas y ropa militar de abrigo. Los dependientes no sab?an c?mo contar tanta moneda, as? que preguntaron en un Mercadona. All? les recomendaron: “Pesadlas”. Y fue entonces cuando ?lex, uno de los responsables del establecimiento, termin? de constatar el fen?meno que ven?a d?as produciéndose: camisetas de combate, pantalones con muchos bolsillos, botas resistentes y de secado r?pido, guantes t?cticos, gafas bal?sticas, portacargadores, rodilleras, chalecos antibalas… material que antes de la guerra solo compraban militares, polic?as y aficionados a los juegos de AirSoft se vend?a cada vez m?s y m?s r?pido.
Hoy es sostenido el goteo, tanto que escasean en las tiendas del sector las botas Lowa, y se han acabado, sin repuesto por el momento, ciertas prendas polares de fibra reciclada y los sacos de dormir aptos para intemperies a bajo cero.
Una ola de env?os a Ucrania que no para agota los mismos anaqueles en comercios especializados en toda Europa, confirman en los que ha preguntado EL PERI?DICO en Madrid y Barcelona.
Furgonetas
El fen?meno comenz? hace un a?o, a la semana de que los tanques rusos irrumpieran en territorio ucraniano. “Al principio aparec?an unos pocos, en goteo, personas muy discretas, hablando bajito, con acento ruso. Algunos eran unos alba?iles que llevan tiempo en Espa?a y de los que siempre cre? que eran rumanos…”, recuerda ?lex.
No eran rusos ni rumanos, sino ucranianos. La primera movilizaci?n de la Defensa Territorial de Ucrania para hacer frente a una invasi?n que avanzaba por once puntos de entrada cogi? a los reclutas y voluntarios sin equipo suficiente. Era marzo. Les faltaba de todo. El invierno no ten?a visos de irse a?n del noreste de Europa, y a Espa?a empezaban a llegar refugiados sin m?s recursos que los reunidos a toda prisa antes de huir de los misiles. Por eso lo primero que empez? a venderse eran prendas de abrigo baratas, unas mantas térmicas de 1,90 euros… hasta que comenzaron a pedir los sacos de dormir a bajo cero, cuyo coste ronda los 90.
https://www.aglitk.com/clip/9267864a-eb44-4787-90d5-16c30fff8234_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Material militar de protecci?n de los que compran los refugiados ucranianos en Madrid para enviar a Ucrania. Foto realizada en Ranger Rivera. | José Luis Roca
Durante este a?o de guerra la dotaci?n de uniformes, botas y material de protecci?n ha crecido considerablemente en Ucrania con las donaciones de los gobiernos de los pa?ses occidentales. De hecho, uno de los primeros env?os de ayuda militar del Ministerio de Defensa inclu?a en la panza de un Airbus A400M del Ejército del Aire dos palés con 5.000 cascos de kevlar. Pero las familias siguen haciendo sus env?os un a?o después, porque la guerra devora material.
De diversos puntos de Madrid, cada jueves y cada viernes parten hacia Ucrania furgonetas con paquetes que remiten los parientes de forma particular. Ha de ser de esta manera, porque desde Kiev o Le?polis es in?til hacer pedidos por Amazon: ning?n furg?n de mensajer?a entrar? en el pa?s.
Cuando el material defensivo ha empezado a escasear en Espa?a –y en Francia, y en Reino Unido, y en Italia…- los familiares refugiados s? han tirado de Amazon u otros sistemas de televenta para comprar en Turqu?a y Grecia, traer a Occidente y desde aqu? enviar en las furgonetas de ayuda camino de la zona de guerra.
Reunir 600 euros
Comprar cascos de kevlar no es posible si no es en una armer?a y con limitaciones. Pero s? se puede en las tiendas de militaria, incluso ahora, adquirir algo de lo que result? ser m?s urgente: chalecos de protecci?n antibala. Aunque las placas cer?micas grado 4 con las que rellenarlos son m?s dif?ciles de conseguir.
Una familia refugiada en Madrid o Barcelona con un padre, un hijo, una sobrina movilizados por el ejército ucraniano tiene que hacer un esfuerzo considerable para surtirle del material que echar? en falta cuando llegue a las trincheras del Donb?s.
Son 145 euros el chaleco sin placas, 190 euros un par de botas t?cticas, 109 el uniforme Multicam, con el verde y el ocre que reproduce el color de las llanuras ucranianas, 15 euros unas rodilleras, 11,9 unas coderas, 35,95 unos guantes M-PACT, 15,50 los portacargadores, 79,90 unas gafas bal?sticas…
Todo eso sin contar m?s mantas térmicas, calcetines, camisetas, sacos de dormir “que son de lo primero que se desgasta y hay que reenviar”, indica David, otro de los dependientes de Ranger.
https://www.aglitk.com/clip/fa3a8a7b-7466-4047-a011-dc928848c818_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cuesta 145 euros un chaleco antibalas, sin las placas, como este que compran los refugiados para sus parientes movilizados en Ucrania. | José Luis Roca
Las botas de la firma alemana Lowa son las que m?s escasean en todas las tiendas, entre otras razones porque la propia empresa ha desviado una notable porci?n de su producci?n a la guerra de Ucrania. Durante este a?o de guerra, las tallas m?s comunes del modelo Zephyr GTX de esa bota han llegado a tener lista de espera de seis meses.
En Morgan Surplus de Madrid, otra de las tiendas consultadas, indican otro producto que no se ha podido volver a reponer como antes de la guerra: las mochilas Miltec, también alemanas, con camuflaje diverso, cuyo precio ronda los 50 euros.
También botiquines
Los soldados de uno de los pelotones que la Defensa Territorial Ucraniana desperdig? por sus bosques enviaron a la tienda Ranger una foto vistiendo el material enviado por sus familiares refugiados en Madrid. Ahora, al cumplirse un a?o, han mandado ellos all? como regalo una bandera ucraniana firmada, que cuelga del techo.
Cuenta uno de los responsables del comercio que, al poco de comenzar los bombardeos sobre ciudades de Ucrania, “ten?amos cientos de personas aqu?, también muchos espa?oles que quer?an ayudar”. Colaborar, por ejemplo, enviano ifacks. As? es como llaman en el argot a los botiquines ligeros, que se pueden llevar adheridos a la mochila.
En su mayor parte, todo esto es material importado por empresas madrile?as, alavesas y catalanas. Viene de China. A mediados del a?o pasado, con la guerra a toda m?quina en Ucrania, se rompieron cadenas de suministro y la carencia se hizo a?n mayor, y las familias de refugiados se cruzaban en llamadas a comercios de todo el pa?s. “Aqu? también, por supuesto”, relata un responsable de Gi-JOE Barcelona. La tienda de la Ronda de Sant Antoni es una de las m?s destacadas en la venta del “material surplus”, excedente de los ejércitos.
“De repente hab?a una log?stica brutal de estas cosas”, explican, pero prefieren en la tienda barcelonesa no decir qué escasea en estos momentos, porque “lo mejor que podemos hacer para ayudar es no hablar de m?s, ya me entiendes”.
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