Reem
02-24-2023, 03:05 PM
La joven coru?esa Susana Dom?nguez, de 21 a?os, ha iniciado una reclamaci?n contra el Sistema Gallego de Salud (Sergas) por el “error” cometido por profesionales de la sanidad p?blica gallega al autorizar y realizarle intervenciones ligadas a un cambio de sexo, tales como una histerectom?a (retirar el ?tero) o un tratamiento hormonal. La joven defiende que los psiquiatras y psic?logos que la atendieron desde los 15 a?os, cuando se declar? var?n y manifest? su deseo de iniciar una transici?n, se equivocaron en su caso, y denuncia que no tuvieron en cuenta sus “circunstancias personales previas”, tal y como detalla su abogado, Carlos Sardinero, que apunta a que deb?a haberse atendido a los antecedentes de salud mental tanto de la joven como de algunos de sus familiares directos antes de autorizar las intervenciones y la administraci?n de hormonas.
“Susana ten?a rasgos esquizoides, y una serie de circunstancias ps?quicas que tendr?an que haberse valorado, como su condici?n de autista. No era trans, era autista, y ten?a antecedentes familiares de tipo psiqui?trico”, defiende el letrado. La familia ha iniciado un expediente de responsabilidad patrimonial de la administraci?n p?blica, un procedimiento previo a una demanda en los tribunales consistente en solicitar una indemnizaci?n por toda lesi?n que un particular sufre, siempre que la lesi?n sea consecuencia del funcionamiento, normal o anormal, de los servicios p?blicos. La joven inici? un tratamiento hormonal cuando contaba con 15 a?os. A los 18, se someti? a una mastectom?a en una cl?nica privada, y, a?os después, rebasada la veintena, se le retir? el ?tero y los ovarios en el Hospital Universitario de A Coru?a.
Una serie de intervenciones que la joven, describe su abogado, solicit? “creyendo que iba a solucionar sus problemas” de salud mental, pero, indican, finalmente no fue as?. “Se da cuenta de que se ha equivocado cuando le quitan el ?tero. Ah? se da cuenta de que se siente una mujer, que estaba desubicada y que ha habido una toma de decisiones err?nea”, defiende Carlos Sardinero. El letrado se?ala que la disforia de género de la joven “fue de inicio r?pido” y que nunca antes se hab?a planteado esa situaci?n hasta su adolescencia, y apunta a que las dificultades de comunicaci?n de la joven, que se comunica principalmente por escrito, deber?an haber influido en el diagn?stico. “Oralmente tiene dificultades para comunicarse. Por escrito, sin embargo, se comunica perfectamente. Esa es otra de las razones por las que no se entiende que se haya llegado a un diagn?stico”, apunta el abogado.
Las destransiciones, “infrecuentes”
El caso de Susana ha abierto el debate sobre posibles casos de ‘destransiciones’ de personas que se hayan sometido a intervenciones o tratamientos de esta naturaleza. Profesionales de la salud mental se?alan que son casos “infrecuentes”. Las cifras, seg?n un estudio de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Doctor Peset de Valencia publicado en 2020, solo un 1,8% de los casi 800 casos estudiados han detransicionado. Tal y como detalla la cabecera Huffinton Post y seg?n este mismo estudio, las causas m?s frecuentes son la “aparici?n tard?a del sentimiento identitario, menor intensidad de disforia, falta de apoyo familiar, psicopatolog?a descompensada, aislamiento social relacionado con estrés, grupos no cl?sicos de transexuales o géneros no binarios”.
As? lo se?ala también la psic?loga y sex?loga Lorena Boquete, que trabaja diariamente con menores trans. “Este es un caso triste. Los casos as? son un porcentaje peque?o, infrecuentes. Ocurre que hay casos en los que se dan cuenta de que su identidad no entra en términos binaristas, que se identifican con una identidad no binaria. Se pueden prevenir haciendo un buen acompa?amiento, ayudando a la persona a conocerse. Puede ocurrir que se pueda confundir expresi?n de género con identidad. Es importante ayudar a aclarar conceptos. Con esta informaci?n inicial, se puede ayudar bastante”, apunta Boquete, que considera esencial la exploraci?n de género en la adolescencia para distinguir lo que puede tratarse de una expresi?n de género no normativa de un caso de transexualidad.
A este respecto, Lorena Boquete se?ala que la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, conocida popularmente como Ley Trans, y de reciente aprobaci?n, reducir? la posibilidad de transiciones irreversibles al eliminar el requisito de la hormonaci?n para cambiar el nombre y el sexo de los documentos legales. En el marco legal actual, las personas que decidiesen modificar estos datos deb?an acreditar un proceso de hormonaci?n de al menos dos a?os. “Hasta ahora las personas trans ten?an que pasar por un proceso de hormonaci?n para cambiar sus datos por el que no todas quer?an pasar. La ley anterior vinculaba a todo el colectivo con la disforia de género, y no necesariamente debe ir asociado”, advierte la psic?loga.
Revuelo medi?tico y ‘Ley trans’
La transici?n de Susana Dom?nguez se produjo al amparo de la ley auton?mica de 2014, aprobada con Alberto N??ez Feij?o como presidente de la Xunta y que sali? adelante con los votos a favor del PP; PSOE y BNG. Su caso, que dio a conocer el diario El Mundo, suscit? un enorme revuelo medi?tico desde su publicaci?n debido a la reciente aprobaci?n de la Ley Trans, al tratarse de una de las medidas m?s discutidas de las aprobadas durante la presente legislatura, con discrepancias entre los dos partidos que conforman la coalici?n de Gobierno y un gran debate en la sociedad sobre sus consecuencias.
Asociaciones que trabajan con menores trans y sus familias ven la relevancia medi?tica del caso de Susana como un intento por desacreditar la Ley Trans achac?ndole “efectos indeseados” como el del caso presente, que, defienden, est? “alejado” de la realidad del colectivo. “Un caso no representa a un colectivo entero. La Ley Trans ni siquiera ha entrado en vigor. Me parece terrible que se utilice una experiencia personal para hacer da?o a los que puedan venir detr?s”, comenta la gerente de la asociaci?n Arelas, Cristina Palacios. El organismo ha atendido acompa?ado, desde su puesta en marcha por familias de menores trans, a m?s de 1.200 ni?os y ni?as que manifiestan conflictos con su identidad de género. “Cuando empez? el proceso, ella ten?a 15 a?os. Cuando se oper?, 18. Con 21 se hizo la ?ltima operaci?n. Estuvo seis a?os afirmando que era trans. ?C?mo no se la va a creer? Esto manda un mensaje peligroso, como si una persona, por ser autista, no pudiese ser trans. El caso de esta persona no tiene nada que ver con el de mi hija, o el de las cientos de personas trans que han pasado por Arelas”, defiende Cristina Palacios, madre de una ni?a trans. La gerente de la asociaci?n asegura que no se somete a tratamientos hormonales ni a cirug?as a ni?os y ni?as menores de 16 a?os, y que la ?nica medicaci?n que se les administra antes de esa edad son bloqueadores puberales. “Es un tratamiento para que el cuerpo no desarrolle en el sentido opuesto al que la persona desea. Gracias a ellos, mi hija no ha tenido nunca disforia, ni depresi?n, ni se ha autolesionado como muchos ni?os y ni?as trans. Se va a ahorrar muchas cirug?as, esas que nadie quiere, y ha pasado una adolescencia normal”, se?ala Palacios.
Desde el activismo en materia de derechos trans y LGBT se alerta sobre la escalada de agresividad que el colectivo ha tenido que afrontar en el desarrollo del debate en torno a esta ley, y desligan lo sucedido con Susana de la realidad de las personas trans. “Que puedan darse estos casos de destransici?n no debe ser un argumento para cuestionar las necesidades que la poblaci?n trans tiene puestas encima de la mesa. Es curioso que justo se emplee este caso para criticar la Ley Trans, cuando se desarrolla en un marco anterior, en el que Galicia no tiene una ley propia para regular estas cuestiones”, apunta la historiadora y activista trans Daniela Ferr?ndez. Para ella, como para Boquete, y tal y como han defendido representantes del colectivo a lo largo de la tramitaci?n de la nueva legislaci?n, la Ley Trans evitar? casos como el de Susana al eliminar el requisito de la hormonaci?n para cambiar el nombre y el sexo de los documentos legales.
“En el marco anterior, el proceso médico es obligatorio para cambiar la documentaci?n, por lo que la nueva normativa va a evitar que mucha gente tenga que pasar por hormonaciones y cirug?as para hacer la transici?n legal”, detalla Ferr?ndez. A este respecto, descarta que endurecer los controles psicol?gicos sea una soluci?n efectiva, ya que, se?ala, “fallan constantemente, como se vio en este mismo caso”, debido a que, asegura, “lo trans no es algo que se pueda diagnosticar, y la terapia del cuestionamiento solo consiste en despreciar el testimonio de la persona sometiéndola a estereotipos y violencias”.
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“Susana ten?a rasgos esquizoides, y una serie de circunstancias ps?quicas que tendr?an que haberse valorado, como su condici?n de autista. No era trans, era autista, y ten?a antecedentes familiares de tipo psiqui?trico”, defiende el letrado. La familia ha iniciado un expediente de responsabilidad patrimonial de la administraci?n p?blica, un procedimiento previo a una demanda en los tribunales consistente en solicitar una indemnizaci?n por toda lesi?n que un particular sufre, siempre que la lesi?n sea consecuencia del funcionamiento, normal o anormal, de los servicios p?blicos. La joven inici? un tratamiento hormonal cuando contaba con 15 a?os. A los 18, se someti? a una mastectom?a en una cl?nica privada, y, a?os después, rebasada la veintena, se le retir? el ?tero y los ovarios en el Hospital Universitario de A Coru?a.
Una serie de intervenciones que la joven, describe su abogado, solicit? “creyendo que iba a solucionar sus problemas” de salud mental, pero, indican, finalmente no fue as?. “Se da cuenta de que se ha equivocado cuando le quitan el ?tero. Ah? se da cuenta de que se siente una mujer, que estaba desubicada y que ha habido una toma de decisiones err?nea”, defiende Carlos Sardinero. El letrado se?ala que la disforia de género de la joven “fue de inicio r?pido” y que nunca antes se hab?a planteado esa situaci?n hasta su adolescencia, y apunta a que las dificultades de comunicaci?n de la joven, que se comunica principalmente por escrito, deber?an haber influido en el diagn?stico. “Oralmente tiene dificultades para comunicarse. Por escrito, sin embargo, se comunica perfectamente. Esa es otra de las razones por las que no se entiende que se haya llegado a un diagn?stico”, apunta el abogado.
Las destransiciones, “infrecuentes”
El caso de Susana ha abierto el debate sobre posibles casos de ‘destransiciones’ de personas que se hayan sometido a intervenciones o tratamientos de esta naturaleza. Profesionales de la salud mental se?alan que son casos “infrecuentes”. Las cifras, seg?n un estudio de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Doctor Peset de Valencia publicado en 2020, solo un 1,8% de los casi 800 casos estudiados han detransicionado. Tal y como detalla la cabecera Huffinton Post y seg?n este mismo estudio, las causas m?s frecuentes son la “aparici?n tard?a del sentimiento identitario, menor intensidad de disforia, falta de apoyo familiar, psicopatolog?a descompensada, aislamiento social relacionado con estrés, grupos no cl?sicos de transexuales o géneros no binarios”.
As? lo se?ala también la psic?loga y sex?loga Lorena Boquete, que trabaja diariamente con menores trans. “Este es un caso triste. Los casos as? son un porcentaje peque?o, infrecuentes. Ocurre que hay casos en los que se dan cuenta de que su identidad no entra en términos binaristas, que se identifican con una identidad no binaria. Se pueden prevenir haciendo un buen acompa?amiento, ayudando a la persona a conocerse. Puede ocurrir que se pueda confundir expresi?n de género con identidad. Es importante ayudar a aclarar conceptos. Con esta informaci?n inicial, se puede ayudar bastante”, apunta Boquete, que considera esencial la exploraci?n de género en la adolescencia para distinguir lo que puede tratarse de una expresi?n de género no normativa de un caso de transexualidad.
A este respecto, Lorena Boquete se?ala que la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, conocida popularmente como Ley Trans, y de reciente aprobaci?n, reducir? la posibilidad de transiciones irreversibles al eliminar el requisito de la hormonaci?n para cambiar el nombre y el sexo de los documentos legales. En el marco legal actual, las personas que decidiesen modificar estos datos deb?an acreditar un proceso de hormonaci?n de al menos dos a?os. “Hasta ahora las personas trans ten?an que pasar por un proceso de hormonaci?n para cambiar sus datos por el que no todas quer?an pasar. La ley anterior vinculaba a todo el colectivo con la disforia de género, y no necesariamente debe ir asociado”, advierte la psic?loga.
Revuelo medi?tico y ‘Ley trans’
La transici?n de Susana Dom?nguez se produjo al amparo de la ley auton?mica de 2014, aprobada con Alberto N??ez Feij?o como presidente de la Xunta y que sali? adelante con los votos a favor del PP; PSOE y BNG. Su caso, que dio a conocer el diario El Mundo, suscit? un enorme revuelo medi?tico desde su publicaci?n debido a la reciente aprobaci?n de la Ley Trans, al tratarse de una de las medidas m?s discutidas de las aprobadas durante la presente legislatura, con discrepancias entre los dos partidos que conforman la coalici?n de Gobierno y un gran debate en la sociedad sobre sus consecuencias.
Asociaciones que trabajan con menores trans y sus familias ven la relevancia medi?tica del caso de Susana como un intento por desacreditar la Ley Trans achac?ndole “efectos indeseados” como el del caso presente, que, defienden, est? “alejado” de la realidad del colectivo. “Un caso no representa a un colectivo entero. La Ley Trans ni siquiera ha entrado en vigor. Me parece terrible que se utilice una experiencia personal para hacer da?o a los que puedan venir detr?s”, comenta la gerente de la asociaci?n Arelas, Cristina Palacios. El organismo ha atendido acompa?ado, desde su puesta en marcha por familias de menores trans, a m?s de 1.200 ni?os y ni?as que manifiestan conflictos con su identidad de género. “Cuando empez? el proceso, ella ten?a 15 a?os. Cuando se oper?, 18. Con 21 se hizo la ?ltima operaci?n. Estuvo seis a?os afirmando que era trans. ?C?mo no se la va a creer? Esto manda un mensaje peligroso, como si una persona, por ser autista, no pudiese ser trans. El caso de esta persona no tiene nada que ver con el de mi hija, o el de las cientos de personas trans que han pasado por Arelas”, defiende Cristina Palacios, madre de una ni?a trans. La gerente de la asociaci?n asegura que no se somete a tratamientos hormonales ni a cirug?as a ni?os y ni?as menores de 16 a?os, y que la ?nica medicaci?n que se les administra antes de esa edad son bloqueadores puberales. “Es un tratamiento para que el cuerpo no desarrolle en el sentido opuesto al que la persona desea. Gracias a ellos, mi hija no ha tenido nunca disforia, ni depresi?n, ni se ha autolesionado como muchos ni?os y ni?as trans. Se va a ahorrar muchas cirug?as, esas que nadie quiere, y ha pasado una adolescencia normal”, se?ala Palacios.
Desde el activismo en materia de derechos trans y LGBT se alerta sobre la escalada de agresividad que el colectivo ha tenido que afrontar en el desarrollo del debate en torno a esta ley, y desligan lo sucedido con Susana de la realidad de las personas trans. “Que puedan darse estos casos de destransici?n no debe ser un argumento para cuestionar las necesidades que la poblaci?n trans tiene puestas encima de la mesa. Es curioso que justo se emplee este caso para criticar la Ley Trans, cuando se desarrolla en un marco anterior, en el que Galicia no tiene una ley propia para regular estas cuestiones”, apunta la historiadora y activista trans Daniela Ferr?ndez. Para ella, como para Boquete, y tal y como han defendido representantes del colectivo a lo largo de la tramitaci?n de la nueva legislaci?n, la Ley Trans evitar? casos como el de Susana al eliminar el requisito de la hormonaci?n para cambiar el nombre y el sexo de los documentos legales.
“En el marco anterior, el proceso médico es obligatorio para cambiar la documentaci?n, por lo que la nueva normativa va a evitar que mucha gente tenga que pasar por hormonaciones y cirug?as para hacer la transici?n legal”, detalla Ferr?ndez. A este respecto, descarta que endurecer los controles psicol?gicos sea una soluci?n efectiva, ya que, se?ala, “fallan constantemente, como se vio en este mismo caso”, debido a que, asegura, “lo trans no es algo que se pueda diagnosticar, y la terapia del cuestionamiento solo consiste en despreciar el testimonio de la persona sometiéndola a estereotipos y violencias”.
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