Reem
04-17-2024, 10:20 PM
Solo el City pod?a someter al Madrid con tanta grandeza en la Champions tantos minutos. Solo el conjunto de Guardiola estaba en condiciones de disminuir su talento y limitarlo a un ejercicio de supervivencia. Lo logr? el City, de nuevo el conjunto de Guyardiola, pero pas? el Madrid a semifinales tras llevar el encuentro a los penaltis, territorio m?stico y ampliar una historia de victorias insospechadas.
Un despiste contra el Madrid es una temeridad en Europa. Incluso para el City, un equipo armado para minimizar el error con el sentido obsesivo del orden de Guardiola. El Madrid opera en la Champions en dos dimensiones. Una a los ojos de todo el mundo -un pu?ado de grandes futbolistas- y otra de imponderables: una m?stica que el madridismo interpreta como épica y sus rivales como un acto de esoterismo insoportable. Los milagros del Madrid no se pueden explicar pero se repiten con una crueldad insoportable para los rivales.
Nadie est? inmune, ni siquiera el City que fue un cicl?n en el Etihad. Incluso cuando atropell? a los blancos, en plena tormenta de ocasiones, en medio de un asedio absoluto, no logr? sacudirse la amenaza de un contragolpe definitivo. La puesta en escena fue tan rotunda y meridiana como en la ida.
Los citizens salieron a por el bal?n y el encuentro con intensidad Premier; los blancos a esperar un fallo y matar al City al contragolpe. Pero la Champions siempre tiene reservado alguna fatalidad, un momento insospechado, un gol impensable. As? se explica el primer gol del Madrid: un bal?n a las nubes de Caravajal. Un despeje de m?s de 30 metros que Bellingham baj? al suelo con un control zidanesco y envi? al espacio a Vinicius. El brasile?o encontr? a Rodrygo, que decidi? al segundo intento tras un primer rechace de Ederson. Hab?an pasado solo 12 minutos y cada contraataque del Madrid sacud?a a un City volcado en la porter?a de Lunin.
Sufre el Madrid
El encuentro planteaba dudas razonables al Madrid: tardaba tanto en robar el bal?n que parec?a imposible sostener las embestidas del City, una manada furiosa, todo el partido. Haaland envi? un bal?n al palo de cabeza que encendi? al Etihad. De Bruyne busc? un gol ol?mpico que puso a prueba a Lunin.
En definitiva, el City se parec?a cada vez m?s al mejor City y eso eran muy malas noticias para el Madrid. Los de Ancelotti viv?an en el alambre, pero sin descomponerse. El factor an?mico ha sido desde hace a?os un elemento definitivo para entender su dominio en Europa. En una competici?n de situaciones l?mites, domina como nadie la gesti?n de las emociones.
Pero el City se ha convertido en el rival m?s temible para el Madrid en Europa. M?s a?n tras quitarse la espina de La Orejuda la temporada pasada. La obstinaci?n del conjunto de Guardiola para buscar la porter?a de Lunin fue emocionante. A partir de la imaginaci?n y los pies de De Bruyne el City encontraba motivos para creer.
El belga sigue siendo la bandera de este City, un jugador con la tenacidad de los grandes. Suyo fue el tanto del empate aprovechando un despeje de Rüdiger para marcar a bocajarro. Un gol que fue un premio al ritmo descomunal del City: una mezcla de la circulaci?n de laboratorio que solo est? en la cabeza de Pep y el vértigo brit?nico. De Bruyne, otra vez el belga, estuvo a punto de liquidar al Madrid con un disparro incre?ble desde fuera del ?rea pero apareci? un inmeso Lunin con una mano milagro.
El encuentro se fue a la pr?rroga, territorio de héroes y fatalidades. Foden tuvo el gol de la victoria con un remate dentro del ?rea pero no impact? bien el bal?n. También Rüdiger, con todo de cara delante de la porter?a, envi? el bal?n a las nubes. Empate y a unos penaltis, donde fallaron Modric, Kovacic y Bernardo Silva. S? marc? Rüdiger, al que nadie esperaba.
Desde los once metros, en el terreno de la épica, aparecieron un loco, Rüdiger, y un héroe, Lunin, para llevar a Madrid en semifinales. Ni siquiera Guardiola logr? impedirlo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/real-madrid/pena-maxima-city-101212051)
Un despiste contra el Madrid es una temeridad en Europa. Incluso para el City, un equipo armado para minimizar el error con el sentido obsesivo del orden de Guardiola. El Madrid opera en la Champions en dos dimensiones. Una a los ojos de todo el mundo -un pu?ado de grandes futbolistas- y otra de imponderables: una m?stica que el madridismo interpreta como épica y sus rivales como un acto de esoterismo insoportable. Los milagros del Madrid no se pueden explicar pero se repiten con una crueldad insoportable para los rivales.
Nadie est? inmune, ni siquiera el City que fue un cicl?n en el Etihad. Incluso cuando atropell? a los blancos, en plena tormenta de ocasiones, en medio de un asedio absoluto, no logr? sacudirse la amenaza de un contragolpe definitivo. La puesta en escena fue tan rotunda y meridiana como en la ida.
Los citizens salieron a por el bal?n y el encuentro con intensidad Premier; los blancos a esperar un fallo y matar al City al contragolpe. Pero la Champions siempre tiene reservado alguna fatalidad, un momento insospechado, un gol impensable. As? se explica el primer gol del Madrid: un bal?n a las nubes de Caravajal. Un despeje de m?s de 30 metros que Bellingham baj? al suelo con un control zidanesco y envi? al espacio a Vinicius. El brasile?o encontr? a Rodrygo, que decidi? al segundo intento tras un primer rechace de Ederson. Hab?an pasado solo 12 minutos y cada contraataque del Madrid sacud?a a un City volcado en la porter?a de Lunin.
Sufre el Madrid
El encuentro planteaba dudas razonables al Madrid: tardaba tanto en robar el bal?n que parec?a imposible sostener las embestidas del City, una manada furiosa, todo el partido. Haaland envi? un bal?n al palo de cabeza que encendi? al Etihad. De Bruyne busc? un gol ol?mpico que puso a prueba a Lunin.
En definitiva, el City se parec?a cada vez m?s al mejor City y eso eran muy malas noticias para el Madrid. Los de Ancelotti viv?an en el alambre, pero sin descomponerse. El factor an?mico ha sido desde hace a?os un elemento definitivo para entender su dominio en Europa. En una competici?n de situaciones l?mites, domina como nadie la gesti?n de las emociones.
Pero el City se ha convertido en el rival m?s temible para el Madrid en Europa. M?s a?n tras quitarse la espina de La Orejuda la temporada pasada. La obstinaci?n del conjunto de Guardiola para buscar la porter?a de Lunin fue emocionante. A partir de la imaginaci?n y los pies de De Bruyne el City encontraba motivos para creer.
El belga sigue siendo la bandera de este City, un jugador con la tenacidad de los grandes. Suyo fue el tanto del empate aprovechando un despeje de Rüdiger para marcar a bocajarro. Un gol que fue un premio al ritmo descomunal del City: una mezcla de la circulaci?n de laboratorio que solo est? en la cabeza de Pep y el vértigo brit?nico. De Bruyne, otra vez el belga, estuvo a punto de liquidar al Madrid con un disparro incre?ble desde fuera del ?rea pero apareci? un inmeso Lunin con una mano milagro.
El encuentro se fue a la pr?rroga, territorio de héroes y fatalidades. Foden tuvo el gol de la victoria con un remate dentro del ?rea pero no impact? bien el bal?n. También Rüdiger, con todo de cara delante de la porter?a, envi? el bal?n a las nubes. Empate y a unos penaltis, donde fallaron Modric, Kovacic y Bernardo Silva. S? marc? Rüdiger, al que nadie esperaba.
Desde los once metros, en el terreno de la épica, aparecieron un loco, Rüdiger, y un héroe, Lunin, para llevar a Madrid en semifinales. Ni siquiera Guardiola logr? impedirlo.
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