Reem
04-05-2024, 09:30 AM
Que dormir mal o de forma insuficiente nos puede hacer enfermar es algo que la evidencia cient?fica ha ido poniendo sobre la mesa desde hace décadas. Son muchos los problemas de salud que se asocian a una mala calidad del sue?o o a dormir menos de lo que necesitamos. Por ejemplo,*alteraciones metab?licas*como la diabetes o la obesidad, enfermedades*neurodegenerativas*o problemas de*salud mental (https://www.sport.es/es/temas/salud-mental-1838431)*se han relacionado con la falta de sue?o.
Pero ?hay una ?nica forma de dormir mal o existe diversidad entre los “malos dormidores”? ?Se trata de una condici?n inmutable o puede cambiar a lo largo del tiempo? ?Los diferentes tipos de “mal dormir” influyen de manera distinta en el riesgo de padecer enfermedades como las antes mencionadas?
Investigadores de varias universidades, en su mayor?a estadounidenses, han llevado a cabo un*estudio*con el que pretend?an, precisamente, responder a estas preguntas. Para ello, analizaron las respuestas a una encuesta realizada a 3.683 personas en dos momentos distintos de sus vidas separados por 10 a?os.
Formas (o fenotipos) de dormir
A partir de estas respuestas, los investigadores establecieron cuatro modos o “fenotipos” de dormir. Para ello se basaron en distintos aspectos del sue?o, como la regularidad (?dorm?an lo mismo en fin de semana que entre semana?) o la facilidad para quedarse dormidos y no despertarse en mitad de la noche.
También tuvieron en cuenta el nivel de cansancio durante el d?a y si hac?an siestas, si tardaban m?s de 30 minutos en conciliar el sue?o o si dorm?an menos de 7 horas al d?a.
Los cuatro fenotipos que establecieron fueron: buenos dormidores, dormidores insomnes, dormidores de fin de semana y siesteros (con “s”). Los primeros dorm?an, en general, lo suficiente, mientras que los insomnes –como su propio nombre nos hace sospechar– lo hac?an poco, estaban cansados durante el d?a y les costaba conciliar el sue?o.
Por su parte, los dormidores de fin de semana, en su mayor?a personas m?s j?venes, dorm?an menos entre semana que durante el fin de semana, posiblemente en un intento de recuperar horas de sue?o “perdidas”. Y los siesteros, normalmente personas de m?s edad, sol?an dormir bien y hac?an siestas con frecuencia.
?Cambian estos fenotipos de sue?o a lo largo de la vida? Un 77% de los encuestados mantuvo su forma de dormir durante los 10 a?os examinados, pero no todos los fenotipos fueron igual de “fieles”. Los m?s estables fueron los siesteros y los insomnes. Por contra, el 73% de los dormidores de fin de semana s? pasaron a ser siesteros o insomnes al cabo de esos 10 a?os.
Sue?o, salud y situaci?n socioecon?mica
Seg?n este estudio, clasificarse como dormidor insomne en uno de los dos momentos en los que se hizo la encuesta predispondr?a a padecer entre un 28 y un 81% m?s de patolog?as cr?nicas, mientras que serlo en ambos momentos supondr?a un riesgo entre un 71 y un 188% mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresi?n o fragilidad.
Los siesteros también presentaban un mayor riesgo de diabetes, c?ncer (https://www.sport.es/es/temas/cancer-1836984) y fragilidad. Y pasar a ser siestero o insomne a lo largo de esos 10 a?os se asoci? con un mayor riesgo de padecer patolog?as cr?nicas, independientemente de la edad y de otras circunstancias.
Un aspecto importante de este estudio es que tiene en cuenta ciertas circunstancias socioecon?micas y las pone en relaci?n con los cuatro fenotipos de sue?o. Por ejemplo, los autores observaron que cuanto mayor era el nivel educativo de los encuestados, menos probable era que fueran insomnes.
Por otro lado, estos s?ntomas de insomnio también fueron m?s frecuentes en el caso de personas desempleadas que en el de los trabajadores. Y no es de extra?ar, porque el trabajo remunerado no solo proporciona ingresos y estabilidad econ?mica, sino también una suerte de arquitectura horaria que puede ayudar a mantener un ciclo regular de sue?o/vigilia.
Un trabajo controvertido
De todos modos, el reciente trabajo presenta algunos resultados que, aparentemente, no coincidir?an con lo que se conoce hasta ahora.
Por un lado, los autores no encontraron ninguna asociaci?n entre la irregularidad en el patr?n de sue?o (los dormidores de fin de semana) y un mayor riesgo de patolog?as. Sin embargo, el llamado*'jet lag' social, que se refiere precisamente al cambio en los horarios de sue?o producidos en fin de semana con respecto al resto de la semana, s? se ha vinculado previamente con este mayor riesgo de problemas de salud.
Hay que tener en cuenta que la investigaci?n no evalu? estrictamente el*'jet lag'*social, sino la regularidad en el n?mero de horas de sue?o. Es decir, consideraron solo el “cu?nto”, sin tener en cuenta el “cu?ndo”.
Por otro lado, los autores describen que los “siesteros” tendr?an un mayor riesgo de patolog?as como la diabetes. Sin embargo, otros estudios han sugerido que una*siesta corta*(de menos de 30 minutos) podr?a precisamente proteger frente a alteraciones metab?licas (al contrario de lo que ocurrir?a con las largas).
Debemos tener en cuenta que desconocemos el tipo de siestas que practicaban los participantes. Adem?s, los propios autores reconocen que es dif?cil saber si el aumento de las siestas es la causa o, m?s bien, la consecuencia de las posibles patolog?as aparecidas a lo largo de esos 10 a?os.
Tampoco debemos olvidar, tal como los autores indican, que se trata de un estudio basado en encuestas que abordan la calidad del sue?o desde un punto de vista subjetivo. Adem?s, con este trabajo solo podemos establecer asociaciones: es imposible asegurar que la causa ?ltima del aumento de patolog?as al cabo de 10 a?os sean los distintos fenotipos de sue?o.
En cualquier caso, el estudio s? pone sobre la mesa algo fundamental: la necesidad de incorporar programas de prevenci?n y protecci?n de un proceso fisiol?gico esencial como el sue?o, que se ajusten a la gran diversidad de formas del “mal dormir”.
https://counter.theconversation.com/content/225935/count.gif?distributor=republish-lightbox-advanced
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/cuatro-formas-dormir-consecuencias-salud-100659917)
Pero ?hay una ?nica forma de dormir mal o existe diversidad entre los “malos dormidores”? ?Se trata de una condici?n inmutable o puede cambiar a lo largo del tiempo? ?Los diferentes tipos de “mal dormir” influyen de manera distinta en el riesgo de padecer enfermedades como las antes mencionadas?
Investigadores de varias universidades, en su mayor?a estadounidenses, han llevado a cabo un*estudio*con el que pretend?an, precisamente, responder a estas preguntas. Para ello, analizaron las respuestas a una encuesta realizada a 3.683 personas en dos momentos distintos de sus vidas separados por 10 a?os.
Formas (o fenotipos) de dormir
A partir de estas respuestas, los investigadores establecieron cuatro modos o “fenotipos” de dormir. Para ello se basaron en distintos aspectos del sue?o, como la regularidad (?dorm?an lo mismo en fin de semana que entre semana?) o la facilidad para quedarse dormidos y no despertarse en mitad de la noche.
También tuvieron en cuenta el nivel de cansancio durante el d?a y si hac?an siestas, si tardaban m?s de 30 minutos en conciliar el sue?o o si dorm?an menos de 7 horas al d?a.
Los cuatro fenotipos que establecieron fueron: buenos dormidores, dormidores insomnes, dormidores de fin de semana y siesteros (con “s”). Los primeros dorm?an, en general, lo suficiente, mientras que los insomnes –como su propio nombre nos hace sospechar– lo hac?an poco, estaban cansados durante el d?a y les costaba conciliar el sue?o.
Por su parte, los dormidores de fin de semana, en su mayor?a personas m?s j?venes, dorm?an menos entre semana que durante el fin de semana, posiblemente en un intento de recuperar horas de sue?o “perdidas”. Y los siesteros, normalmente personas de m?s edad, sol?an dormir bien y hac?an siestas con frecuencia.
?Cambian estos fenotipos de sue?o a lo largo de la vida? Un 77% de los encuestados mantuvo su forma de dormir durante los 10 a?os examinados, pero no todos los fenotipos fueron igual de “fieles”. Los m?s estables fueron los siesteros y los insomnes. Por contra, el 73% de los dormidores de fin de semana s? pasaron a ser siesteros o insomnes al cabo de esos 10 a?os.
Sue?o, salud y situaci?n socioecon?mica
Seg?n este estudio, clasificarse como dormidor insomne en uno de los dos momentos en los que se hizo la encuesta predispondr?a a padecer entre un 28 y un 81% m?s de patolog?as cr?nicas, mientras que serlo en ambos momentos supondr?a un riesgo entre un 71 y un 188% mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresi?n o fragilidad.
Los siesteros también presentaban un mayor riesgo de diabetes, c?ncer (https://www.sport.es/es/temas/cancer-1836984) y fragilidad. Y pasar a ser siestero o insomne a lo largo de esos 10 a?os se asoci? con un mayor riesgo de padecer patolog?as cr?nicas, independientemente de la edad y de otras circunstancias.
Un aspecto importante de este estudio es que tiene en cuenta ciertas circunstancias socioecon?micas y las pone en relaci?n con los cuatro fenotipos de sue?o. Por ejemplo, los autores observaron que cuanto mayor era el nivel educativo de los encuestados, menos probable era que fueran insomnes.
Por otro lado, estos s?ntomas de insomnio también fueron m?s frecuentes en el caso de personas desempleadas que en el de los trabajadores. Y no es de extra?ar, porque el trabajo remunerado no solo proporciona ingresos y estabilidad econ?mica, sino también una suerte de arquitectura horaria que puede ayudar a mantener un ciclo regular de sue?o/vigilia.
Un trabajo controvertido
De todos modos, el reciente trabajo presenta algunos resultados que, aparentemente, no coincidir?an con lo que se conoce hasta ahora.
Por un lado, los autores no encontraron ninguna asociaci?n entre la irregularidad en el patr?n de sue?o (los dormidores de fin de semana) y un mayor riesgo de patolog?as. Sin embargo, el llamado*'jet lag' social, que se refiere precisamente al cambio en los horarios de sue?o producidos en fin de semana con respecto al resto de la semana, s? se ha vinculado previamente con este mayor riesgo de problemas de salud.
Hay que tener en cuenta que la investigaci?n no evalu? estrictamente el*'jet lag'*social, sino la regularidad en el n?mero de horas de sue?o. Es decir, consideraron solo el “cu?nto”, sin tener en cuenta el “cu?ndo”.
Por otro lado, los autores describen que los “siesteros” tendr?an un mayor riesgo de patolog?as como la diabetes. Sin embargo, otros estudios han sugerido que una*siesta corta*(de menos de 30 minutos) podr?a precisamente proteger frente a alteraciones metab?licas (al contrario de lo que ocurrir?a con las largas).
Debemos tener en cuenta que desconocemos el tipo de siestas que practicaban los participantes. Adem?s, los propios autores reconocen que es dif?cil saber si el aumento de las siestas es la causa o, m?s bien, la consecuencia de las posibles patolog?as aparecidas a lo largo de esos 10 a?os.
Tampoco debemos olvidar, tal como los autores indican, que se trata de un estudio basado en encuestas que abordan la calidad del sue?o desde un punto de vista subjetivo. Adem?s, con este trabajo solo podemos establecer asociaciones: es imposible asegurar que la causa ?ltima del aumento de patolog?as al cabo de 10 a?os sean los distintos fenotipos de sue?o.
En cualquier caso, el estudio s? pone sobre la mesa algo fundamental: la necesidad de incorporar programas de prevenci?n y protecci?n de un proceso fisiol?gico esencial como el sue?o, que se ajusten a la gran diversidad de formas del “mal dormir”.
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