Reem
04-08-2024, 08:52 PM
Por unas horas, este lunes, Estados Unidos ha sido un pa?s unido. Por unas horas no ha habido colores pol?ticos y polarizaci?n, dos trazas que lo marcan todo, especialmente en un a?o de elecciones presidenciales. El eclipse solar (https://www.sport.es/es/temas/eclipse-solar-1980146) total que ha recorrido el pa?s tras llegar desde el Pac?fico y México y antes de despedirse por Canad? y perderse por el Atl?ntico norte ha sido el fen?meno social que se anticipaba. Y aunque la campa?a de Joe Biden ha aprovechado para atacar a Donald Trump recordando que, contra todas las recomendaciones, mir? el ?ltimo eclipse del pa?s en 2017 sin las gafas protectoras, fuera de Washington, de las redes sociales y de los c?rculos abonados a las teor?as de la conspiraci?n, la experiencia era otra.
Las nubes han hecho su indeseada aparici?n en buena parte del recorrido de la franja de totalidad y en algunos lugares la nubosidad ha reducido algo la asistencia esperada o ha provocado desplazamientos de ?ltima hora por carretera a zonas donde la previsi?n era m?s despejada. Pero, aun as?, se han llenado carreteras, ciudades y pueblos, llanuras y monta?as, desde Tejas hasta Maine.
Pese a los claroscuros, la danza magn?fica de la Luna ante el Sol, 400 veces m?s peque?a, 400 m?s cerca de la Tierra, ha creado una experiencia que los millones que han observado en vivo no olvidar?n.
Image ID:
100794773
Vista del eclipse de sol en Eagle Pass, Texas (EEUU).
AP
/clip/8e471a87-a35a-48b5-82db-4a97962a18ba_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
2400
1600
"Esto acerca la ciencia a la gente"
“Nos recuerda que nuestro sistema solar es ?nico, algo muy especial y nos da la oportunidad de recordar que estamos en una nave espacial (la Tierra) que viaja a 30 kil?metros por segundo”, afirma Brandon Fleming, profesor de F?sica en la Universidad de Utica, en un acto organizado en un centro recreativo a la afueras de Old Forge, una id?lica y coqueta localidad a los pies de la cordillera de los Adirondacks en el estado de Nueva York.
Llegado con sus tres hijos –Isaac y Nicola, bautizados en honor a Newton y Tesla, y Xavier (por los X-Men)–, Fleming ha instalado sus cuatro telescopios en la explanada donde habitualmente se juegan los partidos de f?tbol. All?, como en centenares de localidades en el recorrido del eclipse, se han organizado actividades culturales y cient?ficas. Y junto a la cancha exterior de baloncesto y un parque infantil de columpios y toboganes, se han prodigado este lunes sillas de c?mping, mantas de p?cnic y unas 800 almas esperando al momento m?s esperado: las 15.24 pm, cuando durante dos minutos y 47 segundos deb?a experimentarse la totalidad, el momento en que la interposici?n de la Luna entre la Tierra y el Sol crea la noche en el d?a.
“Algo como esto promueve la ciencia, ayuda a acercarla a la gente”, a?ade en esta explanada Helen, una treinta?era que estudi? Ciencias Medioambientales. Se trata de su primer eclipse y quiere “aprovechar y disfrutar al m?ximo”. Junto con su pareja, Kevin, fot?grafo especializado en naturaleza y preparado con sus filtros especiales para el eclipse, habla también del aspecto social de un acontecimiento para el que ellos hab?an viajado desde Connecticut, tras alquilar ya en enero una caba?a en Airbnb en este enclave donde suelen venir a hacer senderismo.
“Nos aleja un momento de toda la pol?tica. Une a la gente en un momento especial”, afirma. “Y nos recuerda que estamos en la Tierra, algo que olvidamos en la vida diaria”.
Entrada por Tejas
Tras entrar en EEUU poco después de las dos de la tarde, la primera totalidad del eclipse ha llegado a Eagle Pass, en Tejas, una ciudad que en los ?ltimos meses ha sido noticia por la guerra abierta entre el gobernador republicano y la Administraci?n dem?crata en Washington por la inmigraci?n. All? por primera vez, y durante casi cuatro minutos, se ha vivido el fundido a negro, el descenso s?bito de la temperatura, esa luz como de amanecer o puesta de sol que rodea en 360 grados.
El eclipse ha seguido su recorrido hacia el noreste por esa franja de totalidad que ha atravesado varios estados con un ancho de 185 kil?metros, alcanzando a 31 millones de residentes, m?s los otros millones desplazados desde otros puntos del pa?s para ver y vivir algo que en EEUU no se repetir? hasta 2044.
Bodas multitudinarias y conciertos
Mientras, tres misiones de la NASA (https://www.sport.es/es/temas/nasa-1836605) han volado a 15 kil?metros de altura, por encima de las nubes, fotografiando la corona del Sol y tomando también datos de la ionosfera terrestre. Otros estudios cient?ficos se han realizado en la tierra y especialistas y aficionados han analizado la reacci?n de los animales y las plantas. Se ha aprovechado también el fen?meno para tratar de arrojar luz sobre las comunicaciones o los movimientos de tr?fico. Los ciudadanos, por su parte, han vivido el espect?culo como Isaac, el hijo de Fleming. “Es emocionante”, dice el chaval, de “nueve a?os y tres cuartos”. Y si se le pregunta a qué se puede comparar, afirma: “Es como cumplir 10 a?os”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/noche-pleno-dia-estados-unidos-100796870)
Las nubes han hecho su indeseada aparici?n en buena parte del recorrido de la franja de totalidad y en algunos lugares la nubosidad ha reducido algo la asistencia esperada o ha provocado desplazamientos de ?ltima hora por carretera a zonas donde la previsi?n era m?s despejada. Pero, aun as?, se han llenado carreteras, ciudades y pueblos, llanuras y monta?as, desde Tejas hasta Maine.
Pese a los claroscuros, la danza magn?fica de la Luna ante el Sol, 400 veces m?s peque?a, 400 m?s cerca de la Tierra, ha creado una experiencia que los millones que han observado en vivo no olvidar?n.
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Vista del eclipse de sol en Eagle Pass, Texas (EEUU).
AP
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"Esto acerca la ciencia a la gente"
“Nos recuerda que nuestro sistema solar es ?nico, algo muy especial y nos da la oportunidad de recordar que estamos en una nave espacial (la Tierra) que viaja a 30 kil?metros por segundo”, afirma Brandon Fleming, profesor de F?sica en la Universidad de Utica, en un acto organizado en un centro recreativo a la afueras de Old Forge, una id?lica y coqueta localidad a los pies de la cordillera de los Adirondacks en el estado de Nueva York.
Llegado con sus tres hijos –Isaac y Nicola, bautizados en honor a Newton y Tesla, y Xavier (por los X-Men)–, Fleming ha instalado sus cuatro telescopios en la explanada donde habitualmente se juegan los partidos de f?tbol. All?, como en centenares de localidades en el recorrido del eclipse, se han organizado actividades culturales y cient?ficas. Y junto a la cancha exterior de baloncesto y un parque infantil de columpios y toboganes, se han prodigado este lunes sillas de c?mping, mantas de p?cnic y unas 800 almas esperando al momento m?s esperado: las 15.24 pm, cuando durante dos minutos y 47 segundos deb?a experimentarse la totalidad, el momento en que la interposici?n de la Luna entre la Tierra y el Sol crea la noche en el d?a.
“Algo como esto promueve la ciencia, ayuda a acercarla a la gente”, a?ade en esta explanada Helen, una treinta?era que estudi? Ciencias Medioambientales. Se trata de su primer eclipse y quiere “aprovechar y disfrutar al m?ximo”. Junto con su pareja, Kevin, fot?grafo especializado en naturaleza y preparado con sus filtros especiales para el eclipse, habla también del aspecto social de un acontecimiento para el que ellos hab?an viajado desde Connecticut, tras alquilar ya en enero una caba?a en Airbnb en este enclave donde suelen venir a hacer senderismo.
“Nos aleja un momento de toda la pol?tica. Une a la gente en un momento especial”, afirma. “Y nos recuerda que estamos en la Tierra, algo que olvidamos en la vida diaria”.
Entrada por Tejas
Tras entrar en EEUU poco después de las dos de la tarde, la primera totalidad del eclipse ha llegado a Eagle Pass, en Tejas, una ciudad que en los ?ltimos meses ha sido noticia por la guerra abierta entre el gobernador republicano y la Administraci?n dem?crata en Washington por la inmigraci?n. All? por primera vez, y durante casi cuatro minutos, se ha vivido el fundido a negro, el descenso s?bito de la temperatura, esa luz como de amanecer o puesta de sol que rodea en 360 grados.
El eclipse ha seguido su recorrido hacia el noreste por esa franja de totalidad que ha atravesado varios estados con un ancho de 185 kil?metros, alcanzando a 31 millones de residentes, m?s los otros millones desplazados desde otros puntos del pa?s para ver y vivir algo que en EEUU no se repetir? hasta 2044.
Bodas multitudinarias y conciertos
Mientras, tres misiones de la NASA (https://www.sport.es/es/temas/nasa-1836605) han volado a 15 kil?metros de altura, por encima de las nubes, fotografiando la corona del Sol y tomando también datos de la ionosfera terrestre. Otros estudios cient?ficos se han realizado en la tierra y especialistas y aficionados han analizado la reacci?n de los animales y las plantas. Se ha aprovechado también el fen?meno para tratar de arrojar luz sobre las comunicaciones o los movimientos de tr?fico. Los ciudadanos, por su parte, han vivido el espect?culo como Isaac, el hijo de Fleming. “Es emocionante”, dice el chaval, de “nueve a?os y tres cuartos”. Y si se le pregunta a qué se puede comparar, afirma: “Es como cumplir 10 a?os”.
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