Reem
04-02-2024, 06:20 AM
La anguila europea (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/debemos-comer-anguilas-desaparezcan-83982861) (Anguilla anguilla) es un pez bien conocido, pero quiz?s no lo sea tanto que dentro del género Anguilla existen otras 18 especies. Todas ellas realizan migraciones entre el mar, donde nacen, y los sistemas de agua dulce en los que crecen. Tras un periodo que puede sobrepasar los 20 a?os, alcanzan la madurez y vuelven al mar para reproducirse y morir.
Estas migraciones han envuelto en un halo de misterio a las anguilas. Pero tanto misterio y fascinaci?n no han sido barrera para que las anguilas fuesen también comida.
Todas las culturas que han tenido anguilas a mano se han alimentado de ellas. En yacimientos paleol?ticos de toda Europa son frecuentes los restos de anguila. Las ‘Relaciones’ de Felipe II dan cuenta del gusto por las anguilas de las gentes del centro de Espa?a a finales del siglo XVI. Pocos a?os después, en la costa de lo que hoy es Massachusetts, los maltrechos tripulantes del ‘Mayflower’ festejaban en el primer Acci?n de Gracias norteamericano la ayuda recibida de parte de los nativos, buena parte de la cual fueron anguilas (para muchos, éstas, y no el pavo, deber?an ser el s?mbolo de la celebraci?n).
Image ID:
100490012
Ejemplar de anguila europea
wikipedia
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997
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La gastronom?a contempor?nea da m?ltiples usos a las anguilas (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/anguila-europea-sigue-imparable-proceso-13774380), desde los ahumados europeos al Jangeo-gui coreano o el all-i-pebre de Valencia. Se puede decir que comer anguilas es una de esas cosas de toda la vida. Pero la industrializaci?n y globalizaci?n de la explotaci?n de las anguilas han provocado su colapso.
Moratoria ballenera
A lo largo del siglo XX se cazaron casi 3 millones de grandes cet?ceos. Ante el evidente declive de algunas especies, en 1946 se cre? la Comisi?n Ballenera Internacional, con la misi?n de garantizar “la conservaci?n de los recursos para (…) el desarrollo ordenado de la industria ballenera”. Con el transcurso de los a?os se fue haciendo evidente el fracaso de esa misi?n, ya que las poblaciones de grandes cet?ceos no podr?an resistir la presi?n de caza que sufr?an. Era necesario un cese de la actividad.
Tras varios intentos infructuosos, en 1982 se acord? la moratoria de la actividad ballenera, implementada desde 1986. Para alcanzar la mayor?a necesaria para la moratoria fue fundamental el papel de pa?ses miembros, pero sin industria ballenera (como Mongolia, Austria o Mali), as? como el cambio de posici?n de algunos pa?ses que s? cazaban ballenas, entre los que destac? Espa?a.
Solo dos meses antes de la votaci?n, Espa?a se opon?a a la moratoria porque dec?a ejercer un “control absoluto y verdaderamente ejemplar sobre la caza de las ballenas”. Sin embargo, cambi? su voto in extremis, y fue determinante en la aprobaci?n.
Image ID:
100490084
Capturas de 4 de las especies m?s perseguidas por la industria ballenera en el siglo XX
Autor, adaptado de httpsourworldindata.orggrapherwhale-catch
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746
595
Aun as?, Espa?a mantuvo su actividad ballenera hasta el l?mite de lo permitido. En octubre de 1985 se mat? en aguas gallegas un rorcual com?n, la ?ltima captura de la industria ballenera espa?ola.
La moratoria ballenera tiene sin duda puntos débiles, pero es un éxito colectivo de la humanidad. Tom?ndola como ejemplo, David Attemborough ha dicho: “Conocemos cu?les son los problemas y c?mo resolverlos. Lo ?nico que nos falta es la acci?n colectiva”. Y eso es exactamente lo que nos falta con las anguilas.
Hacia una moratoria anguilera
Una moratoria internacional como la ballenera ser?a la medida m?s eficaz para conservar las anguilas. La acci?n coordinada internacional es imprescindible para abordar problemas que afectan a m?ltiples especies, cuya distribuci?n abarca muchos pa?ses y que son objeto de comercio internacional. La moratoria debe implicar un cese total de la actividad pesquera por un periodo razonable (al menos una década) y la prohibici?n total de la comercializaci?n de productos de anguila, en cualquier formato.
Las especies de anguila m?s intensamente explotadas y amenazadas son las de zonas templadas del hemisferio norte, adem?s de la europea, la japonesa (A. japonica) y americana (A. rostrata). Hace nada menos que 20 a?os la Declaraci?n de Quebec hac?a un llamamiento urgente para la protecci?n de estos peces. Diez a?os después la situaci?n no hab?a mejorado en absoluto, y sigue sin hacerlo. Mantener la explotaci?n impedir? cualquier posible recuperaci?n y, finalmente, llevar? a la extinci?n de estos maravillosos animales.
Image ID:
100490126
Evoluci?n 1960 2000 de un ?ndice de abundancia de juveniles de las tres especies de anguilas mas explotadas y amenazadas japonesa
The Conversation
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751
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Que la moratoria afecte a las anguilas en general, y no a especies concretas, es fundamental en el contexto de la globalizaci?n de la cocina japonesa, que concentra la mayor parte del uso de anguila a nivel mundial. Las anguilas (unagi) son un elemento omnipresente en cartas de restaurantes japoneses de todo el mundo. Este uso masivo de la anguila es el motor de su tr?fico ilegal, que es el mayor delito contra la fauna a nivel mundial y afecta a m?ltiples especies.
Pero los problemas de la anguila no se limitan a la ilegalidad ni a la cultura japonesa. Por toda Europa se siguen comiendo legalmente grandes cantidades de anguila, y su consumo se promueve en diversos festivales gastron?micos. En Espa?a, la angula, anta?o abundante y barata, se encareci? al escasear, haciéndose un producto exclusivo. En vez de abandonar el consumo, esa exclusividad espole? el interés por la angula, como signo de estatus, derivando en una mayor intensidad de la explotaci?n, m?s escasez, m?s precio y mayor imagen de exclusividad. Se genera una espiral que, sin regulaci?n externa, terminar? con la extinci?n.
Por el camino
Coordinar acciones internacionales de conservaci?n no es sencillo, pero la moratoria ballenera muestra que es posible. Y en ese camino son importantes las decisiones tomadas a nivel regional o estatal.
Image ID:
100490151
Una anguila en un r?o de Girona
Llu?s Zamora
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749
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En el caso de la anguila europea son cruciales las decisiones tomadas por el Consejo de Agricultura y Pesca, supuestamente atendiendo a las recomendaciones del Consejo Internacional para la Exploraci?n del Mar. Sin embargo, hace m?s de 20 a?os que se recomienda vedar la especie, y nunca ha sido atendida. Como ocurr?a en la Comisi?n Ballenera Internacional, los pa?ses y regiones que explotan comercialmente la anguila, junto con los lobbies relacionados con esta explotaci?n, han movido sus fichas para mantener la actividad.
Espa?a ha sido tradicionalmente muy activa en la defensa de la pesca de la anguila. En las condiciones actuales esta postura es una apuesta por la extinci?n de la especie. Repitiendo los argumentos de 1982 sobre la caza de ballenas, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci?n cree que la pesca puede mantenerse porque se trabaja en otros ?mbitos (repoblaciones, gesti?n de depredadores, mejoras de h?bitat, en todos los casos medidas cuestionables) para tener la situaci?n bajo control. Un espejismo.
Art?culo original: https://theconversation.com/las-anguilas-necesitan-una-moratoria-internacional-como-la-de-las-ballenas-219095
(*) Miguel Clavero Pineda es cient?fico titular del CSIC, Estaci?n Biol?gica de Do?ana (EBD-CSIC).
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/anguilas-necesitan-moratoria-internacional-ballenas-100522307)
Estas migraciones han envuelto en un halo de misterio a las anguilas. Pero tanto misterio y fascinaci?n no han sido barrera para que las anguilas fuesen también comida.
Todas las culturas que han tenido anguilas a mano se han alimentado de ellas. En yacimientos paleol?ticos de toda Europa son frecuentes los restos de anguila. Las ‘Relaciones’ de Felipe II dan cuenta del gusto por las anguilas de las gentes del centro de Espa?a a finales del siglo XVI. Pocos a?os después, en la costa de lo que hoy es Massachusetts, los maltrechos tripulantes del ‘Mayflower’ festejaban en el primer Acci?n de Gracias norteamericano la ayuda recibida de parte de los nativos, buena parte de la cual fueron anguilas (para muchos, éstas, y no el pavo, deber?an ser el s?mbolo de la celebraci?n).
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Ejemplar de anguila europea
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La gastronom?a contempor?nea da m?ltiples usos a las anguilas (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/anguila-europea-sigue-imparable-proceso-13774380), desde los ahumados europeos al Jangeo-gui coreano o el all-i-pebre de Valencia. Se puede decir que comer anguilas es una de esas cosas de toda la vida. Pero la industrializaci?n y globalizaci?n de la explotaci?n de las anguilas han provocado su colapso.
Moratoria ballenera
A lo largo del siglo XX se cazaron casi 3 millones de grandes cet?ceos. Ante el evidente declive de algunas especies, en 1946 se cre? la Comisi?n Ballenera Internacional, con la misi?n de garantizar “la conservaci?n de los recursos para (…) el desarrollo ordenado de la industria ballenera”. Con el transcurso de los a?os se fue haciendo evidente el fracaso de esa misi?n, ya que las poblaciones de grandes cet?ceos no podr?an resistir la presi?n de caza que sufr?an. Era necesario un cese de la actividad.
Tras varios intentos infructuosos, en 1982 se acord? la moratoria de la actividad ballenera, implementada desde 1986. Para alcanzar la mayor?a necesaria para la moratoria fue fundamental el papel de pa?ses miembros, pero sin industria ballenera (como Mongolia, Austria o Mali), as? como el cambio de posici?n de algunos pa?ses que s? cazaban ballenas, entre los que destac? Espa?a.
Solo dos meses antes de la votaci?n, Espa?a se opon?a a la moratoria porque dec?a ejercer un “control absoluto y verdaderamente ejemplar sobre la caza de las ballenas”. Sin embargo, cambi? su voto in extremis, y fue determinante en la aprobaci?n.
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Capturas de 4 de las especies m?s perseguidas por la industria ballenera en el siglo XX
Autor, adaptado de httpsourworldindata.orggrapherwhale-catch
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Aun as?, Espa?a mantuvo su actividad ballenera hasta el l?mite de lo permitido. En octubre de 1985 se mat? en aguas gallegas un rorcual com?n, la ?ltima captura de la industria ballenera espa?ola.
La moratoria ballenera tiene sin duda puntos débiles, pero es un éxito colectivo de la humanidad. Tom?ndola como ejemplo, David Attemborough ha dicho: “Conocemos cu?les son los problemas y c?mo resolverlos. Lo ?nico que nos falta es la acci?n colectiva”. Y eso es exactamente lo que nos falta con las anguilas.
Hacia una moratoria anguilera
Una moratoria internacional como la ballenera ser?a la medida m?s eficaz para conservar las anguilas. La acci?n coordinada internacional es imprescindible para abordar problemas que afectan a m?ltiples especies, cuya distribuci?n abarca muchos pa?ses y que son objeto de comercio internacional. La moratoria debe implicar un cese total de la actividad pesquera por un periodo razonable (al menos una década) y la prohibici?n total de la comercializaci?n de productos de anguila, en cualquier formato.
Las especies de anguila m?s intensamente explotadas y amenazadas son las de zonas templadas del hemisferio norte, adem?s de la europea, la japonesa (A. japonica) y americana (A. rostrata). Hace nada menos que 20 a?os la Declaraci?n de Quebec hac?a un llamamiento urgente para la protecci?n de estos peces. Diez a?os después la situaci?n no hab?a mejorado en absoluto, y sigue sin hacerlo. Mantener la explotaci?n impedir? cualquier posible recuperaci?n y, finalmente, llevar? a la extinci?n de estos maravillosos animales.
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Evoluci?n 1960 2000 de un ?ndice de abundancia de juveniles de las tres especies de anguilas mas explotadas y amenazadas japonesa
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Que la moratoria afecte a las anguilas en general, y no a especies concretas, es fundamental en el contexto de la globalizaci?n de la cocina japonesa, que concentra la mayor parte del uso de anguila a nivel mundial. Las anguilas (unagi) son un elemento omnipresente en cartas de restaurantes japoneses de todo el mundo. Este uso masivo de la anguila es el motor de su tr?fico ilegal, que es el mayor delito contra la fauna a nivel mundial y afecta a m?ltiples especies.
Pero los problemas de la anguila no se limitan a la ilegalidad ni a la cultura japonesa. Por toda Europa se siguen comiendo legalmente grandes cantidades de anguila, y su consumo se promueve en diversos festivales gastron?micos. En Espa?a, la angula, anta?o abundante y barata, se encareci? al escasear, haciéndose un producto exclusivo. En vez de abandonar el consumo, esa exclusividad espole? el interés por la angula, como signo de estatus, derivando en una mayor intensidad de la explotaci?n, m?s escasez, m?s precio y mayor imagen de exclusividad. Se genera una espiral que, sin regulaci?n externa, terminar? con la extinci?n.
Por el camino
Coordinar acciones internacionales de conservaci?n no es sencillo, pero la moratoria ballenera muestra que es posible. Y en ese camino son importantes las decisiones tomadas a nivel regional o estatal.
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Una anguila en un r?o de Girona
Llu?s Zamora
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En el caso de la anguila europea son cruciales las decisiones tomadas por el Consejo de Agricultura y Pesca, supuestamente atendiendo a las recomendaciones del Consejo Internacional para la Exploraci?n del Mar. Sin embargo, hace m?s de 20 a?os que se recomienda vedar la especie, y nunca ha sido atendida. Como ocurr?a en la Comisi?n Ballenera Internacional, los pa?ses y regiones que explotan comercialmente la anguila, junto con los lobbies relacionados con esta explotaci?n, han movido sus fichas para mantener la actividad.
Espa?a ha sido tradicionalmente muy activa en la defensa de la pesca de la anguila. En las condiciones actuales esta postura es una apuesta por la extinci?n de la especie. Repitiendo los argumentos de 1982 sobre la caza de ballenas, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci?n cree que la pesca puede mantenerse porque se trabaja en otros ?mbitos (repoblaciones, gesti?n de depredadores, mejoras de h?bitat, en todos los casos medidas cuestionables) para tener la situaci?n bajo control. Un espejismo.
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(*) Miguel Clavero Pineda es cient?fico titular del CSIC, Estaci?n Biol?gica de Do?ana (EBD-CSIC).
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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