Reem
02-22-2023, 02:22 PM
Cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanz? la invasi?n de Ucrania hace justo un a?o, el 24 de febrero de 2022, el objetivo de la llamada "operaci?n militar especial", la primera invasi?n a gran escala en el continente europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, era conquistar y controlar la ciudad de Kiev en cuesti?n de d?as, aplastar la resistencia del Ejecutivo de Volod?mir Zelenski y poner un gobierno t?tere al frente del pa?s eslavo. Un a?o después, a punto de cumplirse el primer aniversario de la guerra, Mosc? no solo no ha logrado hacer realidad sus objetivos, gracias a la resiliencia ucraniana y al dopaje armament?stico de los pa?ses aliados, sino que ha provocado un punto de inflexi?n en la pol?tica de defensa europea y el resurgir de la Alianza Atl?ntica.
En poco m?s de tres a?os, la organizaci?n de defensa europea ha pasado de estar en "muerte cerebral", tal y como certific? el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una provocadora entrevista con el diario brit?nico The Economist a finales de 2019, a renacer de sus cenizas y olvidarse de la amarga etapa que supuso el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, con sus continuos desplantes y llamadas de atenci?n al resto de aliados a gastar m?s en defensa, que colocaron las relaciones trasatl?nticas en su punto m?s bajo desde la Guerra Fr?a. Todos los analistas coinciden en que la guerra de Rusia ha dado un vuelco a aquella realidad y ha supuesto un "antes y un después".
Desde el a?o pasado, los aliados han adoptado el nuevo concepto estratégico -en la cumbre de Madrid- que coloca a Mosc? como la "amenaza m?s significativa y directa" para la seguridad de la Alianza, han hecho la mayor revisi?n de la pol?tica de disuasi?n y defensa colectiva desde la Guerra Fr?a, han aumentado los efectivos desplegables sobre el terreno desde los 40.000 hasta los 300.000, reforzado el flanco oriental para disuadir cualquier incursi?n rusa y lanzado el proceso de incorporaci?n de dos nuevos socios -a la espera de que Turqu?a levante su veto a los suecos- que hasta la invasi?n de Putin ni se hab?an planteado llamar a la puerta de la OTAN -Suecia y Finlandia- y que reforzar?n a?n m?s las capacidades militares del bloque. "Para Occidente la consecuencia m?s evidente de la guerra es que la OTAN ha resucitado. Ha puesto de relieve que la OTAN es el cimiento de la seguridad europea y que no hay alternativa a las estructuras de la alianza para disuadir a Rusia", sostienen varios analistas europeos como Ian Bond y Camino Mortera-Martinez en un an?lisis conjunto del Centre for European Reform sobre este ?ltimo a?o de guerra.
Aire para la OTAN
El secretario general aliado, Jens Stoltenbeg, recuerda no obstante que el cambio ya estaba en marcha antes de que las tropas rusas lanzaran su invasi?n. "En cierto modo, la OTAN no ha cambiado. Solo ha demostrado su importancia", valoraba hace unos d?as interrogado sobre el impacto de la guerra en la organizaci?n que dirige desde octubre de 2014. "Era una invasi?n que sab?amos que iba a producirse y, por tanto, est?bamos preparados cuando ocurri?" as? que "la OTAN no ha cambiado, s?lo ha demostrado la importancia de que los aliados se mantengan unidos, tanto para prestar apoyo a Ucrania como para protegerse mutuamente, garantizando que la guerra no se extienda m?s all? de Ucrania", a?ad?a. Seg?n este ex primer ministro noruego, "el mayor refuerzo en la defensa colectiva en una generaci?n" comenz? el mismo a?o en el que empez? a dirigir la organizaci?n aliada, tras la anexi?n ilegal de Crimea a Rusia, y no en febrero del a?o pasado, cuando Putin hizo realidad sus amenazas.
"Empez? en 2014 y eso desencaden? una gran adaptaci?n de nuestra Alianza, con una mayor preparaci?n de las fuerzas, con m?s presencia en la parte oriental de la Alianza, con m?s ejercicios" y con el aumento del gasto en defensa. El objetivo es que todos los aliados dediquen al gasto militar el 2% del PIB para 2024 pero sobre la mesa de la cumbre de l?deres de Vilnius, que se celebrar? en el mes de julio, estar? la idea de elevar a?n m?s la ambici?n. "Cuando nos reunamos este verano en Vilnius tenemos que llegar a un nuevo compromiso. Si era obvio que hab?a que comprometerse a gastar el 2% en 2014, ahora lo es a?n m?s porque vivimos en un mundo m?s peligroso", argumentaba la semana pasada.
Decisiones de la UE
Pero si hay una estructura en la que el vuelco ha sido todav?a m?s evidente es en la Uni?n Europea, que ha terminado por asumir que tiene que coordinarse m?s en defensa y gastar y mejor -los l?deres ser han comprometido a aumentar el gasto en defensa en 200.000 millones- aunque la OTAN siga siendo la piedra angular de la defensa colectiva. Desde hace un a?o no hay reuni?n de ministros de exteriores, de defensa, de econom?a ni de l?deres europeos que no tenga una discusi?n sobre la guerra emprendida por Putin y sus consecuencias para la seguridad europea. Una invasi?n que ha roto a su vez media docena de tab?s. El primero y el m?s evidente la financiaci?n de la compra de armas para terceros pa?ses, una l?nea roja hasta el a?o pasado.
El Tratado europeo no permite financiar con el presupuesto europeo operaciones con implicaciones militares o de defensa as? que los Veintisiete echaron mano del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (EPF en sus siglas en inglés), un instrumento intergubernamental dotado en su creaci?n con 5.000 millones de euros para el per?odo 2021-2027, para financiar la compra de "material letal" y ayudar a Kiev. Hasta el momento los Veintisiete han inyectado 3.600 millones aunque la aportaci?n global europea a la compra de armas y otros suministros suma 12.000 millones, a lo que se suma el entrenamiento especializado de 30.000 soldados ucranianos y las promesas de env?o de m?s material y particularmente los tanques Leopard 2, otra l?nea roja para Berl?n, que se ha terminado por romper ante la presi?n del gobierno ucraniano y el apoyo de los pa?ses b?lticos y Polonia.
La invasi?n también ha logrado lo que no logr? la guerra de Siria en 2015, cuando millones de personas huyeron del pa?s y llegaron al continente europeo. En cuanto los ciudadanos ucranianos empezaron a huir de los ataques rusos, los Veintisiete acordaron activar la Directiva europea sobre Protecci?n Temporal, una normativa adoptada en 2001, a ra?z de la guerra de los Balcanes y el desplazamiento de m?s de 3,2 millones de personas, que nunca se hab?a llegado a utilizar. La norma concede a los ucranianos derecho a obtener durante al menos un a?o -aunque prorrogable hasta tres a?os- un permiso de residencia, educaci?n o formaci?n profesional, alojamiento adecuado, ayuda social, apoyo financiero y atenci?n médica. Seg?n datos Naciones Unidas, a d?a de hoy hay m?s de 8 millones de refugiados ucranianos instalados en Europa y 4,8 millones que han solicitado protecci?n internacional.
La pol?tica de sanciones puesta en marcha por los Veintisiete también ha roto otros tab?s inimaginables hace un a?o. El primero, y pese a las resistencias iniciales de pa?ses como Alemania, desconectar a bancos rusos del sistema de comunicaciones Swift que facilita el env?o o la recepci?n de pagos internacionales y al que est?n adscritos 11.000 instituciones financieras de 200 pa?ses. La UE también ha impuesto todo tipo de restricciones y prohibiciones de exportaci?n e importaci?n con Rusia, particularmente de productos tecnol?gicos, para impedir que el Kremlin siga financiando su maquina de guerra y esto incluye la prohibici?n de todo tipo de transacciones con el banco central ruso, limitaciones a los hidrocarburos rusos e incluso la posibilidad de utilizar los intereses de los activos congelados a Rusia para financiar la reconstrucci?n de Ucrania que en apenas unos meses logr? superar otra barrera impensable antes de la guerra: lograr el estatus de pa?s candidato a la UE.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/ano-resurreccion-otan-defensa-europea-83471223)
En poco m?s de tres a?os, la organizaci?n de defensa europea ha pasado de estar en "muerte cerebral", tal y como certific? el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una provocadora entrevista con el diario brit?nico The Economist a finales de 2019, a renacer de sus cenizas y olvidarse de la amarga etapa que supuso el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, con sus continuos desplantes y llamadas de atenci?n al resto de aliados a gastar m?s en defensa, que colocaron las relaciones trasatl?nticas en su punto m?s bajo desde la Guerra Fr?a. Todos los analistas coinciden en que la guerra de Rusia ha dado un vuelco a aquella realidad y ha supuesto un "antes y un después".
Desde el a?o pasado, los aliados han adoptado el nuevo concepto estratégico -en la cumbre de Madrid- que coloca a Mosc? como la "amenaza m?s significativa y directa" para la seguridad de la Alianza, han hecho la mayor revisi?n de la pol?tica de disuasi?n y defensa colectiva desde la Guerra Fr?a, han aumentado los efectivos desplegables sobre el terreno desde los 40.000 hasta los 300.000, reforzado el flanco oriental para disuadir cualquier incursi?n rusa y lanzado el proceso de incorporaci?n de dos nuevos socios -a la espera de que Turqu?a levante su veto a los suecos- que hasta la invasi?n de Putin ni se hab?an planteado llamar a la puerta de la OTAN -Suecia y Finlandia- y que reforzar?n a?n m?s las capacidades militares del bloque. "Para Occidente la consecuencia m?s evidente de la guerra es que la OTAN ha resucitado. Ha puesto de relieve que la OTAN es el cimiento de la seguridad europea y que no hay alternativa a las estructuras de la alianza para disuadir a Rusia", sostienen varios analistas europeos como Ian Bond y Camino Mortera-Martinez en un an?lisis conjunto del Centre for European Reform sobre este ?ltimo a?o de guerra.
Aire para la OTAN
El secretario general aliado, Jens Stoltenbeg, recuerda no obstante que el cambio ya estaba en marcha antes de que las tropas rusas lanzaran su invasi?n. "En cierto modo, la OTAN no ha cambiado. Solo ha demostrado su importancia", valoraba hace unos d?as interrogado sobre el impacto de la guerra en la organizaci?n que dirige desde octubre de 2014. "Era una invasi?n que sab?amos que iba a producirse y, por tanto, est?bamos preparados cuando ocurri?" as? que "la OTAN no ha cambiado, s?lo ha demostrado la importancia de que los aliados se mantengan unidos, tanto para prestar apoyo a Ucrania como para protegerse mutuamente, garantizando que la guerra no se extienda m?s all? de Ucrania", a?ad?a. Seg?n este ex primer ministro noruego, "el mayor refuerzo en la defensa colectiva en una generaci?n" comenz? el mismo a?o en el que empez? a dirigir la organizaci?n aliada, tras la anexi?n ilegal de Crimea a Rusia, y no en febrero del a?o pasado, cuando Putin hizo realidad sus amenazas.
"Empez? en 2014 y eso desencaden? una gran adaptaci?n de nuestra Alianza, con una mayor preparaci?n de las fuerzas, con m?s presencia en la parte oriental de la Alianza, con m?s ejercicios" y con el aumento del gasto en defensa. El objetivo es que todos los aliados dediquen al gasto militar el 2% del PIB para 2024 pero sobre la mesa de la cumbre de l?deres de Vilnius, que se celebrar? en el mes de julio, estar? la idea de elevar a?n m?s la ambici?n. "Cuando nos reunamos este verano en Vilnius tenemos que llegar a un nuevo compromiso. Si era obvio que hab?a que comprometerse a gastar el 2% en 2014, ahora lo es a?n m?s porque vivimos en un mundo m?s peligroso", argumentaba la semana pasada.
Decisiones de la UE
Pero si hay una estructura en la que el vuelco ha sido todav?a m?s evidente es en la Uni?n Europea, que ha terminado por asumir que tiene que coordinarse m?s en defensa y gastar y mejor -los l?deres ser han comprometido a aumentar el gasto en defensa en 200.000 millones- aunque la OTAN siga siendo la piedra angular de la defensa colectiva. Desde hace un a?o no hay reuni?n de ministros de exteriores, de defensa, de econom?a ni de l?deres europeos que no tenga una discusi?n sobre la guerra emprendida por Putin y sus consecuencias para la seguridad europea. Una invasi?n que ha roto a su vez media docena de tab?s. El primero y el m?s evidente la financiaci?n de la compra de armas para terceros pa?ses, una l?nea roja hasta el a?o pasado.
El Tratado europeo no permite financiar con el presupuesto europeo operaciones con implicaciones militares o de defensa as? que los Veintisiete echaron mano del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (EPF en sus siglas en inglés), un instrumento intergubernamental dotado en su creaci?n con 5.000 millones de euros para el per?odo 2021-2027, para financiar la compra de "material letal" y ayudar a Kiev. Hasta el momento los Veintisiete han inyectado 3.600 millones aunque la aportaci?n global europea a la compra de armas y otros suministros suma 12.000 millones, a lo que se suma el entrenamiento especializado de 30.000 soldados ucranianos y las promesas de env?o de m?s material y particularmente los tanques Leopard 2, otra l?nea roja para Berl?n, que se ha terminado por romper ante la presi?n del gobierno ucraniano y el apoyo de los pa?ses b?lticos y Polonia.
La invasi?n también ha logrado lo que no logr? la guerra de Siria en 2015, cuando millones de personas huyeron del pa?s y llegaron al continente europeo. En cuanto los ciudadanos ucranianos empezaron a huir de los ataques rusos, los Veintisiete acordaron activar la Directiva europea sobre Protecci?n Temporal, una normativa adoptada en 2001, a ra?z de la guerra de los Balcanes y el desplazamiento de m?s de 3,2 millones de personas, que nunca se hab?a llegado a utilizar. La norma concede a los ucranianos derecho a obtener durante al menos un a?o -aunque prorrogable hasta tres a?os- un permiso de residencia, educaci?n o formaci?n profesional, alojamiento adecuado, ayuda social, apoyo financiero y atenci?n médica. Seg?n datos Naciones Unidas, a d?a de hoy hay m?s de 8 millones de refugiados ucranianos instalados en Europa y 4,8 millones que han solicitado protecci?n internacional.
La pol?tica de sanciones puesta en marcha por los Veintisiete también ha roto otros tab?s inimaginables hace un a?o. El primero, y pese a las resistencias iniciales de pa?ses como Alemania, desconectar a bancos rusos del sistema de comunicaciones Swift que facilita el env?o o la recepci?n de pagos internacionales y al que est?n adscritos 11.000 instituciones financieras de 200 pa?ses. La UE también ha impuesto todo tipo de restricciones y prohibiciones de exportaci?n e importaci?n con Rusia, particularmente de productos tecnol?gicos, para impedir que el Kremlin siga financiando su maquina de guerra y esto incluye la prohibici?n de todo tipo de transacciones con el banco central ruso, limitaciones a los hidrocarburos rusos e incluso la posibilidad de utilizar los intereses de los activos congelados a Rusia para financiar la reconstrucci?n de Ucrania que en apenas unos meses logr? superar otra barrera impensable antes de la guerra: lograr el estatus de pa?s candidato a la UE.
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