Reem
02-22-2023, 01:05 PM
Los Mossos d'Esquadra preservaron el ba?o de la discoteca Sutton en el que supuestamente ocurri? la supuesta violaci?n cometida por el futbolista Dani Alves la misma noche de los hechos. Lo hicieron dos d?as antes de que la joven de 23 a?os denunciara los hechos, el 2 de enero. Colocar ese precinto policial –una simple pegatina adosada a la ranura de la puerta que se hubiera roto si alguien la abr?a– garantiz? a los investigadores que nadie contaminara ese espacio. As?, la polic?a cient?fica hall? indicios biol?gicos –restos de semen y huellas dactilares– que ya han permitido a la jueza y a las acusaciones saber que Alves estaba mintiendo en sede judicial el pasado 20 de enero y que, presumiblemente, ser?n también decisivos para probar si se trat? de una agresi?n sexual –como siempre ha denunciado la v?ctima– o fue un encuentro sexual consentido –como se?ala ahora la defensa del jugador–.
El escrito del tribunal de la Audiencia de Barcelona, que ha confirmado la prisi?n preventiva para el futbolista esta semana, calificaba la investigaci?n policial, a cargo de la Unitat Central d'Agressions Sexuals (UCAS), de "minuciosa" –defendiendo con ese adjetivo una tarea de las investigadoras (son mujeres un 70% de los agentes de esa unidad) que Crist?bal Martell, abogado de Alves, hab?a descrito como "tendenciosa"– y subrayaba que esa investigaci?n policial hubiera comenzado antes de que la joven denunciara lo ocurrido.
Horas que cuentan
"Entre la violaci?n y la denuncia pueden pasar meses" porque hay mujeres que necesitan meditarlo mucho, remarcan fuentes policiales. Ese intervalo de tiempo juega en contra de la v?ctima y a favor del agresor. Porque durante ese tiempo pueden perderse pruebas que ser?an de gran ayuda para demostrar los hechos, remarcan las citadas fuentes policiales. Por ese motivo, la UCAS, una unidad creada hace tres a?os, comienza a investigar las agresiones sexuales en cuanto tiene conocimiento de estas, de oficio, sin esperar a que la v?ctima presenta una denuncia que s? ser? indispensable para perseguir judicialmente el delito.
Aquella madrugada del 30 de diciembre, cuando los primeros agentes de los Mossos atendieron sobre las cuatro de la madrugada a la joven y, vieron el estado en el que se encontraba, activaron a los investigadores, que dieron la orden de preservar el ba?o. Y la UCAS, antes de que la v?ctima denunciara y, por lo tanto, antes de actuar bajo tutela judicial, actu? de oficio y envi? a los agentes de la polic?a cient?fica a inspeccionar el espacio en busca de los indicios biol?gicos. Los agentes hallaron hasta siete huellas dactilares de la v?ctima que proyectaron una serie de posiciones que hab?a ocupado su cuerpo dentro de ese cubil que cuadraban con su denuncia. Descubrieron asimismo restos de semen en el suelo. La v?ctima denunci? el 2 de enero.
Esos restos biol?gicos se habr?an perdido si el ba?o no hubiera sido precintado: otras personas habr?an entrado a usarlo y, sobre todo, trabajadores de mantenimiento lo habr?an limpiado horas después.
La carga de prueba
La joven, aquella misma noche, mucho antes de tomar la decisi?n de denunciar a Alves, fue también conducida al Hospital Cl?nic, centro de referencia en Barcelona al que deben acudir sin dilaci?n las mujeres que hayan sufrido una agresi?n sexual, donde los sanitarios, en aplicaci?n del protocolo existente, le practicaron un examen forense que recogi? muestras de semen de su ropa interior y también del interior de la vagina. Los resultados del Instituto Nacional de Toxicolog?a y Ciencias Forenses confirm? semanas después –con una muestra salival que se le tom? a Alves en su declaraci?n en sede judicial del 20 de enero– que el semen era del futbolista. El parte médico refiri? asimismo que la joven ten?a una lesi?n en la rodilla.
Todos esos indicios, los obtenidos de la inspecci?n ocular del ba?o y del examen forense de la denunciante, han permitido hasta la fecha comprobar que Alves ha mentido. La ?ltima de las tres versiones que ha dado, tras verse acorralado por la jueza y las acusaciones, consisti? en asegurar que él se encontraba en el ba?o de Sutton, haciendo sus necesidades, cuando la joven entr? y le practic? una felaci?n. Pero esta ?ltima versi?n tampoco ha cuadrado con la lesi?n de la v?ctima en la rodilla, ni con las huellas dactilares detectadas por la polic?a cient?fica, ni con la presencia de restos de su semen en la vagina de la v?ctima.
La v?ctima, seg?n su denuncia en sede policial y su declaraci?n en sede judicial, explic? que lo que sucedi? en ese ba?o fue que Alves se sent? en el retrete y a ella se la sent? encima por la fuerza. Ella le pidi? que parara y suplic? que la dejara marcharse. ?l se neg?. La tir? al suelo, la agarr? por el cuello, la abofete? e intent? que le hiciera una felaci?n por la fuerza –a lo que ella se neg?–. Después la levant?, la coloc? contra el lavamanos y, por ?ltimo, la puso contra el retrete y la viol? hasta eyacular. Esta versi?n de la v?ctima s? ha cuadrado con indicios que, en parte, se obtuvieron gracias a la decisi?n de comenzar a investigar antes de la denuncia y de preservar el ba?o justo después de los hechos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/precinto-inmediato-bano-sutton-clave-83464182)
El escrito del tribunal de la Audiencia de Barcelona, que ha confirmado la prisi?n preventiva para el futbolista esta semana, calificaba la investigaci?n policial, a cargo de la Unitat Central d'Agressions Sexuals (UCAS), de "minuciosa" –defendiendo con ese adjetivo una tarea de las investigadoras (son mujeres un 70% de los agentes de esa unidad) que Crist?bal Martell, abogado de Alves, hab?a descrito como "tendenciosa"– y subrayaba que esa investigaci?n policial hubiera comenzado antes de que la joven denunciara lo ocurrido.
Horas que cuentan
"Entre la violaci?n y la denuncia pueden pasar meses" porque hay mujeres que necesitan meditarlo mucho, remarcan fuentes policiales. Ese intervalo de tiempo juega en contra de la v?ctima y a favor del agresor. Porque durante ese tiempo pueden perderse pruebas que ser?an de gran ayuda para demostrar los hechos, remarcan las citadas fuentes policiales. Por ese motivo, la UCAS, una unidad creada hace tres a?os, comienza a investigar las agresiones sexuales en cuanto tiene conocimiento de estas, de oficio, sin esperar a que la v?ctima presenta una denuncia que s? ser? indispensable para perseguir judicialmente el delito.
Aquella madrugada del 30 de diciembre, cuando los primeros agentes de los Mossos atendieron sobre las cuatro de la madrugada a la joven y, vieron el estado en el que se encontraba, activaron a los investigadores, que dieron la orden de preservar el ba?o. Y la UCAS, antes de que la v?ctima denunciara y, por lo tanto, antes de actuar bajo tutela judicial, actu? de oficio y envi? a los agentes de la polic?a cient?fica a inspeccionar el espacio en busca de los indicios biol?gicos. Los agentes hallaron hasta siete huellas dactilares de la v?ctima que proyectaron una serie de posiciones que hab?a ocupado su cuerpo dentro de ese cubil que cuadraban con su denuncia. Descubrieron asimismo restos de semen en el suelo. La v?ctima denunci? el 2 de enero.
Esos restos biol?gicos se habr?an perdido si el ba?o no hubiera sido precintado: otras personas habr?an entrado a usarlo y, sobre todo, trabajadores de mantenimiento lo habr?an limpiado horas después.
La carga de prueba
La joven, aquella misma noche, mucho antes de tomar la decisi?n de denunciar a Alves, fue también conducida al Hospital Cl?nic, centro de referencia en Barcelona al que deben acudir sin dilaci?n las mujeres que hayan sufrido una agresi?n sexual, donde los sanitarios, en aplicaci?n del protocolo existente, le practicaron un examen forense que recogi? muestras de semen de su ropa interior y también del interior de la vagina. Los resultados del Instituto Nacional de Toxicolog?a y Ciencias Forenses confirm? semanas después –con una muestra salival que se le tom? a Alves en su declaraci?n en sede judicial del 20 de enero– que el semen era del futbolista. El parte médico refiri? asimismo que la joven ten?a una lesi?n en la rodilla.
Todos esos indicios, los obtenidos de la inspecci?n ocular del ba?o y del examen forense de la denunciante, han permitido hasta la fecha comprobar que Alves ha mentido. La ?ltima de las tres versiones que ha dado, tras verse acorralado por la jueza y las acusaciones, consisti? en asegurar que él se encontraba en el ba?o de Sutton, haciendo sus necesidades, cuando la joven entr? y le practic? una felaci?n. Pero esta ?ltima versi?n tampoco ha cuadrado con la lesi?n de la v?ctima en la rodilla, ni con las huellas dactilares detectadas por la polic?a cient?fica, ni con la presencia de restos de su semen en la vagina de la v?ctima.
La v?ctima, seg?n su denuncia en sede policial y su declaraci?n en sede judicial, explic? que lo que sucedi? en ese ba?o fue que Alves se sent? en el retrete y a ella se la sent? encima por la fuerza. Ella le pidi? que parara y suplic? que la dejara marcharse. ?l se neg?. La tir? al suelo, la agarr? por el cuello, la abofete? e intent? que le hiciera una felaci?n por la fuerza –a lo que ella se neg?–. Después la levant?, la coloc? contra el lavamanos y, por ?ltimo, la puso contra el retrete y la viol? hasta eyacular. Esta versi?n de la v?ctima s? ha cuadrado con indicios que, en parte, se obtuvieron gracias a la decisi?n de comenzar a investigar antes de la denuncia y de preservar el ba?o justo después de los hechos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/precinto-inmediato-bano-sutton-clave-83464182)