Reem
04-10-2024, 05:29 AM
"?Quieres ver algunas fotos?", responde Frieda Hughes (https://www.epe.es/es/cultura/20240409/frieda-hughes-hija-ted-hughes-100772823) cuando se le pregunta qué tal est?n sus p?jaros, antes de echar mano de su teléfono m?vil y mostrar algunas de ellas. Nada menos que quince ejemplares de diferentes especies, entre los que destacan varios buhos de gran porte, algunos adultos y otros todav?a polluelos, que viven con ella en su casa de la campi?a galesa. El origen de ese refugio de aves no planificado se remonta a 2007, cuando Frieda, acompa?ada de su pareja en ese momento, decidi? comprar una antigua casona con un gran jard?n. Su objetivo era restaurarla y convertirla en un hogar estable, después de toda una vida cambiando de lugar de residencia, primero por la vida trashumante de su padre, el poeta Ted Hughes y, después, por avatares de su propia existencia.
Al poco tiempo de instalarse en Gales y cuando comenzaba a arreglar el jard?n de la vivienda, Frieda encontr? accidentalmente una cr?a de urraca que estaba apunto de morir. La escritora y pintora la recogi?, la cuid?, le puso el nombre de George y consigui? que se recuperase hasta convertirse en una m?s de una familia que, sin que la escritora lo supiera, se estaba desmoronando. Todo el proceso de recuperaci?n del p?jaro, la rehabilitaci?n del edificio, el cultivo del jard?n y el fin de la relaci?n fue recogido por la escritora en un diario. Con el tiempo, esos recuerdos dieron lugar a 'George', libro que acaba de ser publicado en castellano por Errata Naturae (https://erratanaturae.com/product/george/).
Image ID:
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Frieda Hughes con su urraca George.
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"Todo comenz? como un diario y, como diario que era, estaba pensado solo para m?. Sin embargo, el hecho de que George tuviera un final feliz, que no muriera y que no fuera alcanzado por el disparo de ning?n cazador, hizo que mi agente y una editorial que estaba interesada me propusieran publicarlo. Cuando me decid? a hacerlo, mi hermano falleci?. A partir de entonces, estuve un a?o y pico ocup?ndome de sus asuntos, pasando el duelo y, durante todo ese tiempo, mi vida fue un caos. No pinté, no escrib?, no nada, pero tres a?os después, me acordé del libro", recuerda Frieda que, para entonces, ya hab?a cambiado de agente y la editorial ya no estaba interesada. "Adem?s me di cuenta de que en el manuscrito hab?a muchas cosas sobre m? y sobre mi ex. Finalmente decid? que hab?a que recortar esas partes y centrar el libro en George, pero tardé mucho en encontrar ese equilibrio", explica Frieda, que ha escrito un libro cuyo contenido trasciende la historia del ave, para convertirse en un relato autobiogr?fico, en el que la autora comparte con el lector sus temores, sus anhelos y su evoluci?n como persona.
"A medida que han transcurrido los a?os, he ido abriéndome a contar cosas personales a través de la poes?a. Cuando escribo poemas, lo que hago es destilar al m?ximo lo que quiero decir. Adem?s, lo hago de la forma m?s pausada y tranquila posible porque quiero que sea el lector el que incorpore las emociones. Sin embargo, como 'George' era mi primer libro de no ficci?n, no ten?a experiencia previa en contar de esta manera aspectos de mi intimidad. Lo que hice fue meter un poco el dedo gordo del pie en el agua para saber si las pira?as me iban a morder. Si el experimento sale bien, en el pr?ximo libro meteré la vida entera", bromea Frieda que, adem?s de su ruptura sentimental, relata con valent?a episodios de su vida como la fatiga cr?nica que sufre, su dislexia o su negativa a medicarse para tratar su Trastorno por Déficit de Atenci?n porque intentar encajar en la idea de normalidad socialmente extendida, supondr?a renunciar a sus propias particularidades.
El verdadero problema es c?mo encajar. Cuando lo intentamos, o incluso cuando lo conseguimos, lo que hacemos es contentar a otros. Me he pasado mucho tiempo pensando en no molestar a gente a la que ni siquiera conoc?a"
"El verdadero problema es c?mo encajar. Cuando lo intentamos, o incluso cuando lo conseguimos, lo que hacemos es contentar a otros. Me he pasado mucho tiempo pensando en no molestar a gente a la que ni siquiera conoc?a. Por eso menciono el episodio de la fatiga cr?nica, porque me sirvi? para darme cuenta de lo corta que es la vida. En esa época en la que solo tuve cuatro horas de actividad al d?a, me di cuenta de lo absurdo que es agradar a los dem?s. Lo mismo me suced?a con la medicaci?n del TDA. Si mi cabeza no es la m?a porque est? embotada por los medicamentos, no puedo trabajar. Por el contrario, cuando estoy triste, deprimida o lo que sea, para bien o para mal, son mis sentimientos. Todo eso fue para m? una lecci?n de vida que se concret? en la idea de no hacer da?o a los dem?s y, si hay algo que a m? me pueda hacer feliz, mientras no hiera o incomode a otras personas, no tiene sentido renunciar a ella", comenta Frieda que, durante meses, ni siquiera consigui? encajar en su propio vecindario, cuyos miembros no entend?an que alguien pudiera tener una urraca como mascota. "Llegué a construir una jaula para George en la que, en realidad, nunca quise que entrase. De hecho, la jaula no era ni para m? ni para él, sino para contentar a una vecina que ten?a miedo al p?jaro. Ahora tengo una jaula vac?a… Una gran jaula… Una jaula enoooorme…", comenta entre risas.
Atravesada por la ausencia
"No celebro las efemérides de los fallecimientos; de hecho, trato de olvidarlas porque son acontecimientos inmutables y porque acumular fechas de muertes, m?s all? de a efectos hist?ricos, se me antoja como una tarea bastante siniestra, muy especialmente a medida que cumplimos a?os y acabamos conociendo m?s difuntos que vivos", escribe Frieda Hughes en 'George', en la entrada correspondiente al domingo 28 de octubre, fecha del fallecimiento de su padre. A pesar de esa intenci?n por ignorar esa fechas se?aladas, inevitablemente su vida ha quedado marcada por la tr?gica desaparici?n de su madre, Sylvia Plath, por la de su hermano, por el asesinato de su media hermana y, finalmente, por la desaparici?n de su padre.
"Mi vida est? atravesada por la muerte, es cierto, pero tengo que vivir a pesar de eso. Adem?s, debo vivir bien. Tengo que hacerme a la idea de la pérdida y acostumbrarme a la ausencia. No niego que tengo d?as malos, pero también tengo d?as muy buenos. Lo importante es qué haces con esa tristeza o esas ausencias. Hay gente que se zambulle en ellas como el que se sumerge en un ba?o de espuma y se queda en esa desdicha. Lo que yo hago es acomodar ese dolor en mi vida y, si un d?a estoy mal, perfecto, pero no lo voy a alimentar ni me voy a zambullir en él. Solo un poco de nada al principio, pero ya est?", comenta Frieda, que reconoce que dedicarse a la literatura siendo hija de un poeta laureado y de una de las grandes autoras del siglo XX, no fue una decisi?n precisamente sencilla.
No niego que tengo d?as malos, pero también tengo d?as muy buenos. Lo importante es qué haces con esa tristeza o esas ausencias. Hay gente que se zambulle en ellas como el que se sumerge en un ba?o de espuma y se queda en esa desdicha"
"Al principio quer?a alejarme al m?ximo de ellos, del mismo modo que todo el mundo quiere alejarse de sus padres. Tanto me quise alejar, que me marché a Australia. Diez a?os estuve all?. Sin embargo, cuando regresé a Europa al enfermar mi padre, me di cuenta de que daba igual lo lejos que me fuera porque siempre iba a ser la hija de Sylvia Plath y Ted Hughes. Lo que s? es verdad es que he intentado que no fuera esa la manera en que se me presentase. Por otro lado, también me di cuenta de que ten?a una responsabilidad por ser su hija. La responsabilidad de no tirar la toalla y mucho menos ahora que soy la ?nica que quedo. Tengo amigos que han vivido vidas muy felices, infancias estupendas, pero de las que no tienen ning?n recuerdo. Mi vida, sin embargo, ha tenido muchos altibajos, buenos momentos, malos momentos… Nadie mejor que yo lo sabe. No obstante, he conocido a gente estupenda y he sido muy afortunada y feliz".
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'George. Mi amistad con una urraca', de Frieda Hughes.
Errata Naturae
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أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/frieda-hughes-sylvia-plath-george-libro-entrevista-100854468)
Al poco tiempo de instalarse en Gales y cuando comenzaba a arreglar el jard?n de la vivienda, Frieda encontr? accidentalmente una cr?a de urraca que estaba apunto de morir. La escritora y pintora la recogi?, la cuid?, le puso el nombre de George y consigui? que se recuperase hasta convertirse en una m?s de una familia que, sin que la escritora lo supiera, se estaba desmoronando. Todo el proceso de recuperaci?n del p?jaro, la rehabilitaci?n del edificio, el cultivo del jard?n y el fin de la relaci?n fue recogido por la escritora en un diario. Con el tiempo, esos recuerdos dieron lugar a 'George', libro que acaba de ser publicado en castellano por Errata Naturae (https://erratanaturae.com/product/george/).
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Frieda Hughes con su urraca George.
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"Todo comenz? como un diario y, como diario que era, estaba pensado solo para m?. Sin embargo, el hecho de que George tuviera un final feliz, que no muriera y que no fuera alcanzado por el disparo de ning?n cazador, hizo que mi agente y una editorial que estaba interesada me propusieran publicarlo. Cuando me decid? a hacerlo, mi hermano falleci?. A partir de entonces, estuve un a?o y pico ocup?ndome de sus asuntos, pasando el duelo y, durante todo ese tiempo, mi vida fue un caos. No pinté, no escrib?, no nada, pero tres a?os después, me acordé del libro", recuerda Frieda que, para entonces, ya hab?a cambiado de agente y la editorial ya no estaba interesada. "Adem?s me di cuenta de que en el manuscrito hab?a muchas cosas sobre m? y sobre mi ex. Finalmente decid? que hab?a que recortar esas partes y centrar el libro en George, pero tardé mucho en encontrar ese equilibrio", explica Frieda, que ha escrito un libro cuyo contenido trasciende la historia del ave, para convertirse en un relato autobiogr?fico, en el que la autora comparte con el lector sus temores, sus anhelos y su evoluci?n como persona.
"A medida que han transcurrido los a?os, he ido abriéndome a contar cosas personales a través de la poes?a. Cuando escribo poemas, lo que hago es destilar al m?ximo lo que quiero decir. Adem?s, lo hago de la forma m?s pausada y tranquila posible porque quiero que sea el lector el que incorpore las emociones. Sin embargo, como 'George' era mi primer libro de no ficci?n, no ten?a experiencia previa en contar de esta manera aspectos de mi intimidad. Lo que hice fue meter un poco el dedo gordo del pie en el agua para saber si las pira?as me iban a morder. Si el experimento sale bien, en el pr?ximo libro meteré la vida entera", bromea Frieda que, adem?s de su ruptura sentimental, relata con valent?a episodios de su vida como la fatiga cr?nica que sufre, su dislexia o su negativa a medicarse para tratar su Trastorno por Déficit de Atenci?n porque intentar encajar en la idea de normalidad socialmente extendida, supondr?a renunciar a sus propias particularidades.
El verdadero problema es c?mo encajar. Cuando lo intentamos, o incluso cuando lo conseguimos, lo que hacemos es contentar a otros. Me he pasado mucho tiempo pensando en no molestar a gente a la que ni siquiera conoc?a"
"El verdadero problema es c?mo encajar. Cuando lo intentamos, o incluso cuando lo conseguimos, lo que hacemos es contentar a otros. Me he pasado mucho tiempo pensando en no molestar a gente a la que ni siquiera conoc?a. Por eso menciono el episodio de la fatiga cr?nica, porque me sirvi? para darme cuenta de lo corta que es la vida. En esa época en la que solo tuve cuatro horas de actividad al d?a, me di cuenta de lo absurdo que es agradar a los dem?s. Lo mismo me suced?a con la medicaci?n del TDA. Si mi cabeza no es la m?a porque est? embotada por los medicamentos, no puedo trabajar. Por el contrario, cuando estoy triste, deprimida o lo que sea, para bien o para mal, son mis sentimientos. Todo eso fue para m? una lecci?n de vida que se concret? en la idea de no hacer da?o a los dem?s y, si hay algo que a m? me pueda hacer feliz, mientras no hiera o incomode a otras personas, no tiene sentido renunciar a ella", comenta Frieda que, durante meses, ni siquiera consigui? encajar en su propio vecindario, cuyos miembros no entend?an que alguien pudiera tener una urraca como mascota. "Llegué a construir una jaula para George en la que, en realidad, nunca quise que entrase. De hecho, la jaula no era ni para m? ni para él, sino para contentar a una vecina que ten?a miedo al p?jaro. Ahora tengo una jaula vac?a… Una gran jaula… Una jaula enoooorme…", comenta entre risas.
Atravesada por la ausencia
"No celebro las efemérides de los fallecimientos; de hecho, trato de olvidarlas porque son acontecimientos inmutables y porque acumular fechas de muertes, m?s all? de a efectos hist?ricos, se me antoja como una tarea bastante siniestra, muy especialmente a medida que cumplimos a?os y acabamos conociendo m?s difuntos que vivos", escribe Frieda Hughes en 'George', en la entrada correspondiente al domingo 28 de octubre, fecha del fallecimiento de su padre. A pesar de esa intenci?n por ignorar esa fechas se?aladas, inevitablemente su vida ha quedado marcada por la tr?gica desaparici?n de su madre, Sylvia Plath, por la de su hermano, por el asesinato de su media hermana y, finalmente, por la desaparici?n de su padre.
"Mi vida est? atravesada por la muerte, es cierto, pero tengo que vivir a pesar de eso. Adem?s, debo vivir bien. Tengo que hacerme a la idea de la pérdida y acostumbrarme a la ausencia. No niego que tengo d?as malos, pero también tengo d?as muy buenos. Lo importante es qué haces con esa tristeza o esas ausencias. Hay gente que se zambulle en ellas como el que se sumerge en un ba?o de espuma y se queda en esa desdicha. Lo que yo hago es acomodar ese dolor en mi vida y, si un d?a estoy mal, perfecto, pero no lo voy a alimentar ni me voy a zambullir en él. Solo un poco de nada al principio, pero ya est?", comenta Frieda, que reconoce que dedicarse a la literatura siendo hija de un poeta laureado y de una de las grandes autoras del siglo XX, no fue una decisi?n precisamente sencilla.
No niego que tengo d?as malos, pero también tengo d?as muy buenos. Lo importante es qué haces con esa tristeza o esas ausencias. Hay gente que se zambulle en ellas como el que se sumerge en un ba?o de espuma y se queda en esa desdicha"
"Al principio quer?a alejarme al m?ximo de ellos, del mismo modo que todo el mundo quiere alejarse de sus padres. Tanto me quise alejar, que me marché a Australia. Diez a?os estuve all?. Sin embargo, cuando regresé a Europa al enfermar mi padre, me di cuenta de que daba igual lo lejos que me fuera porque siempre iba a ser la hija de Sylvia Plath y Ted Hughes. Lo que s? es verdad es que he intentado que no fuera esa la manera en que se me presentase. Por otro lado, también me di cuenta de que ten?a una responsabilidad por ser su hija. La responsabilidad de no tirar la toalla y mucho menos ahora que soy la ?nica que quedo. Tengo amigos que han vivido vidas muy felices, infancias estupendas, pero de las que no tienen ning?n recuerdo. Mi vida, sin embargo, ha tenido muchos altibajos, buenos momentos, malos momentos… Nadie mejor que yo lo sabe. No obstante, he conocido a gente estupenda y he sido muy afortunada y feliz".
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'George. Mi amistad con una urraca', de Frieda Hughes.
Errata Naturae
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