Reem
02-21-2023, 12:16 PM
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, escenificaba este lunes con el viaje sorpresa a Kiev el mensaje que su Gobierno ha lanzado desde que hace ahora casi justo un a?o Rusia devolvi? la guerra a Europa: el del un "compromiso inquebrantable e infatigable" con Ucrania. Ese compromiso se ha evidenciado en los ?ltimos 12 meses desde Washington, que ha aprobado destinar 113.000 millones de d?lares para ofrecer asistencia sobre todo militar pero también econ?mica directa y humanitaria al pa?s eslavo y que ha jugado un importante papel, incluso desde antes incluso del inicio de la invasi?n, en la movilizaci?n de aliados de la OTAN y la unificaci?n de Occidente contra la agresi?n de Vlad?mir Putin.
Para el dem?crata, no obstante, el momento de este aniversario marca también un punto decisivo, y lleno de incertidumbres, por m?s que él repita que el respaldo se mantendr? "el tiempo que haga falta". La amenaza de fracturas, tanto en la comunidad internacional como a nivel nacional, se intensifica, especialmente ante la perspectiva creciente de una guerra prolongada y de desgaste que podr?a aumentar la presi?n sobre Volod?mir Zelenski para entrar en negociaciones. Y aunque la inteligencia de EEUU ha llegado a la conclusi?n de que recuperar Crimea ahora no es posible y anima a preparar la contraofensiva al esperado ataque intensificado de Rusia y no centrarse en todas las ciudades donde Mosc? manda tropas como Bajmut, de momento Biden también mantiene el respaldo a Zelenski para que intente retomar el m?ximo territorio posible antes de sentarse a negociar.
Es también un momento de riesgo. Porque un a?o de contienda no solo est? exacerbando el enfrentamiento de Washington con Mosc?, que empieza a adquirir tintes casi personales entre Biden y Putin, que hablaron por ?ltima vez el 12 de febrero del a?o pasado. Est? tensando a?n m?s la ya dif?cil relaci?n con China, un choque a?n m?s trascendental y de graves consecuencias para el futuro global. Las acusaciones vertidas este fin de semana por el secretario de Estado, Antony Blinken, contra Pek?n de estar plante?ndose armar a Rusia fueron el ?ltimo paso en una peligrosa escalada de tensi?n.
Brechas internas
Dentro de EEUU, aunque a?n de momento minoritaria, la oposici?n a seguir sosteniendo la ayuda a Ucrania vibra en el ala m?s ultra del Partido Republicano. El peso desmedido de esa facci?n en la débil mayor?a conservadora en la C?mara de Representantes pone en peligro la aprobaci?n de nuevas partidas. Y aunque el 'speaker' Kevin McCarthy ha mostrado su rechazo a una resoluci?n "fatiga Ucrania", que ha presentado este mes Matt Gaetz, uno de los extremistas del Freedom Caucus, los n?meros de apoyo de otros 10 republicanos al texto, que dice que "EEUU debe acabar su ayuda militar y econ?mica a Ucrania y urge a todos los combatientes a alcanzar un acuerdo", anticipan una batalla interna.
Sondeos como uno reciente de AP muestran adem?s una erosi?n entre los ciudadanos del respaldo a la implicaci?n estadounidense. Esta ha ca?do en nueve meses 12 puntos hasta el 48%. Ahora el 59% de los preguntados dice que m?s importante limitar el da?o a la econom?a de EEUU que sancionar a Rusia, cuando hace un a?o el 55% ve?a m?s importante el castigo a Mosc? aunque impactara en casa. Y en privado representantes del Gobierno de Biden han transmitido al del Zelenski que hay un l?mite en la paciencia del Congreso y la ciudadan?a y que ser? dif?cil sostener el nivel de asistencia. "Seguiremos intentando que entiendan que no podemos hacer todo y cualquier cosa por siempre", explicaba a 'The Washington Post' desde el anonimato un cargo de la Administraci?n.
La m?quina militar
El apoyo militar hasta ahora ha sido el mayor de todos los pa?ses. En ese terreno EEUU ha ido haciendo incrementos gradualmente, rompiendo barreras que se hab?a autoimpuesto para evitar que pudieran verse en Mosc? como una provocaci?n. Inicialmente por ejemplo se resistieron a enviar misiles de medio alcance, pero acabaron haciéndolo. M?s recientemente ha pasado lo mismo con los tanques Abrams. Y est? por ver si Zelenski, con el apoyo de algunas voces tanto dem?cratas como republicanas dentro de EEUU, logra que se le entreguen los aviones F-16 y misiles de largo alcance que busca, aunque Biden parece preocupado por abrir definitivamente la puerta a que Ucrania pueda alcanzar objetivos en el interior de Rusia.
La guerra de Ucrania ha puesto también a funcionar a toda m?quina el complejo industrial militar de EEUU, tanto para cumplir sus compromisos para entregar armas y municiones de ayuda a Ucrania como para responder a las demandas también crecientes de los aliados, que est?n teniendo que recurrir a sus propios arsenales y repostarlos. Es algo que desde China hasta cr?ticos de la guerra ven y denuncian como un interés de Washington en la contienda, con la industria militar funcionando como en tiempo de guerra sin estar técnica ni oficialmente en una. Pero es también algo donde otras voces y analistas identifican la exposici?n de los problemas que EEUU y su industria de Defensa han acumulado a lo largo de décadas y que, seg?n ese an?lisis, cuestionar?an la capacidad estadounidense de librar un conflicto tradicional de alta intensidad prolongado.
Con los env?os "se han vaciado arsenales de algunos tipos de municiones y sistemas de armas" y puede llevar cinco a?os o m?s volver a llenar el arsenal de municiones de 155 mil?metros y de sistemas Javelin y de misiles tierra aire Stinger, seg?n advert?a en un informe reciente el director del programa de seguridad internacional del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, Seth Jones.
Mientras se suple a Ucrania, adem?s, los contratos de armas firmados con Taiw?n van con cuatro a?os de retraso. Y cada vez son m?s en el Gobierno de Biden quienes miran al conflicto en Ucrania con la perspectiva de lo que puede pasar si China intentara unificar la isla por la fuerza. Algunos cargos hablan ya de tratar los teatros de seguridad de Europa y Asia como interconectados. Y especialistas como Michéle Flournoy, exsubsecretario de Defensa, llaman a "pensar c?mo traducir para Taiw?n lecciones" aprendidas en Ucrania, como la importancia en entrenamiento en conflicto asimétrico que EEUU dio a los ucranianos desde la invasi?n de Crimea en 2014.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/eeuu-ucrania-apoyo-inquebrantable-fisuras-83329048)
Para el dem?crata, no obstante, el momento de este aniversario marca también un punto decisivo, y lleno de incertidumbres, por m?s que él repita que el respaldo se mantendr? "el tiempo que haga falta". La amenaza de fracturas, tanto en la comunidad internacional como a nivel nacional, se intensifica, especialmente ante la perspectiva creciente de una guerra prolongada y de desgaste que podr?a aumentar la presi?n sobre Volod?mir Zelenski para entrar en negociaciones. Y aunque la inteligencia de EEUU ha llegado a la conclusi?n de que recuperar Crimea ahora no es posible y anima a preparar la contraofensiva al esperado ataque intensificado de Rusia y no centrarse en todas las ciudades donde Mosc? manda tropas como Bajmut, de momento Biden también mantiene el respaldo a Zelenski para que intente retomar el m?ximo territorio posible antes de sentarse a negociar.
Es también un momento de riesgo. Porque un a?o de contienda no solo est? exacerbando el enfrentamiento de Washington con Mosc?, que empieza a adquirir tintes casi personales entre Biden y Putin, que hablaron por ?ltima vez el 12 de febrero del a?o pasado. Est? tensando a?n m?s la ya dif?cil relaci?n con China, un choque a?n m?s trascendental y de graves consecuencias para el futuro global. Las acusaciones vertidas este fin de semana por el secretario de Estado, Antony Blinken, contra Pek?n de estar plante?ndose armar a Rusia fueron el ?ltimo paso en una peligrosa escalada de tensi?n.
Brechas internas
Dentro de EEUU, aunque a?n de momento minoritaria, la oposici?n a seguir sosteniendo la ayuda a Ucrania vibra en el ala m?s ultra del Partido Republicano. El peso desmedido de esa facci?n en la débil mayor?a conservadora en la C?mara de Representantes pone en peligro la aprobaci?n de nuevas partidas. Y aunque el 'speaker' Kevin McCarthy ha mostrado su rechazo a una resoluci?n "fatiga Ucrania", que ha presentado este mes Matt Gaetz, uno de los extremistas del Freedom Caucus, los n?meros de apoyo de otros 10 republicanos al texto, que dice que "EEUU debe acabar su ayuda militar y econ?mica a Ucrania y urge a todos los combatientes a alcanzar un acuerdo", anticipan una batalla interna.
Sondeos como uno reciente de AP muestran adem?s una erosi?n entre los ciudadanos del respaldo a la implicaci?n estadounidense. Esta ha ca?do en nueve meses 12 puntos hasta el 48%. Ahora el 59% de los preguntados dice que m?s importante limitar el da?o a la econom?a de EEUU que sancionar a Rusia, cuando hace un a?o el 55% ve?a m?s importante el castigo a Mosc? aunque impactara en casa. Y en privado representantes del Gobierno de Biden han transmitido al del Zelenski que hay un l?mite en la paciencia del Congreso y la ciudadan?a y que ser? dif?cil sostener el nivel de asistencia. "Seguiremos intentando que entiendan que no podemos hacer todo y cualquier cosa por siempre", explicaba a 'The Washington Post' desde el anonimato un cargo de la Administraci?n.
La m?quina militar
El apoyo militar hasta ahora ha sido el mayor de todos los pa?ses. En ese terreno EEUU ha ido haciendo incrementos gradualmente, rompiendo barreras que se hab?a autoimpuesto para evitar que pudieran verse en Mosc? como una provocaci?n. Inicialmente por ejemplo se resistieron a enviar misiles de medio alcance, pero acabaron haciéndolo. M?s recientemente ha pasado lo mismo con los tanques Abrams. Y est? por ver si Zelenski, con el apoyo de algunas voces tanto dem?cratas como republicanas dentro de EEUU, logra que se le entreguen los aviones F-16 y misiles de largo alcance que busca, aunque Biden parece preocupado por abrir definitivamente la puerta a que Ucrania pueda alcanzar objetivos en el interior de Rusia.
La guerra de Ucrania ha puesto también a funcionar a toda m?quina el complejo industrial militar de EEUU, tanto para cumplir sus compromisos para entregar armas y municiones de ayuda a Ucrania como para responder a las demandas también crecientes de los aliados, que est?n teniendo que recurrir a sus propios arsenales y repostarlos. Es algo que desde China hasta cr?ticos de la guerra ven y denuncian como un interés de Washington en la contienda, con la industria militar funcionando como en tiempo de guerra sin estar técnica ni oficialmente en una. Pero es también algo donde otras voces y analistas identifican la exposici?n de los problemas que EEUU y su industria de Defensa han acumulado a lo largo de décadas y que, seg?n ese an?lisis, cuestionar?an la capacidad estadounidense de librar un conflicto tradicional de alta intensidad prolongado.
Con los env?os "se han vaciado arsenales de algunos tipos de municiones y sistemas de armas" y puede llevar cinco a?os o m?s volver a llenar el arsenal de municiones de 155 mil?metros y de sistemas Javelin y de misiles tierra aire Stinger, seg?n advert?a en un informe reciente el director del programa de seguridad internacional del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, Seth Jones.
Mientras se suple a Ucrania, adem?s, los contratos de armas firmados con Taiw?n van con cuatro a?os de retraso. Y cada vez son m?s en el Gobierno de Biden quienes miran al conflicto en Ucrania con la perspectiva de lo que puede pasar si China intentara unificar la isla por la fuerza. Algunos cargos hablan ya de tratar los teatros de seguridad de Europa y Asia como interconectados. Y especialistas como Michéle Flournoy, exsubsecretario de Defensa, llaman a "pensar c?mo traducir para Taiw?n lecciones" aprendidas en Ucrania, como la importancia en entrenamiento en conflicto asimétrico que EEUU dio a los ucranianos desde la invasi?n de Crimea en 2014.
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